Mirada de Ángel, Voz de Esperanza.
(La Vida es una Canción).
Capítulo 1. Chiara.
La tarde era nublada y fría. Tal y como le gustaban a ella... Los dolientes caminan en silencio, el cual solo es cortado de vez en cuando por algún sollozo... El viento arreciaba, se notaba que sería una tarde muy fría...
Lily Del Valle miraba hacia el cielo, hacia el lugar en donde muy seguramente su hermana ya descansaba en paz... El corazón de la chica se llenaba de nubes de tormenta, al igual que el cielo que se cernía sobre ellos. Su familia caminaba a unos cuantos pasos delante de ella. Lily se retrasó un poco para verlos mejor. Los rostros de sus padres parecían haber envejecido al menos 10 años y no era para menos... Habían tenido que soporta un calvario durante los últimos meses...
- Al menos ella ya está en paz.- murmuró una tía lejana, quien por cierto usaba un sombrero negro muy antiguo del cual colgaba una redecilla del ala.- Ya no sufrirá más en el sitio en donde está.
- Sí, pobrecita.- coincidió otra tía.
La noche anterior, Chiara, su hermana mayor, había fallecido. Llevaba tiempo enferma de leucemia, una peligrosa enfermedad incurable, el cáncer de la sangre, como el médico la llamó. Habían luchado juntas contra ella, pero al final, la leucemia fue más fuerte... Lo habían intentado todo, pero tanto Lily como su familia tuvieron que ver cómo la vida se le escapaba de las manos a Chiara... Todo esfuerzo había sido en vano...
- Lily.- susurraba Chiara, cada vez que tenía una oportunidad de hablar con su pequeña hermana a solas.- Nunca olvides nuestro sueño, por favor.
- No lo olvidaré.- respondía Lily, enérgica.- Pero tú tampoco lo harás. Ya verás que juntas lo haremos realidad...
- Bien sabes que quizás eso no sea posible... .- murmuraba Chiara.- Tanto tú como yo sabemos que no me queda mucho tiempo...
Las sesiones de quimioterapia fueron un martirio para Chiara. Vomitaba una y otra vez en cada ocasión y pronto comenzó a perder su hermoso cabello castaño oscuro. Pero Chiara era una chica optimista, siempre ponía una sonrisa aun en las épocas más difíciles... Aun cuando una mañana descubrió que no le quedaba ni un solo cabello...
- Mi consuelo eres tú.- le decía Chiara a Lily, quien tenía el mismo color de cabello que su hermana.- Nunca te cortes el cabello, déjatelo largo.
- Lo traeré hasta las caderas, si con eso consigo darte al menos un poco de felicidad.- prometía Lily.
- Gracias, mi querida hermana.- Chiara suspiraba.- Bien dicen que tú y yo somos muy parecidas y por eso, al verte a ti con el cabello tan largo, me imaginaré que soy yo quien lo tiene así.
Y por eso, Lily se juró a sí misma que nunca se cortaría el cabello.
Chiara era al menos 10 años mayor que Lily, aunque ambas era muy unidas. Desde pequeña, a todos les sorprendió el gran parecido que Lily tuvo con Chiara, parecía que la primera era una copia de la segunda. Y no era para menos, después de todo eran hermanas. Chiara cuidaba mucho de la pequeña Lily y la guiaba en sus sueños, siempre estaba al pendiente de su bienestar y era su fiel confidente. A ambas les fascinaba la música, Chiara era compositora y soñaba con que algún día su pequeña hermana cantara sus canciones y Lily tenía el mismo sueño, pero al revés: ella quería con toda su alma cantar las hermosas letras que su hermana escribía. Y ése era el lenguaje secreto de ambas: la música, algo que solo ellas entendían.
