[Nota del TRADUCTOR: Si si, como lo oyen, este es una traducción AUTORIZADA del fanfic "Leather and Feathers: When two kings collide" so yeah… vayan a apoyar al autor y denle favoritos y reviews and stuffs. Sin más que decir, espero que te agrade esta traducción]
Bowser
Todo esto empieza cuando el rey de los Koopas decidió estudiar otros planetas. Tal vez si colonizar el Reino Champiñon no funcionaba, él podría montarse escalar hasta las estrellas.
Fue en una particular "estrella" donde decidió aterrizar su aeronave primero, por un capricho. Pop Star, para ser exactos. Un lugar de infinitos campos verdes, nubes como malvaviscos y bosques llenos de vida – incluso algunos árboles tenían vida propia. Él estuvo en las arenas de Pop Star momentáneamente durante los torneos de lucha, pero nunca pudo explorar el planeta apropiadamente.
Bowser tuvo un hormigueo por algo, para él se veía como algo que necesitaba conquistar. Si él solo conquista por lo menos un verdadero mandato que importaba, como, digamos, tomar en control a un planeta, entonces tal vez podría dejar de sentir ese vago anhelo que a veces arremete su pecho cuando no tenía nada que lo distraiga.
Bowser no llevo a ninguno de sus tropas con él. Este dragón-tortuga de la persuasión Koopa quería ser un pionero. Sin personas a quien ordenar, sin Kamek diciéndole que todo lo que hacía era un error, solo él, su ser y el vacío del espacio.
Aterrizó su gran nave, un bote de madera volador con cañones y hélices, y descendió de la rampa hacia un herboso, montañosa área. Casi de inmediato fue bordeado por un grupo de criaturas pequeñas y anaranjadas con caras de color crema y pequeños brazos y piernas. Ellos vestían pañuelos y apuntaban sus lanzas a él.
"No debí venir solo", dijo Bowser. "¿Qué son ustedes, chicos pequeños?"
No respondieron, simplemente empezaron a guiarlo a través de un pueblo cercano, en su centro yacía un modesto castillo, no como al extravagante donde vivía Bowser, pero hogareño y acogedor.
Los pueblerinos lo miraron mientras era obligado a travesar las puertas del castillo. Era muy vergonzoso.
Las largas puertas de madera se abrieron. Sintió una puntiaguda lanza tocar su cadera y aulló. "¡Mira donde apuntas con esa cosa! ¡Sé cómo caminar!".
Ellos lideraron a Bowser por el castillo, adentro había muchos pasillos, pasando por numerosas fuentes y arreglos florales y estatus de lo que parecía un gordo y redondo pingüino. "¿Qué ES este lugar?".
El pasillo era ventilado, con luz brillante llegando desde las ventanas, lleno de decoración, generalmente lo exactamente opuesto a lo que Bowser buscaba.
La pregunta de Bowser fue finalmente respondida cuando entró en la sala del trono, una larga cámara con dos montañas detrás, largas ventanas abiertas, telas flotando, y alfombras y floreros aquí y por allá.
''Bienvenido al Castillo Dedede".
La voz venía del trono, donde estaba sentado la misma ave que las estatus imitaban. Era azul, con una bata y gorro rojo y una sonrisa presumida en su pico. Debajo de su bata abierta, que tenía algodón blanco corriendo desde el collar hasta la zona de abajo, vestía una faja con patrones. "Perdona a los Waddles Dees, ellos pueden llegar a ser un poco punteamistosos"
"Si, lo noté" gruño Bowser, "Así que, ¿Tu nombre es Dedede?"
"Rey Dedede" Corrigió. "Pingüino monarca de Dream Land. ¿Y tú eres…?"
"Bowser. Rey Bowser del clan Koopa."
"Oh, ¿Un rey extranjero? Ahora me siento muy rudo. Guardias, desistan."
Los Waddle Dees cautelosamente bajaron sus armas.
"Buen movimiento unificado. Todas mis tropas tiene dos pies izquierdos."
"¿Entonces qué te trae por aquí, Rey Koopa?"
"Por favor. Las formalidades hacen a mi piel temblar. Hagamos un trato ─ Tú eres Dedede, y yo soy Bowser."
El pingüino estuvo callado por un momento. Luego soltó una risa. "Muy bien. Entonces, Bowser, ¿Qué te trajo hasta mi lado del bosque?"
"Bueno, para ser honesto, estoy viendo nuevos lugares para conquistar."
La expresión de Dedede parecía un rompecabezas. "¿No es algo… estúpido admitir eso cuando estas rodeado de guardias?"
"No es como si vaya a dominar este reino. Muy empalagoso para mí gusto… Tomaría una eternidad convertir este lugar en mis estándares"
"¿Empalagoso? ¿Dream Land? Noooooo." Dedede lucía un poco asustado. "Debes saber, yo vendría a ser el villano. Como podrás notar por mi épica sala del trono, guardias armados, y en general mi aire de genialidad."
"Bien, ¿Cuántas princesas a secuestrado?"
"Emm…"
"¿Cuántas ciudades has demolido?"
"Tal vez unas cuantas, he perdido la cuen-"
"¿Cuántas veces has aporreado* a tu archienemigo?"
"¿Archienemigo?... ¿Aporreado*? ¿Quién aporrea*? Dedede se sintió tonto con las palabras que Bowser eligió.
"¿No tienes un némesis? El mío es un plomero de clase media que todo el mundo adora, incluyendo la princesa, incluso siendo un tipo con sobrepeso, viejo y que tiene su inicial ¡En su gorra! En serio, ¿Quién hace eso?" Finalmente Bowser se dio un respiro.
