Escribí este pequeño drabble hace año y medio. Es lo primero que publico desde ese tiempo. Así que... ya ni me acuerdo a donde iba con esto. Si me acuerdo que la idea salió (como suele pasarme) mientras intentaba escribir otra cosa.
Por un lado, Dalton debe ser de mis personajes recontra secundarios favoritos. Cuando leí el comienzo de la saga de Droom, lo único que quería era terminar con eso rápido y llegar a la saga de Arabasta cuanto antes, pero como siempre Oda tiene sus maneras de interpelarte con cada una de sus sagas. Ni bien apareció Dalton, quedé prendida. Y después con la historia de Chopper morí, resucité y me largué a llorar. Digamos que este es mi micro-homenaje al personaje.
Por otro lado... ¿no les llaman la atención las monarquías en One Piece? Bueno, a mí sí.
Cuenta para la tabla Olvidados de la comunidad de LJ devil-fruit (sí, esa que empecé hace años) promt Gobierno.
Gobernar y servir
Dalton era un hombre de creencias firmes.
Como militar, siempre creyó en proteger al rey y a su familia, al palacio y sus tesoros, porque hacerlo era proteger al reino, proteger la paz y la prosperidad del reino. No dudó en levantar la espada y matar en nombre de su rey, ni en acatar sus órdenes aun cuando no las comprendiera. Aun cuando significasen quitarle la comida de la boca a los aldeanos para dársela a los nobles. Aun cuando significasen quedarse impávido ante la miseria y la injusticia.
Quizás demasiado firmes.
Nadie sabrá cuantas vidas se habrían salvado si él hubiera insistido, si hubiera quitado la venda paternal de los ojos de su rey antes de que su hijo se volviera un egoísta irremediable. Si hubiera reaccionado por sí mismo contra los despotismos de Wapol, en lugar que tener que esperar que un buen hombre diera injustamente su vida para al fin abrir los ojos. Si se hubiera permitido dudar y pensar que quizás servir al rey no siempre era equivalente a servir al reino.
Aferrarse a lo indefendible podría haber llevado a Dalton a traicionar incluso sus objetivos y sueños. Servir y proteger al pueblo, velar por el bienestar de cada miembro del reino de Droom, habían sido sus razones para entrenar y entrar al ejército desde un principio. Eran su razón de ser.
Ahora, que los ojos de todos se giran hacia él con esperanza, la misma con la que él alguna vez miró a su rey, sabe que esas razones deben ser lo único que se mantenga siempre firme, como piedra basal de sus decisiones. Su poder no proviene de su capacidad o de su alcurnia, sino de la confianza que otros han depositado en él.
Gobernará para servirlos, los servirá al gobernarlos. Tan circular y paradójico como eso puede sonar, tiene sentido para él.
¡Gracias por leer!
