Este fic ya lo tenía publicado en otra cuenta de Fanfiction porque en un principio pense que seria una buena idea separar las historias a partir de los generos y libros en los que me basaba, pero hace poco decidí que es más pesado hacerlo así, porque tenía que cuidar dos cuentas a la vez y luego confundia las contraseñas, por lo cual borrare la otra cuenta y me quedare solamente con esta. Es el primer fic que escribó en tercera persona. Así que para quienes ya lo habían leído y para lo nuevos lectores, aquí esta mi primer fic de Narnia.
Tenia pensado hacer este fic desde hace mucho tiempo y finalmente me anime. Sinceramente no he leido los libros de Narnia, pero las peliculas me encantaron.
Ninguno de los personajes me pertenecen, solo los tome prestados para crear esta historia...
Summary: AU/Ooc, Después de regresar a Londres, Susan no puede olvidarse de Caspian. Aslan al percatarse de esto le permite regresar, pero las cosas no seran tan faciles para ella al enterarse que hay alguien más en la vida de Caspian.
Susan miraba hacia la ventana, sin ver nada en particular. Su atención no estaba para nada en ese mundo, sino en uno que había dejado atrás desde hace dos semanas. Específicamente, en la persona que gobernaba dicho mundo. El Rey Caspian.
Desde que tuvieron que irse de Narnia, ella no había podido dejar de pensar en él, recordaba siempre todos los momentos vividos, desde que se conocieron, hasta ese beso de despedida que compartieron. Pero había un hecho en especial que jamás olvidaría, aquella noche de la coronación, donde sucedieron cosas de las que nadie sabía.
Flashback
Todo el lugar estaba de fiesta, no había telmarino o narniano que no estuviera celebrando aquel memorable día donde se restablecía la paz y se coronaba a un nuevo Rey.
Tanto Peter como Edmund y Lucy se encontraban bailando en la pista previamente preparada para ese fin. La única de los Pevensie que se encontraba apartada era Susan. Miraba desde lejos la alegría de otros y aunque también estaba llena de dicha por la victoria conseguida, sentía cierta melancolía en su interior. Presentía que pronto tendrían que regresar, que tendrían que volver a aquel mundo donde no pertenecían y no eran valorados. ¿Por qué habrían de quedarse en Narnia, si su propósito para estar ahí, ya estaba terminado? Ella quería ser optimista, pero sabía que también tenía que ser realista y era poco probable que Aslan los dejara quedarse. Estaba tan sumida en sus pensamientos, que no se percató cuando alguien más llegó a su lado.
-¿Susan? ¿Te encuentras bien?- preguntó Caspian.
-Eh, Sí ¿Porqué lo preguntas?-
- Es que me sorprende que estés aquí parada, en lugar de estar bailando con tus hermanos-
-Es solo que yo no soy muy buena bailando- mintió sabiendo que si decía la verdad, sería interrogada sobre más cosas.
-¿De verdad? Eso no es lo que decían los libros acerca de ti. Sin ser descortés, yo sinceramente tenía una información distinta-
-A veces los libros pueden mentir ¿sabes?- eso lo hizo sonreír
-Eso es cierto- lo pensó por un momento y luego agregó.-Pero si me lo permites, me gustaría comprobar eso por mi mismo- Susan se sintió sorprendida ante tal comentario y se ruborizo, Caspian era el único que lograba ese efecto en ella.
-¿Qué quieres decir con eso?- Caspian no contestó, pero en su lugar, hizo una pequeña reverencia y le ofreció su mano.
-¿Me permite esta pieza?- Susan aunque no tenía ánimos de bailar, no pudo rechazar tal ofrecimiento y tomo su mano para después dirigirse a la pista de baile.
Cuando la otra mano de Caspian tocó su cintura, sintió como una pequeña corriente que atravesó su cuerpo. Poco a poco comenzaron a moverse al compas de la música y ambos no podían dejar de observase con intensidad. Caspian siempre se había fascinado por aquella mujer valiente y leal que lucho a su lado y ella, no podía dejar de sentir admiración por él, por la actitud que tomaba ante la vida a pesar de todo lo que había perdido.
