LEGADO DE SANGRE

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Escuchó pasos detrás de ella, pero los ignoró por unos minutos mientras continuaba prestando sus respetos por las almas de su familia vivos y muertos, de sus conocidos, sus compatriotas, los perdidos en la Gran Batalla.

Ya no oraba más, ya no creía en orar con esperanzas y fe puestas en acontecimientos que se vendrían, había comprendido su lección de que a los Dioses no les interesaba. Pero esto, esto era lo que se merecían todos aquellos a los que había perdido. Perseverar su recuerdo. Prestar sus respetos. Revivir momentos que en ocasiones no sabía si sucedieron en realidad o si eran fantasías creadas por su mente para hacerla sentir bien.

Como despedida apretó la flor en sus manos antes de agacharse y dejarla junto a una de las tantas miles que habían dejado los norteños al lado del Arciano esa tarde como conmemoración de los seis años de la Gran Batalla.

Podrick agachó la cabeza, una vez más mostrando sus respetos y esperando, solo cuando la vio girándose hacia él y lo creyó prudente habló, "…Aún me sorprende que lo único que quedara en pie fuera el Arciano." Le dijo, estudiando el majestuoso árbol, sus hojas rojas dándole vida a aquel paraje inhóspito.

"¿Ya Brienne se marchó?"

"Hace un par de horas, mi Señora." Le comentó siguiéndola, "Me ha llegado un cuervo con un mensaje." Ante eso Lady Stark ladeó la cabeza discretamente y seguro de que no había nadie observándolos le pasó el pequeño pergamino sin más palabras.

"Gracias." Sansa lo tomó, guardándolo para leerlo en privado y en cuanto llegaron a la entrada principal del reconstruido castillo escuchó a Podrick hablar de nuevo.

"Partiremos en cuanto amanezca, mi Señora."

No tenía por qué recordárselo.

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"El clima se siente mejor aquí que en Invernalia." Podrick dijo sin pensar y recibió una mirada de soslayo de Lady Stark. Sus ojos azules brillando, pero nada en su semblante le dijo que se tomaba a mal sus palabras. Lady Stark casi nunca dejaba el Norte, Invernalia.

Fue Brienne quien los recibió en las Puertas de la Luna y los escoltó al Nido de Águilas. Sir Royce junto a ella, saludando a Lady Sansa e informándole que ya los Lords habían empezado a llegar pero que aún faltaban la mayoría. Brienne se distanció y marchó su caballo junto al de Podrick,

"¿Cómo estuvo el viaje? ¿Alguna eventualidad?"

"Ninguna." Le comentó, luego miró hacia Lady Stark, "Está cansada." Le había escuchado decírselo a una doncella, junto que hacía años que no viajaba por días enteros y no veía la hora de acostarse.

Brienne le asintió, aunque aquello ella lo había notado en los ojos cansados y las ojeras debajo de estos. Decidió prestarle atención de nuevo al camino, distraídamente escuchando a Sir Royce colocar al tanto de lo que sucedía a Lady Sansa.

Sir Royce empezó a numerar los puntos que creía algunos de los Lords tratarían en la reunión, aprovechando que tenían a la Señora de Invernalia y Protectora del Norte presente.

Sansa prestó atención a la información, no sorprendiéndose pues era lo que sus asesores ya le habían informado. Si tenía duda en cuanto a algo o qué decisión tomar le preguntaba a Sir Royce su opinión para tenerla en cuenta y después considerarlo junto con sus asesores.

Para cuando llegaron al castillo Sansa notó a su propia seguridad apostada por los jardines y corredores. Era algo extremo, pero Brienne insistía en ello. Le agradeció a sir Royce y se despidieron mientras era guiada a sus aposentos. Cuatro guardias de pie en la entrada que llevaba a la única habitación por aquel pasillo. Otros dos en las puertas. Sansa le pidió a Brienne que se quedara. Esta lo hizo y Sansa habló después de unos segundos, "Me llegó información por parte de Arya." Le informó.

Brienne le asintió, esperando a que continuara.

