Sonó el despertador y Rin, una chica de 18 años, se levantó para ir a la universidad.

Era su primer día, así que se sentía muy nerviosa. No era una mal estudiante, pero al ser una chica tímida le costaba acercarse a los demás.

La universidad, por lo que comentaron por las noticias, era mixta. En ella acudían demonios, semidemonios y humanos.

Rin era una chica alegre, simpática y con un buen corazón. Pero a veces podía ser testaruda y valiente si la situación lo requería. Tenía un largo cabello azabache que le llegaba a media espalda, unas largas piernas bien contorneadas, una cintura pequeña, unas caderas bien pronunciadas y unos ojos marrones hermosos.

Quería cursar la carrera de Magisterio y convertirse en una professora igual que sus padres y hermanos.

De camino a la universidad, cogió el tren. En el viaje pudo observar que había muchos demonios y semidemonios.

Le atraía un demonio en particular. Un demonio peliplateado y de ojos ambarinos se sentó con su maletín de piel marrón, dos sillas más adelante.

El demonio se quedó observando por el ventanal como el paisaje cambiaba a medida que el tren se movía.

Rin lo observaba embelesada por la belleza de ese demonio peliplateado.

El demonio observó de soslayo a la chica, que lo observaba por el reflejo del ventanal, y ella se sonrojó y miró hacia otra parte.

Niñas humanas-pensó Sesshomaru, el demonio peliplateado, con cansancio.

El viaje se hizo eterno para Rin.

Una vez el tren llegó a la estación, cogió un teleférico para llegar a la Universidad. Era un gran templo de la era Sengoku. Se remodeló para usarla como escuela.

A Rin le gustaban las cosas de la era Sengoku, porqué su familia conservaba algunas pertenencias de esa época.

Llevaba un kinono que era muy hermoso. Su camisa era blanca, con toques marrones, y tenía una pañoleta roja, que estaba atada en su pecho, con un nudo pequeño. Luego tenía una falda marrón, con pliegues, que le daba un toque coquetón.

Cuando vio su reloj, se apresuró a ver dónde era su primera clase. Corrió por todo el pasillo principal y chocó con un demonio que recién salía de la cafetería.

El demonio soltó un bufido al caer con la chica humana encima y el café le manchó la camisa. Rin muy sonrojada al observar que era el mismo demonio peliplateado del tren se quedó paralizada y no se pudo mover.

Sesshomaru: Podrías quitarte de encima?-gruñó el demonio.

Rin: SÍ. Lo…lo siento mucho!-se quitó encima de él y se disculpó.

Sesshomaru: Niña! Qué no vuelva a ocurrir. Es una advertencia.-dijo el demonio.

Rin: SÍSÍ. –dijo una nerviosa Rin. Dónde… está la… clase de…matemáticas?-dijo con una gran timidez y nerviosismo bajo la presencia de tan hermoso demonio.

Sesshomaru: Primer pasillo, tercera puerta a la derecha. Ten cuidado suelo ser bastante severo en mis clases.

Rin: EEEH?

Sesshomaru: Vete.

Rin se fue a su clase. Todo el mundo ya estaba en su sitio y Rin cogió un sitio al lado de una chica humana, que se llamaba Kagome.

Kagome: Hola!^^ Como te llamas? Soy Kagome!

Rin: Yo soy Rin! Encantada de conocerte.^^

Kagome: Oye…tú sabes por qué está tardando el profesor de matemáticas?

Rin se sonrojó, pero lo disimuló bastante bien porqué su compañera no lo notara.

Rin: Se debe haber dormido…jejeje^^'

Kagome: Bueno…si tú lo dices…

Inuyasha, un compañero de la clase, se acercó a las dos chicas. Era un semidemonio.

Inuyasha: Hola Kagome. I tu cómo te llamas?-dijo dirigiéndose a Rin.

Rin: Me llamo Rin.^^

Inuyasha: No creo que mi hermano se haya dormido. Siempre es muy puntual. Pero hoy es la primera vez que tarda 10 min en llegar.

Rin: Es tu hermano? Os parecéis mucho.

Inuyasha: Bueno en realidad es mi medio hermano.

Kagome: Un momento Inuyasha. Por qué no te presentas a mi amiga adecuadamente? Seguro que aún no sabía ni tu nombre.

Inuyasha: Anda! Es verdad. Siento la descortesía. Me llamo Inuyasha.

Rin: No te preocupes.^^

Kagome: Y somos pareja desde hace un año.^^

Rin: DE VERDAD!?

Inuyasha: Pero no vayas a comentarlo por todas partes.

Rin: De..acuerdo.

En ese momento un hermoso demonio entró en la sala.

Sesshomaru: Bueno voy a presentarme. Perdonen la tardanza, pero he tenido algunos problemas en llegar.-dijo mirando de reojo a Rin.

Rin bajó la mirada al suelo. Se sentía avergonzada de haber caído por sus prisas encima del demonio y haber manchado su camisa con el café.

Sesshomaru se había cambiado de camisa por una de nueva. Era un demonio era muy limpio e impecable.

Sesshomaru: Bueno sin más preámbulos, empezamos las clases. Abran el libro de matemáticas y el cuaderno y empiecen a hacer los cuestionarios. Después, una vez habéis terminado, dejad los cuestionarios en mi mesa. De esta forma podré avaluar el nivel inicial que tiene cada uno de ustedes.

