Hola chicos, aquí karastengu trayéndoles una nueva historia y para los que se preguntan que paso con mi fanfic de Black Jack, solo les diré que subiré capítulos cuando tenga ideas para este. Por ahora trabajo en un one-shot de un anime reciente y pronto estará disponible en mis historias.

Ahora les traigo un fanfic del TMNT, que al igual que mis otras historias, la tengo rodando la cabeza y no me la sacaré hasta publicarla.

Este será basado en TMNT 2012, y la trama se desarrollará entre la primera y segunda temporada.

Como ya saben las tortugas no me pertenecen y solo los tomo prestados para crear mis historias.

¡Empecemos!


Con otros ojos.

Capitulo 1 Otra chica en la cuidad.

En el edificio del Kraang había todo un caos, los kraangs corrían de un lado a otro, llevando papeles y entre todos, uno de ellos llevaba los más importantes. Este Kraang en especial fue al laboratorio, en donde se encontraban otros trabajando.

-Kraang ha perfeccionado la formula – dijo el que llevaba los papeles.

-Kraang supremo sabrá como recompenzar a Kraang – dijo otro.

-Kraang ya sabe con quien usarlo.

-Kraang estará preparado para ir por el sujeto conocido como sujeto de prueba.

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Las cuatro tortugas y Abril estaban en el dojo, haciendo su entrenamiento vespertino, y hoy el maestro Splinter evaluaría parte de su entrenamiento.

-Miguel Ángel – dijo el sensei. - Concéntrate, Donatello se más rápido, Leonardo más precisión con la catana, Rafael no pierdas tu centro, Abril más agilidad.

Splinter miraba como Miguel Ángel trataba de hacer un salto doble mientras lanzaba sus nunchacus contra un aro, Donatello trataba de lanzar su palo bo y atraparlo mientras saltaba y hacia una patada giratoria, Leonardo trataba de cortar frutas mientras saltaba y giraba al mismo tiempo, Rafael trataba de realizar un ataque que consistía en un salto con doble patada, pero no le resultaba ya que estaba muy distraído y Abril trataba de hacer una marometa hacia atrás.

-¡Yame! -exclamó Splinter y los cinco se sentaron en fila – Hoy no lo hicieron mal, pero necesitan practicar más. Es todo por hoy.

Los chicos se inclinaron la cabeza en señal de respeto y salieron del dojo, excepto Leo, el cual se quedaría a entrenar más.

-¿No vienes otra vez? -preguntó Rafa en su tono serio.

-Me quedaré a entrenar – dijo Leo tomando posición para hacer katas.

-Lo que digas hermano – dijo mientras daba vuelta y salia.

A Rafa no le desagradaba la idea de que su hermano entrenara horas extras, pero no podía evitar sentir la rivalidad de querer ser mejor que él y que Splinter le reconociera o eso era lo que el esperaba. Pero sabía que no podía decir que de la nada que entrenaría más, sino todos creerían que esta de copión.

-Rafa – dijo Mikey - ¿No vienes a jugar videojuegos?

-No hermano. - dijo este. -Voy a salir un rato.

-¿Para?

-Son cosas que no le incumben a los niños.

-Pero el sensei nos prohibió salir.

-No me importa.

Y con esto ultimo Rafa salio del lugar dejando a Mikey un poco confundido.

Rafael salio de la alcantarilla y como ya se había hecho oscuro decidió dar un paseo por los tejados.


POV. RAFA.

Necesitaba despejar mi mente, últimamente me he sentido estresado y la única forma de relajarme es andar por los tejados. Salté tejado por tejado hasta que una estrella ninja paso rozándome y clavándose a un tubo que estaba a mi lado.

Automáticamente me agaché ocultándome detrás del pequeño muro del edificio y con cuidado me asome al otro edificio. Para encontrarme con una chica de tez blanca, cabello negro corto, y además vestía un short de mezclilla, una blusa de color rojo y unos tennis del mismo color de la playera.

Pero lo que más me sorprendió fue que estuviera practicando ninjitsu, y debo admitir que no lo hacia nada mal. En eso mi teléfono sonó, cosa que maldije, y lo más rápido que pude rechacé la llamada, ¿quién era? No me interesa, lo que me importa ahora es que ella no lo haya escuchado.

