HOLA A TODOS. MI NOMBRE ES ~*Némesis Tsuki*~. A C L A R O: ESTE FANFIC NO
ME PERTENECE; YO NO SOY LA AUTORA. MI TRABAJO ES SIMPLEMENTE TRADUCIR. ESTE
FANFIC FUE ESCRITO ORIGINALMENTE EN INGLÉS. POR ÚLTIMO, QUIERO QUE SEPAN
QUE EL TIPO DE VOCABULARIO QUE SE MUESTRE EN MIS TRADUCCIONES NO ES
RESPONSABILIDAD MÍA YA QUE YO LOS TRADUZCO TAL Y COMO SON. ESPERO QUE LO
DISFRUTEN.
nakuru_kinomoto@hotmail.com
Atentamente: ~*Némesis Tsuki*~
~*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(*(* (*(*(*(*(*(*~
Bajo el árbol de flores de cerezo.
Por: Purisura.
(lyzerdeyez@yahoo.com)
Había tristeza en el viento mientras Kuwabara gritaba y lloraba acariciando el cuerpo sin vida de su amada Yukina. Su pálido rostro y su frío cuerpo bajo sus manos, parecía devolverle la mirada. Kuwabara abrazaba fuertemente a Yukina y gentilmente pasó sus dedos a través de su cabello. Llevó a Yukina a su lugar favorito, bajo la fría sombra del árbol de flores de cerezo.
Los recuerdos de las semanas pasadas pasaron fugaces a través de la mente de Kuwabara, quien rompió en llanto mientras sus cálidas lágrimas caían sobre el pálido y frío rostro de Yukina.
***
Fiebre escarlata había tomado control del cuerpo de Yukina. Su nariz colorada, inflamada y su rostro ruborizado y caliente al tacto. Kuwabara al lado de su cama cada hora de cada día. Los primeras síntomas de su enfermedad, se manifestaron cuando caminando fuera del templo de Genka- shihan, Kuwabara que estaba cerca, vio su colapso e inmediatamente corrió hacia ella. La cargó gentilmente sobre sus brazos y la llevó a su casa. La recostó sobre su cama y colocó toallas húmedas sobre su frente porque sentía que Yukina estaba ardiendo en la alta fiebre que tenía.
Él estuvo junto a la cama toda la noche sin dormir un solo momento. En la mañana, las coloradas mejillas de Yukina, eran ya de un color más claro, de color durazno. Comenzó a jadear mientras despertaba de su sueño. Kuwabara se acercó a ella y tomó en sus manos las de ella. "Oh, mi dulce Kazuma-san." Murmuró despertando.
Él se sonrojó felizmente cuando escuchó esas dulces palabras de los queridos labios de Yukina. Estaba muy débil aún para poder hablar, mucho menos podía levantarse. Todos sus amigos fueron a visitarla, incluso Hiei y le llevaron flores y dulces. Todos le compraron comida extra y le desearon una pronta recuperación. Todos se retiraron sin pistas de qué alimentos podrían haber causado el problema de Yukina.
Con el paso de los días, Yukina estaba más y más débil, pero su querido Kazuma-san estuvo con ella todos los días y todas las noches de su larga enfermedad. Él le cocinaba alimentos calientes diariamente. Todos sabían que los días de Yukina en la tierra estaban contados, pero Kuwabara no quería aceptar la verdad. Él pidió a Botan que fuera y curara a Yukina, pero todos los esfuerzos para salvar su vida fueron inútiles.
***
Ahora, estaba sentado bajo el árbol de cerezos con el flácido cuerpo de Yukina en sus brazos. Se quedó ahí sólo mirando en los desalmados ojos de Yukina hasta el anochecer. Esa noche, él la enterró bajo el árbol de flores de cerezo, en donde ella dormiría por siempre.
~*Fin*~
nakuru_kinomoto@hotmail.com
Atentamente: ~*Némesis Tsuki*~
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Bajo el árbol de flores de cerezo.
Por: Purisura.
(lyzerdeyez@yahoo.com)
Había tristeza en el viento mientras Kuwabara gritaba y lloraba acariciando el cuerpo sin vida de su amada Yukina. Su pálido rostro y su frío cuerpo bajo sus manos, parecía devolverle la mirada. Kuwabara abrazaba fuertemente a Yukina y gentilmente pasó sus dedos a través de su cabello. Llevó a Yukina a su lugar favorito, bajo la fría sombra del árbol de flores de cerezo.
Los recuerdos de las semanas pasadas pasaron fugaces a través de la mente de Kuwabara, quien rompió en llanto mientras sus cálidas lágrimas caían sobre el pálido y frío rostro de Yukina.
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Fiebre escarlata había tomado control del cuerpo de Yukina. Su nariz colorada, inflamada y su rostro ruborizado y caliente al tacto. Kuwabara al lado de su cama cada hora de cada día. Los primeras síntomas de su enfermedad, se manifestaron cuando caminando fuera del templo de Genka- shihan, Kuwabara que estaba cerca, vio su colapso e inmediatamente corrió hacia ella. La cargó gentilmente sobre sus brazos y la llevó a su casa. La recostó sobre su cama y colocó toallas húmedas sobre su frente porque sentía que Yukina estaba ardiendo en la alta fiebre que tenía.
Él estuvo junto a la cama toda la noche sin dormir un solo momento. En la mañana, las coloradas mejillas de Yukina, eran ya de un color más claro, de color durazno. Comenzó a jadear mientras despertaba de su sueño. Kuwabara se acercó a ella y tomó en sus manos las de ella. "Oh, mi dulce Kazuma-san." Murmuró despertando.
Él se sonrojó felizmente cuando escuchó esas dulces palabras de los queridos labios de Yukina. Estaba muy débil aún para poder hablar, mucho menos podía levantarse. Todos sus amigos fueron a visitarla, incluso Hiei y le llevaron flores y dulces. Todos le compraron comida extra y le desearon una pronta recuperación. Todos se retiraron sin pistas de qué alimentos podrían haber causado el problema de Yukina.
Con el paso de los días, Yukina estaba más y más débil, pero su querido Kazuma-san estuvo con ella todos los días y todas las noches de su larga enfermedad. Él le cocinaba alimentos calientes diariamente. Todos sabían que los días de Yukina en la tierra estaban contados, pero Kuwabara no quería aceptar la verdad. Él pidió a Botan que fuera y curara a Yukina, pero todos los esfuerzos para salvar su vida fueron inútiles.
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Ahora, estaba sentado bajo el árbol de cerezos con el flácido cuerpo de Yukina en sus brazos. Se quedó ahí sólo mirando en los desalmados ojos de Yukina hasta el anochecer. Esa noche, él la enterró bajo el árbol de flores de cerezo, en donde ella dormiría por siempre.
~*Fin*~