-Luces muy hermosa esta noche Susan- eso causo que se volviera a sonrojar
-Tú también te ves muy bien -
-Muchas gracias.-le sonrió- pero ahora lo quiero saber es ¿Por qué me mentiste?- ella lo miró confundida al no entender su pregunta.-Me dijiste que no sabías bailar, pero por lo que veo, hasta podría asegurar que eres la dama con mejor habilidad del lugar-
-Es solo que tenía muchas cosas en mente-admitió finalmente
-¿Hay algo en lo que pueda ayudar?-preguntó con verdadero interés
-No, el único que puede tomar alguna decisión al respecto es Aslan- como si hubiera leído sus pensamientos, Caspian supo exactamente a lo que se refería.
-¿Piensas que los va a regresar?- dijo con un tono de preocupación
-No lo pienso, lo sé-
-Tal vez los deje quedarse como la última vez-
-Me gustaría poder creer eso. Sé que no es verdad, pero me gustaría hacerlo-
-Todo saldrá bien- aseguró Caspian tratando de animarla.
-Lo sé- sonrió débilmente-Aslan siempre hace lo que es mejor para nosotros- y sin decir más, continuaron bailando hasta que la fiesta finalmente terminó. Después de eso, cada quien se fue a sus respectivos cuartos, pero Susan como no pudo conciliar el sueño, decidió caminar por el castillo.
Justo cuando estaba pasando por el pasillo más grande del lugar, alguien que conocía muy bien, la llamó:
-¿Susan? ¿Qué haces aún despierta?- preguntó Caspian acercándose a ella.
-Lo mismo te podría preguntar a ti-
-No podía dormir-contestó simplemente
-Yo tampoco- suspiró
-¿No has podido dejar de pensar en eso, cierto?-Susan sabia que más que una pregunta, era una afirmación, por lo que no se molestó en contestar.-Ven, te mostrare algo- le ofreció su mano y aunque ella no sabía lo que le quiera mostrar, la tomo sin dudar.
Se dirigieron a la biblioteca y una vez ahí, Caspian comenzó a buscar algo entre los estantes y cuando encontró lo que buscaba, se acercó a ella.
-¿Reconoces esto?- Claro que lo reconocía, era uno de los libros que le encantaba leer cuando gobernaban Narnia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo había leído.
-¿Cómo lo supiste?- ahora fue Caspian el que se ruborizo un poco.
-Es…es que, una vez en la tumba, te escuche hablar con Peter acerca de cómo anhelabas volver a tener ese libro y recordé que teníamos un ejemplar aquí y pensé…-
-Gracias- lo interrumpió, dándole una sincera sonrisa.
-No hay de qué y de verdad lamento haber escuchado la conversación. Fue inapropiado-
-No te preocupes Caspian. No hubo daño permanente-eso los hizo reír y poco después decidieron sentarse a leer aquel libro que Susan tanto amaba. Ella lo leía en voz alta, mientras él la escuchaba con atención aunque su interés no era realmente por la historia, sino por la voz de la narradora. El estar tan cerca de Susan, siempre le afectaba.
A ella por su parte, le resultaba muy difícil concentrarse con él a su lado, podía sentir su respiración en su cuello y su cuerpo cercano. Tanto la abrumó su presencia, que hubo un instante en el que no pudo seguir leyendo.
-¿Qué sucede Susan? ¿Porqué te detuviste?- susurró en su oído y ella no pudo evitar suspirar.-¿Susan?-
Lo miró a los ojos y fue como si ambos se quedaran hechizados en ese momento, admirándose como lo habían hecho en el baile, pero esta vez no había nadie a su alrededor que los interrumpiera y sin siquiera razonarlo, después de unos segundos, comenzaron a acercarse poco a poco uno al otro, hasta que sus labios se juntaron. Ninguno de los dos había besado a alguien antes, pero a pesar de su inexperiencia, se dejaron llevar por el fuego que los consumió. Se dejaron llevar por las emociones que los dos tenían y sus besos subieron de tono, hasta que Caspian entró en razón.
