Bueno, volví... Con una nueva historia bajo la manga, un summary del asco [like always] ... Espero les guste esta pequeña historia, no sé de cuantos capitulos será, disfruten y tal vez vaya aclarando algunos puntos conforme avance la historia, bien comencemos ~

Shaman King le pertenece a Hiroyuki Takei


1

El sol del atardecer golpeaba ligeramente la ventana de cierta habitación, en aquella tierra famosa de aguas termales, los colores cálidos con los que la pared blanca era pintada, marcaban la hora del crepúsculo, una inmensa tranquilidad se respiraba en ese pequeño cuarto, un chico de aparentes dieciséis años, melena poco común de color azul, leía plácidamente algún libro respecto a la naturaleza, alejo la vista por unos segundos de la página, soltó un suspiro en el cual denotaba melancolía, pues, Horokeu Usui, había dejado su pueblo natal para poder continuar sus estudios. Alguien tocaba a la puerta de su cuarto, el chico, lentamente dejo lo que hacía a un lado y salió, una sonrisa se dibujó en su rostro.

Dos años de haber dejado su casa, su familia, su cultura, parte de su infancia, conformaban una pequeña parte de su vida, adaptarse a esta nueva vida lejos de la anterior fue un poco difícil los primeros meses, fue un proceso lento y de mucha paciencia para el joven. Dos años donde los cuales, solo había conocido a un buen compañero y por supuesto, dueño de la posada donde ahora vivía. Yoh Asakura, futuro heredero de los Asakura y de las aguas termales de Funbari, era su buen confidente, amigo y compañero de la preparatoria a la que asistían juntos, se encontraban divirtiéndose mientras jugaban videojuegos juntos.


-Tengo mucho sueño… ¿Y si mejor ya nos vamos Horo?

-¡Pero si apenas es la primer hora! –Gritoneo atrás de Yoh, un chico de pequeña estatura, buen amigo del Asakura, Manta Oyamada, el mejor alumno de la clase, y claro de la escuela, el cual también era considerado el tutor de clases de ambos.

-Primera hora, y el Sr. Puntualidad no ha llegado…. ¿Deberíamos irnos? Yo también tengo sueño, no debimos quedarnos jugando hasta tarde.

-Valió la pena, vencimos al jefe después de tres noches sin lograrlo.

-Tienes razón – Horo Horo se recargo en su pupitre, ignorando cualquier queja o regaño proveniente de la boca del pequeño compañero de ambos. Segundos después apareció el profesor de la primera clase.

El día escolar transcurrió normal, sin presión alguna, ni pendientes por hacer entre clases, las vacaciones de primavera se acercaban, muchos ya comenzaban a planear sus salidas con grupos de amigos, salidas al cine o algo parecido, Horo Horo solo pensaba en una cosa al escuchar la palabra vacaciones, y era "pasar tiempo de calidad con su familia en su pueblo", tenía planeado invitar a Yoh, sería una buena experiencia para ambos, además de que sus padres mantienen una amistad de años, no sería problema el permiso.


La campana sonó, marcaba la hora de salida y el inicio del fin de semana, grupos enormes de chicos y chicas caminaban hacia la salida, Yoh, lento como de costumbre guardaba sus cosas del pupitre, mientras un ansioso Horo Horo le esperaba en la puerta.

-¡Oh vamos! ¿Por qué siempre tardas demasiado en alistar tus cosas?

-Ya voy, solo espera un poco –unos sonidos extraños hacían eco en la soledad del salón de clases, donde solo se encontraban Yoh y Horo Horo.- Aaah…. Tengo hambre –soltó su ligera y famosa risa.

Después de unos cuantos minutos de demora, lograron salir de la escuela, un día más había transcurrido, un día más se había esfumado para la vida de Horo Horo e Yoh.

Caminaron nuevamente por el mismo andar de todos los días, la ligera brisa acariciaba los azules cabellos de Horo Horo, le regresaban ese sentir de melancolía que de vez en cuando nacía dentro de él al recordar su pueblo, sí que estaba ansioso por esas vacaciones.

Llegaron al templo, el estómago de Yoh hacia cada vez más ruido, el cual aviso al mismo estomago de Horo Horo que ya era hora, pues en el ambiente, ya circulaban los ricos aromas de la cena que la abuela Kino había preparado para ambos, era una delicia cada platillo de esa anciana, le hacían sentir como en su hogar.

Otra noche más en el templo Asakura, cada quien yacía en su habitación.

Horo Horo continuaba leyendo tranquilamente el libro de botánica que había recibido las vacaciones de invierno pasadas, regalo de su hermana menor.

Nuevamente tocaron a su puerta, nuestro amigo azulado interrumpió su lectura para atender a la persona que, con discreción, pedía de su atención. Con suavidad giro la perilla y se encontró con Yoh, sonriéndole y con ropas casuales le esperaba fuera de su habitación, Horo Horo le devolvió la sonrisa y cerró la puerta nuevamente.

