Hola mis estimados nuevos lectores, bienvenidos sean a este mi primer fic. Ubicado cronológicamente en el final de la tercera temporada, espero hacer de esto un pasatiempo habitual y crecer como escritor de paso. Surgido principalmente a mi fanatismo con este carismático personaje que nos robó el corazón aun en los escasos episodios en los que salió. Bueno sin más que decir por el momento, bien aventurados sean.

Los tiempos cambian

PROLOGO

Hace tiempo atrás mucho antes que lo que una simple vida mortal pudiera recordar, existía una joven e inexperta princesa; llena de vida y única en su tipo. Hija prodiga de un grandioso linaje de gobernantes ilustres, tuvo más de lo que pudo desear cualquier otro, mucho más de lo ella misma pudo haber deseado. Una vida llena de mimos y con padres que, aunque muy "peculiares" a su manera, eran lo justamente necesarios para vivir más que bien en aquellos tiempos, mucho más que bien se podría decir. A pesar de ello esto no fue plenamente satisfactorio para ella; mucho más que cualquier otra cosa material y superficial o mucho más que cualquier ambicioso título honorifico que cualquier otro pudo haber deseado, lo que ella realmente quería era tener una vida normal con su familia.

Ciertamente toda esa parafernalia que lleva la vida de una princesa no llenaba su alma y aun en su muy joven edad pudo percatarse de ello, "Padres justamente necesarios" no era un término que le agradase y aunque muy en el fondo de ella los amaba no podía evitar pensar que necesitaba más atención por parte de ellos, aunque sabía perfectamente era un "lujo" que ellos no se podían dar…

La vida no era tan simple, de hecho, la situación de aquel joven reino requería gran parte de su atención y muchas veces poco más que eso. No era de extrañarse que la reina vistiera la mayor parte del tiempo su armadura de batalla más que un elegante y majestuoso vestido, mientras tanto el rey fungiendo principalmente como el explorador y embajador principal de aquellas extrañas tierras, por esto mismo era casi un milagro y muy valioso los breves y pocos momentos que pasaban con la joven heredera.

No era un secreto que su linaje manejaba no solamente el reino, sino que eran usuarios habilidosos de las artes mágicas casi innato en cada generación de gobernantes y ella no era una excepción. Entrenada desde muy joven como sus predecesoras la joven párvula desquito todo aquel tiempo libre con su muy extraño y peculiar mentor; pequeño y azulado era una forma de resumirlo, más viejo que incluso toda su propia sangre, él era el eterno guía de los que buscan conocimiento y específicamente a todos aquellos dueños del sagrado tesoro de la familia real.

La ausencia no grata de sus padres sumado a la natural curiosidad de los pequeños dieron con el tiempo a una de las más poderosas usuarias de la magia, pisando terrenos incluso no conocidos por cualquier otro usuario. Casi siempre bajo la atenta mirada de la pequeña criatura azul que con el tiempo se volvió más que un mentor un amigo, que parecía congeniar con su ahora nuevo dogma adoptado.

"Todo saber es buen saber"

Irónico el momento en que su propio lema se volvió en su contra cuanto supo todo lo que recaería sobre ella con la triste prematura muerte su madre y la extraña desaparición de su padre. Tonelada de nuevos y no tan gratos conocimientos sobre el reino cayeron como plomo sobre sus hombros.

El aquel lejano sueño de una vida normal se había esfumado por completo cuando la inesperada corona recaía sobre ella, heredando con ello un nuevo mar de responsabilidades y un millar de problemas de un todavía frágil reino.

Nada bueno salió de ello fácilmente se podría decir, un alma libre y curiosa ahora encerrada tras un trono rodeado de gigantescos ladrillos del castillo ¿Qué podría salir mal?... la respuesta es fácil… todo.

Forzada a un matrimonio entre nobles para reforzar la alianza entre los reinos y sumado a la tan odiada tarea de ser reina la condujo directamente a dejar escapar todo ese resentimiento y odio a través de uno de sus mayores y más temidos de los logros, experimentar con las artes oscuras.

Y con ello su vida se fue en una completa espiral de problemas, frustrada "en más de una forma" y reforzada con la ilusa esperanza todavía viva de libertad y amor correspondido, escapo con su único amante. Otro más grande de sus logros, la primera reina en convertirse en consorte de tal infame raza… un monstruo… para después abandonar por completo a su gente.

No era difícil prever las consecuencias de sus acciones ella lo sabía mejor que nadie, pero valió cada segundo que paso disfrutando una vez más el dulce y breve momento de felicidad de estar una vez más con una nueva familia.

La vida claro está no tardó mucho en cobrarle factura, tanto ella como su amante fueron encarcelados por tal traición, el pequeño fruto de auténtico amor que nació de ellos se le fue arrebatado para dejarlo a su suerte.

El fin había tocado a su puerta, pero no para siempre pues en bien sabido que el destino tiene muchos más giros antes de dejar caer el telón.

La odiada reina fue maldecida por la historia y condenada a la locura de permanecer congelada por la eternidad por el simple crimen de querer ser dueña de su propia vida…

Oh que triste calamidad para esta reina siempre maldita… su tormento reino poco más de 300 años antes de ser liberada por su propia supuesta descendencia. Ahora forzada a hacer un trato para obtener la más mínima posibilidad de salir del punto muerto en el que se encontraba.

Y aún más triste saber que tendría que verse forzada a levantar su mano con lo que alguna vez fue su único testamento en el mundo… su propia hija.

Pero esto no acabaría aquí ni de esta forma, ella no acabara hasta que obtenga lo que quiere… no… ella no cedería ahora, ni ahora ni nunca… o dejaría de llamarse ¡ECLIPSA LA REINA DE LA OSCURIDAD!

Esto continuara…