Disclaimer:El avatar no me pertenece, que va, si fuera así Zuko estaría con Katara,o, en su defecto, con Toph.
El fic es en respuesta al reto de la "comunidad de las lámparas del país de Agni" Para visitar el foro si así lo desean les dejo el link:
/ forum/ ElpasdeAgni/ 42296/ (quiten los espacios después de las barras y está)
Se levantó de su cama, evitando que se le escapara un pequeño bostezo y frotándose los ojos con las manos. Abrió la puerta de su habitación, la cuál daba al pasillo que desembocaba en la puerta principal.
Después de asegurarse que los demás integrantes del equipo seguían dormidos, continuó su camino intentando hacer el menor ruido posible. Tras lo que le pareció -debido a sus nervios- un largo trayecto, finalmente salió por la puerta principal de la casa del señor del fuego. Bajó los escalones de pavimento, cortó algunas de las flores de impactantes colores que se encontraban colocadas alrededor de la morada para decorar el jardín.
Con su improvisado arreglo floral en mano se dirigió lentamente y con pasos firmes hacia la orilla de la playa. Con la espuma marina acariciando sus pies y la sensación de que ella aún se encontraba a su lado, se sumergió más en aquel mar, lo suficiente como para que el agua le llegase hasta las rodillas. Mientras las olas explotaban delante suyo él dirigía su mirada hacia el cielo, más precisamente en dirección a la luna llena. Lentamente fue depositando las flores en el mar, las cuales poco a poco fueron engullidas por éste y mecidas por la marea, que parecía arrullarlas.
Sin despegar la vista de aquel astro empezó a susurrar:
"Altiva luna
la desolada noche
atestigua hoy"
Su mirada perdida seguía fijada en Yue mientras pronunciaba cada sílaba. No pudo evitar recordar sus delicadas facciones, la suavidad de sus manos, ni la ternura en su sonrisa.
Sumergió sus manos en el agua, la cuál se encontraba fría y deseó profundamente que todo saliese bien, que el sacrificio echo por ella no fuese en vano.
Lagrimas rodaron por su rostro para fundirse con el mar. Lentamente se dió la vuelta, sin percatarse de que -a sus espaldas- el espíritu de Yue lo estaba observando y sonreía nostálgica mientras sostenía el colorido ramo que "el príncipe de la Tribu agua del Sur" le había obsequiado.
Me gustó mucho escribrir de esta pareja, los hechos acontecen en la casa de playa del señor dle fuego, cuando se estaban preparando para la gran batalla final.
Muchas gracias por tomarse el tiempo y leer, saludos :)
