La habitación de encuentra en una obscuridad casi parcial, solo entra un pequeño rayo de sol que se cuela entre dos cortinas
y cae sobre la cara de una persona que lo último que quiere es levantarse tan temprano.
"¿Temprano?, ¿Qué hora es?"
Rodando en el mar de sabanas baratas logra llegar a la mesita de noche para mirar el reloj mientras este le dice que se ha vuelto a levantar a la 1 pm.
"Bueno levantarse, no pienso levantarme en otra hora mínimo.
Lo único bueno de mi trabajo son los tragos gratis y aun así me pasan factura"
Dijo mientras se giraba para quedar boca arriba viendo el techo, este esta desquebrajado
y lo más seguro es que tendrá que sacudir las sabanas para quitar el yeso que cae de vez en cuando mientras duerme.
("pero eso es lo que tiene vivir en Navy Yard, puedes costearte un departamento cerca de la costa en Brooklyn, pero solo si es muy al sur.")
"En resumen vivo en un basurero"
Al sentarse en la cama se deslizo lentamente a la orilla y puso sus pies sobre el suelo de madera y miro el pequeño rayo de luz entrando por la ventana,solo un minuto agarrando el valor necesario para enfrentar su día, lentamente se puso de pie saliendo del cuarto para entrar al resto de su casa la cual era una pequeña sala unida a una diminuta cocina, al acercarse a la cocina encendió una pequeña radio y lo primero que puede escuchar una voz melancólica preguntándose
¿Por qué su corazón sigue latiendo?,
¿porque sus ojos siguen llorando?
Si este ya es el fin del mundo;
la dejo cantando su pena mientras abro el refrigerador.
"En mi estado creo que lo más saludable es agua helada, pan tostado y unas aspirinas"
Al sentarse en la mesa en medio de la cocina y comer el pan en silencio,
es en estos momentos cuando su mente le empieza a mostrar el camino que la trajo hasta aquí.
El primer recuerdo siempre es el mismo, ella tiene seis años y llora desconsoladamente en un sucio piso de madera que raspa sus rodillas
mientras intenta llegar a la puerta que se cierra delante de sus ojos que empiezan a ver borroso por culpa de las grimas que no puede contener,
pues se acaba de enterar que su madre no volverá y que ahora pertenece aquí,
donde está llorando medio recostada en el piso, mientras una monja la sujeta de los hombros en un intento de consolarla y retenerla,
está en un orfanato y lo único que puede pensar es que ahora está sola;
Rey se reacomodo en la vieja silla de madera mientras se pasaba las aspirinas con un trago de agua helada,
"Todo pudo haber sido peor, sin duda"
