She will be lovedby Kaiba Kisara
'No lo sé...'
Lo escuché decir a la distancia, antes de que saliera por la puerta y corriera hacia el auto.
'No lo sé...'
Resonó en mi cabeza. También ese silenciosa risa y sus dulces besos jugando en mi piel, en mis labios. Nunca lo había notado, tal vez no quise darme cuenta, de que sus manos eran frías, como sin vida; ellas alborotaban mi cabello, recorrían mi piel, sujetaban mis manos. Y nunca lo quise aceptar.
'No lo sé...'
Una lagrimilla torpe nubló mi vista, una lágrima reprimida de tiempo atrás que ahora veía la luz de la libertad. Este bello clima, de nubes y frío, cobijaba mi alma en nostalgia. Y otra vez tu voz hizo eco en los rincones más oscuros de mi corazón, mi mente y mi alma.
Estacioné el auto, tal vez estaba perdida. Me aferré al volante, soltando unos sollozos lastimeros mientras las lágrimas manchaban mis brazos.
Tantos años juntos, tantas anécdotas. Hemos compartimo mucho más que una cama, que un techo, que besos... y tu voz sigue clavándose en el corazón.
'No lo sé...'
"¡Te amo!"
Lo alzé al aire, desde la profundidad de mis pulmones hasta que un fuerte y salvaje ruido me hizo ver una gran luz. Ya no supe nada más de allí, todo era... extraño. Tuve que cerrar los ojos.
XxxX
La lluvia seguía cayendo. Había estado así desde unos cuantos días, era extraño.
Parecía que también lloraba en mi corazón, sentía unos golpecitos, fuertes, profundos y muy dolorosos.
Kisara ya no estaba.
Kisara nunca sabrá lo que pasaba por mi mente.
No tuve el valor suficiente para contarle lo importante que era para mi.
Su suave mirada, sus ojos llenos de vida tan parecidos al papel tapiz del cielo, el color de las nubes adherido en su piel, blanca y aterciopelada; el aroma de juventud impregnado en sus labios, esa fuerza que corría por sus venas, su perfume recorriendo todo mi cuerpo... Era perfecta. Y ya no estaba.
El velo del más allá la tenía en sus manos, como una muñeca más en su colección de almas.
Tuve que detener esa urgencia para no llorar, para no implorar a los dioses otra oportunidad para ti. No sabré si era la lluvia o las lágrimas lo que corría por mis mejillas, no tenía la capacidad suficiente de diferenciar lo que sucedía en aquel momento.
Solo sé que yacías bajo una despedida de rosas y unas palabras de un sacerdote.
"Amen..."
Asentí, hundiendo mi rostro en el ayer.
Tu sonrisa enmarcada en la habitación, brillaba más que la luna y daba más calor que el sol, era más que todos los diamantes en el mundo. Y la dejé ir.
"Te amo..." suspiré, hundiendo mis miedos en la tierra que ahora te cubría, "te amo" volví a repetirlo, "¡te amo!"
Cerré los ojos, mordí los labios, queriendo despertar de aquella pesadilla. Pero tu estabas allí, sujetando mi mano con esa sonrisa tan tuya, joya digna de reyes y reinas. Esa sonrisa que me solías dar.
"Te amo, Kisara... Te amo..."
Y ahora ella lo sabía... desde su cielo.
Este es un homenaje para mi mejor amigo, aquella persona que más amo y que, desgraciadamente, ya no está a mi lado. Él cumplirá cuatro años de fallecido en unos cuantos días y quise recordarlo con algo que me vino a la mente, él era mi Seto Kaiba. Gracias por todo... te lo agradezco de todo corazón.