Sansa no tenía ningún problema en esconderle este tipo de información a Brienne, quien se había convertido en más que su protectora, "…Algunos de los Lords van a presionar por un heredero a Invernalia."

Jon para el momento se encontraba en Desembarco del Rey, siendo el Rey, y sus herederos eran Targaryen.

La únicas dos personas que podían prolongar el apellido Stark eran Arya y la mismísima Sansa.

Arya se había convertido en la mano derecha de su hermana y hermano. Ejerciendo como su espía con gran efectividad y convirtiéndose en Nadie. Y a parte de un puñado de personas, todos la creían desaparecida mientras andaba viajando de aquí a allá recolectando información…Y deshaciéndose de enemigos cautelosamente.

Era la única de sus hermanos que contaban con cierta libertad.

Brienne no se sorprendió de que Lady Sansa le compartiera aquella información personal, "Era de esperarse, mi Señora."

Por supuesto, no habría ninguna sorpresa ante aquel pedido, solo incomodidad y molestia. Sansa miró a Brienne, "Ya me había hecho a la idea de que por respeto no sacaran el tema a relucir." Cuan equivocada había estado.

Brienne dio un paso hacia ella, "Debería seguir el ejemplo de Lyanna Mormont para continuar con el linaje de su familia."

Lyanna también había sido la última heredera de un legado de sangre. Sansa siempre vio su forma clara, práctica, directa y de armas tomar como una mezcla entre su personalidad y la de Arya. Por supuesto Lyanna no había querido un matrimonio donde pasara a ser la segunda al mando y bajarle la cabeza a su marido, así que con su autorización le habían arreglado un matrimonio con un Lord menor maleable, que no podría inmiscuirse en los asuntos de su casa, y por supuesto lo más importante; que no negaría de hacer su apellido a un lado para que sus descendientes llevaran el apellido Mormont.

Miró a Brienne sacudiendo la cabeza, "La noción de un matrimonio para mi es algo que creí haber dejado atrás."

No había necesidad de explicaciones, Brienne comprendía las dudas y el temor no hablado de Sansa. Por todo lo que había pasado con Ramsey, aquella cicatriz no se desvanecería, "Necesita encontrar un hombre bueno y noble, mi Señora."

Exhaló en burla, "…Porque eso es fácil."

"Ha tenido días para pensar en eso, ¿No tiene a nadie en mente?"

"Mis asesores me han hablado de algunos prospectos…"

Pero nadie que la convenciera, lo notó.

"…Estoy abierta a sugerencias." Sansa añadió con sarcasmo y decepcionada, yendo hasta una vasija que le habían dejado con agua e introduciendo una toalla en esta para después limpiarse la cara, "Ahora es difícil creer que alguna vez con lo único que soñé fue con ser la esposa de un Lord, un caballero, un príncipe, y darle hijos."

"Para eso fuimos criadas." Aquel comentario no ayudaba de nada y Brienne lo sabía. Le inclinó la cabeza, "Decida sabiamente, mi Señora." Y con eso la dejó para que descansara.

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Después de varios días de reuniones con los Lords, Lyanna Mormont se le acercó a Sansa a despedirse.

Brienne y los guardianes de Sansa se hacían los de los oídos sordos ante la conversación sobre el matrimonio por conveniencia que se tendría que llevar a cabo. Y desde las sombras Brienne vio a Podrick levantar la mirada del piso y buscar a Lady Sansa tan solo por un momento.

Aquello le llamó la atención.

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Meses después cuando se seguían descartando 'candidatos' Brienne esperó a estar a solas con su Señora para dar su opinión. No creía que su comentario sería apropiado o bienvenido, pero igual lo iba a hacer, "Si mi Señora me lo permite …" le dijo, pidiéndole permiso tras escoltarla hasta su habitación. Sansa le frunció el ceño pues solo la llamaba de Señora cuando tenían compañía, "Como su protectora no es mi intención entrometerme en asuntos del reino que no me corresponden…Más por el afecto que le tengo considero estar en posición para poder hablar sobre este tema tan privado e importan-"

Sansa se le acercó, tomándola de la mano, "¿Qué sucede Brienne? Me estás preocupando…"

A su vez le apretó la mano, manteniéndole la mirada, "Muy bien sabe que deseo lo mejor para usted…y por eso mismo me gustaría que escuchara…mi sugerencia así esta no llegue a tomarse en cuenta."

