Holis! Aquí ando con un nuevo fic para mi mejor amiga Nanami Umbreom por su cumpleaños. ¡Muchas felicidades madre! :D

Este es tu regalo, un año entero de esta historia… o lo que me tarde en hacer unos dieciocho capítulos xD lo que pase primero.

Ahora, tengo que hacer algunas aclaraciones; este será un fanfic AllxSkull en donde que cada capitulo lo verán emparejado con diferentes personajes, sé que en el resumen ya lo dice pero más vale aclarar.

Disclamer: Katekyo Hitman Reborn no me pertenece, sino a su respectiva autora.


Nuvola di tutto.

Personaje: Reborn.

Pareja: RSKL.

Chapter 1: The Sun fills with the Cloud. Part I.

Hoy era uno de esos días algo nostálgico, en donde los recuerdos no dejan de invadir mi mente ni aunque me ponga a torturar a Tsuna toda la noche con alguno de mis efectivos y divertidos, métodos de entrenamiento. Si he de ser sincero, era frustrante.

¿El por qué lo digo?

Es porque en este día tan soleado y agradable en Namimori tuve la casualidad de toparme con mi lacayo favorito; de todas maneras, no es que tengo otro; Skull. A partir de un trato "amable y comprensivo" le pude sonsacar el porqué se encontraba en la ciudad; al parecer tenía una pequeña misión por parte de su familia Carcassa.

Eso no me preocupa, ni mucho menos me quitaba el sueño, pero lo que si lo hace es saber que Skull se encuentra en Namimori; lo desesperante del asunto es que no lograba comprender ¿Por qué? ; Y precisamente esta noche a mi mente le ha dado por revivir los recuerdos relacionados con el de cabellos violetas.

Empezando por el día en que lo conocí…

Un día, hace ya muchos años atrás, había llegado de una misión a lo que era mi refugio en esos momentos. Me trasladé por la habitación hasta donde se quedaba Leon casi todo el rato, al instante sentí que algo no estaba bien, eso a pesar de que todo a simple vista se encontraba en su lugar, pero sentí la presencia de alguien más allí.

Fingí ignorancia y seguí recorriendo el apartamento; me detuve en la pizarra que tenía con las fotos de todas las personas que eran mis objetivos, mi trabajo; entonces saqué una de ellas y la boté a la papelera, después de todo era un trabajo terminado. Aproveché ese segundo para sacar rápidamente mi pistola.

-¡¿Quién anda allí?!

Una voz profunda y claramente masculina se rió en voz baja, fruncí el ceño mientras miraba al intruso recostado en el sillón; lo más resaltante en él era su sombrero y máscara a cuadros.

-Huh, como pensé. De verdad estás calificado- habló con una sonrisa bastante satisfecha.

Yo entrecerré los ojos aún con la pistola en mano.

-¿Quién eres?-el del sombrero a cuadros solo mantuvo su sonrisa- ¿En nombre de quién estás aquí?

Después de todo no sería la primera vez que envían a alguien a matarme. El precio de ser un asesino a sueldo. Pero ese hombre solo bajó la cabeza.

-Oh, solo soy yo- en eso vi un movimiento de sus manos sospechoso, como si quisiera sacar algo, enseguida apreté el arma y colgué el dedo en el gatillo listo para disparar en cualquier momento.

-¡No te muevas!

El intruso parecía bastante tranquilo y seguía buscando algo en el interior de su abrigo- No te impacientes tanto.

De repente, al chasquear sus dedos unos chupetes flotaron alrededor de él; ya había oído de ellos, eran pacificadores.

-Estoy aquí para reunir a los siete más fuertes del mundo- hizo una pausa antes de continuar- "I Prescelti Sette".

-"I Prescelti Sette"- repetí lentamente frunciendo el ceño

-Así mismo- dijo con simpleza mientras yo bajaba la pistola.

-Esta petición de trabajo… ¿Es una en equipo?- como asesino a sueldo estaba bastante acostumbrado a trabajar en solitario, y la verdad es que la idea no me agradaba mucho.

El hombre debe de haber visto mi expresión de inconformidad- La recompensa va a ser extraordinaria, pero primero quisiera que se juntaran.

Del abrigo sacó una hoja con un mapa y me la entregó.

-Ve ahí y podrás conocer a tus compañeros.


A la final decidí ir, he de decir que me daba curiosidad saber de que iba este trabajo que requería la presencia de las siete personas más poderosas del mundo.

Ya había oído de algunos, sin embargo tenía que llegar al lugar para poder confirmarlos; caminé hasta el final de la ciudad donde había un almacén, el del mapa.

Llegué hasta el centro de la habitación en donde se encontraban reunidas unas seis personas en una misma mesa, desenredé mis patillas mientras me acercaba y me senté en el único asiento vacío.

Todos estaban en el más profundo silencio, yo aproveché el momento para evaluar a cada uno de los que serían mis compañeros; efectivamente reconocí a algunos de ellos, por mi mismo trabajo ya había oído algo de esas personas.