Volví asomarme por la pequeña barda y para mi sorpresa la chica ya no estaba en el otro edificio.

-No creí encontrarme con una tortuga – escuché una voz femenina pero firme.

Lentamente me di la vuelta y la vi a ella parada detrás de mi cruzada de brazos, me levante lentamente hasta quedar cara a cara con ella, aunque la verdad yo era más alto.

-¿Cómo es que sabes... - dije sin poder terminar la frase ya que ella me lanzó una patada, la cual esquive por unos centímetros.

-El maestro destructor nos habló de ustedes – me dijo ella ahora lanzándome unos golpes a la cara, cosa que también pude esquivar.

- ¡Trabajas para Shredder! - exclamé sorprendido.

-Soy una de sus estudiantes.

¿Desde cuándo esta chica esta con destructor?Será mejor hacerla caer de una vez. Al momento que ella me lanzó un golpe directo a la cara, yo hice un salto y la golpeé en el abdomen con una patada giratoria, haciéndola caer al suelo. Pero lo más raro es que no se me hacia peligrosa como Karai, sino se veía como yo, con ganas de superarse.

-Debes cuidar tu centro – le dije mientras le ofrecía la mano para levantarse.

-¿Por qué me dices eso? - dijo ella aceptando la ayuda.

-Nada más por ayudar. Por cierto, soy Rafa.

-Soy Kameko.

-Y dime Kameko, ¿Desde cuándo trabajas con destructor?

-Desde que era una niña. Prácticamente crecí junto con Karai, pero a mi no me ha tomado muy enserio que digamos.

-¿Eres hermana de Karai? - le pregunté un poco curioso.

-No de sangre – me contestó. - Yo fui adoptada por destructor a los cinco años.

-Ya veo y no te peleas de vez en cuando con ella.

-La verdad es que si, pero como últimamente ha estado distraída...

-¿Distraída?

-Aveces sale sin que destructor se de cuenta y regresa un poco empolvada de su armadura y con una sonrisa en su cara.

-También Leo sale sin que Splinter se entere – pensé.

-¿Y tú que haces por aquí? - me preguntó Kameko.

-Nada más salí a despejarme – le dije. - Aveces es cansado lidiar con mis hermanos.

-¿Qué son muy malos como dice destructor?

-No malos en ese sentido – dije mientras me sentaba en la orilla del edificio - Pero aveces me desesperan. Y mi maestro...aveces creo que no me valora como a Leo.

-Se como te sientes – me dijo Kameko sentándose a mi lado. - También creo que el maestro destructor no me valora tanto como a Karai.

Me sorprende que ella pase casi lo mismo que yo, al menos sé que no soy el único que tiene problemas.

-Pero – dijo ella. - No debemos ponernos tristes por eso, debemos entrenar y dar lo mejor y aunque no parezca nuestros maestros se dan cuenta de nuestras habilidades y tal vez un día obtengamos lo que soñamos.

-Para ser discípula de destructor no te vez mala – le dije.

-Empiezo a dudar de lo que dice destructor acerca de ustedes...¿Quieres entrenar un poco?

-¿Por qué no?


POV. SPLINTER.

Después de mi meditación fui a echar un vistazo a la salar a ver que estaban haciendo mis hijos, como no escuchaba gritos de socorro eso no me daba buena espina.

Al llegar a la sala me encontré a Leonardo viendo su programa del espacio, ¿cómo se llamaba? ¿Héroes marciales? Quien sabe, Miguel Ángel estaba leyendo uno de sus comics de monstruos, debo recordar que debo prohibírselos, ya que siempre le provocan pesadillas, Donatello estaba estaba leyendo un libro y Rafael...¿Dónde esta?

-¿Dónde esta su hermano Rafael? -pregunte a los presentes.

-Por ahí – me contestó Leonardo, debo recordar que cuando ve ese programa se desconecta del mundo.

-Debe de estar golpeando algo – me dijo Donatello, también debo recordar que cuando este tiene un libro en la mano, este también se desconecta.

-Salió sensei – dijo Miguel Ángel apartando su historieta, al menos alguien me hace caso.

-¿A dónde? - pregunté.

-Dijo que iba a hacer algo que no le incumbía a los niños.

-¿Le dijiste que no puede salir? - pregunté mientras me cruzaba de brazos.