Aquello intrigó más a Sansa y le apretó la mano, incitándola a que continuara. "Siempre tengo en cuenta tus opiniones, Brienne…"

Brienne respiró profundo, "¿Ha considerado a Podrick?"

"¿Considerado a Podrick para qué?" preguntó.

Brienne se sonrió nerviosa ante aquello y miró a Sansa directamente a los ojos, vio que a su Señora no le tomó mucho darse cuenta a qué se refería.

"¡Oh!" dijo soltándola al sentirse sorprendida, "¿Podrick Payne?" preguntó para estar más segura.

No le agradó escuchar el tono, a veces familiar, de superioridad en Sansa, "Es un buen hombre. Probablemente el único que conozco. Y que usted también conoce." La misma Sansa había reconocido la valentía del joven y la había incitado a que lo juramentara como caballero una vez que los peligros se asentaron.

En aquella ocasión Sansa se sabía el juramento que intercambiaron pues lo había murmurado mientras Sir Brienne lo declaraba, después que la ceremonia vio a Podrick bromeado con Lady Sansa en cuanto a aquello, rememorando a cuando él le tuvo que decir palabras similares para que tomara a Brienne como su guardia personal.

"Ilyn Payne mató a mi padre."

Aquello Brienne lo sabía. "Y aun así Podrick es a la única persona a quien le confío su vida." Cuando ella no podía estar presente con Lady Sansa lo dejaba a él al mando. Y hasta ahora su Señora no había tenido ningún problema con aquello.

Sansa muy al tanto estaba del desplante que le estaba haciendo a Brienne, pues Podrick era lo más cercano a lo que esta tenía y que podría considerar familia, "…No es un norteño." Y aquello era importante. Vio que Brienne fue a decir algo más, pero pareció reconsiderar.

Le inclinó la cabeza antes de marcharse.

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El tiempo continuó corriendo, Sansa no haciéndose más joven y la presión continuando. En su reunión con Arya y Jon, dos años después, el tema volvió a salir a relucir.

"Lo único que me queda es que al menos esta vez yo misma puedo arreglar mi propio matrimonio."

Jon y Arya se miraron, los dos teniendo el mismo pensamiento, se estaba tomando su tiempo. Posponiendo el asunto y ya para todos era evidente.

También estaba el asunto de Arya ser incapaz de concebir gracias a una puñalada que recibió alguna vez en el vientre, un médico la había revisado diciéndole aquello. Tampoco era que ella deseara abandonar la vida que llevaba así que cuando la extraña oportunidad se presentaba también tomaba te de Luna; tan solo para matar la posibilidad desde un principio.

Entrada la noche Sansa se encontraba con Arya hablando de todo y de nada cuando retomaron el tema.

"…Cómo cambian las cosas." Arya comentó sin malas intenciones cuando Sansa habló diciendo que no consideraba necesitar de ningún hombre a su lado para ejercer su oficio.

Sansa le asintió, y decidió no darle tantas vueltas al asunto, "…Brienne propuso a Podrick," le comentó a su hermana, pues con el tiempo aquello había venido a calar en su mente. Ya ni podía mirar al hombre sin recordar la sugerencia. De estudiar sus movimientos. De tener dudas cuando él ejercía algún favor perteneciente a su trabajo y le hacía notar que era gentil. Cuando él le hablaba pasándole algún tipo de información a veces se encontraba no prestándole su entera atención al asunto por estudiar sus rasgos. Y la rara ocasión en que él veía la oportunidad de hacerle algún comentario capcioso y se sonreía, le hacía notar su aspecto aún inocente y juvenil que parecía ir en contra a todo lo que era un caballero y por ende todas las atrocidades que había vivido.

Podía elegir peor.

Peores sacrificios había hecho.

"…No Podrick Payne, ¿verdad?" preguntó Arya, muy al tanto del atino que tenía Sir Brienne para reconocer el carácter de una persona.

