Aquella noche, Ladybug y Chat Noir habían tenido una pelea bastante complicada. Desde un tiempo hasta ahora, Hawk Moth enviaba akumatizados cada vez más poderosos. Ser súper-héroes se había convertido en una tarea muy complicada.

Pero esa noche en específico, ocurrió algo muy feo.

Chat Noir se encontraba aún transformado, ya que no necesitó utilizar su poder especial, entonces su Miraculous aún estaba cargado y aparentemente, él pequeño Plagg no tenía ganas de molestar.

Él se estaba paseando de tejado en tejado, hasta que escuchó algo que hizo que sus orejas (con un sentido auditivo mucho más agudo, gracias a sus habilidades gatunas) se paralizaran. Reconoció la voz de su amiga, Marinette.

—¡Nena, quédate un rato!—esa definitivamente era la voz de un chico.

—¡Nos vamos a divertir, ven con nosotros! —decía otro chico.

Chat Noir escuchó atentamente como ella se negaba, y luego parecía que comenzó una especie de forcejeó entre todos ellos. Él corrió a toda velocidad, impulsado por el fuerte deseo de proteger a su amiga.

El problema fue que no llegó lo suficientemente rápido, cuando finalmente pudo hacer su aparición, Marinette estaba tendida en el suelo. Se veía bastante sucia.

Lo que lo hizo enfurecer, fue ver como esos jóvenes trataban de aprovecharse de la azabache.

—¡Fuera de aquí! —ellos no se movieron al principio, pero al ver de quien se trataba dudaron un poco. Chat Noir sacó su bastón e hizo el intento de atacar, pero eso los hizo correr —, ¡piensen antes de dañar a alguien! —les gritó.

Dirigió una mirada hacia la azabache y vio como su chaqueta estaba rota, su brazo estaba sangrando. Definitivamente el peor golpe había sido en esa zona.

—¿Estás bien? —se arrodilló e intentó levantarla —. No deberías estar a estas horas en la calle.

Ella se acomodó un poco en el pecho del héroe gatuno, realmente era cálido, pero no pudo disfrutarlo porque no se sentía del todo bien.

—Gracias por llegar —le dijo algo tímida —, de no ser por ti, no sé qué hubiera sucedido.

Chat Noir se dio cuenta de que el cráneo de la azabache tenía una herida que parecía querer sangrar, pero no era un golpe grande.

—¿Ellos te golpearon?

Ella no respondió nada. Él sintió una increíble rabia hervir por su cuerpo, quería acabar con esos idiotas, pero se contuvo. Ahora lo único que realmente importaba era ayudar a Marinette.

La cargó entre sus brazos y la llevó a su balcón. Al caer ahí, entró a la habitación de la chica y la tendió en su cama. Luego se dirigió con suma rapidez al baño de la habitación, mojó una toalla y volvió corriendo con Marinette. Mojó su cabeza, para detener el posible sangrado.

—No tienes que preocuparte tanto, Chat.

—Estás herida, mi deber es proteger a cada cuidadano. No dejaré sola a una chica como tú —de haberse sentido bien, le hubiera preguntado a qué se refería, pero no lo hizo.

Él volvió al baño, y mojó otra toalla. La colocó en el brazo herido, ella hizo una mueca de dolor. Hizo presión para finalmente intentar detener del todo el sangrado, pero no funcionó del todo. Ella se veía muy adolorida.

—¿No tienes algún botiquín de emergencias?

—No, los medicamentos los tienen mis padres —ella bostezó, parecía tener sueño.

¿Acaso eso era una mala señal? Él nunca supo mucho respecto a la medicina, ese no era su tema.

—Chat, deberías irte a dormir —ella se acomodó mejor en su cama —. Es tarde.

—Marinette, no te dejaré sola. Estás herida, me quedaré contigo —sonó seguro.

—Deberías descansar, por favor.

Antes de que él pudiera decir alguna otra palabra, ella se quedó dormida como si nada. Él la cubrió con el edredón, y la vio tan pacífica y tierna.

—Me quedaré aquí por si sucede algo más.

Dio un rápido vistazo a la habitación, y vio algo así como un sillón de color rosado. Ahí se sentó, se estiró y desde su posición observó a Marinette. Estaba pendiente de ella, estaba sumamente preocupado. Y tan grande era su preocupación, que no se fijó en las fotos de su alter-ego que había distribuidas por toda la habitación.

—Mañana estarás bien —susurró para sí mismo, sin dejar de observarla.

Sinceramente no pensé que participaría en éste desafío, pero decidí intentarlo, ya que nunca he escrito sobre "Marichat", pero como me gusta mucho la serie, dije: ¿por qué no? Y bueno, ¡aquí estoy!