El comienzo

La mañana era silenciosa, el cielo se pintaba poco a poco de azul algunos animales se levantaban para desayunar, el cantar de las aves adornaba la mañana.

En la roca del rey dormía una manada de leonas incluyendo al rey simba y su pequeño cachorro, kion, aún era pequeñito su pelaje era completamente amarillo igual a él cuándo era cachorro, simba despertó a kion y él se levantó tallándose los ojos.

-¿Qué pasa papa? – Pregunto el cachorro bostezando.

-Sígueme – Era todo lo que dijo simba y su hijo decidió obedecerlo.

Los dos leones caminaron hasta la cima de la roca del rey y se sentaron, ambos observaron el amanecer.

-¿Por qué estamos aquí papa? – Pregunto de manera confundida.

-Te voy a enseñar muchas cosas hoy y tu mama también lo hará – Respondió su pregunta.

-¿Qué me vas a enseñar hoy?- Hizo otra pregunta.

-Acerca del ciclo de la vida.

Esa palabra se le hizo extraño a kion era algo nuevo para él, pues aún era un cachorro y todavía le faltaba mucho por aprender.

-Seguro te preguntas que es el ciclo de la vida, pues, primero observa las praderas – Dicho eso, kion observo las praderas y vio que estaba todo normal sin ningún problema – Veras kion todo lo que toca el sol es nuestro.

Dicho eso, kion se asombró por lo que su padre dijo, las praderas eran enormes y no podía esperar a explorar todo el lugar.

-Es increíble, me gustaría salir a pasear por las praderas – Exclamo el cachorro emocionado.

-Y eso harás hoy pero tendrás que ir con tu mama y con tu hermana mayor.

-Está bien papa, y dime que es el ciclo de la vida – Recordó aquel tema que le menciono su papa.

Simba apunto su mirada hacia las praderas y kion hizo lo mismo pero se le hizo raro porque aún no le ha respondido su pregunta.

Todo lo que ves aquí es el ciclo de la vida – Dijo, refiriéndose a todo lo que está vivo los animales, las plantas, todo – Y debes respetar a todos los animales y no comerlos incluyendo a los antílopes.

-Enserio, pero porque si nosotros comemos antílopes.

-Bueno kion veras lo que se puede hacer es… - Su conversación fue interrumpido por kiara quien los sorprendió de la nada.

-Buenos días papa, buenos días kion –Saludo la cachorra con una sonrisa.

-Buenos días kiara ¿Dormiste bien? -(Simba)

-Claro que si papa, dormí muy bien, ya todos se levantaron y mi mama me va llevar a pasear por las praderas –Exclamo con alegría la cachorrita.

-Enserio, vaya eso es genial, kion porque no te vas a asear para que vayas a pasear con tu mama – Dijo, refiriéndose a su hijo.

-Está bien – Mientras kion se retiraba vio que su hermana se sentó a lado de su papa quizás necesitaba hablar con él pero no le dio importancia y decidió ir a asearse.

Luego de unas horas Nala y sus dos cachorros salieron de la roca del rey y caminaron juntos hasta llegar a un lugar con muros de rocas de ambos lados aunque ese no era el lugar donde los quería llevar, seguían caminando.

-¿Y como es el lugar de dónde vamos? –Pregunto de manera curiosa la cachorrita kiara.

-Es una sorpresa, mi mama me llevo aquí cuando era cachorra como tú siempre era tan alegre porque mi mama siempre me llevaba a lugares hermosos – Hablo Nala, pues ahora estaba más emocionada porque llevara a sus hijos a su lugar favorito.

Caminaron por lo menos 30 minutos hasta que llegaron a un campo de color verde, había mariposas, aves, insectos pequeños como mariquitas y otros, acompañado con un sabroso viento fresco pero lo mejor de todo es que todo era callado sin ningún ruido alrededor.

-Cielos mama, este lugar es hermoso es como un paraíso – Se asombra kiara mucho por el lugar.

-Y sigue igual como era cuando era pequeña – Nala no pudo evitar quitar su mirada del campo.

-Desde cuando que ya no vienes aquí – Pregunto kion.

-Desde hace años creo que desde que era más joven de ahí nunca vine más porque ya me cansaba de estar lo mismo y lo mismo en este lugar.

Kiara corría en círculos por el campo y luego empezó a revolcarse en el pasto, era muy suave y kion hizo lo mismo pero estaba alejado a unos centímetros de kiara y su mama solo veía a sus hijos divirtiéndose.

-Oye mama juguemos a las traes – Dijo la cachorrita con una gran emoción, era su juego favorito.

Su mama asintió con una sonrisa y los empezó a perseguir, Nala ya había atrapado a kiara ahora iba tras de kion y lo atrapo con facilidad ya que era muy lento.

-Ja gane, pero buen juego niños – Canto de victoria la mama por haber atrapado a sus dos cachorros.

-Bueno kion, es tu turno – Le dijo kiara a kion.

Kion asintió y los empezó a perseguir lo malo es que kion era muy lento asique kion pensó en algo, decidió ocultarse entre un arbusto y esperar hasta que su mama o su hermana pasen cerca de su escondite y que los atrape, luego de unos segundos kiara se acercó al escondite de kion era el momento adecuado para atraparla asique salto de su escondite y por mala suerte fallo y se resbalo hacia un rio. Nala desesperada vio la horrible escena que pasaba, mientras que la corriente jalaba con fuerza a kion y se sostuvo en un tronco para no ahogarse, Nala corría lo más rápido que pudo para alcanzar a su hijo pero no tuvo éxito la corriente es muy rápida y fuerte, a lo lejos kion vio una corriente demasiado fuerte llena de rocas y no podía parar, desgraciadamente cayo a la corriente y empezó a chocarse contra las rocas con fuerza y le dolía mucho por los golpes violentos al final la corriente trago a kion hacia abajo intento subir pero lo logro y sin darse cuenta se golpeó la cabeza contra una roca y quedo en shock.