Destino.

Sumary: La esposa de Ren Tao ha sido asesinada, él, en busca de venganza, va tras su asesino pero casualmente en un viaje conoce a una chica idéntica a su mujer. Y para más señas esa chica está comprometida con el asesino de su esposa. El destino ya dispuso sus caminos, ¿La venganza es más fuerte que el corazón? Tamao x Ren.


Capitulo 1: Su muerte.

Ren Tao apartó la mirada del cuerpo sin vida que yacía en una cama metálica, asintió para dejar saber que la reconocía y luchó contras las lágrimas que querían caer de sus ojos, hace mucho tiempo que no lloraba por nadie y ahora más que nunca necesitaba mantener sus emociones a raya. Contempló una vez más el rostro de la mujer que tanto amó y salió del lugar.

-¿Ren?-escuchó la voz rota de su hermana y la pena lo embargó nuevamente, Jun lucía pálida y desecha-¿Era… era…?-su hermano asintió y ella rompió a sollozar, Ren la abrazó y dejó que sollozara en su pecho-¡Oh, Dios! No podía creerlo, no puedo creerlo aún…-volvió a sollozar.

-Cobraremos venganza-dijo el peliviolaceo con firmeza-los Asakura pagarán por habernos quitado a Chloe-la mirada de Jun se volvió vacía mientras asentía.

-Vengaremos su muerte-acordó ella luego volvió a sollozar.

Chloe Tao había sido hasta hace poco una esposa amorosa pero en un movimiento inexplicable los Asakura la asesinaron. Ren había tenido que viajar a la ciudad, Chloe había decidido quedarse en casa, tenía que hacer algunas compras así que pasaría la tarde afuera, Jun no había podido acompañarla porque tenía que asistir a una reunión del consejo. A las tres de la mañana Jun llamó desesperada a Ren para contarle de un accidente, él había volado rápidamente de regreso en el jet privado pero solo vio como removían los carros, aquel paisaje era muy conocido, ese era el sello de los Asakura, la especialidad de la familia eran los… "accidentes" pero Ren no podía entenderlo, no entendía por qué matar a su esposa cuando sus relaciones eran buenas. Por último tuvo que reconocer el cuerpo sin vida de su amada esposa.

El funeral fue sencillo a pedido de Ren, Chloe no era una mujer a la que le gustaran los grandes gestos aunque se daba sus gustos, era bondadosa, alegre, con carácter cuando era necesario, era perfecta para Ren y su corazón había sido enterrado junto con ella. Ahora solo quedaba un espacio vacío en su pecho y unas ganas de venganza que solo saciaría con la muerte de la persona que mandó a asesinar a su mujer. Pero antes de poder ir a donde se encontraban los Asakura tenía asuntos que arreglar, no quería que ninguna emergencia en los negocios tuviera que arruinar sus planes y hacerlo regresar. Jun se había mostrado decidida en ir con él, el enojo la había corroído y aunque él estaba en las mismas no quería que su hermana estuviera así pero no podía reprochárselo.

-Iré a Seúl por una semana para arreglar los últimos pendientes antes de retirarme de "vacaciones"-dijo Ren con obvio sarcasmo en la última palabra mientras preparaba su maleta, Jun asentía mientras le pasaba su ropa ya doblada.

-Esperaré aquí para que vayamos juntos-dijo ella con voz neutral-Yoh Asakura está actualmente en la pensión que maneja con su esposa, Anna.

-¿Y Hao?

-Está de viaje, regresa la siguiente semana para su compromiso.

-¿Quién es la chica?

-Una tal Tamamura-respondió Jun.

-¿No es conocida?-preguntó medio sorprendido, se sabe que los Asakura son muy influyentes y que sus matrimonios son relacionados con familias antiguas.

-La línea de los Tamamura acaba en ella, la familia murió en un incendio y ella fue la única sobreviviente, desde entonces es la protegida de los Asakura y fue Hao quien la eligió, creo que están enamorados-dijo rodando los ojos, Ren tenía la mirada pensativa.

-Así que la ama…-Jun lo observó atentamente y se dio cuenta de lo que pasaba por la mente de su hermano.

-Haré todas las investigaciones y arreglos convenientes durante tu partida-dijo ella con sus ojos endurecidos, siempre había pensado que estaba mal herir a otra persona, eso de dar la otra mejilla y esas cosas pero ahora simplemente quería devolver el daño que le habían ocasionado a ella y sobre todo a su hermano, él siempre había sido reservado y la llegada de Chloe lo había suavizado un poco, generalmente solo con Chloe o Jun para los demás seguía siendo el desalmado hombre de negocios. Ren siempre había tenido mucho cuidado con la protección de Chloe pero en algún momento debió de haberse descuidado, debió de haberse confiado que nadie la buscaría por el simple hecho de ser su esposa pero se equivocó y ahora ambos la habían perdido.

