Aquí no existen las primeras malas intenciones:
Summary: Bella y Edward habían tenido un encuentro anterior, ambos recordaban muy bien, pero es que… ¡esos ojos eran imposibles de olvidar! Vampiros/Humanos
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, todos los derechos sobre Stephenie Meyer, a mí sólo me pertenece la historia que sigue, cualquier similitud con la realidad, es pura coincidencia.
Prefacio: Antes hubo un primer encuentro
Año 2001
Edward POV
Sin duda esto de la inmortalidad tenía algunas ventajas y, bueno… tener cuentas llenas de dinero en bancos de todo el mundo, pero la cuestión es que puedo ver cómo avanzan las diferentes tecnologías, por ejemplo, una década las locomotoras funcionan quemando carbón y a la siguiente tienen un impresionante motor con complejos mecanismos que, gracias a la facilidad de aprender que tenemos los vampiros, entiendo a la perfección.
Estaba averiguando por un auto nuevo en Chicago, sé que es riesgoso para alguien como yo, pero Alice había asegurado que durante dos días no habría problemas, es decir, días de sol y, de todos modos, si algún cambio se presentara, siempre me podría avisar y yo desaparecería del mapa como si nunca hubiese estado allí. Tenía tiempo.
Le estaba dando los datos falsos de siempre al vendedor, puesto que ya había decidido qué quería esta vez, le haría caso a Rosalie, una Ferrari 550 de ese año, a ojos humanos, era un modelo excelente, pero, conociendo otras velocidades, a mi parecer no era nada del otro mundo; a mi hermana no le había dado mucho crédito en aquel momento, ya que todavía persistía mi rencor hacia ella. Desde luego, todo eso ya no tenía mucho sentido, pero, a veces, la encontraba pensando cómo serían nuestras existencias si estuviésemos juntos. Sinceramente, eso me parecía casi asqueroso, era como verme al lado de Tanya; no tenía nada en contra de ninguna de las dos, pero yo no veía las cosas como ellas: uno no se puede entregar a otro sólo para no estar solo, lo tiene que hacer únicamente si está verdaderamente enamorado, sé que suena cursi, pero es la pura verdad, por lo menos para la filosofía de este vampiro de principios de siglo veinte; de cualquier manera, a mí nadie me podría mentir, y menos con algo de esta magnitud, lo descubriría rápidamente, y es por eso por lo que me encuentro todavía solo, porque busco a quien se le revuelva el estómago en mi presencia, que me extrañe cuando no esté y todos esos hechos dignos de cualquier película romántica, desde luego que me gustaría que esos sentimientos sean recíprocos, yo también quería amar, quería que, aunque metafóricamente, encontrar a alguien que me despertara mi frío corazón. Desde luego, todo ese mundo del romanticismo no se aplicaba al mío, donde yo era el monstruo, el asesino de los pobres inocentes.
Mientras me encontraba haciendo todas estas cavilaciones, había hecho todas las transacciones para que me entregaran el coche, ya casi era mío pero, como los pensamientos del vendedor demostraban, tenían que "hacer tiempo para fingir importancia", misma palabras del fulano, aunque él les había agregado un bufido mental, me reí para mis adentros de esa frase, a veces se notaba la influencia de los humanos en mí, cosa que me ayudaba a la hora de interactuar con ellos.
—Y firme aquí para que quede constancia de que retiró el coche en este momento —"si no, me despiden" —felicitaciones señor… Cullen, ya puede llevarse esta maravilla —dijo una vez que hube firmado, mientras señalaba a mi nuevo auto.
—Muchas gracias —bien, ya podría irme. Le estreché la mano y tomé las llaves que él me entregaba —Adiós.
Caminé hacia afuera donde el vendedor había mencionado que estaba la Ferrari, me percaté, me percaté de que dos botellas de vino descansaban sobre el asiento del copiloto, luego lo "olvidaría" en una estación de servicio, alguien sería feliz con ello. Me subí al coche, preparándome para volver a casa. Pero algo hizo que me quedara petrificado donde estaba, era un olor, más bien un perfume que me llamaba a probarlo, pero sabía que no me podía exhibir de esa manera, aunque me era muy difícil controlarme, debí poner toda mi fuerza en ello. Una parte de mí quería saber de quién se trataba, sin embargo, sabía que mi autocontrol podría flaquear. De todos modos, llegó un momento en el que la curiosidad, o mi inconsciente, me empujó a averiguar quién era capaz de hacerme sentir todo aquello. Así que me bajé del auto y caminé hacia el interior de la concesionaria, allí me encontré con un par de ojos chocolates que me miraban sorprendidos, quise entrar en su mente, pero no había nada, estaba en blanco…
Bella y Edward POV
…Y supe que jamás lo/la olvidaría.
Aquí tienen mi nuevo fic, espero que les guste. Este va más "serio" que el de "Puertas abiertas al, Dios mío qué digo… ¿amor?", me gusta más, y la historia congenia más con la original que la otra…
Bueno, espero que les guste… nos leemos
Besos,
Yami Uma