Pero por supuesto, esos sueños se habían roto con la partida de Chiara... Lily aun no podía mencionar la palabra "muerte". Esa palabra aun no entraba del todo en su cabeza... Pero al menos, Chiara ya era libre. Ya podía volar tan ligera y hermosa como las mariposas monarca que a ella tanto le gustaban. Lily siempre recordaría a su hermana cada vez que viera a una mariposa... Y por supuesto, también recordaría su promesa...
El ataúd comenzó a descender, llevando a Chiara a su destino final. Casi todos derramaban lágrimas. Pero Lily se mantuvo firme. Porque ella sabía muy bien que su hermana ya no sufría y que ahora se encontraba en un sitio en donde solo había paz... Y Lily también sabía que Chiara siempre estaría con ella... Siempre...
Lily siempre admiró a Chiara. Ella era una mujer libre e independiente y, como su tía lo diría, "un dechado de virtudes". Chiara era alegre, optimista, confiada, siempre creía en las personas y siempre estaba dispuesta a ayudar a quien lo necesitara con una gran sonrisa en el rostro. Lily contempló las primeras estrellas que comenzaban a aparecer en el cielo que comenzaba a despejarse. "La más brillante, la más bella". Eso le había dicho su abuela hacía muchos años, cuando Lily aun era una niña pequeña.
- Siempre que alguien querido muere, se va a vivir al cielo, a la estrella más brillante y más bella que veas, Lily.- decía la abuelita.
- ¿Y por qué, abuelita?.- Lily siempre había sido muy curiosa desde pequeña.
- Porque desde ahí nos vigilan y nos protegen.- respondía la abuela.
Pero Chiara tenía otras ideas al respecto...
- Yo creo que cuando morimos una parte de nuestra alma entra en otro cuerpo para poder estar cerca de las personas a quienes amamos.- decía Chiara.
- ¿Tu crees?.- preguntaba la escéptica adolescente en que se había convertido Lily.
- Sí.- Chiara sonrió.- Por eso, cuando yo me muera, mi alma buscará alguna mariposa monarca para seguir revoloteando cerca de ti.
- ¿Por qué una mariposa monarca?
- Porque son muy bellas.- Chiara reía.- ¿No crees que yo soy tan bella como una mariposa?
Mientras fueran peras o fueran manzanas, Lily pensaría en Chiara cada vez que una estrella brillara más que otras en el cielo o cada que una mariposa monarca revoloteara cerca de ella. Y su madre estuvo de acuerdo.
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Lily estaba a punto de cumplir los 18 años. Habían pasado ya 8 meses desde la muerte de Chiara y ya era hora de dar por terminado el duelo. No es que Lily no extrañara a su hermana, era que le debía una promesa...
-FLASHBACK-
- Lily, prométeme una cosa.- Chiara hablaba desde su lecho de muerte.- Por favor, por lo que más quieras... No pierdas de vista nuestro sueño... Sigue luchando por alcanzarlo... Conviértete en una gran cantante... E interpreta mis canciones...
- Seguiré luchando, Chiara.- respondió Lily.- Es mi promesa...
-FIN DEL FLASHBACK-
Y debía cumplir esa promesa. No sabía cómo, pero Lily tendría que lograrlo: se convertiría en una gran cantante a como diera lugar.
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En Hamburgo, Alemania, un joven japonés lleno de energía se entrenaba duramente.
- ¡Vamos, Kaltz!.- gritaba el joven, parado al frente de una portería de fútbol.- ¡Otro tiro más!
- ¿Cuándo regresas a Japón, Wakabayashi?.- quería saber el joven bajito, regordete y rubio que tiraba a gol.
- ¡No me cambies el tema y tira!
- No te cambio el tema, nada más quiero saber cuándo te vas para que me dejes descansar.
En esos momentos, un celular comenzó a sonar. El joven abandonó su portería, al tiempo que se acomodaba su gorra blanca para ir a contestar su teléfono.
- ¿Hola?.- contestó el arquero japonés.
- Genzo.- era su padre.- Hasta que contestas.