-Debo irme ya-dijo él, su rostro se había vuelto una mascara fría que no dejaba ver ninguna emoción, a Jun le dolió el corazón verlo de esa manera.

-Ten cuidado-le dijo ella con voz preocupada, el gesto del rostro de Ren no varió, solo asintió y salió de la casa.


Yoh miraba preocupadamente a su esposa a través de la mesa, Anna miraba fijamente la carta que tenía delante de ella sin saber que pensar. Les acababan de informar de la muerte de Chloe Tao en un accidente muy parecido a los que su familia solía hacer y decía solía porque desde que Yoh era cabeza del clan eso había terminado pero esa no era su principal preocupación. Ambos habían sido amigos de Ren en la infancia, todos fueron presionados a matrimonios obligados por igual por el consejo. Anna miró otra vez la fotografía de Chloe y se asombró una vez más, era exactamente la imagen de ella y sabía que traería problemas, sobre todo si Ren pensaba que habían sido ellos los que provocaron el accidente.

-Tenemos que protegerla-susurró Anna, estaba preocupada, no podían dejar que Ren se enterara de la existencia de ella.

-¿Cómo vamos a poder hacerlo sin que ella lo note?-replicó Yoh con un gesto anormalmente serio en su rostro-tiene 22 años y no vamos a poder encerrarla aquí.

-Yoh, ¿Entiendes lo que esto significaría?-le dijo Anna con dureza-si Ren Tao descubre su presencia aquí empezará a investigar, será el fin de esta familia.

-No, sería el fin de mi familia, nosotros no hicimos nada-dijo el castaño-, lo único que hemos hecho es cuidarla y quererla.

-¡Él no lo verá así!-exclamó la rubia-Nosotros lo conocemos, sabemos cuan de impulsivo es y sabemos que amaba a Chloe, si él lo descubre no habrá nada que lo detenga y descubrirá la verdad, esto no solo nos afectará a nosotros si no a ella también.

-Solo la hemos cuidado-repitió Yoh haciendo que Anna se exaspere y bufe con molestia.

-¡Dios, Yoh! ¿Crees que en serio le interesará cuando sepa que todos, absolutamente todos incluido su prometido le venimos mintiendo desde hace años? No lo creo-el castaño no quería pensar en eso, era algo que realmente no podría superar.

-Tenemos que idear un plan-comentó en voz baja-ella saldrá de viaje hoy, tenemos una semana para atenernos a la posible visita de Ren y espero que se de mientras ella no está-Anna asintió y volvió a sentarse.

-Esperemos…


Ren llegó a Seúl sin contratiempos, tenía que hablar con Lyserg apenas llegara. Lyserg Diethel era su mano derecha en negocios, sus familias eran socias y ahora ambos eran la cabeza de sus clanes, eran amigos en cierta manera, aunque se conocían desde la infancia su amistad recién se dio cuando empezaron a trabajar juntos en la compañía, era la única persona en la que confiaba fuera de su familia. Ren bajó del avión con muchas cosas en su cabeza, caminó distraídamente por el aeropuerto, apresurado queriendo terminar sus deberes rápidamente. Súbitamente se detuvo y sus ojos se dilataron a más no poder, a varios metros de él pudo ver una cabellera rosada más que conocida, su boca se secó y no podía decir nada ¿Era…? ¿Era…Chloe? La chica giró como si la hubieran llamado pero no lo miró a él sino hacia un lado, llevaba puesto un polo blanco con rayas negras, un pantalón jean claro con unas botas sin taco negras hasta la rodilla y un blazer con mangas ¾ negro, unos lentes oscuros ocultaban su mirada y su cabello estaba peinado en un suave moño. Ren estaba idiotizado ante la imagen, esa era Chloe, su esposa, caminó sin pensar realmente hacia ella pero la chica se estaba marchando del aeropuerto; Ren corrió pero al salir no puedo encontrarla por ningún lado.

-¿Qué demonios…?-susurró para sí mismo buscando hacia todos lados pero había desaparecido, su corazón latía acelerado y su cabeza era un lío, estaba seguro que esa era su amadísima Chloe… ¿no? Sacudió la cabeza-debe haber sido una alucinación-su mirada se ensombreció y escondió la tristeza dentro de él-"Te vengaré, Chloe, lo juro".