Sin embargo, la que más llamó mi atención fue un chico de cabello y ojos violeta, parecía ser el más joven de nosotros; tenía aspecto algo punk por los piercing y maquillaje que cargaba, además de llevar un traje de motociclista; no parecía realmente fuerte; este, ajeno a mi mirada, mantenía un rostro sin expresiones y sin mirar a ningún lugar en concreto.

En ese momento una de las mujeres del grupo se levantó para presentarse, y luego se puso a ofrecer galletas como si fuéramos niños, la idea casi me hace gracia.

-¿Quieres tú también?- me preguntó con una sonrisa agradable, mi expresión se ensombreció, este tipo de personas son las que no deberían de estar aquí.

-No- aún con mi contundente respuesta su sonrisa no tambaleó.

-¿Entonces te puedo ofrecer café?

-Mira no como de nada de…

-¿Un extraño?-terminó la frase por mi- Bueno mi nombre es Luce.

Yo alcé una ceja.

-¿Ves?, ya no soy una extraña- yo la seguí observando; en eso el chico punk agarró una de las galletas de la mujer sin decir una palabra. Ella le dedicó una sonrisa por el voto de confianza.

-Entonces, ¿Vas a querer café o quieres que lo pruebe primero señor desconfiado?- di un suspiro resignado.

-Tomo solo café expresso.

-Muy bien, ya vuelvo- así salió y al poco tiempo regresó con dos tazas de café humeante.

-Aquí tienes.

-Gracias, soy Reborn- decidiendo que no había peligro alguno tomé del café.

-Mucho gusto Reborn; por cierto, me gustan tus patillas.

-Mmm… gracias- y allí ella comenzó a hablarme animadamente mientras intentó hacer lo mismo con los demás; esa fue la primera de muchas reuniones.

Más adelante descubrí porque Luce estaba allí; era la jefa de la familia Giglio Nero.

Luego conocí a los demás y supe que en verdad eran apropiados para los trabajos que se nos habían asignado, todos excepto por uno.

El chico de cabellos violetas se llamaba Skull y sí, había acertado, era el más joven de todos nosotros; eso significaba falta de experiencia en muchas aéreas.

También me enteré que de ninguna manera estaba involucrado en la mafia y lo único excepcional en él era su cuerpo casi indestructible que podía resistir golpes o ataques mortales que cualquier ser humano no podría nunca. Tenía que admitir que eso era impresionante, casi a la vez fascinante, sin embargo el chico no sabía nada de peleas, ni siquiera lo más básico; es por eso que lo usábamos en las misiones como una distracción o incluso de carnada.

Es allí cuando me preguntaba… ¿Por qué Checker face lo mandó a llamar?, de los demás si podría ver la lógica pero no en Skull, si no podía pelear aún con esa increíble resistencia eso lo convertía en casi un completo inútil a nuestros ojos. Decidí no indagar mucho más en la razón y aceptarlo.

Solo me dediqué a mantenerlo vigilado para que no se lastimara demasiado, de hecho, en una de esas misiones le salvé la vida, y desde entonces no dejó de llamarme "Reborn-senpai" y asegurarse de hacerle saber a todo el mundo lo "Cool" y "Genial" que era. Por supuesto que eso ya lo sabía y lo sabían todos, no hacia falta que lo dijera, pero… me sentía extrañamente bien saber que él pensaba eso de mí, no sabía por qué, no sabía explicarlo, solo sabía que había que algo me pasaba con Skull. Tiempo después supe que con él siempre me pasaba algo y nunca podía decir con exactitud que era.

Otro de esos días tranquilos en donde nos reuníamos, Colonnello fue a visitarnos y comenzó a molestar a Skull, a tal punto de hacerlo su sirviente personal; en una situación normal no le daría a eso ni un mínimo de importancia, pero se trataba de Skull y por alguna razón eso me importaba. Me llevé aparte a Colonnello.

-¿Qué pasa, kora?- cuestionó en cuanto estuvimos lejos de los demás.

-Pasa que Skull es mi lacayo y me molestó que lo trataras como si fuera tuyo.

-¿Eh?, ¿Desde cuando?

-Desde siempre, ahora deja de tratarlo de sirviente que el que le órdenes soy yo- dije para después regresar con los demás cuando alguien me agarra del hombro.

-¿Qué te parece si luchamos por él, kora?- en ese entonces Collonnero era estúpido e imprudente por no hablar de confiado; no es que haya cambiado mucho pero quiero creer que ha madurado con el tiempo.

Como era de esperarse, en esa pelea perdió patéticamente y a regañadientes tuvo que aceptar que Skull me pertenecía, y no podría usarlo de sirviente ni nada sin mi consentimiento.

Luego de regresar con los demás golpeé a Skull para dejar en claro a él y a todos que a partir de ese momento sería mi lacayo.

Desde entonces no he dejado de molestarlo para mi propia diversión, ya sea que me traiga cosas, o que sea mi saco de boxeo personal, siempre encuentro algo divertido que hacer con él.