Cinco minutos después, Horo Horo apagaba la luz de su habitación y salía de la misma, vestía igual que Yoh, ropa casual, al parecer, saldrían juntos esa noche.

Era viernes por la noche, ¿qué es lo más común que suelen hacer los jóvenes como ellos?

Exacto, salir, a despejarse un rato, a alguna fiesta estúpida de un compañero de la escuela.

-¿Por qué siempre tardan demasiado? –Reclamo una persona con las mismas facciones que Yoh, solo que con el pelo más largo.

-Esta vez fue culpa de Horo, hermano.

-Estúpido Hoto-Hoto olvidadizo.

-¡Que es Horo Horo, Hao!

-Como sea… -Rodo ligeramente los ojos dándole la espalda y continuando el andar, que hace varios minutos, debieron avanzar.

Esa fiesta, al parecer, les prometía mucho.


Música fuerte, gritos descontrolados, adolescentes alcoholizados y otros cuantos drogados. Los tres chicos llegaron victoriosos de que aún la mejor parte no había comenzado.

Hao se había perdido entre la multitud de jóvenes que reventaban el lugar, Horo e Yoh permanecían unidos, buscando caras conocidas, quizás a alguien de sus compañeros o al mismo anfitrión del lugar.

La música era demasiado alta en el lugar, Horo Horo sentía como las vibraciones del lugar pasaban por su pecho, el ritmo le agradaba, Yoh por su parte tomaba algo mientras observaba como un grupo de chicas hablaban en susurros, señalando discretamente a su amigo mientras este mismo seguía perdido entre el ambiente y sus pensamientos, un leve golpe con el codo hizo que regresara, y señalo la entrada principal, Horo Horo acepto y siguieron por el pasillo.

Fue una guerra poder salir de esa sala en la que minutos antes se encontraban. Lograron salir con éxito al patio, la piscina del lugar albergaba chicas bonitas en ropa interior, personas jugando como si no hubiera un fin y claro, bebiendo.

Yoh comenzaba a aburrirse, no entendía porque siempre le daba la razón a su hermano cuando lo invitaba a la casa de Kanna a algunas de las fiestas que organizaba cuando sus padres salían de viaje, el preferiría los lugares menos concurridos y claro, tranquilos. Suspiró rendido, sabía que buscar a su gemelo mayor seria en vano, siempre que asistían a ese lugar, Hao se perdía para tener sexo con la anfitriona del lugar, y de vez en cuando, con las amigas de ella.

-Horito… -Susurró acercándose al oído del peli celeste para que lo escuchase mejor, se encontraba muy dentro de sus pensamientos mientras daba un ligero sorbo a su bebida, la cual ya estaba caliente por lo que hizo muecas de disgusto y la dejo en el suelo. Giro a su derecha para escuchar a su amigo.

-¿Qué? –Su cara aun de asco por la bebida seguía presente, tenía que quitarse ese mal sabor pronto.

-Esto es muy… -No terminó la frase, su vista se había perdido profundamente en el marco de la puerta que guiaba el pasillo hacia el patio, la silueta singular de una chica lo había hipnotizado al instante, la susodicha estaba de espaldas, solo podía apreciarse su vestido coctel de color negro y su cabello rubio. Horo Horo sorprendido por la pausa y el ligero sonrojo que su amigo presentaba, volteo lentamente, siguiendo la mirada del mismo para saber que mierdas lo había interrumpido. Victorioso, encontró la respuesta a su pregunta, el cabello rubio de la chica resaltaba con las tenues luces del lugar, pero en él, no había obtenido el mismo efecto.

-Oye… deberías hablarle. –Sonrió picaron, tomando el hombro de su camarada.

-N-No… -Yoh despertó de su burbuja sacudiéndose ligeramente, el sonrojo aun no desaparecía.- Solo, vámonos, esto es muy aburrido… -Sonrió, aun sonrojado, el ruido excesivo le comenzaba a fastidiar.

Salir del lugar había sido un completo caos, debido a que con cada minuto que pasaba, la gente aparecía descontroladamente en el lugar. Yoh llevando la delantera mientras su fiel amigo le seguía el paso tomándolo de su camisa, abría camino para lograr salir, Horo Horo al no poder tener una buena vista del camino, choco con alguien derramando la bebida en el suelo.

-D-Disculpa… -Soltó la prenda de su amigo en el momento del choque, sus ojos negros fueron penetrados fríamente por unos color ámbar.

-Ten más cuidado, idiota.


Uff, creo que es corto, lo sé xD
Pero creanme que me esforcé en iniciarlo jajajaja bien dicen que el primero es el más dificil.. Bien, acepto criticas constructivas y tomatazos si son necesarios(?

Espero les guste~

Saludos

SweetnessKai