Después de ese incidente se dirigió hacia la empresa sin más demoras aunque de su cabeza no se pudo quitar esa visión de su cabeza. Chloe había sido una mujer muy guapa con la piel blanca como porcelana, sus ojos eran de un rosa hermoso y su cabello del mismo color era corto y lacio, su cuerpo estaba hecho de delicadas curvas que ella siempre mostraba con orgullo, sabía que era bella y le encantaba ser observada sobre todo por su esposo que nunca se había podido resistir a ella. Su relación fue intensa, dulce y llena de amor por parte de los dos a pesar de que se casaron obligadamente, siempre quisieron niños pero los dejaron para después porque decían que tenían mucho tiempo, que irónico, pensaba Ren, el tiempo se les fue de las manos. Sacudió su cabeza otra vez y llegó a su empresa. La gente lo saludaba educadamente con la cabeza mientras él pasaba, no se molestó en saludar y se metió al ascensor, al llegar a la oficina de su amigo entró sin tocar. Lyserg estaba sentado detrás de su escritorio, era un hombre guapo, con el cabello verde peinado ordenadamente hacia atrás y con sus ojos del mismo color sinceros y resplandecientes, tenía la fama de seductor pero Ren sabía que podía llegar a ser realmente tímido a veces.

-Ren, no te esperaba-dijo genuinamente sorprendido.

-He venido a encargarme de algunas cosas-le respondió el peliviolaceo entrando-quiero terminar algunos asuntos para tomar vacaciones-Lyserg asintió comprendiendo.

-No era necesario, podía haberlo hecho yo-dijo el peliverde acercándose a su amigo y dándole unas palmaditas en la espalda-lo siento mucho, Ren-el peliviolaceo asintió sin decir nada pero se había tensado.

-Iré a encargarme ahora-dijo a modo de despedida y salió del lugar, el peliverde suspiró, volvió a su escritorio y leyó la carta que Anna Asakura le había mandado esa mañana, no era muy larga pero requería su presencia en la pensión, suspiró pensando en que excusa pondría para poder salir de la empresa ahora que su amigo había solicitado vacaciones pero podía decir que el tono de Anna era urgente.

-¿Jeanne, puedes venir?-preguntó él apretando su intercomunicador.

-¿Sí, señor Diethel?-preguntó la muchacha ingresando, era muy bella con el cabello plateado largo enmarcando su frágil figura y unos ojos rubís que hipnotizaban a cualquiera.

-Solo Lyserg, Jeanne, ya te lo he dicho-la muchacha se sonrojó y sonrió.

-Claro… Lyserg-el peliverde sonrió complacido mientras la invitaba a sentarse delante de él.

-Voy a tener que salir de viaje pero no quiero que el señor Tao se entere mientras está aquí porque él también saldrá de vacaciones y se volverá loco si dejo la empresa sola-rodó los ojos-necesito que a partir del viernes te encargues de mis asuntos, me iré poco tiempo, una semana a lo mucho y no quiero que nadie se entere ¿Quedó claro?-la muchacha asintió luego Lyserg procedió a informarle todo lo que tendría que hacer.


Ren se concentró todo lo que pudo en el trabajo durante la mañana, a la hora del almuerzo decidió comer afuera ya que la mirada compasiva que le estaba dando cada persona que pasaba a su lado lo estaba poniendo de los nervios, salió del edificio y le dijo al chofer que condujera hacia un restaurante. Se apoyó en el respaldar y miró distraídamente las calles mientras su mirada se encontraba perdida, había mantenido a raya todos los pensamientos de su esposa desde su muerte porque simplemente no podía permitirse que la pena lo desviara de sus ansias de venganza pero era en momentos como eso que su recuerdo venía con fuerza, cuando lo llamaba en los almuerzos para contarle su mañana o preguntarle simplemente sobre su día y decirle que lo amaba…

-¡PARE EL CARRO!-gritó Ren repentinamente, había visto nuevamente a la chica de cabello rosa-Chloe… -pensó y se bajó del carro-¡Chloe!-gritó pero la chica no volteó solo que siguió caminando tranquilamente por la calle-¡Chloe!-volvió a gritar más cerca, la chica se giró confundida hacia él. Seguía vestida de la misma manera así que la reconoció fácilmente, ella tenía la cabeza inclinada hacia un lado como si no comprendiera quien es él-¿Chloe…?-preguntó Ren en voz baja y un tono infantil se coló en su voz.

-Se confunde-dijo la muchacha-mi nombre no es Chloe-el peliviolaceo la miraba sin comprender, estaba seguro que era ella.

-No me mientas, por favor…-susurró acariciando levemente su mejilla, la chica estaba sorprendida y se había quedado congelada en su sitio-he pasado tanto… dolor… creyendo que estabas muerta…-Ren parecía a punto de llorar y la pelirosa saltó hacia atrás.

-Le repito que no soy Chloe-dijo con firmeza y se quitó los lentes, Ren se sorprendió al mirarla y notar que sus ojos eran diferentes, del mismo color, claro, pero sin esa ternura que ella solía mostrar. Esos ojos tan parecidos lo miraban con confusión e interés. El peliviolaceo retrocedió aturdido y salió corriendo del lugar.

