El ceniciento
El comienzo de una historia
El mundo solo es para aquellos que saben lo que es la vida, saber como enfrentar sus problemas, de quienes son capaces de ver con ojos ilusionados y equitativos a todos aquellos que los rodea y saben como conocer a las personas por lo que son y no por lo que tienen.
Hace mucho, mucho tiempo en un reino muy, muy lejano vivían un rico aristócrata llamado Thomas con su esposa Marriott y su hijo peli rosa llamado Suichi, al morir su esposa durante el parto, su padre tuvo que criarlo durante 5 años, hasta que conoció a una viuda llamada Mika conocida como la "viuda negra" – ya que todos sus esposos morían de una manera muy rara – y a sus dos hijas Noriko y Ayaka de 15 y 10 años respectivamente y para desgracia de Suichi su padre se caso con ella y 3 años después falleció en muy extrañas circunstancias.
Cuando murió su padre, sus ahora hermanastras y madrastra lo pusieron como su "criado" ya que estaban celosas de su belleza dulzura y todas aquellas virtudes dignas de el, además de que el era el heredero de su familia por el primogénito y el único hijo.
Han pasado muchos años y Suichi se ha convertido en un hombre muy apuesto tal y como la había sido su madre al estar viva, pero sufría por los constantes abusos por parte de su supuesta "familia", pero un día Suichi tuvo el presentimiento de que pronto su vida cambiaria y como si fueran cosas del destino sonó el timbre, Suichi presuroso abrió la ventana para encontrarse con unos de los sirvientes del príncipe Yuki.
Toc, toc, toc…
-abre la puerta algodón de azúcar – le decían a Suichi sus hermanastras.
-si serán… hijas de mi madrastra – dijo en un susurro nuestro peli rosa mientras se apresuraba a abrir la puerta.
- si ¿Qué se le ofrece? – dijo de manera educada Shu.
-¿aquí vive la viuda negra… perdón digo la señora Mika?
-si aquí vive por desgracia – contesto – y su última victima también – dijo susurrando la última parte.
-amm… si – al parecer lo escucho – vine a traer una invitación…
-UNA ¿INVITACION?
-ehh… si – contesto el señor.
-¿para que es? – pregunto curioso SHU
-bueno si no me hubieras interrumpido hace un momento te lo hubiera podido contar – contesto cortante el señor.
-ups, lo siento, por favor continúe – se disculpo
-bueno ya no importa, es una invitación para el cumpleaños para su alteza el príncipe Yuki en el cual el va a escoger por fin una esposa. – mientras contaba esa historia Shu comenzó a imaginarse como seria la noche de bodas con el príncipe Yuki.
Después de darle una mirada interrogante a Suichi el guardia se retiro y digamos que Shu tenia un pequeño problema – si me entiende – cerro la puerta y se giro para continuar con sus labore hogareñas pero se encontró con el espantoso grito de…
-… !!!SUICHI!!! – grito Mika
-… - ¿por qué yo? – Voy señora – anciana
-¿Qué trajeron? – pregunto Mika
-nada – dijo rápidamente
Suichi rápidamente escondió la carta de los horribles ojos de esa bruja, pero antes de poder reaccionar aparecieron detrás de el, Noriko y Ayaka y le arrebataron la carta de sus manos que seguían en su espalda, la tomaron entre sus manos y al leer lo que venia en la cubierta se la mostraron a su madre.
-mira, mira, mira mamá, mamá… - empezaron a cantar ese par mientras pasaban la carta frente a la cara de la bruja mayor - … una invitación.
-gracias niñas – decía Mika mientras agarraba la carta de manos de sus hijas - ¿Qué es esto, Suichi?
-… - es que acaso esta ciega o es que no sabe leer – pues, señora como podrá observar en la parte del frente del sobre dice "INVITACION".
-eso ya lo se puedo verlo – si claro – pero para que es la invitación.
-es… para la fiesta de cumpleaños del príncipe Yuki en la cual va a escoger una esposa
-KYYYYAAAA!!! – gritaron las hermanastras.
Después de quedar casi sordos Mika les dice a sus hijas que una de ellas esta por conseguirse un marido y no cualquiera sino el príncipe del reino y por lo tanto tendrían poder sobre todo, estas después de escucharla se dispusieron a retirarse a sus habitaciones mientras que Suichi pensaba preguntarle a Mika si había un posibilidad de poder asistir a la fiesta.
-señora ¿cree que sea posible que pueda acompañarlas a la fiesta, por favor? – dijo de la manera mas dulce Shu.
-no
-¿Por qué señora? – insistió
-por que eres hombre y la fiesta es para que se escoja a una esposa y no importa tu apariencia aun así eres HOMBRE – remarco la ultima palabra. – ehh si ¿Qué te decía? – no podía ser mas tonta.
-que no podía ir al baile.
-no puedes a menos que… - dejo la frase inconclusa
-¿a menos que? – pregunto con algo de temor Suichi
-puedes ir pero primero tendrás que lavar la ropa, lavar las ventanas, hacer la comida, limpiar las escaleras, las habitaciones en fin toda la casa, alimentar a los animales y si tienes todo listo para antes de irnos entonces podrás ir, de acuerdo. – termino diciendo con una maléfica sonrisa.
-gra… gracias señora – fue todo lo que pudo decir Shu
Y de este modo sin perder tiempo Suichi comenzó a realizar todas las tareas que le impuso su madrastra, pero aun había un pequeño problema no tenia un vestido por si las moscas su padre había guardado las cosas de su madre en un baúl que tenia escondido de su amorosa familia en su habitación en la cual nunca se asomaban.
Pues mientras Suichi buscaba en el baúl sus amigos Hiro y Tatsuha, junto con Suguru y Sakano se ofrecieron a ayudarlo a arreglarse y arreglar el vestido mientras el terminaba con sus tareas. Varias horas después, con todas las tareas ya terminadas y se dispuso a ir a su habitación para arreglarse pero mientras subía observo en el reloj que solo tenia media hora, así que subió lo mas rápido que pudo y al llegar vio que todos que el vestido estaba precioso y comenzó a arreglarse.
Mientras el se vestía, Hiro y Tatsuha lo peinaban y Suguru y Sakano le ponían los accesorios, una vez ya listo Suichi se veía simplemente perfecto con su vestido color blanco de corte princesa con unos holanes rosas y brillantes en la parte del pecho. Así que ya a la carrera bajo corriendo para encontrase con su madrastra y hermanastra saliendo hacia el carruaje que las llevaría a la fiesta.
-ESPERENME!!! –les grito Shu mientras corría hacia el carruaje
-lo siento pero llegas tarde – le dijo Mika y le cerro la puerta en la cara.
Mientras intentaba volver a seguirlas Suichi cayo en un charco de lodo y comenzó a llorar mientras se ponía en posición fetal abrazando sus piernas con sus delicados brazos y de ese modo alertando a sus "pequeños" compañeros de aventuras.
-ya no llores no, no da – dijo una voz la cual era muy bella.
-¿Qué? ¿Quién dijo eso? – dijo asustado el peli rosa.
