Pasado.

Aproximadamente, un año y medio antes.

Podía verse desde lejos que Lance estaba enamorado de Allura.

Cualquiera que los viese juntos estaría de acuerdo con ello.

Lo recordaba perectamente: la primera vez que la vio -con sus rizos blancos y su mirada perdida en el cielo, sentada en medio de la plaza- supo que ella no era de este mundo. No sabía su nombre. Era ese tipo de desconocido que cruzas en algún momento de tu vida y capta tu atención.

Se había quedado totalmente paralizado, y luego, sus amigos -principalmente Pidge, aunque Hunk tambien- no habían dejado de molestarle por que no se había atrevido ni a saludarla. Era algo "totalmente inusual" en una persona como él, le habian dicho a carcajadas y con bromas entre medio.

Había sido demasiado, recuerda haber pensado en ese momento. Esa chica era demasiado para él. No sólo por su belleza, sino por el aura que emanaba.

Recordaba haber ignorado el hecho - totalmente seguro de que era uno de esos crush callejeros- y olvidado a aquella chica hasta que, mucho tiempo despues, la cruzó en el pasillo de la Universidad.

Iba discutiendo con Keith -ese emo antipático y greñudo que solo lograba sacarlo de quicio, como nunca se cansaba de repetir- sobre algo que no recordaba. Seguramente, algo sin importancia. Fue como una aparición: su pelo blanco destacó en medio del pasillo lleno de gente y el chico -conteniendo el aliento- no pudo evitar mirarla. De nuevo, lo atacó aquella sensacion de estar viendo algo que no es de este mundo.

Definitivamente, era la mujer más hermosa que alguna vez vió en su corta vida.

No salía de su estupor, cuando la chica se acercó a ellos y les sonrío amigablemente. Mejor dicho, le sonrió, por que aquella sonrisa no estaba dirigida a Lance, sino a Keith. Recordaba haber pensado en como era posible de que aquel greñas conozca a aquella chica, si con su antipatía espantaba a todos.

Intercambiaron unas palabras -Keith y la chica canela- y se marchó, saludandolos amablemente. Tras esa escena, Lance abatalló con preguntas al chico de pelo negro -quien sorprendente le respondió- y se enteró que la chica se llamaba Allura, que estudiaba Licenciatura en Física con la idea de especializarse en Astrofísica y que practicamente habia crecido con Keith, ya que era su vecina y amiga de su hermano, Shiro.

Lance no podía creer que nunca la hubiera visto antes.

Después recordaba haber pensado que ella era totalmente inalcanzable.

Más de lo que le había parecido la primera vez que la vio.

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Un año antes.

El cubano recoraba que durante los meses siguientes estuvo practicamente alejado de sus amigos -con los que usualmente se encontraba durante los almuerzos, entre materias o cualquier tiempo libre que llegase a tener- ya que los exámenes finales se acercaban y había ignorado temas que eran importantes de su carrera y todavia algunos no los entendía en su totalidad. Realmente tenia que esforzarse, ya que de sus notas dependía la beca que tenía en la Universidad Altea y perderla no era algo que pudiese permitirse. Numerosas veces detestaba muchos temas de Medicina, pero al final del día, no se arrepetía de haber elegido aquello. No le resultaba fácil, pero era algo que disfrutaba.

Durante el tiempo que estuvo ausente -y en donde se comunicaba únicamente por whatsapp con sus amigos y no realmente demasiado- algo extraño sucedió. Recordaba haberlo notado cuando los exámenes habían terminado y él -por fin-, salido de su encierro. Para su sorpresa, en la mesa donde usualmente se reunian a almorzar Pidge, Hunk, -raramente- Keith y él; habían tres personas más y una de ellas era la chica canela. Allura.

La imagen que se le habia presentado era bastante particular: mientras que Hunk hablaba animadamente con Matt, el hermano de Pidge, esta última se reía sobre algo que había dicho Allura y Keith mantenia su cabeza entre sus manos, como avergonzado. En la esquina de la mesa estaba un chico de pelo blanco -Shiro, el hermano de Keith, según se enteró luego- leyendo algún libro y ajeno totalmente a la situación. Como el cubano.

No recordaba que clase de explicación de habian dado, pero, restandole importancia, Lance se sentó con -a partir de ese momento- aquel extravagante grupo.

En el futuro, se arrepintió de no haber prestado atencion a aquella explicación. Se habria ahorrado muchos problemas. Pero este no es el punto.