No entendía que le pasaba al mundo, ¿Cómo era posible que existiera otra persona tan idéntica a su esposa? ¿Es que acaso quería verlo el mundo sufrir? Redujo la velocidad hasta simplemente caminar, esa chica era igual a Chloe sin embargo por su mirada pudo darse cuenta rápidamente que no era su esposa, la mirada de esa chica era más ingenua e innatamente dulce, Chloe tenía una mirada más astuta y despierta. Sacudió la cabeza y decidió regresar a trabajar un poco más.


Otro día más de trabajo, Ren se había llenado todo el escritorio con muchos papeles para no tener que pensar en el encuentro de ayer, ni siquiera salió a comer por si se la volvía a encontrar en el camino aunque ahora ya no estaba tan seguro de que lo que sucedió ayer hubiera sido real, le parecía demasiada coincidencia que exista una persona igual a su esposa y que no estuvieran relacionadas. Tal vez su esposa tuvo una hermana que raptaron, tendría que averiguar eso se dijo haciendo una nota mental.

Salió temprano de la empresa, su hermana iba a llamarlo dentro de una hora al hotel y quería darse un baño antes. Jun se había estado encargando de todos los detalles de su próximo viaje, él estaba avanzando todo lo rápido con el trabajo, le hubiera ido más rápido si Lyserg no hubiera tenido que ausentarse por un compromiso familiar, no preguntó mucho la verdad, no estaba interesado. Ren puso sus manos en su bolsillo y empezó a caminar tranquilamente por la calle, no hacía frío y las estrellas eran visibles, la calle rebosaba de actividad sin llegar a ser abrumador, nunca había sido del tipo que va a festivales o fiestas, Chloe si le gustaba ir de vez en cuando y lo convencía de ir una que otra vez. Suspiró y dejó que su recuerdo se apoderara de su mente, como la extrañaba, necesitaba tanto su compañía, no podía acostumbrarse a la idea de que cuando regresara ella no lo estaría esperando con una sonrisa en la puerta.

-Es usted-el peliviolaceo se giró y el aliento se le fue de la boca. Era ella, la chica que se parecía a Chloe, llevaba puesto un pantalón blanco con un polo rosa bebé de Mickey Mouse, una chompa ligera gris y unas zapatillas blancas acompañada de un pequeño bolso blanco, su cabello estaba hecho un moño trenzado.

-Eres tú…

-Bueno, somos nosotros-dijo ella con una sonrisita divertida, Ren sintió dolor al darse cuenta de que esos no eran los gestos de su esposa a pesar de que el rostro era prácticamente el mismo.-Estaba camino a comer algo… ¿Quiere… quiere acompañarme?-preguntó de manera insegura y el peliviolaceo se sorprendió, su primer pensamiento fue "no" pero luego su instinto le dijo que fuera, aparte no quería dejar de mirarla, era muy parecida.

-Claro-dijo, la muchacha sonrió.

-Soy Tamao, solo Tamao-le dijo extendiéndole la mano, a Ren le pareció divertida su manera de presentarse.

-Soy Ren, solo Ren-dijo riéndose levemente, ella le sonrió abiertamente, caminaron juntos en un silencio agradable hasta un restaurante cercano. Ambos se sentaron algo apartados y ordenaron rápidamente lo que comerían.

-¿Vives aquí, Ren, solo Ren?-preguntó bromeando, él se sorprendió lo fácil que le fue sonreír aunque esa mujer no se pareciera en actitud a su esposa, tenía el mismo rostro.

-No, soy de China-ella abrió mucho los ojos.

-Yo también, solo vine de visita-él la miró calculadoramente-¿Pasa algo?

-No, es solo… eres muy parecida a alguien-le dijo encogiéndose de hombros.

-Ah, ¿La tal Chloe, no?-él asintió-¿Quién es ella?-el peliviolaceo se tensó.

-Alguien que conocí-respondió evasivamente, la pelirosa asintió sin darse por aludida y las ordenes llegaron, ambos comieron en silencio aunque era algo tenso.-Yo pago por la cena.

-Que va, no te preocupes-respondió la chica buscando su cartera pero el peliviolaceo ya estaba pagando-eres terco ¿no?

-Sí-respondió él sonriendo, la tensión se había disipado-¿Te acompaño a algún lado?

-Estoy alojándome en un hotel cerca aquí-él asintió y fueron caminando tranquilamente-¿Tienes familia?

-Sí pero no los veo mucho ¿Y tú?

-Vivo con mi familia, soy muy sobreprotegida-Ren asintió pensando en que Chloe también lo era-Me gustan mis visitas a Seúl porque son las únicas que hago sin supervisión de mi hermano.

-Mi hermana también es así pero creo que es porque es la mayor-la pelirosa asintió dándole la razón.

-Me vuelve loca pero al menos ahora que está casado su esposa me lo quita de encima-Ren se rio.

