Hola! Bueno, primero que nada, estos personajes no son míos sino de la señora Rowling bla bla bla y no gano nada con esto excepto el hacerle un poco de justicia a estos personajes.
Este fic fue hecho especialmente para mi sis consentida, así es que sis, aquí lo tienes.
Por último les aviso que dividiré este songfic en 3 o 4 partes.
Que me alcance la vida
Tonks corría sin parar a través de los pasillos de Hogwarts sintiéndolos mas largos de lo que alguna vez le parecieron en sus tiempos de estudiante cuando intentaba llegar a tiempo a alguna clase. Maldiciones, gritos y destrucción eran sus compañeros a lo largo de este camino, y cualquiera que hubiese tenido el tiempo de verla correr y evitar obstáculos con tan sorprendente agilidad, seguramente habría dudado de la identidad de la metamorfomaga; su cuerpo evadía cualquier cosa que le impidiera llegar lo mas rápido posible a su destino: los jardines del colegio, donde se encontraba la persona que junto con su pequeño Teddy, constituían su única razón de vivir.
Su corazón se encogía a cada paso que daba, viendo la enorme desventaja en que se encontraban los jóvenes alumnos del colegio y los pocos miembros de la orden que se habían quedado ahí para ayudarlos; sabía que el peso de la batalla tenía lugar en las afueras del castillo y un mal presentimiento no la dejaba respirar tranquila desde el momento en que un fuerte dolor en el pecho la había hecho abandonar la seguridad de su hogar para dirigirse a la escuela de magia.
Cuando por fin vislumbró las puertas de salida, un estremecimiento la recorrió al darse cuenta del horror que tenía lugar a tan solo unos pasos de ella, luces de todos colores, predominando el verde, iban y venían sin parar a través de la oscuridad reinante, permitiendo ver algunos cuerpos adornando el suelo, sino muertos, siento torturados por algún mortifago. Una maldición pasó rozando su brazo derecho y con un rápido giro aturdió al responsable para luego atacar a otro que tenía arrinconado a un estudiante de sexto, finalmente, dio los últimos pasos que la condujeron hacia su más temible pesadilla.
A pesar de desear seguir corriendo en busca de Remus, no le quedó mas remedio que comenzar a pelear contra toda figura de negro o con máscara que se le pusiera enfrente, su varita incluso se vio obligada a conjurar en varias ocasiones a la temible maldición asesina para evitar que algún otro inocente fuera víctima de ella. Caminó y corrió sin rumbo por algunos minutos, nadie podía saberlo en realidad, su mente se encontraba dividida entre la angustia de no encontrar a Remus y su sentido de supervivencia que le indicaba que si no seguía su camino, jamás podría verlo con vida otra vez.
Cuando por fin lo encontró, sus ojos se llenaron de angustia ante la visión que tenía frente a ella, Remus se batía en duelo contra dos mortifagos a quienes no pudo identificar puesto que se encontraban de espaldas a ella, uno de cada tres ataques que eran enviados hacia él tenían como objetivo terminar con su vida y este saltaba y se movía de todas las maneras posibles para evitar que alguna de ellas lo alcanzara. Con alivio, vio como Remus lograba aturdir a uno de ellos para lurgo bloquear rápidamente el ataque del restante, un nuevo combate dio inicio y Tonks ya corría en su dirección para brindarle su ayuda.
Justo a unos metros de él, vio como de entre las sombras aparecía un nuevo contrincante al que reconoció enseguida como Dolohov, Remus se encontraba tan concentrado que no se había dado cuenta de su presencia, y su corazón se brincó un latido al ver como este se preparaba para atacarlo por la espalda. Jamás sabría como lo había logrado, pero en un instante logró colocarse a la distancia adecuada para rechazar la temible maldición que amenazaba la vida del hombre que amaba.
Remus reconoció la voz de Tonks en medio de los gritos de horror y muerte, habría sido capaz de hacerlo aun entre un millón de personas gritando a todo pulmón, puesto que era su corazón, y no cualquier otro de sus sentidos el que reconocía su presencia cada que ella se encontraba cerca. Alcanzó a ver como un rayo de luz verde era desviado de su trayectoria para estrellarse contra un árbol que jamás florecería nuevamente; su mano tomó vida propia para mover su varita y expulsar de esta una maldición que se encargó de dejar fuera de combate al mortifago que hasta hace unos momentos reclamaba toda su atención, para luego volverse completamente hacia el cobarde que había intentado matarlo oculto entre las sombras, vio de reojo como Tonks se acercaba hacia él dispuesta a ayudarlo, y colocó su cuerpo de tal forma que bloqueara cualquier hechizo hostil que pudiera dirigirse hacia ella.
