Ningún personaje es mío, son de Rumiko Takahashi.

Este fic participa en el "Mini-Reto del mes de Marzo: Drabbles" del foro de InuYasha: Hazme El Amor.

El personaje que me tocó fue Mo-Mo.


Único capítulo: Pasto.

El sonido del viejo escupiendo fuego y golpeando metal, los frecuentes -quizá mucho más que frecuentes- descansos que éste tomaba, y el delicioso sabor de la hierba cuidadosamente seleccionada y puesta en su cubeta favorita; su vida era plácida para ser un animal de carga, su jinete no pesaba mucho, es decir, era casi un esqueleto con ojos muy bellos y cabello bastante escaso, lo más que debía cargar eran armas, y eso no lo molestaba. Sí, le gustaba su vida, además recientemente había podido conocer otros animales que siempre tenían pláticas interesantes y fuera de lo que él estaba acostumbrado.

Masticó un poco más, adoraba el aroma del pasto machacado por sus dientes, era uno de los placeres que le regalaba la vida. Alzó la cabeza para que sus tres ojos pudiera observar con detenimiento al compañero que llevaba tantos años con él, eran tantos recuerdos que simplemente no podía entender cómo le cabían en la cabeza, bueno, realmente no se sabía excepcionalmente brillante, y a veces la memoria le fallaba, pero algo era cierto: Nunca olvidaría el día que Totosai y él se conocieron, cuando ambos eran jóvenes.


Era un día lluvioso, el sabor del pasto a su alrededor era algo que sinceramente no quería probar, tenía frío, era pequeño y la inclemencia de un carnívoro le había dejado como único abrigo el cadáver de su madre, llevaba días sin probar bocado, no pensaba tocar algo que había sido ensuciado con la sangre de lo único que lo amó.

– ¿Qué haces aquí pequeñito, no ves que debes buscar refugio? – Sus tres ojitos miraron con dificultad al demonio frente a él, tenía el pelo negro, era escuálido y llevaba un montón de espadas viejas y metales con él.

– Moo – Apenas y él se alcanzaba a escuchar. Una ráfaga de viento heló su mojada piel y se acurrucó más contra el cuerpo inerte a su lado.

– Te voy a sacar de aquí, ¿Sabes? Necesito a alguien que me ayude a cargar mis cosas, y estoy seguro que tú puedes ser muy fuerte y grande. – Él no quería abandonar a su madre, pero estaba muy débil como para resistirse, el aparentemente herrero lo tomó y lo envolvió en un trapo desgastado y de alguna forma lo llevó a un lugar seco y cálido.

Al pasar los días, el que se había presentado como Totosai se las había arreglado para reconciliarlo con el sabor de la hierba, y, aunque aún estaba débil ya no sentía que al dar un paso sus patas se resquebrajarían. Descansó la cabeza para observar el Sol ocultarse, sintió como se sentaban a su lado.

– Lo he pensado mucho, necesitas un nombre, te pondré "Mo-Mo" ¿Te parece?


Notó que el martilló había dejado de golpear hasta que Totosai se sentó a su lado, unas palmadas y sabía que siempre estarían el uno para el otro, como los mejores amigos.

– No hay nada mejor que tu compañía, espero muramos juntos.

Sí, era inmensamente felíz.

FIN.


La verdad es que fue muy extraño y difícil escribir desde el punto de vista de Mo-Mo, me disculpo si está tasajeado y agradezco los comentarios.

Borre y edité mucho, pero al final me gustó lo que escribí.