Si bien muchas cosas estaban difusas en su memoria, algo que no se hubiera olvidado nunca era la extraña amistad que terminó surgiendo entre Allura, Keith y él. Nunca lo hubiese imaginado. El chico de pelo negro no era tan antipático y malhumorado como aparentaba -además, estando con él, Lance sentía que podía hablar de cualquier cosa y nunca se sería juzgado o simplemente, podía hablar sin cansarse de hacerlo- y tenía un humor ácido que aunque Lance lo negaba, le encantaba. Tambien habia descubierto que la chica canela tenía una personalidad increible, es decir, mejor de la que ya suponía que tenia. El cubano estaba seguro de que cualquier cosa que ella dijese que pudiera ser real, lo sería para únicamente cumplirle el capricho (o existiría por que ella logró que esto suceda, Lance aún no estaba seguro cual de las dos era posible: admiraba muchísimo esa parte de ella).

Terminaron conociendo muchísimo del otro.

Lance se enteró que Keith en realidad era adoptado y que Shiro era su hermano adoptivo. Keith se enteró que al contrario de la suya, la familia de Lance era gigante. Allura quedó sorprendida al enterarse que Lance estudiaba Medicina y Keith había bromeado sobre que nadie se esperaría que alguien como Lance estudiase una carrera de ese estilo. Les sorprendieron muchisimas cosas que aprendieron del otro. Sin embargo, no les sorprendió cuando la chica sacó, cierta tarde reunidos en un parque, un ukelele y comenzó a cantar. Tenia un aire bohemio que la caracterizaba y no te la imaginarias de otra forma, porque esa era su esencia. Cantaba precioso. Lance la miraba sonriendo. Allura se veía más felíz que antes. Y Keith...si bien sonreía, se notaba que algo de la situación no le gustaba. Que quería estar lejos de allí. Pero no lo habia hecho. Se quedó. Pero minutos más tarde, se habia había con la excusa de que iba a comprar galletitas. Cuando volvió, Lance estaba besando a Allura. Y ella le correspondía. Un sentimiento extraño -y desagradable- le recorrió todo su cuerpo. Algo que creía enterrado y olvidado aparecía nuevamente. Sabía lo que sentía el cubano por la chica desde hacía muchisimo, tendría que estar felices por ellos. Pero no podía. Con un nudo en la garganta, le escribió un mensaje a Allura diciéndole que se marchaba, que le había surgido algo. Y se marchó.

Lance era feliz. La chica de la que estaba enamorado le correspondía. No notó cuando Keith no volvió. Tampoco notó lo que la mirada de Allura escondía.

Le hubiera encantado no ser tan ciego.

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Cuatro meses antes.

Durante ese tiempo, las cosas habian pasado rápido. Más de lo que le hubiese gustado a su yo pasado, pensaba Lance.

Recordaba que después de un tiempo de idas y vueltas, Allura había aceptado salir con él. Iniciar algo. Estaban caminando por una plaza y era de noche. En el centro, había un gran árbol. Tenia luces o cintas decorativas -los detalles se desdibujaban en su mente- y estaba florecido. Habian frenado por una razón que no recordaba y allí se lo dijo. Que sí. Que estaba dispuesta a intentar algo, si él se lo permitía.

La besó. Se besaron. Como si fuera la primera vez.

La emoción no le entraba en su cuerpo: cuando Allura se marchó, recordaba haberles mandado un mensaje a Pidge, Hunk y Keith contándoles lo que sucedido.

Se habían alegrado por él. Y él no dejaba de sonreír.

Otro hecho que recordaba de esos momentos, es que Keith se comenzó a alejar de todos. Había puesto una excusa tonta que Lance no había creído y discutieron. Ambos habían dicho cosas horribles, de las cuales se arrepintieron. Pero ninguno iba a dejar el orgullo para disculparse.

Apareció Acxa en la vida de Keith. La conoció a causa de Matt, un dia en donde ocurrieron varias extrañas coincidencias. Fue como un respiro. Les aconsejó mas de lo que Keith realmente admitía necesitar y fue su pilar en situaciones que estaba totalmente destrozado. Se transformó en su hermana. Lo convenció de que su pelea con Lance era estúpida y que tenían que hablar y hacer las pases.

Pero no era el único que pensaba que debían reconciliarse: Lance no aguantaba la culpa y sentía que lo que había dicho, era demasiado horrible. Habia sonando tan egoísta que daba asco.

Finalmente se arreglaron. Hicieron las pases. Y se dieron cuenta de que habían demasiado por nada. Las cosas volvieríon a ser como antes. O eso creía Lance.

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Tres semanas antes.

Las vacaciones habian comenzado y el anuncio por un grupo de whatsapp del festejo del cumpleaños de Matt había mejorado esto.

Todos estaban emocionados. Iba a festejarlo en una cabaña perteneciente a sus padres la noche del sábado de la semana proxima. Podían quedarse a pasar la noche, les habían asegurado los hermanos Holt. Matt dijo que iban a ser aproximadamente once personas y que esperaba que no haya problemas. Lance recordaba haber pensado que hasta por un mensaje, el hermano mayor de Pidge podía llegar a ser amenazante.