"Nadie por aquí luce así…" Dedede parpadeo. "Eso fue demasiado exagerado. ¿No te agrada ese tipo? ¿Acaso él te golpeo en tu trasero algunas muchas veces?"
Bowser dio un paso atrás. "Nonono, Dedede, solo estoy enojado por su persistencia. Sin importar cuantas veces lo derrote, sigue llegando por más. Es como un masoquista o algo así, ¿Sabes? Siempre queriendo ser torturado*.
Dedede sonrió levemente, volteando en su silla. Casi lucía un poco incómodo. ''Bueno, ciertamente eres una persona interesante… tu descaro tiene una cualidad entrañable.
Bowser paró, pareciendo perplejo. "¿Es eso un coqueteo?"
Dedede perdió su sonrisa y se puso rojo. "¿Qué? ¿Qué? Caray, ¿No puedo decirte un cumplido sin que pienses que estoy coqueteando contigo?"
"Yeah, y mucho" Respondió Bowser.
"Te aseguró que mi interés es platónico, pero aún así eso disminuyo luego de ese… insulto."
"¿Qué, es insultante intuir que alguien puede estar atraído por mí? ¿Soy así de monstruoso?" Bowser seguía luciendo presumido, pero había un poco de genuinidad en su voz.
"N-no, no quise decir eso" Dedede se paró de su asiento y camino hacia la izquierda, por una de los fuentes de agua que adornaban los lados del trono, tímidamente detrás de el.
"Entonces TÚ piensas que soy tierno" Dijo Bowser. El sarcasmo puro en su hablar era evidente.
"¡NO!" El pingüino observo el agua de la fuente pensante, evitando la cara del Koopa. "El insulto es que pienses que yo este atraído a ti después de pasar simplemente cinco minutos a tu lado."
"Comúnmente solo toma tres minutos, compa." Bowser vio sus uñas, pensando que luego debería de recortarlas.
"No estoy… No estoy buscando esa clase de compañía, créeme. Y si lo estuviera, no buscaría algo o alguien remotamente parecido a ti." Dedede frunció el ceño, notando el ángulo como estaba.
"Cálmate, no te preocupes, no estoy con pingüinos rellenos de todos modos. Soy más de tiernas e indefensas princesas."
La cabeza de Bowser voltio hacia él rápidamente, Bowser casi lo confunde con un búho, no un pingüino. "¿Relleno? ¿¡RELLENO!? GUARD-"
Las puertas se abrieron antes de siquiera finalizar su grito.
Una joven mujer corrió por dentro, vestida como una pintora con una boina roja, largo delantal verde (algo pintado con colores primarios), y una corta falda negra. Tenía cabello negro, cachetes redondos y unos grandes y honestos ojos.
"¡Dedede! ¿¡Dónde has estado!?" Exclamó. "¡Supuestamente debimos de encontrarnos para el picnic hace una hora!"
"Oops… Lo olvide."
"¿Lo olvidaste?" Ella levanto sus manos al aire con disgusto, caminando en la sala. "¿Cómo piensas tener algún amigo si ni siquiera puedes mantener tus citas?"
"¿Ciiiiiiiiitas?" Bowser sonrió.
Dedede frunció, los labios en una posición que lo hacían ver como un pato. "Tú, cállate."
La pintora corrió hacia el pingüino y cogió la parte del algodón de su bata. "Vamos Dedede, ¡Todos están esperando!"
"Adeleine" Expreso nerviosamente Dedede, viendo a Bowser por un momento, "¿Cuántas veces tengo que decirte que me llames Rey Dedede?"
Adeleine parecía confundida. "Um… ¿Nunca?"
"Ha… ha… ha… eres muy tontita con tus bromas, Adeleine" Dedede puso su brazo alrededor de sus hombros.
"Hey, Deeders, ¿La niña está siendo insubordinada?" Bowser camino hacia ellos. Los guardias no parecían importarles su presencia. "Está caminando por aquí como si fuera la dueña. ¿Necesitas que la meta en un calabozo?"
Finalmente la pintora lo notó. "No hay ningún calabozo en este castillo… ¿Quién eres?"
"¡Soy yo! Tu solo y único rey, Bowser Koopa." Extendió sus brazos, como si estuviera presentándose a una adorable audiencia.
"No necesitas ser tan dramático." Gruñó Dedede.
"¡Oh, que maravilloso, hiciste un amigo, Dedede! ¡Y es de la realeza, sin más!" Adeleine aplaudió.
"No tienes que actuar tan sorprendida" Dijo Dedede, con los brazos cruzados. "A-además, él no es mi amigo, no saltes a las conclusiones."
"Sipi, soy un lobo solitario, no necesitó a nadie robando mi tiempo, niña." Añadió Bowser, con una sonrisa valiente.
"Eso es lo que dice cualquiera que no tenga amigos" respondió ella con una inocencia juvenil, sin pensar algo rudo en ello.
Bowser se congeló, sus dientes hicieron notar como bajó la sonrisa. "Je."
"Como sea, Dedede, ¡Debes de traer a tu amigo con nosotros al picnic! ¡Luce interesante! Apuesto a que tiene muchas historias de su planeta que ansía contar."
"Ahora, Adeleine, vamo' a calmarnos" expresó el rey pingüino. "Estoy seguro que Bowser está a punto de irse-"
"En realidad, eso suena genial. Me siento algo… ávido." Observo a Dedede. "¿Entiendes? Porque eres un ave."
"¡Trae tus bromas contigo también!" Ordenó Adeleine. "Y apúrense, antes de que la comida se acabé."
Dedede suspiró y miró a Bowser. El Koopa solo sonrió sus dientes y guiño.