"El mismo." Le contestó esperando que le recordara que era familia de Ilyn Payne.

Podrick era un Caballero, y podía tanto defenderse a sí mismo como a Sansa, no que ella necesitara más guardias que los que ya tenía, "Ahora que caigo en cuenta Brienne siempre lo deja a cargo de tu seguridad cuando ella no puede."

Aquello Sansa lo sabía pues siempre se lo informaba primero y ella nunca le había prestado atención a no ser que creyera que la presencia de Brienne fuera absolutamente necesaria. La de Arya a veces también.

Arya le medio sonrió, "…Eso lleva a que sin sospecharlo también lo dejaba a cargo de tu honor."

A Sansa no le agradó el comentario, pero lo dejó pasar, "…No mucho que salvaguardar ahí."

Una vez más Arya leyó en que Sansa aún no superaba aquel aspecto íntimo de su vida. El honor que Ramsey le había robado. "¿Y estás considerando a Podrick?"

"…La idea era contar con un noble menor, pero no tan menor."

Arya le levantó las cejas reconociendo por un momento a la Sansa de doce años, y ahora casi a los treinta aún quería a alguien con una jerarquía mayor, aunque no tan mayor que la fuera a opacar. Decidió no juzgar ni hacer algún comentario en cuanto a ello, "No me estás preguntando a mí por consejo, ¿verdad?"

Sansa exhaló.

"Y qué opinas de Podrick, aparte de que es un noble menor."

"…Es un buen hombre, con una reputación casi intachable. Y creo que sería fácil de manejar y de llevar."

"¿Reputación casi intachable?"

"Visita burdeles de vez en cuando…" le explicó.

"Ah…Eso tampoco es nada de extrañar." Le comentó a lo que Sansa le asintió aparentemente no dándole importancia al asunto. "Averigua si las trata bien, una prueba infalible para saber quién es en verdad."

Sansa le levantó las cejas, "Desearía obtener su respeto en cuanto a aquello." Lo último que necesitaba en ese matrimonio era que los deslices de él vinieran a reflejarse en ella, lo que seguramente sucedería.

"Pues pon una clausula en cuanto al asunto." Le dijo cerrando el tema pues veía que seriamente sí estaba considerando a Podrick Payne si ya lo había mandado a investigar. En silencio la estudió por unos momentos, esperando por otro nombre de algún pretendiente aparecer, pero nada llegó. Se sonrió para sí misma ante lo que recordó haber escuchado alguna vez, "¿Sabes el sobrenombre que le colocó Lord Tyron?"

Sansa frunció el ceño, por la ceja subida y la pequeña sonrisa de burla de su hermana sabía que se traía algo entre manos, "¿Quiero saber?"

Se carcajeó bajamente. Sansa tan estirada, tan propia, tan sería, la incomodaría al decirle aquello, hasta le incomodaba a ella, pues nunca le había hablado con palabras burdas ahora que caía en cuenta, "…La verga mágica." Se dijo apenas haciendo audible lo que dijo entre risas.

"Mmm…" Sansa se sonrojó de inmediato, incomoda, apretando sus mandíbulas, "¿Por qué?" preguntó no cerrando su curiosidad, pero más importante, "…¿Cómo sabes eso?"

La reacción de Sansa no la extrañó; siempre la dama, aunque no tan rígida pues le hizo preguntas antes de acallar su comentario de inmediato, "Me revuelvo con el pueblo, Sansa. Y veo y escucho cosas." Le comentó, no pudiendo controlarse del todo. Sansa mirándola y arrugándole la nariz, aun pensando en aquel sobrenombre. "¿Y por qué le puso así? Podemos teorizar varias razones, pero creo que llegaríamos a solo dos conclusiones, ¿verdad?" La vio respirando profundo, más de repente la careta severa de Sansa regresó poco a poco, inclinándose hacia atrás en el asiento y quedándose pensativa. Arya se enserió, pasándosele por la mente que lo acababa de eliminar del encabezado de la lista de prospectos. "…...¿Aún piensas en él?" preguntó con tacto, con él se refería Ramsey.