Cuando el día había llegado, Lance recordaba que estaba ansioso. Le encantaban ese tipo de fiestas. Matt y Pidge estaban en la cabaña desde temprano y los esperaban. Pidge no dejaba de mandar mensajes al grupo que tenia con Hunk y él. Tanta emoción transmitía la chica que se le contagiaba.

Sin saberlo como, habían decido ir en un mismo auto, en donde conduciría Shiro. De copiloto iría Acxa y en los asientos traseros, Hunk, Lance y Keith, según había dictado el sorteo.

Recordó que cuando habian llegado a la cabaña, había dos chicas y un chico -de pelo blanco y una presencia fuerte- a quien no conocía, el cual hablaba animadamente con Matt y que Allura habia llegado mas tarde.

La velada avanzó y el ambiente tenso del principio comenzó a desdibujarse. Aunque Matt no quería, le cantaron el cumpleaños feliz y le hicieron soplar las velas. Allura habia dicho algo de que pida un deseo, pero Matt no parecía muy de acuerdo.

Comieron. Jugaron a verdad o reto. Tomaron alcohol. Bailaron. Rieron. Empezaron a jugar a otro juego ridículo. Tomaron más alcohol.

Lance veía a Keith riendo con Acxa y algo extraño habia recorrido en su pecho. No era la primera vez que le pasaba. Lo ignoró y se centró en admirar a Allura cantar. Realmente era asombrosa. Pidge se reía sobre algo que había dicho la chica que según creía Lance, se llamaba Ezor. Zethrid hablaba animadamente con Hunk y Lotor, quien cada tanto miraba a Allura con una mirada extraña en los ojos. Shiro parecía que se estaba por dormir y Matt contemplaba todo sonríendo. Jugaron al "Yo nunca, nunca". Tomaron aún más alcohol. Hicieron tonterías. Bailaron. Zethrid y Ezor habian desaparecido en algún momento.

Lance, recordaba haber notado que Keith había desaparecido y salió a buscarlo. Lo encontró sentado en el frente de la cabaña -cruzandose antes con Pidge durmiendo en un sofá- mirando el amanecer. Le había preguntado que hacía allí y él le había dicho que necesitaba aire fresco. Lance se había dado cuenta que Keith estaba -un poco, al menos- borracho. No es como si él no lo estuviese, para que intentar negarlo. Se sentó a su lado. Empezaron a hablar como no lo hacían hace tiempo. Liberando palabras no dichas y quizás sentimientos atascados. Se quedaron mirando. Y entonces...Keith lo besó. El cubano le correspondió. Segundos. Pero lo hizo. Y luego lo empujó, observandolo con una expresión totalmente extraña.

Después de aquello, Lance recordaba haberse marchado hacia adentro de la cabaña y se había acostado con Allura.

La culpa lo carcomía.

Por que le había gustado.

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Dos semanas antes.

En la tarde del dia siguiente, se marcharon. No es que no habían tenido secuelas de la noche anterior, sino que la resaca había afectado mas a unos que a otros.

Algo que nunca iba a negar Lance, es que recordarse toda aquella noche a la perfección. Por que no lo hacía. Tenía algunas lagunas en sus recuerdos bastante preocupantes, pero de las que no se tomó el trabajo de llenar.

Shiro -de quien Hunk se sorprendió de verlo en tan buen estado-, Keith, Acxa y Allura volvieron por un lado. Lotor, Zethird y Ezor por otro. Lance recordaba se había quedado a ayudar en el orden de la cabaña a pesar de su estado deplorable -usandolo como excusa para evitar a Keith y a Allura- junto a Hunk, Pidge y Matt. Shiro había insistido en ayudar, pero el de gafas de había negado rotundamente. Se veía raramente incómodo con la presencia del coreano. La actitud de su hermano no se le había pasado por alto, y Pidge había bromeado al respecto. Se la veía demasiado bien teniendo en cuenta la cantidad de alcohol que habia ingerido. Al notar que la situacion podia derivar en algo peor, Hunk -él sí tenía un aspecto horrible a pesar de lo poco que habia tomado- intervino y evitó cualquier pelea que llegase a suceder entre los hermanos. Lance juntaba botellas metido en sus pensamientos y no notaba la mirada preocupada de su amigo.

Muchísimas dudas se formaban en su interior. Dudas y preguntas. Por no nombrar todas las inseguridades que habian vuelto a surgir. Las ignoró y en el viaje de vuelta, se centró en mirar los árboles y la música de sus auriculares. Iba a ignorar todo aquello lo más que pudiese.