-Perdona- se separó de ella y se puso de pie.-No debí de hacer eso Susan, fue muy irrespetuoso de mi parte, te besé sin tu consentimiento y…- Susan se acercó a él y puso uno de sus dedos sobre sus labios.
-Claro que fue con mi consentimiento, por si no lo notaste, yo respondí- Caspian lo pensó un poco y comenzó a acariciar suavemente la mejilla de ella, antes de decir.
-Susan, yo ¿me permitirías besarte de nuevo?- Susan analizó sus palabras y sintió una gran alegría al saber que a él también le había gustado ese beso, pero, de repente recordó que eso no estaba bien, ella se iría pronto y ambos podían quedar muy lastimados. Pero, al ver sus ojos cafés penetrantes esperando su respuesta, decidió que era mejor disfrutar todo lo que pudiera antes de irse, decidió amar aunque fuera por poco tiempo.
Sin siquiera contestarle, lo besó con fuerza y otra vez se dejaron llevar, pero las cosas esta vez comenzaron a salirse de control cuando Caspian pegó a Susan al borde de la mesa y la sentó sobre esta. Se separó de sus labios para comenzar a besar su cuello y cuando llegó al borde del vestido, lo bajo con cuidado para dejar su hombro descubierto.
Susan solo podía suspirar de placer al sentir los labios de Caspian sobre su piel y lentamente fue poniendo sus manos por debajo de la camisa de él acariciando su marcado vientre. Ninguno de los dos se dio cuenta el momento en que esa misma camisa termino en el piso de la biblioteca, pero tampoco les importó mucho.
Caspian comenzó a subir sus manos hasta tocar la curva donde iniciaban sus senos. Susan en ese momento como pudo, comenzó a desabrochar su vestido y al instante Caspian se alejo de ella.
-¿Qué sucede?- le preguntó Susan confundida y agitada por la falta de aire.
-Susan ¿acaso no ves lo que estamos haciendo? Creo que los dos sabemos muy bien a donde va esto y aunque realmente me este muriendo por tenerte, yo no puedo deshonrarte de esa forma-
-Para mí eso no es deshonra ¿sabes? Porque sí decido entregarme a ti, es porque…-no sabía si debía admitirlo o no, apenas ella tenía poco de haber descubierto sus verdaderos sentimientos por Caspian, pero si no lo hacía ahora ¿entonces cuándo?.- Porque Te Amo- los ojos de Caspian se abrieron de sorpresa al escuchar esto y Susan sintió que había cometido un grave error.-Pero tal vez tengas razón y hacer esto esta terriblemente mal, porque una vez que me vaya, sería algo demasiado difícil de olvidar- con eso se paró rápidamente de la mesa y se dirigió a la puerta, justo antes de que girara la perilla, una mano en su brazo la obligó voltearse y lo siguiente que sintió fueron los labios de Caspian sobre los suyos.
-¿Estás segura de esto?- preguntó sin dejar de besarla.
-Solo si tú también lo estas- tocó la línea de sus pantalones y Caspian la interrumpió.
-No aquí, ven- tomó su mano y la llevó hasta su nueva habitación.
En cuanto cerraron la puerta, se besaron de nuevo, pero esta vez mucho más despacio, ambos querían disfrutar el momento lo más posible. Caspian la cargó y la llevó hasta su cama, la puso lentamente en el centro de ella y se coloco encima de Susan sin dejar caer todo su peso. Poco a poco comenzaron a descubrirse, comenzaron a aprender las sensaciones que provocaban uno en el otro hasta que quedaron totalmente desnudos y listos para entregarse. Él se colocó en su entrada y Susan notó que había preocupación en su mirada.
-¿Qué pasa?- dijo acariciando suavemente su cabello
-Susan, yo no quiero lastimarte. Sé que probablemente esto te va a doler.-
-Solo será por un momento. Lo prometo- aunque no lo admitiera, ella también tenía un poco de miedo al dolor que iba a sentir, pero sabía que no quería esto con nadie que no fuera Caspian.
Después de darse un tierno beso, él se adentro en ella despacio y al sentir la barrera, la miró a los ojos. Susan solo asintió animándolo a continuar y en cuanto se rompió su himen, sintió mucho dolor.
-Perdóname- escuchó a Caspian decir de forma afligida.
