Disclamer: los personajes son propiedad de Trey Parker y Matt Stone para el canal Comedy Central
Advertencia: es temática chicoxchico, así que si no te gusta abstente de leerlo
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Kyle odiaba las injusticias, odiaba cuando su mamá se comportaba como desquiciada, odiaba lo revoltoso que podría llegar a ser su cabello pero lo que más odiaba por sobre todas las cosas era la clase de deportes.
No era porque odiara hacer ejercicio, era el hecho de que siempre terminaba perturbado y sintiendo lastima de sí mismo, y claro que como todo lo que le jodia en la vida, tenía que ver con Cartman.
El muy imbécil había decidido dejar de tragar y empezar a ejercitarse y a sus 17 años ya no era aquel gordo niño de 8. Pero como era costumbre en Cartman, hacía todo mal y lo único que no logró adelgazar fue su trasero. Tenía una linda curva que señalaba el fin de su espalda y el inicio de ese culo, y cada que caminaba podías ver como daba un ligero rebote; había chicas que lo envidiaban y a las que le gustaba, pero había más chicos a lo que les fascinaba, pero absolutamente todos dirigían su mirada en su dirección cada que pasaba, unas disimuladamente y otros con descaro.
El problema de Kyle es que tenía clases de deportes con el gordo, que usaba un uniforme ajustado a sus caderas y a su retaguardia.
El pobre judío tenía que ver como rebotaba a cada paso, salto o giro, como la tela hacía un esfuerzo por no romperse cada vez que Cartman se flexionaba. No era el único, todos lo notaban, incluso tuvieron que llevar a la enfermería a Kenny por un sangrado nasal y Kyle juraría que podía ver indicios de erecciones en las duchas después de clase, él mismo tuvo que calmarse unas cuantas veces en el agua fría.
Solo daba gracias a Allah de que Eric Cartman no tomara duchas en la escuela o su poca cordura se iría a la mierda.
Espero que lo disfruten es una de mis parejas favoritas.
Si siguen alguna de mis otras historias les aviso que sabrán muy pronto de mi.
Irinna