Nunca harás que vuelva a creer en el amor, así que dejame en paz! -espetó furioso.
—No lo haré, Jack. Debes ser feliz —dijo la platinada colocando sus manos en las mejillas del peliblanco.
—¿Y quién te dice que quiero serlo? —Se apartó bruscamente.
—Sólo dame la oportunidad para demostrarte que la vida es algo maravilloso. Que no tienes que apartarte de las personas que te aman como yo —susurró tan bajo como pudo.
Se quedó pensativo unos instantes. Ya estaba harto de que las personas jugarán con él y le ocultaran cosas para después verle la cara de idiota. Estaba cansado de las humillaciones y de no tener a nadie que se quedara a su lado.
—Hagamos un trato Elsa —dijo sonriendo sospechosamente mientras caminaba hacia la platinada, acorralándola contra la pared.
—¿D-de que se t-trata? —tartamudeó ante la proximidad del ojiazul.
—Te daré seis meses, para que me demuestres lo hermosa que puede ser la vida —dijo con sarcasmo en cada una de esas siete palabras—. Pero si no funciona, te irás de mi vida de una vez por todas.
La chica dudó antes de responder. Podría arriesgarse y tratar de mostrarle todo lo hermoso a Jack; llevarlo a todos esos lugares a los que él la había llevado hace meses. Demostrarle que, aunque él no lo viera, ella estaba arrepentida y que quería hacer sus días los mejores de su vida. Quería ser su siempre.
Estaba claro. Esta vez no se rendiría y haría todo a su alcance para que Frost sea el mismo de antes.
—Acepto, Frost -dijo decidida y ambos estrecharon manos, ya no había vuelta atrás.
—Que comience el juego —dijo abriendo la puerta de su casa y apartándose para que se fuera. Una vez que la platinada salió, cerró esta bruscamente y se apoyó en la fría superficie soltando un suspiro-. Veremos cuánto duras, Arendelle.
Actualmente, Jack Frost se convirtió en un chico frío, odioso, sarcástico, distante y negativo que sólo quería alejarse de las personas por miedo a las mentiras que estaa ocultaban.
Nadie podría convencerlo de que la vida era hermosa, mucho menos de que las personas eran honestas -ya había aprendido esto a la fuerza con Elsa y Astrid- y tampoco quería comprobarlo con esta estúpido juego. Pero quería deshacerse de Elsa, quería que se vaya de su vida. Quería olvidar lo que habían tenido.
Elsa Arendelle era todo lo contrario a Jack. La felicidad reinaba en su mundo así como los libros románticos y de ciencia ficción. Los que la conocen la definirían como: «una chica dulce que alegra tu vida y que es sumamente positiva». Hace meses, Jack te la habría definido como «el amor de su vida, su siempre. Pero todo lo bueno acaba en algún momento.
Polos opuestos. Perro y gato. Día y noche. El sol y la luna. Amor y Odio.
Seis meses para cambiar a una persona. Decirlo suena fácil, pero hacerlo no lo es...
Amor vs Odio ¿Quien ganará?
Meses antes...