- Sabes que siempre estoy ocupado entrenando.- respondió Genzo Wakabayashi.
- Como sea. ¿Cómo has estado?
- Bien, padre, gracias.
- ¿Cuándo vuelves a Japón?.- quiso saber el señor Wakabayashi.
- ¿Por qué todos están tan interesados en saber eso?.- rezongó Genzo.
- Porque quiero pedirte un favor.- replicó el señor Wakabayashi.- Hana quiere ir a Japón al mundial. Y quería ver cuando llegas para que te encargues de ella.
- Padre, sabes que no me molesta cuidar a Hana, pero también sabes que voy a estar en el campamento del equipo japonés.
- Ya lo sé, pero quería que tú te aseguraras de que llegara sana y salva a nuestra mansión y de que le consiguieras una institutriz.
- Hana ya está grandecita como para necesitar niñera.- replicó Genzo.
- No es una niñera lo que te pido que le busques, sino una profesora que la mantenga al corriente para que no se atrase en sus estudios. Y de preferencia, que hable español.
- ¿Y eso por qué?.- Genzo se sorprendió.
- Porque Hana quiere aprender a hablar español.- respondió el señor Wakabayashi.- Solo te pido eso, Genzo. ¿De acuerdo?
- Bien, padre.- aceptó Genzo.- Aun no sé cuando regrese a Japón, pero en cuanto lo haga te lo comunico para que preparen el viaje de Hana.
- Gracias, hijo. Sigue entrenando duro.- se despidió el señor Wakabayashi.
- Eso haré.- Genzo cortó la comunicación.
"¿Y de dónde rayos voy a sacar una profesora que sepa hablar español y que quiera viajar a Japón a cuidar a una chica de 15 años?", pensó Genzo.
Pero por alguna parte debía empezar...
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Lily quería marcharse del país. Estaba por cumplir la mayoría de edad en su país, México, y si quería podía marcharse a donde quisiera. Y su madre no podía impedírselo aunque trató de convencerla por todos los medios posibles de que no lo hiciera.
- Lily, sé razonable.- pedía su madre.- Irte a otro país, tú sola... Es peligroso. Y es más, ni siquiera tienes planeado a dónde ir...
- Yo sé que aun no tengo un plan fijo, solo sé que debo salir de México.- decía Lily, tercamente.- Porque sé que aquí no voy a tener muchas oportunidades de triunfar con canciones en inglés, y sabes que Chiara escribía muchas de sus canciones en ese idioma. Debo irme a otro sitio para poder cumplir nuestro sueño...
- Ay Lily, piénsalo bien.- suspiró su madre.- No puedo impedirte que te vayas, pero sí quiero pedirte que al menos pienses bien las cosas.
Pero Lily tenía confianza. Sabía que el alma de Chiara la ayudaría a cumplir su sueño. Y efectivamente, así fue. Hacía pocos días le había mandado un email a su amigo de la infancia, Tsubasa Ozhora, preguntándole si no sabía acerca de una oportunidad para irse a vivir a otro país y ahora Lily ya había recibido una respuesta.
Notas:
- ¡Hola a todos, otra vez! Jaja, ya vengo con otro fic, creo que éste es el número treinta y... treinta y tantos, la verdad es que ya no recuerdo cuántos fics he escrito, jajaja (estoy segura de que mucha gente tiene deseos de matarme, incluso he recibido mensajes de amenaza pero hasta cierto punto me vienen valiendo cacahuates xD). Quiero agradecer a todos los que han seguido mis historias, estoy casi segura de que no hay nadie que las haya leído todas pero sí hay muchas personas que han leído varias y se los agradezco, es mucho más de lo que podría pedir.
- ¡Ja! E inicié el fic con la muerte de un inocente... Y yo que decía que ya no lo volvería a hacer.
- Todos los personajes de Captain Tsubasa son creación y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha (c).
- Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.