-Mi hermana es más sutil pero muy manipuladora, tiene unos gestos especiales para controlarme.

-Oh, mi hermano también pero yo ya me he vuelto casi inmune-se rio y él la acompañó-este es mi hotel-el camino había sido rápido-ha sido un gusto conocerte Ren, solo Ren.

-También ha sido un gusto para mi Tamao, solo Tamao-ella volvió a reírse y se giró para ingresar-Oye-ella se giró a mirarlo-¿Mañana estás libre para comer?-la chica lucía sorprendida pero le sonrió.

-Claro-respondió-te veo aquí ¿A las dos?-Ren asintió y ella se fue después de sonreírle. El peliviolaceo se acercó caminando despacio con una ligera sonrisa en el rostro que se le fue borrando conforme se alejaba de la presencia de Tamao ¿Qué rayos estaba haciendo? Su esposa había muerto hace apenas una semana y él ya había invitado a la que parecía ser su reflejo, negó con la cabeza, lo mejor sería que cancelara ese almuerzo.


Al día siguiente Ren se enterró en su trabajo e ignoró todo lo que pudo el maldito reloj, no iba a acudir a esa cita, tenía que olvidarse de esa chica, él estaba en duelo y le estaba faltando el respeto a la memoria de su esposa, que la chica se pareciera no significaba que estaba con Chloe otra vez. No, se dejaría de tonterías de una vez por todas, se olvidaría de esa muchacha.

-Señor, Ren, tiene visita-le anunció Jeanne por el intercomunicador.

-Que pase-contestó él de manera distraída perdido en sus pensamientos.

-Así que pensabas plantarme-Ren alzó la mirada sorprendido al encontrarse frente a él a Tamao, ella vestía un polo con tiras gruesas verde oscuro, un short de jean y unas sandalias simples, su cartera del mismo color del polo en forma de rosa y una pulsera adornada colgaba de su brazo.

-Tamao… ¿Cómo me encontraste?

-Ayer te vi salir de aquí cuando nos encontramos-explicó ella sentándose sin ser invitada-Ahora puedo volver a preguntar por qué me has dejado plantada.

-Tamao…-susurró el peliviolaceo negando con la cabeza, su gesto era serio-no podía salir contigo, no debía ni siquiera invitarte a salir-ella lo miró sorprendida.

-¿Entonces por qué lo hiciste?-no estaba molesta solo confundida.

-Me caíste bien-respondió él con sinceridad, negó con la cabeza otra vez-hace… hace poco mi esposa murió.

-Lo siento-musitó Tamao.

-No debí pedirte salir… siento que estoy irrespetando su memoria-ella lo comprendió y le sonrió.

-No te preocupes, Ren, no es como si fuera una cita-dijo rodando los ojos-a mi también me caíste bien y este almuerzo no significó otra cosa para mi que cosa de amigos o conocidos si lo prefieres, no has irrespetado a tu esposa-él la miró impresionado por su manera de ver las cosas y le sonrió.

-Bueno, supongo que entonces si podemos ir a comer-ella le sonrió brillantemente y salieron juntos del lugar a almorzar. Fue un almuerzo muy interesante y ameno, hablaron de mucho y poco sin mencionar a su familia solo cosas irrelevantes para que no se pusiera tenso el ambiente. Salieron caminando tranquilamente del lugar, el sol estaba empezando a ocultarse, Ren tenía que volver a su trabajo pero se sentía muy a gusto con Tamao, era una sensación extraña, se daba cuenta fácilmente que no era Chloe por su forma de actuar pero aun así se sentía como si estuviera con ella por su parecido.

-Hoy ha sido muy divertido, Ren-dijo cuando llegaron al hotel-me alegra que todo se haya aclarado y hayamos podido comer con normalidad como dos amigos porque somos amigos ¿no?

-Claro-respondió el otro con una ligera sonrisa, ella lo miró con un brillo especial antes de despedirse rápidamente y meterse a su hotel.


Bien, definitivamente no podía concentrarse en el trabajo, estaba pensando en su salida con Tamao ayer, ella era tan diferente, divertida, sarcástica, bromista, alegre y no parecía incomodarse con nada ni siquiera cuando se presentó porque la había plantado, realmente era alguien especial y diferente. Suspiró y pensó en su esposa, Chloe siempre había sido reservada, así la habían educado, con él solía ser un poco más expresiva y cariñosa pero su educación nunca se iba del todo, a él no le molestaba para nada, así se había enamorado de ella pero hasta ahora se dio cuenta lo poco que hablaban o bromeaban, la había amado de verdad y ahora que lo pensaba debería dejar de hacer comparaciones entre Tamao y ella.

-¿Señor Ren?-dijo Jeanne abriendo la puerta después de tocar dos veces-debe firmar estos papeles, el señor Diethel llamó para avisar que se demorará un poco más en regresar.