Sin embargo esos días pasaron muy rápido para mi gusto; solo bastó un día para convertir nuestra vida en un infierno, fue cuando recibimos la maldición de los arcobalenos. Ese maldito de Chercker face nos había engañado y arruinado la vida convirtiéndonos en bebés, estaba tan frustrado, ¿Por qué nos había pasado esto a nosotros?, ¿Cómo fue que no nos dimos cuenta de las intenciones ocultas de ese bastardo?, era obvio que algo tramaba y sin embargo no le dimos importancia y por no ser cuidadosos terminamos de esta manera. Traté de respirar y calmarme un poco; los demás no se encontraban mucho mejor; la única que se encontraba más o menos en calma era Luce… probablemente ella ya sabía que esto ocurriría.

De lo que también me di cuenta fue de la tristeza y desdicha que cargaba mi lacayo; decidí acercarme a él.

-Lacayo, ¿Estás llorando por esto?- allí dejó de hacerlo por un momento para mirarme y no hacia falta que respondiera, su cara ya lo decía todo.

-Solo porque tengas una apariencia de bebé no tienes que actuar como uno, sé fuerte.

-Es que… ¡Tú no entenderías senpai!, ya no podré conducir una moto jamás por culpa de esta apariencia! ¡Ya no podré hacer lo que más me gusta en la vida!- exclamó Skull para luego llorar aún más fuerte.

Algo en mí se sintió culpable por poner a Skull así, puede que para cualquiera, y me incluyo, sea una estupidez llorar por no poder montar en una moto más, pero sabía bien lo que significaba para Skull esa simple acción, después de todo él mismo me lo había contado en uno de esos momentos en el que rara vez estábamos solos.

Chasqué la lengua y miré alrededor, los demás estaban lejos de nosotros. Me dije que lo único que podía hacer era tratar de consolarlo.

Me acerqué a él y agarré su rostro para secarle las lágrimas.

-Saldremos de esto, encontraremos a Checker face y romperemos la maldición, así que no llores más- una completa mentira y ambos lo sabíamos, la probabilidad de encontrarlo eran las mismas como de que Verde consiga una cura para la maldición era muy bajas, eso para no decir imposible; eso era algo que no teníamos que decirlo, ya lo sabíamos.

-Gracias senpai- pero aún así decidimos creernos esa mentira, consolándonos con la idea de que algún día volveríamos a nuestros cuerpos y despertaríamos de esta horrible pesadilla.


Ese fue el último día que vi a Skull; treinta años habían pasado y, como supuse, la realidad nos golpeó duramente en la cara, nunca volvimos a nuestros cuerpos, tampoco localizamos a Checker face y mucho menos encontramos una cura para nuestra maldición.

Pasaron muchas cosas en estos años, Luce murió, sin embargo si pudo tener a su bebé y ahora ella es la arcobaleno del cielo; solo mantengo el contacto con Colonnello, Lal y Fong, del resto no sé nada; y lo único que llegué a escuchar de Skull fue que se unió a una pequeña familia de la mafia.

Mientras yo le pedí a Shamal que borrara mi pasado y aprendí a aceptar este cuerpo, me terminé convirtiendo en tutor y entrené al heredero de la familia Cavallone; Dino, y había empezado a entrenar a Sawada Tsunayoshi como décimo Vongola; esos dos en verdad parecían familia, son tan inútiles, pero al verlos inmediatamente me hacían recordar a Skull; reflexionándolo me di cuenta que, en el caso de Dino y Tusna, quiero que se conviertan en grandes jefes y que a pesar de las circunstancias a las que se tengan que enfrentar nunca pierdan ese buen corazón que poseen, aunque eso les llegue a ser blandos.

Pero con Skull era diferente, no quería hacerlo más fuerte para no involucrarlo en batallas peligrosas, aunque eso sea una tontería considerando que es un arcobaleno. Pero quería protegerlo con la excusa de que es mi lacayo y por ende tenía que ser yo quien se ocupara de Skull.

Un día cualquiera decidí que todos deberíamos de ir a Mafialand, para que allí Tsuna y sus guardianes pudieran conocer a Colonnello y ese mismo día la isla fue atacada por la familia Carcassa, allí cuando mi pacificador brilló con intensidad supe que tenía que tratarse de él, Skull.

Era el único de nosotros en querer atacar una isla llena de familias de mafiosos altamente calificados y peligrosos. Colonnello y yo lo derrotamos con facilidad y en cuanto lo tuve enfrente le di una paliza por ser tan idiota.

Pero a pesar de todo, me encontraba feliz, como hace tiempo no lo estaba, y todo es por volverlo a ver, por saber que estaba bien y pudo arreglárselas solo todo este tiempo. Luego nos tuvimos que ir, pero antes, bajo algunas amenazas, le hice prometer que no se volviera a desaparecer así; me asustaba el hecho de no volverlo a ver, sin embargo, eso no era algo que mi lacayo tenía porque saber.

Y hoy fue que lo pude volver a ver y presentía que sería así más seguido. Quién sabe, tal vez algún día descubra lo que me pasa con Skull.


Bueno, si ya han llegado hasta aquí, no olviden dejar sus comentarios, fav y follow para mayor felicidad de su autora xD gracias de antemano.

De una vez les digo, no esperen actualizaciones tan continuas de mi parte pero hare todo lo posible.

Bye. ;)