-Si

-¿Y no lo detuviste?

-Si

-¿Aun sabiendo que te puede ir mal por dejar a tu hermano ir?

-.S-si...

Miguel Ángel ya no dijo nada, y solo se limitó a encogerse de hombros y a cerrar los ojos, lo que me hizo entender que capto el mensaje. Ahora lo que tenía que hacer es ponerles un castigo a los tres.

-¡Leonardo, Donatello! - dije con voz firme y mis dos hijo se levantaron lo más rápido y se pararon frente a mi.

-Hai sensei – dijeron los dos.

-Al dojo – dije señalándolo y los tres se dirigieron.

Al entrar al dojo los tres se pararon frente a mi y yo solo los miré con cara seria.

-En posición de lagartijas con los puños – ordené y sin dudarlo más mis hijos cumplieron la orden.

-Sensei – dijo Leonardo - ¿Cuál es el motivo?

-Rafael no esta en la guarida y al no evitar eso, recibirán un castigo.

-¡Eso es injusto! - exclamó Donatello.

-Mientras ustedes cumplen este castigo, yo iré por su hermano y lo castigaré el triple que ustedes.

Deje a mis hijos en el dojo mientras yo me dirigía a la salida de la casa, hace tiempo que no salia, pero Rafael debe entender que cuando le prohíben algo debe entender.


POV. RAFA.

Kameko tiene buenas técnicas de pelea, pero aun así no puede ganarme.

-¡Cuidado! - escuché por parte de ella y luego una patada giratoria me derribó.

-¿Cómo es que?-pregunté mientras me levantaba del suelo – No lo vi venir.

-Es una de mis técnicas – dijo ella. - Todos pueden ver cada uno de mis ataques, pero la patada giratoria nadie la espera.

-Eso es genial – dije sorprendido.

-Lo sé – dijo en un tono de orgullo.

-Por cierto, ¿qué hora es? - dije mientras sacaba el teléfono y percatándome de que tenía 200 mensajes de texto y que eran las 3 de la mañana.

Los mensajes eran de mis hermanos y no eran mensajes de buen augurio.

El sensei esta furioso contigo.

Nos ha castigado por tu culpa.

Te va a ir mal.

Ojala el sensei te regañe.

No vuelvas a comerte mi pizza.

-Estoy muerto – dije sin apartar la vista de la pantalla de mi teléfono. - Debo de irme antes de que mi sensei me corte la cabeza.

-¡Espera! - me dijo Kameko mientras me daba un papel el cual contenía un número telefónico. - Llámame cuando termine tu castigo y volvemos a entrenar juntos.

Después de decirme esto Kameko hizo una reverencia, dio media vuelta y comenzó a alejarse.

-¡¿No le dirás nada a destructor?! - le pregunté.

-¡Si tú no le dices a tu sensei ! - gritó ella. - ¡Además ya somos amigos!

Eso no lo esperaba, ¿yo amigo de una seguidora de destructor? Si Leo se entera de seguro se vengaría de mi, ya que yo no apruebo su relación con Karai, pero luego me preocupo por eso, ahora mejor vuelvo a casa y me enfrentó al castigo del sensei.

Descendí del edificio y entré en el drenaje y al momento que di mis primeros paso choque con un bulto grande, miré hacia arriba y mi noche empeoró.

-Hola – dije un poco nervioso, pero Splinter solo estaba cruzado de brazos y con mirada seria y molesta a la vez. No necesito ser genio para saber que estoy en problemas.

El silencio cada vez se volvió más incomodo y yo ya no soportaba esa mirada acusadora de Splinter, hasta que ya no pude más y dije:

-¡Ya castígueme! - exclamé. - Sé que desobedecí y que mis hermanos están pagando por lo que hice, así que estoy dispuesto a cumplir mi castigo.

-Entrenamiento doble – dijo por fin Splinter. - Y meditación extra.

-¿Cuánto de meditación?- pregunté.

-Las que yo diga. ¿Entendido?

¿Por qué meditación? A mi me cuesta trabajo meditar, y de seguro él lo sabe.

-Hai sensei – dije sin más opción y los dos regresamos a la casa.


Bien chicos aquí concluye el primer capitulo, pero no se pongan tristes, porque esto apenas comienza.

Nos leemos luego.