-Estoy bien-
Dejo que se acostumbrara a él antes de empezar a moverse y al poco tiempo, ambos comenzaron a sentir mucho placer hasta el punto en que no sabían cuando terminaba uno y empezaba el otro, sus miradas nunca se separaron y comunicaban más que mil palabras. Poco antes de llegar al clímax, Susan le susurró a Caspian.
-Te amo- y con eso, ambos tocaron el cielo.
Caspian cayó rendido y se acomodo de forma que pudiera atraer a Susan a su lado. Ella comenzó a quedarse dormida, pero podría jurar que poco antes de sumirse en sus sueños, lo escuchó susurrar.
-Yo también te amo Susan-
Suspiró al recordar esa noche, pues había sido el mejor momento de su vida y jamás se repetiría, lo que lamentaba mucho era el hecho de haberse ido a su cuarto sin siquiera despedirse de Caspian, porque después de eso, todo pasó tan rápido que no tuvo tiempo de volver a hablar con él a solas. Recordó la charla con Aslan, la despedida, el volver a Inglaterra, el viaje a América….a partir de entonces, sentía un gran vació que invadía su pecho y no la dejaba respirar. En las noches, lloraba por la pérdida de su único amor y anhelaba por otra oportunidad para volverlo a ver, aunque sabía que probablemente Caspian ya había muerto por el tiempo que había pasado.
-Susan hija, ¿no quieres ir a la ciudad con nosotros?- preguntó su madre desde la puerta de su cuarto.
-No mamá, me siento muy cansada para salir-
-Hija ¿segura que estas bien? Llevamos casi dos semanas aquí y no has salido para nada de la casa-
-Es solo que aún no me acostumbro al horario, eso es todo-su madre no estuvo convencida con esa respuesta, pero no insistió más. Pensó simplemente que era por el hecho de que extrañaba a sus hermanos y a Inglaterra.
-Está bien, en ese caso nos veremos en la noche hija, cuídate mucho- en cuanto cerró la puerta, Susan no pudo contenerse más y se echo a llorar. No estaba segura del tiempo que transcurrió hasta que se dio cuenta de que ya había oscurecido y que aunque no lo quisiera, tenía que comer algo.
Con mucha lentitud se dirigió a la cocina, pero al pasar a lado de un espejo que estaba en el pasillo, le pareció ver la figura de cierto león que conocía muy bien. Rápidamente regresó su mirada al espejo, pero no había nada más que su simple reflejo. El reflejo de una chica destrozada. Iba a continuar su camino, cuando escuchó la voz de Aslan decir.
-Susan…- notó que al fondo del espejo surgió aquel imponente ser con una mirada de tristeza.- Susan ¿Por qué haces esto? ¿Por qué te has estado lastimando de esta forma?-
-Aslan, yo….yo no lo sé, supongo que ya no encuentro razón para seguir adelante- admitió
-Pero tienes muchas bendiciones por las cuales continuar-
-Lo sé, es solo que gran parte de mí la deje en Narnia y no la puedo recuperar-suspiró.-No podría aunque lo intentara-
-Susan, yo los regrese porque consideraba que habían aprendido todo lo que podían de Narnia, considere que estaban listos para enfrentar este mundo, pero al parecer tú no tienes deseos de hacerlo-Susan bajo su mirada avergonzada ante sus palabras- Por eso mismo vine a preguntarte esto, ¿De verdad quieres volver?-
-Si-
-¿Qué tanto lo deseas?-
-Más de lo que te puedes imaginar-
-¿Estarías realmente dispuesta a dejar a tu familia?- Para Susan, esa fue la pregunta más dura que tuvo que considerar. A pesar de que era muy unida con su familia, sabía que no podía quedarse ahí, necesitaba llenar ese vacio que la atormentaba. Además, sabía que su familia podría estar bien sin ella y estaba segura que en algún momento los volvería a ver.
-Sí, lo estoy- Aslan asintió.
-Muy bien, si estás segura, te daré la oportunidad de regresar a Narnia.-por primera vez en días, Susan sonrió.- Pero, sí lo haces, no podrás regresar a este mundo.-le advirtió- Por eso te pido, que consideres bien tu decisión-
Susan no tenía nada que considerar, ella sabía lo que quiera y no cambiaria de opinión.