-Bien-contestó el peliviolaceo devolviéndole los papeles ya firmados, cogió sus cosas y salió para ir a su casa, se encontraba cansado, por suerte ya estaba para terminar y tendría solo dos días más aquí luego regresaría para comenzar su plan. Dejó salir un gran suspiro de cansancio y Tamao vino a su mente, le había caído realmente bien aunque en ningún momento pudo dejar de pensar en su parecido con su esposa, una vez que se fuera no volverían a encontrarse y eso lo hacía sentir incómodo. Se subió en el auto de la empresa y miró por la ventana mientras se iba ¿Qué tenía esa chica de especial aparte del parecido con su esposa fallecida? Tenía que hacer averiguaciones pero para eso debía saber mínimamente el apellido de ella. Y justo como si la atrajera con el pensamiento la vio saliendo de su hotel, vestía una blusa blanca sin mangas levemente ajustada en la cintura, unos pantalones lilas y unas ballerinas blancas, unos lentes morados ocultaban sus ojos y una mochilita decorada graciosamente con flores colgaba de uno de sus brazos. Le pidió al conductor que se detuviera y bajó la ventanilla-¡Tamao!-la muchacha se sobresaltó haciendo que su mochilita saliera volando, Ren se rio entre dientes.

-Casi me matas del susto, Ren-dijo ella con una mano en el corazón, él le sonrió inocentemente y le abrió la puerta, Tamao recogió su mochila y entró al carro.

-¿Cómo estás?-le preguntó educadamente y ella le mandó una mirada divertida que fingía ser molesta.

-Pues a punto del paro cardiaco si me preguntas-él se rio en voz un poco más alta esta vez y ella le sonrió abiertamente.

-Lo siento, no sabía que saltarías de esa forma-ella negó con la cabeza al ver que su disculpa no era para nada sincera y sonrió-¿Quieres ir a cenar algo?

-Justo a eso iba-comentó contenta, Ren les pidió que los condujera al centro comercial, escogieron comida americana mientras se sentaban en el patio de comidas.

-¿Cuándo se acaba tu visita?-le preguntó ella mientras tomaba un sorbo de su Coca-Cola.

-En un par de días ¿Y tú?

-Mañana-contestó con un suspiro-me gustan estas visitas pero mi hermano se vuelve medio loco cuando me voy mucho tiempo, nadie lo diría al verlo siempre tan tranquilo-Ren pensó que esa era su oportunidad de preguntar.

-Nunca escuché tu apellido-le dijo indiferentemente comiendo unas papitas, notó con el rabillo del ojo que ella se tensaba.

-No es necesario ¿no?-él la miró con una ceja enarcada y ella suspiró-la gente se comporta diferente cuando sabe mi nombre completo, ¿Podemos, por favor, ignorar eso? Somos amigos ¿no?

-Claro que lo somos-dijo él sonriendo para que se tranquilizara y ella le sonrió con agradecimiento aunque Ren no estaba para nada satisfecho con la respuesta prefirió dejarlo correr al ver que ella realmente no quería responder.- ¿Te parece si mañana te acompaño al aeropuerto?-ella asintió y ambos siguieron conversando amenamente durante el resto de la comida.


-Me alegra que hayas venido pronto, Lyserg-dijo Anna sentándose en el mueble, el hombre la imitó.

-Tu mensaje me preocupó-le respondió el peliverde alcanzando la taza de té que ella le ofrecía-¿De qué se trata todo esto?-la rubia alzó la mirada y vio a su esposo ingresar en silencio, Yoh se sentó a su lado con calma.

-Sabes que la esposa de Ren a muerto-comenzó el castaño-ese accidente no fue del todo un accidente, Lyserg, fue provocado-Lyserg se quedó sorprendido.

-Pero ¿Quién hubiera querido matar a Chloe?

-No lo sabemos aún-respondió Anna con voz queda-pero hizo parecer el accidente como los que solía realizar la familia Asakura antes de que Yoh tomara el mando-esto lo sorprendió aún mas.

-¿Creen que Ren venga aquí por venganza?-preguntó con incredulidad-él no vendrá, está en Seúl ahora mismo.

-¡¿Qué?!-se sobresaltó Yoh-la llamaré ahora mismo, ella debe regresar ahora-salió apresuradamente.

-¿Ella también está ahí?

-Es el aniversario de sus padres, no podíamos impedírselo pero Yoh tiene razón, debemos hacerla regresar ya, no quiero ni pensar que sucederá si se encontrarán.

-Ren no vendrá, Anna-dijo muy seguro-él está cargado de trabajo en las oficinas.

-Sí vendrá, Ly, vendrá por venganza y eso ya es un hecho, nos han informado que Jun Tao ha estado investigando sobre nosotros, están preparando su llegada-esto preocupó muchísimo a Lyserg.

