N/A: Buenas tardes o días o noches lectores! Tras haber visto What was missing no pude contenerme más y creé una idea para un mundo AU pero manteniendo todos los pjs. Lo que vais a leer es un bubbline modern!AU muy estrechamente conectado con el canon de Ooo land. Preparaos para drama y quizas angst, y sobretodo para mucho bubbline! Y a ShadowDianne gracias por bettear, dedicado tanto a ella como a todo el fandom!

Disclaimer: nada me pertenece salvo la idea.

El cliente

¡SCRASH! El estruendo resonó por todo el laboratorio. La bandeja metalizada cayó al suelo y varias probetas con contenido toxico se rompieron en mil pedazos. Alcé la mano y golpeé con aún más fuerza la bandeja adyacente, de un rosa palo. Me daba igual romper mi mayor logro hasta ahora: un nuevo elemento sin contar los 276 con los que nuestro mundo contaba actualmente.

- ¡ESTOY TAN HARTA! -grité sin miedo pues en la pequeña sala solo había una jaula con dos cadáveres de ratitas y Mint, mi más preciado trabajador, y único…

- Vamos doctora, no se angustie, es sólo un suero para combatir una enfermedad mortal- Patrick Mint parloteó mientras alisaba las solapas de su americana azul, luego estiro los lazos de su pajarita y me dedicó una sonrisa.

- ¡SÓLO ESO, TOTAL! -me enfurecí más, parecía que ni P. Mint comprendía la importancia de esta investigación. -Déjame sola Mint -sentencié abriéndole la puerta hacía el pasillo lleno de más puertas que llevaban a más laboratorios.

Mint era un joven tanto rarito. Tenía el pelo rojo y blanco, a franjas. A saber qué idiota se lo había teñido así. Llevaba ocho años con él, desde que cumplí los 20, ahora, a sus 26 años seguía siendo mi más fiel becario Patrick había sido siempre un buen amigo, no por su fidelidad hacía mi como jefa, si no por su comprensión. Cuando las cosas no salían bien él no parecía afectado. Los cadáveres de las ratas no le molestaban, sonreía cuando quedaba bastante implícito que había conseguido permisos para un experimento de forma no muy legal y él siempre mantenía ese misterio cuando me entregaba unos resultados perfectos sobre un ensayo imposible. Una mujer nunca desvela sus secretos, me decía imitándome.

Todo quedó en silencio. Miré a mí alrededor: muebles metalizados empotrados contra las cuatro paredes que formaban mi único motivo para vivir y miles de bandejas y soluciones disueltas en ácido.

Abrí el armario que se encontraba sobre el lavamanos, éste tenía miles de toallas rosas y una grisácea, la cogí y desdoble. Me apoyé en la pared y me deslicé hasta sentarme en el suelo. Dentro de la toalla había un sobre de plástico translúcido que contenía un informe. EL informe.


"KNOCK KNOCK KNOCK KOCK"

-¡YA VA JODER YA VA! -el insufrible ruido de alguien picando a mi puerta me sobresaltó. Golpeé con furia la mesa de la cocina haciendo que la taza con leche de soja cayera al suelo. En cuatro zancadas me planté delante de mi puerta y abrí con la más desfigurada cara que podía poner a las 6 de la mañana: -TU TIENES EL CEREBRO SIN AZÚCAR O ES QUE NO TE LLEGA EL OXIGENO PALURDO, REVISA TUS BULTOS MENTOLAOS!

-Bonnibel ¡tía! -Patrick alzó el brazo sosteniendo con los dedos una carta. Entró como siempre, con las confis y la lanzó sobre la mesa después de pisar la taza rota. -Leelo -su voz era firme pero mantenía un timbre brillante de felicidad -Tenemos trabajo y financiación: ¡un cliente!

Y así mi enfado desapareció.

Apenas pude cerrar la puerta que mis pies ya me habían llevado a la cocina, mis dedos habían desdoblado la carta y mis labios temblaban al leerla:

Laboratorios S.L,

Me dirijo a ustedes para contratar sus servicios como departamento de investigación. Recientemente un allegado mío ha empezado a mostrar síntomas de los que sólo ustedes tratan en sus artículos publicados en el trimestral: K. CLab. Ya que sólo ustedes advierten estar investigando una cura para dichos síntomas quisiera ofrecerles un puesto de trabajo a fin de curar a este paciente. Proporcionaré los medios y financiación necesarios para llevar adelante su investigación.

Les adjunto mi dirección, contacten conmigo lo antes posible para concretar detalles acerca de sus honorarios.

Saludos cordiales,

M. Abadeer.

Al terminar la carta me temblaba la mano. Inspiré relajándome, cogí un imán y pegué el escrito en la nevera. Al girarme miré a Patrick y ambos empezamos a chillar.

-Patrick, al fin un pez gordo se ha fijado en nosotros- dije con alegría.

Al poco él y yo abríamos las puertas metalizadas del departamento de investigación del laboratorio en donde trabajábamos. Durante el trayecto Patrick no había hecho más que leer la carta en distintos tonos de voz, jugando a adivinar cómo sería la voz del tal Abadeer. La esperanza había llegado a nuestro laboratorio en forma de financiación, y yo no podía estar más alegre.

-Mint, ¡al despacho! -ordené de forma imperiosa mi voz cargada de soberanía.

Por el camino recogí los informes que se encontraban divididos en tres cajas, Mint recogió todo lo que había en la habitación contigua, nuestra improvisada sala de reuniones, despacho y cambiador. Los fondos escaseaban y nuestro departamento era el que peor estaba, en gran parte esa era la razón de mi felicidad por la carta. El eterno becario se sentó en una de las dos sillas, dejé el carrito con las tres cajas y subí una sobre la mesa, junto a mí.

-¿Qué papeles preparo? -me preguntó educadamente Mint. Su trato amigable de puertas hacía fuera desvaneciéndose como siempre al entrar en el trabajo. Era sin duda esa faceta tan profesional la que había hecho que lo contratara. Señalé con decisión un archivador junto a la máquina de café, contenía papeles de burocracia necesaria, derechos del laboratorio, condiciones a aceptar y demás. -Esos -pedí firme.

-¿Y la tercera caja? Ahí está todo sobre el…

-Sobre la enfermedad, lo sé Mint, debo añadir el desastre de esta mañana y estaremos listos para contactar con el señor Abadeer.

Me levanté hacia el único laboratorio que teníamos. Mis iniciales colgando en la puerta: B. L. Tras coger los papeles regresé. De un palmetazo dejé el sobre acerca del ensayo encima de la mesa, el titulo visible: Ensayo sobre el Lich, por Bonnibel Lichless, científica.

N/A: espero que os haya gustado y os haya dejado con la intriga. Cualquier duda la resolveré en la proxima nota de autor, ya estoy haciendo el segundo cap! Y si no es mucho pedir: reviews, que eso da fuerzas, más de lo que parece!

Nos vemos en el próximo cap que no tardaré en subir