Dolohov comenzó con su ataque inmediatamente dejando claras sus intenciones de matarlo lo más rápido posible, Remus respondía de igual manera, buscando la oportunidad de derribar a su oponente, y se dio cuenta del momento en que Tonks, a tan solo unos pasos de llegar a su lado, era atacada por sorpresa por dos nuevos enemigos. Ambas peleas siguieron desarrollándose con rapidez, hasta que llegó el momento en que la atención de Remus se vio desviada de su oponente al darse cuenta del peligro en que su esposa se encontraba; sin siquiera pronunciar palabra alguna, este bloqueó el ataque hostil que la amenazaba permitiendo que Tonks contraatacara y se deshiciera de los dos de una vez, mas ese pequeño descuido tuvo las peores consecuencias puesto que permitió a Dolohov darle de lleno en el pecho al momento en que este giraba nuevamente hacia él.
El gritó de Tonks habría sido capaz de romper el corazón del mas duro si el ruido desolador que los rodeaba no lo hubiera ahogado al instante, con lágrimas de dolor y rabia resbalando por sus mejillas, su varita realizó un rápido movimiento deshaciéndose al instante de Dolohov. Llegó justo a tiempo para recibir el cuerpo inerte de Remus sobre sus piernas, y más lágrimas brotaron de sus ojos al notar como su pecho parecía no moverse más. Olvidándose de la batalla a su alrededor, Tonks solo fue capaz de rodearlo con sus brazos mientras un torrente de palabras salía de sus labios rogándole despertar.
Una enorme ola de alivio comenzó a surgir en su corazón al darse cuenta de que Remus aun respiraba, mas no tardó en sentir como la sangre se congelaba en sus venas al escuchar una de las voces que mas había llegado a odiar en este mundo.
-Patético- dijo Bellatrix Lestrange con una voz cargada de frialdad y desprecio para luego soltar una carcajada al ver la cara de esa traidora al reconocerla.
-Es una pena a lo que puede llegar una traidora como tú, llorar sobre el cadáver de un asqueroso sangre sucia… oh y licántropo además, ¿no es así?- añadió antes de volver a reírse y acercarse a ella aun mas.
-¿Dónde está la otra traidora, tu madre? – Preguntó con desdén, -¿acaso se encuentra cuidando al cachorro sangre sucia? -.
-Bellatrix…- susurró Tonks mientras sentía la furia fluir a través de su cuerpo.
***
A partir del momento en que recibió la maldición, Remus comenzó a sentir como su alma iba desprendiéndose poco a poco de su cuerpo; al principio, había sido capaz de sentir con intensidad el golpe producto del hechizo, y luego había sentido como la calidez del cuerpo de Tonks lo envolvía por completo, sus sentidos volvieron a despertar en ese momento y escuchó la manera desesperada en que su esposa lo llamaba suplicándole que no la abandonara. Jamás en toda su vida había sentido tanta desesperación como en ese momento, había querido hablar, gritar, decirle de alguna manera que nunca la dejaría sola, que no podría hacerlo ahora que la había encontrado, ahora que gracias a ella había conocido la dicha de ser padre. Siguió luchando, intentando hacer salir de sus labios una sola palabra, la lucha había quedado en el pasado, ahora solo le importaba a ella.
El poco calor que había logrado recuperar salió disparado de su cuerpo al escuchar el susurro de su esposa, su voz había perdido todo el amor de hace tan solo unos momentos para ser sustituido por una frialdad nada común en ella. Todo su ser clamaba por ponerse de pie frente a ella y defenderla de aquella asesina que una vez ya se había encargado de arrebatarle a su mejor amigo, un miedo sobrenatural llenó su alma y corazón ante el temor de perder a su esposa del mismo modo, a manos de Bellatrix Lestrange.
El ruido de la lucha volvió a llegar con toda claridad a sus oídos, sin embargo solo prestaba atención a los sonidos producidos por aquel par de mujeres que se encontraban tan cerca de él; maldiciones imperdonables e insultos era lo único que parecía salir de los labios de la mortifaga mientras Tonks intentaba evadirla y arrastrarla al mismo tiempo lo mas lejos posible de él.
La angustia lo envolvía cada vez mas y mas al ver que era imposible hacer que su cuerpo reaccionara, y pronto se encontró pidiendo a Dios o a quién fuera que le concediera el tiempo suficiente para ayudarla, para decirle por última vez que la amaba, para regresarle aunque fuera solo un poco del amor que ella había traído a su vida. Miles de recuerdos comenzaron a inundar su mente mientras sentía como su vida se extinguía poco a poco…