-¿Qué es lo que haremos entonces? Porque no voy a dejar que le haga daño por una venganza tonta.

-No subestimes a Ren, Lyserg, es demasiado inteligente y está cegado de furia, siempre ha sido muy temperamental-tomó su sorbo de té-he llamado a los Usui y Hao estará en un par de días aquí, lo esperaremos juntos y haremos como que no sabemos nada, lo recibiremos con normalidad pero sin descuidarla a ella.

-También me quedaré, Ren puede ser irracional a veces.

-Gracias por el apoyo, Ly-él asintió.


-Gracias por acompañarme, Ren, no te hubieras molestado-dijo Tamao cuando llegaron al aeropuerto, él sacudió la cabeza.

-No es ninguna molestia, Tamao, estoy despidiendo a una amiga-ella le sonrió alegremente.

-Espero que alguna vez nos volvamos a ver en China.

-Yo también-por los altavoces empezaron a llamar a los pasajeros del avión a China.

-Bueno, supongo que esto es el adiós, cuídate, Ren-el peliviolaceo la miró un segundo y sorpresivamente la abrazó, la pelirosa sintió el corazón muy acelerado y sus mejillas se colorearon rápidamente.

-Cuídate-la soltó y ella le sonrió nuevamente aún sonrojada luego se fue, él la miró alejarse-Chloe…-susurró.


-Al fin has llegado-dijo Jun Tao al ver descender a su hermano del avión un día después, él la saludó con un asentimiento-el avión privado nos espera-le informó y la siguió hacia el hangar del avión, subieron y se acomodaron en los sillones-he averiguado algunas cosas durante tu ausencia.

-¿Cómo qué?-preguntó Ren quitándose el saco.

-Los Asakura saben que vamos de camino, los Usui están ahí ahora mismo y esta mañana Hao Asakura ha tomado un avión hacia casa, están esperando un ataque de parte nuestra.

-Entonces debemos ser astutos, tenemos que hacerles pensar que no los creemos culpables y que solo queremos que nos ayuden a averiguar quien lo hizo, nosotros aprovecharemos su confianza y buscaremos a su asesino desde dentro.

-Muy inteligente-aprobó su hermana tomando el té que le ofreció la aeromoza-pero hay algo que me molesta.

-¿Qué es?

-Las mujeres de los Asakura están muy bien protegidas, el archivo de Anna está casi vacío, luego de la muerte de sus abuelos solo dice que fue la protegida de una familia durante poco tiempo antes de casarse con Yoh pero el nombre de esa familia no figura-tomó un sorbo de té-además la tal Tamamura tampoco aparece por ningún lado, he buscado pero parecen que los archivos fueron sellados, hay algo raro con esa chica, ni siquiera una foto de ella he podido encontrar.

-Encontraremos todo una vez que lleguemos-le dijo su hermano y ahí quedó la conversación por el resto del viaje. Un auto los esperaba cuando llegaron, ambos se subieron en silencio y miraron el veraniego paisaje, a Ren el camino se le hacía cada vez más conocido, había estado tantas veces en ese lugar entrenando con los que solía llamar amigos, ahora solo estaba lleno de rencor por lo que le habían quitado.

-Hemos llegado-susurró Jun con voz queda cuando el auto se detuvo, Ren endureció su rostro preparado para encarar con la mayor hipocresía a los asesinos de su esposa, se dijo que él mismo los mataría con sus propias manos a quienes lo hicieron. Ambos hermanos caminaron tranquilamente hasta la entrada de la posada y tocaron el timbre, una mujer de servidumbre los recibió y los hizo pasar al salón, Yoh y Anna estaban en el centro esperándolos. Anna definitivamente se había vuelto una mujer muy hermosa, su belleza resaltaba con el sencillo vestido que usaba blanco hasta la cintura con una falda levemente plisada amarilla y unos tacones que la hacían lucir más larga; Yoh lucía más guapo que antes, más alto que Anna a pesar de sus tacones con el cabello castaño como siempre lo había llevado pero con el rostro un poco más inexpresivo que antes. A ambos lados de la pareja se encontraba los hermanos Usui, Horo no había cambiado mucho, se había alargado y su rostro lucía más masculino; Pilika Usui era la imagen de la elegancia en ese vestido azul de lunares blancos, unas sandalias con taco del mismo color, su cabello celeste recogido adornado con una sencilla vincha y una casaca jean encima.

-Ren, Jun, un gusto volver a verlos-dijo Yoh dando un paso hacia adelante sonriendo levemente.

-No puedo decir lo mismo, Asakura-respondió el peliviolaceo, esa sonrisa había casi destrozado todos sus nervios ¡Ese maldito asesino se atrevía a sonreírle! Jun le lanzó una mirada de advertencia que él ignoró y todos los presentes se tensaron.