-Decido irme a Narnia - Aslan volvió a asentir
-Así será, estarás ahí cuando menos lo esperes. Aunque quiero decirte una última cosa Susan, Narnia no será exactamente como la recuerdas-
-¿Caspian aún seguirá vivo?- finalmente se atrevió a preguntar
-Te mandare a un tiempo donde lo esté-
-Gracias Aslan- le dijo de corazón
-Solo espero que encuentres tu camino Susan-
-Lo haré- le aseguró y Aslan comenzó a desvanecerse en el espejo. Vio a través de él, como el paisaje comenzaba a cambiar. Las luces se volvieron más tenues y la pared azul, se convirtió en una blanca. Aparecieron muebles que sabía jamás encontraría en Inglaterra y Susan de inmediato supo donde estaba.
-Volví.- no lo podía creer, finalmente se sentía en casa. Rápidamente salió de la habitación y no tardo nada en reconocer el castillo en el que estaba. Camino por los pasillos en busca de alguien, hasta que a los lejos pudo identificar a Trumpkin.
Se acercó con lentitud y en cuanto él notó su presencia, su cara de asombro no tardo en aparecer. Hizo una pequeña reverencia y dijo:
-¡¿Reyna Susan? No puedo creerlo ¿Qué hace usted aquí?-
-¿Qué clase de recibimiento es ese Trumpkin?- bromeó, pero él tomó el comentario en serio.
-Lo lamento Su Majestad, es solo que me sorprende verla aquí después de tanto tiempo, sobre todo cuando Aslan dijo que no regresarían-
-Lo sé, pero logre hacer unas negociaciones con él y me permitió regresar-razonó el comentario anterior y agregó.-¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos?-
-Tres años- ¿Tres años? Era mucho tiempo, aunque menos de los que Susan pensaba que iban a transcurrir.
-No es tanto como yo imaginaba- comentó.-¿El Rey Caspian aún vive aquí?-
-Sí, aunque estuvo ausente por un par de semanas por un viaje que realizo y justamente antier acaba de regresar-
-¿Sabes dónde lo puedo encontrar?-
-Emm…si- Susan notó un tono de nerviosismo en su voz.-Pero Su Majestad, creo que hay algo que debería sa…-
-Trumpkin- se escuchó una voz que Susan reconoció a la perfección y se volteó para poder verlo.-¿Crees poder enviar estos pergaminos a….?- Caspian se detuvo en seco al reconocer a la persona que estaba frente a él. Tanto fue su asombro, que tiro los papeles que tenía en la mano.
-¿Susan?- sus ojos no daban crédito a lo que veían, después de hacerse a la idea de que jamás regresaría.-¿Qué haces aquí…pensé que…no creí…-al parecer no podía formular una frase completa, pues aún se sentía muy abrumado de lo que estaba pasando.
-Aslan me permitió volver- dijo mientras notaba los cambios que había en él, no eran muchos, pero lucia más maduro que antes.
-Pero él dijo que tu y Peter nunca regresarían-
-Al parecer cambió de opinión y me eso me alegra porque el principal motivo por el que volví fue porque yo….-
-¿Caspian?- una voz extraña interrumpió la conversación y Susan vio que provenía de una chica muy particular que se acercaba a ellos. Nunca había visto a nadie igual antes, era una mujer realmente hermosa, que tenía literalmente un brillo propio. Tenía tez blanca con un cabello amarillo que le casi le llegaba a la cintura.-Lamento interrumpir, solo quería preguntarte algo- al notar que la mirada de Caspian estaba fija en alguien más, se percato de la presencia de Susan.
-Hola- la saludó con amabilidad.
-Ella es la Reyna Susan- comentó Caspian y su rostro finalmente mostró entendimiento.
-¿Eres la hermana de los Reyes Edmund y Lucy?-
-Sí, así es- Susan presentía que algo no estaba bien
-Es un placer conocerte, yo soy Lilliandil. La prometida de Caspian-
Ese fue un golpe bajo para Susan :P...