Sansa exhaló, "Cada vez menos…pero con lo del matrimonio…imposible no hacerlo." En verdad la había marcado de por vida. "Sus últimas palabras fueron que nunca lo mataría por completo porque ya formaba parte de mí." No le había revelado eso nunca a nadie, "…No se equivocaba…"

Arya se quedó mirándola, y después de unos momentos se aclaró la garganta, "¿Has alguna vez hablado con Podrick, en cuanto a algo que no sean políticas o estrategias de defensa?"

Sansa respiró profundamente, dejando el pasado atrás y volviendo al momento, "No realmente. …No creo."

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Podrick se sorprendió cuando vio a Lady Sansa dejando sus aposentos sin su guardia personal a una hora que no era prudente. De inmediato bajó hasta el jardín, saludando a los guardias a su paso, al preguntarles a los primeros porque no estaban siguiendo a Lady Sansa estos le contestaron que les había dicho que no era necesario. La encontró sentada en el Arciano. Cuatro guardas bastantes alejados, pero prestándole atención desde las sombras, dándole su espacio, haciéndole creer que se encontraba sola. En voz baja le preguntó a uno de sus compañeros qué sucedía y este le respondió que aparentemente tuvo un mal sueño.

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No era una casualidad que Podrick fuera el enlace con su hermana. Él era leal, y una persona privada. Así que toda la información que Arya le mandaba en su forma de espía le llegaba primero al caballero y después este en privado se la transfería a ella. Y así fue que se encontró a solas con el hombre de nuevo. Por alguna razón sintiéndose nerviosa. Guardó el pergamino en su bolsillo y directamente le pidió que caminara con ella, en su rostro pudo ver que lo sorprendió. En total silencio la siguió por varios minutos, pues no tenían mucho de qué hablar.

"¿Algún problema, mi Señora?" decidió preguntar.

Lo miró de reojo, "Ninguno." Le comentó y no supo cómo proseguir pues era una decisión improvista la que había tomado esta de venir a hablar con él. "¿Hace cuánto nos conocemos?"

"Catorce, dieciséis años, mi Señora, desde Desembarco del Rey."

Sansa lo recordaba pasajeramente de Desembarco del Rey como una cara familiar, nada más, y decidió no hacer ningún comentario en cuanto a esto, "Estoy segura de que has oído las conversaciones de mis asesores queriendo que forme una familia."

"Por supuesto." Mentiría si dijera que no sintió cierta decepción cuando se dio cuenta de ello, lo cual era ridículo. Ella era su Señora, él no tenía más deber que sentir respeto y admiración por ella.

"¿Y qué opinas de ello?"

"¿Yo?" preguntó, de nuevo sorprendido pues sabía su lugar, y este no era ese.

Sansa lo miró de reojo, internamente indecisa, pero demostrando determinación, "Sí, tu."

Podrick había pensado tanto en aquello que no tuvo que rebanarse la cabeza para dar una respuesta, se sintió sonrojando, "No debería de hacer algo con lo que no se encuentre cómoda, mi Señora." Le contestó, de reojo mirándola y tratando de no fijarse en ella demasiado, como siempre, "Si la soltería es lo que desea los Lords deberían respetarlo." Pasó saliva, "Más sin embargo por otro lado comprendo la necesidad de un heredero. Invernalia siempre ha estado en manos de los Stark." La verdad nunca la creyó casándose de nuevo. Creyó que gobernaría el Norte en soltería y que el nombre de su familia moriría con ella y Arya, a no ser que esta última decidiera continuar el legado.

Podrick era una de las pocas personas que conocía de primera mano el estado en que Ramsey la había dejado. Físicamente. Él no había estado presente en las curaciones que Brienne le había hecho, pero asumía que este estaba al tanto de lo que sucedía cuando lo despachaban a conseguir plantas medicinales y Brianne le decía que se tomara su tiempo. "…Después de Ramsey es difícil para mí, si no imposible, confiar en…..verme de nuevo en un matrimonio…y lo que este acarrea."