-¿Cuál es tu problema, Ren?-preguntó Anna tranquilamente.

-Han asesinado a mi esposa, ese es mi problema-dijo con el ceño fuertemente fruncido-y han tenido que ser los Asakura porque claramente esa ha sido su firma.

-Nosotros no tenemos nada que ver con su muerte-declaró Yoh con seriedad-nadie de mi familia ha vuelto ha crear esos accidentes desde que yo estoy a cargo.

-Pues alguien se ha esforzado mucho por hacer que eso parezca-contestó Jun poniendo su mano sobre el brazo de su hermano para que se calmara.

-Les aseguro que desde que la noticia llegó hemos estado investigando pero Ren, tú nos conoces, hemos sido amigos por mucho tiempo, jamás te haríamos eso-dijo Anna mirándolo directamente, ella era la única que le hablaba de frente siempre. La noticia de que ellos también estaban investigando los descolocó un poco pero rápidamente supieron que era una jugada para que se confiaran.

-¿Cómo podemos confiar en ustedes? Han pasado años desde la última vez que nos vimos-dijo Jun actuando muy bien su papel.

-Tienen razón, se los probaremos, juntos buscaremos las pruebas que necesitan para que sepan que no lo hicimos nosotros-dijo Anna con firmeza, Yoh asintió.

-Perfecto, nos quedaremos aquí entonces-declaró Ren.

-¿Aquí?-repitió Yoh súbitamente nervioso.

-Claro ¿es una posada, no?-los cuatro se miraron entre sí.

-Veo que tenemos visita-los hermanos se giraron para mirar al gemelo de Yoh acercarse, Hao vestía sobriamente un traje negro, su cabello lucía igual de largo-Ren, Jun.

-Hao-saludó Ren con frialdad mientras Jun solo asentía levemente.

-Ren y Jun desean quedarse aquí-dijo Yoh de manera significativa y Hao se tensó imperceptiblemente.

-Por supuesto, arreglaré las cosas para su…

-¡Yoh!-el castaño se giró ante el llamado, Lyserg había ingresado al salón.

-¿Lyserg?-se sorprendieron los hermanos, Ren no podía creer lo que veía ¿acaso Lyserg también estaba mezclado en el asesinato de su esposa?

-Ren-saludó el peliverde desconcertado de su presencia.

-¿Qué sucede, Lyserg?-apremió el castaño, antes de que pueda contestar una voz melodiosa se dejó escuchar.

-¿Es Hao, Ly?-todos los presentes se congelaron cuando una mujer entró al salón. Era alta, hermosa, de cabello rosa largo hasta casi la cintura peinado en una trenza cascada, llevaba puesto un vestido crema revestido en encaje, unos tacones blancos y un delicado collar Chanel en el cuello. Su mirada sorprendida se encontró con la del peliverde.

-Ren, ella es Tamao Tamamura-presentó Anna tranquilamente, la pelirosa se adelantó hacia él, Jun estaba boquiabierta sin poder creer en lo que veía en cambio Ren no entendía que es lo que ella hacía ahí.

-Un… gusto-respondió Ren, la pelirosa lo miró confundida.

-Tamao, él es Ren Tao, amigo de la familia-ella asintió.

-Un placer-respondió siguiéndole el juego, se preguntaba por qué él fingió no conocerla, la muchacha desvió la mirada y se encontró con los ojos castaños de Hao, una sonrisa se asomó en sus labios y se acercó a él-me pareció oírte.

-Hola, cariño-la saludó mientras le daba un ligero beso en la mejilla, ella se sonrojó y sonrió contenta cuando él entrelazó sus manos, Ren tenía clavada la mirada donde sus manos se oían.

-¿Qué significa esto, Asakura?-inquirió Jun aún atónita.

-Podemos explicarlo-dijo Yoh, Ren le lanzó una mirada furibunda.

-¿En serio pueden, Asakura?-la pareja se tensó y Lyserg se acercó rápidamente a Ren.

-Hablaremos todos en privado-dijo con firmeza-Hao, tal vez quieras ponerte al día con tu prometida-la aludida se sonrojó pero siguió mirando curiosamente la escena y el castaño asintió seriamente.

-Vamos, pequeña-ella borró su curiosidad y se fue con él con una sonrisa.

-Ahora sí tenemos muchas cosas que aclarar, Asakura-dijo Ren apenas se marcharon, el castaño solo suspiró, este día sería muy largo.


Esta es una historia que se me ocurrió mirando Once Upon a Time, obviamente es RenxTamao, espero que les haya gustado este capitulo, publicaré el otro en aproximadamente dos semanas para hacerlo apropiadamente largo (este capitulo me tomó casi un mes hacerlo así de largo), nos leeremos en el siguiente, saludos.

Letty Malfoy.