Amados lectores: como siempre les agradezco que me lean. Aquí les hago entrega del primer capítulo de este fic de Death Note, espero que lo disfruten!
Aclaración: las "frutillas" y las "fresas" son la misma fruta, sólo que cambia de nombre según el país.
...*...
—¿si te quedas...? no, no... mejor vete... ¿pero y si nunca regresas? sí, será mejor que te quedes ¿pero y si luego alguna vez te ausentas? entonces sería mejor que desaparezcas ahora ¿pero si te extraño y te rehúsas a volver? entonces sería conveniente que no te vallas nunca ¿nunca es una palabra... real? —giró en la silla y tomó un dulce —si te pidiera que te quedes ¿lo harías? si no te lo pido ¿lo harás igual? es que quizá malinterpretes mis sentimientos. —giró nuevamente y tomó un trozo de pastel —¿y será posible que al malinterpretarlos estés en lo correcto? y al hacerlo ¿te quedarías de todas formas? —sorbió algo de café y volvió a girar en su silla —una forma de sufrir muy elemental, en realidad lo es. Y de no ser así quizá te sería imposible mantenerte a mi lado. Todo es demasiado fuerte, todo es peor y mejor... por eso es que personas como nosotros permanecen solas... La hiel y la miel de la flor podemos beber ¿y de no ser así me querrías? claro que no ¿y aún siendo así no me quieres? son cosas que jamás podré responder. Y en mi afán he comprendido que nunca seré suficiente... ni suficientemente poco. Si al mirar al cielo todos ven estrellas... yo veo la galaxia completa y algunas otras a su alrededor. Y puedo pasar años observando su infinita belleza y por eso me quedaré solo, porque nadie podrá acompañarme en años de admiración... no porque no quieran, sino porque jamás verán las galaxias tal como yo las aprecio. —se acomodó un poco y delicadamente pasó el dedo sobre la crema de un pastel, para luego lamerlo — todo sentimiento racionalizado al extremo de la perfección. Es claramente contraproducente, ya que por definición son imperfectos. Y quizá partir de aquella falacia me sumerge en este error. ¿Error? ¿En realidad lo es? Como una minúscula basurilla que enlentece el funcionamiento de un reloj. No hoy, no mañana. Pero en muchos años habrá atrasado unos segundos. Y aquel efecto residual será el final. Pues habré perdido mi galaxia y ante tal pérdida, ya no seré lo que pretendes. —Miró sus manos —Mi desconocimiento total sobre tu identidad deja que llene los huecos con lo que deseo. Y mi deseo es nulo. Por eso me atraes: eres un misterio. Un rompecabezas que sé que jamás podré terminar, ya que no tengo todas las piezas. Eres mi complemento, mi oposición. Mi antagonía y a la vez una analogía muy sincera de mi ser. No puedo explicarme ni explicarle a nadie mi situación. No la comprendo; no la concibo. No es real, no representa nada real. Como una alucinación, un sueño. No logro convencerme, pues ningún parámetro aprehendido encierra mis pensamientos. No hay reglas, no hay límites. ¿Y qué hacer ante tal incertidumbre? De exponerte mi monólogo no lo entenderías, y de no hacerlo esta sensación continúa... oprimiendo mi pecho, sofocándome. —Inclinó la cabeza hacia atrás, clavando la vista en el techo, buscando respuestas —Quise que no fueras Kira, lo deseé... pues de no serlo podrías ser mi amigo. ¿Amigo? ¿En verdad quiero que seas mi amigo? Eres un rival excepcional ¿O podría ser mi interés en Kira? Quizá mi inconsciente los ha transformado en un mismo ente físico que resulta ser Raito y no es más que un análisis subjetivo basado en un error de atribución fundamental. ¿Y si fuera así estaría equivocado al desear la compañía de mi rival, quien me iguala en intelecto? ¿Y cuando deseo esa compañía y la tuya parece satisfacerme... significa que estoy fallándole a la razón? Es por eso que preguntarte jamás dilucidaría nada. Dices no ser Kira. Y si no eres Kira... ¿estaría decepcionado? Deseo lo que seas ya que de esa forma eres accesible, estás cerca. Y a la vez no quisiera que fueras mi rival... pues mi deber indica que debo encarcelarte ¿Y si ese momento llega? ¿qué decidiría? ¿mi anhelo de mantenerte conmigo... o mi moral intachable? ¿Estoy dudando sobre mi deber? ¿esto es una amistad? No, no lo es. Eres la oscuridad en mi mente, donde soy ciego y débil. Quizá espero serlo, para jamás descubrir que eres Kira.
—¿Ryuuzaki? —Raito entró a la habitación —¿ya te has comido todos esos pasteles?
—pues... sí ¿qué necesita Raito-kun?
—te escuché hablar ¿estabas hablando solo? —se sentó y tomó una fresa, se la llevó a la boca, mordiéndola "Eres real. Estás aquí. Eres Raito, y eres Kira. Eres mi obra maestra, la frutilla de mi postre"
—toma otra frutilla —ofreció L.
—hm... gracias —dijo Raito, tomándola.
—no sabía que te agradaban.
—ahora lo sabes. Para cuando llego siempre te las has terminado.
—lo siento.
—¿por qué te disculpas? eres tú no yo quien necesita dulces para pensar —ironizó.
—so desu ne —le ofreció otra.
—¿por qué continúas ofreciéndome frutillas, Ryuuzaki? —preguntó, contrariado.
—¿no has dicho que te gustan? —"me gusta observarte comiéndolas...".
—pues... sí... pero ¿tú no comerás?
—prefiero que las coma Raito-kun.
—Ryuuzaki —dijo mordiendo la frutilla —estás extraño ¿con quién hablabas cuando llegué?
—conmigo.
—¿de qué hablabas? —rió.
—de nada importante —"de ti".
—anda ¿no somos amigos? puedes contarme.
—es que en realidad no te interesará, Raito-kun.
—¿oh, qué sucede? ¿Estás enamorado, Ryuuzaki? —burló. "¿Enamorado... de ti?"
—quizá.
—¿quizá! ¿hablas en serio? ¿y quién será...? —continuaba burlándose Raito. —Quizá de Misa...
—no.
—¿de quién entonces?
—de ti.
Un silencio muy profundo se hizo presente.
—¿de mí...? —la idea de ese Ryuuzaki divirtió a Raito —¿y por qué habrías de enamorarte de mí?
—pues no sabría contestar con exactitud. Pero las fresas a tus labios le sientan muy bien... —"¿es que vas en serio con esto?" se preguntó Raito "y si es así ¿no sería bueno aprovecharlo?". Raito miró a los ojos a Ryuuzaki y mordió la frutilla, relamiéndose.
—dame otra —ordenó. Eru obedeció, quitó una fresa de un pastel y se la ofreció, aún llena de crema. Raito la tomó con una mano, y con el dedo índice de la restante tomó la crema, lamiéndola mientras fijaba su vista en Eru. —¿Es la última, verdad? —le dio un pequeño mordisco y se la ofreció a Ryuuzaki, se la acercó a la boca y este mordió. —¿También te gusta que te las de, Ryuuzaki?
—mañana pediré más fresas. —Dijo, levantándose y yéndose.
...*...
Gracias a todos aquellos que me han dejado tantos reviews en mi fic "Please me" (el cual prometo continuar pronto!) y a todos aquellos que siempre están al tanto de mis actualizaciones, en verdad son el motivo por el cual sigo escribiendo!
El próximo capítulo lo subiré bien pronto!
Muuuuchas gracias! ^^
Ja ne ~