Ellos nunca hablaban. Nunca. Y lo extrañó de repente esta charla tan personal. "Lo sé, mi Señora." Podrick no sabía que más decir, pero sí supo que sintió la misma lástima que había tenido cuando hacían el camino al Castillo Negro con ella lastimada. "Y lo siento."

De nuevo silencio y Sansa sabía que era de ella encaminar la conversación, él no lo haría, pues aparte de que nunca le había dado mucha confianza también era parte del trabajo de él callar a no ser que alguien de mayor rango le dirigiera la palabra primero. Después de unos minutos se giró, haciendo el camino de regreso al castillo de nuevo, él siguiéndola.

Podrick sabía que tenía que ser de ayuda pues por algo lo había querido hablar con él. Y por otro lado él tenía una pequeña debilidad por ella, como no hacerlo tras todo por lo que había pasado, todas las adversidades que enfrentó hasta llegar donde se encontraba…lo fuerte que se había convertido, y lo hermosa también. "Mi señora, Ramsey…él era un demonio. Tenga en cuenta que la mayoría de los hombres no somos así. Allá afuera hay hombres honorables y buenos que darían su vida por convertirse en su compañero y hacerla feliz." Pocos hombres, pero los había.

Por un segundo se le cruzó por la mente acabar con esto de inmediato y preguntarle si él quería serlo, pero angustia tomó forma fuertemente en su pecho no dejándola. "Los hombres que conozco no me quieren por quien soy sino por quien represento." La llave del Norte, la había llamado Cersei alguna vez. Y la verdad no supo porque le dijo aquello.

Porque era una dama y solo trataba con Lords y hombres con ansias de poder, y en más de una ocasión la había visto haciéndose la de los ojos ciegos en cuanto a sus pretendientes y las palabras o gestos que le hacían para llamar su atención y conquistarla. "…Se sorprendería, mi Señora." Le dijo, pero sus palabras eran vacías; ella tenía una posición a mantener y no se casaría muy por debajo de su casta, porque él hablaba del hombre del común que la admiraba y escribía canciones para ella, no del heredero a algún castillo o título. Y en alguna parte debía de haber aquel hombre que en verdad la mereciera, que fuera su igual…y aguantara todo lo que se le vendría, porque casarse prácticamente con una Reina no debía ser nada fácil. Respiró profundo. "En todo caso no quiero entrometerme en sus asuntos. Sólo quiero reiterarle que usted tiene a Brienne, su guardia personal, a sus caballeros, y a mí para protegerla. Le prometo que nada por lo que pasó le volverá a suceder."

Su seguridad, su guarda estaba por una razón, razón que a veces se iba al pesimismo y se decía que no podrían evitar todo lo que a ella se le pudiera venir, pero que al menos tratarían, "Aun así… es algo que no me puedo sacar de la cabeza." Ya ir por lo peor que podría ocurrir era parte de ella.

"Lo sé. Lo entiendo." Todos tenían sus espantos.

Sansa marchó a su oficina, encerrándose en esta y pidiendo que no la fueran a molestar a no ser que fuera absolutamente necesario. Reuniones con sus asesores, o con quien fuera las atendería la mañana siguiente. Toda la tarde trató de calmar sus nervios, nervios que no venían a causa directa de él sino de la absoluta realización de que no podía seguirle sacando el cuerpo a aquel matrimonio.

Había tomado su decisión.

No pudo concentrarse en nada, y en desespero hizo el pergamino que llevaba más de media hora tratando de leer a un lado.

Se limpió las lágrimas en impotencia, angustia y enojo.

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A/N: Para mí Sansa es una persona fuerte de carácter y que obviamente tuvo éxito no en esquivar los obstáculos que la vida le puso sino enfrentándolos. Aprendió de ellos y no perdió todo de ella en el camino.

Pero por más fuerte que sea y se demuestre, para mí y en esta historia, ella tendrá que lidiar con los fantasmas de Ramsey. La angustia y temores que ella experimentara aquí es una clase de stress post traumático y lo digo porque no estoy segura si lo dejé en claro en los pensamientos que ella tiene.

Capitulo editado 23/05/19