Todo el mundo se puso a trabajar.

El libro de matemáticas contenía cuestionarios de muchos tipos:

El número PiNúmeros primosMétodos de factorizaciónGeometrías no-EuclidesEl axioma de elecciónFractales y caosÁlgebraEstadísticas y probabilidadesFracciones, raíces, operaciones con fracciones y raíces

La materia favorita de Rin, eran las matemáticas. Su padre le enseñó desde pequeña el gran universo de las matemáticas y como las estrellas, los astros y los seres de la naturaleza estaban inmersos en este mundo.

Lo que más le gustaba de este hermoso universo de los números, eran los dibujos artísticos de Leonardo da Vinci. Sus cuadros estaban hechos bajo las normas que dictaba este maravilloso universo. En la habitación de Rin y en el salón de su casa había algunos cuadros de este autor.

Rin también dibujaba bastante bien, y alguna vez pudo hacer algunos cuadros al estilo de Leonardo da Vinci y ganó algunos importantes premios.

El tema de los cuestionarios que se le daría muy bien, entonces sería el de las fractales.

Cuando toda la clase terminó los cuestionarios, los pusieron encima de la mesa del profesor Sesshomaru.

Cuando llegó el turno de Rin, él la miró de soslayo y le dijo:

Sesshomaru: Espero que al menos esto se te dé bien, Rin.

Ella lo miró sorprendida. Le había llamado por su nombre, aun cuando no se lo había dicho.

Debe haber una lista-se dijo a sí misma. Pero aun así me sorprende que se haya buscado la molestia de encontrar en la lista mi nombre.

Se dirigió a sus otras clases.

Otra clase que le gustaba, era la clase de Lengua.

En ella conoció a Sango y a Miroku.

Sango era una hermosa mujer humana de piel clara, ojos oscuros, con un sombreado de color rosa que los resalta y un cabello marrón oscuro sujeto por una cola. Sólo dejaba suelto su flequillo y le deba un toque de decidido. En cambio Miroku era un hombre guapo, de ojos azules y cabello corto azabache.

Los dos eran también pareja como Inuyasha y Kagome. El único problema era que Miroku era un mujeriego, y sacaba a Sango de sus casillas cada vez que se acercaba a otra mujer.

También, en la clase de lengua había una mujer humana, llamada Kikyo, que se decía que nunca llegó a superar que su exnovio Inuyasha lo dejara.

Siempre estaba molestando a Kagome con comentarios hirientes.

Des de un principio, no le gustó para nada Kikyo a Rin. No iba a dejar que una tonta mujer como aquella, que se decía que era muy popular entre los chicos, lastimara a su amiga kagome. Bueno popular…Rin no sabía que decir al respeto, ya que Inuyasha la dejó por kagome, quien valía mil veces más que ella. Rin miró de reojo a Kikyo.

Kikyo miró a Rin con una mirada asesina. No le gustaba que se la quedaran mirando de reojo. Pronto se las pagaría a esa chiquilla.

Al terminar las clases, en la hora del almuerzo, Sango, Miroku, Inuyasha, kagome y Rin quedaron para almorzar juntos.

Como tenían comida de sobras, pusieron un mantel en la hierba del patio del templo-escuela y compartieron el almuerzo.

Había papas, sushi, zumo, arroz, frutas…y disfrutaron de un hermoso tiempo todos juntos.

Inuyasha: Bueno amigos! Que os contáis?

Miroku: El primer día siempre es el peor. Porqué tienes que adaptarte al cambio de la secundaria.

Kagome: Sí en eso tienes razón-suspiro. Pero hemos conocido a Rin, tampoco ha sido tan malo después de todo.-dijo mirando a Rin con cariño.

Sango: Es verdad ^^

Rin: Yo también estoy muy contenta de haberos conocido chicos!^^

Kagome: Rin, dónde has conseguido esta rica comida?- preguntó en tomar un trozo de sushi del plato que había traído.

Rin: La ha hecho mi madre. Quieres la receta?

Inuyasha: PUEDES CONSEGUIRLA!?-dijo gritando.

Kagome: Inuyasha…ABAJO!

Inuyasha cayó de cara al piso.

Inuyasha: Maldita…Kagome! Por qué lo hiciste?

Kagome: Aprende a comportarte!-dijo enojada Kagome.

Sango, Miroku, Rin estallaron en carcajadas. Kagome después se unió a ellos.

Inuyasha: OIGAN! NO TIENE GRACIA ALGUNA!

Rin: Es que no pensaba que Kagome te pusiera un hechizo en el rosario para dominarte.

Kagome: Este rosario fue hecho por Kikyo. Pero a veces va bien para domarlo-dijo sonriendo a Inuyasha.

Terminado el almuerzo fueron de nuevo a las clases.

Después se despidieron y cada uno fue a su casa.

Rin cogió el tren para ir a su pueblo.

Durante el viaje se quedó pensando en todo lo que le había ocurrido en el día. El tren estaba muy lleno y el profesor de matemáticas Sesshomaru se puso en el asiento en frente de ella.

Rin se sonrojó. Al demonio no le pasó desapercibido y sonrió para sus adentros.

Sesshomaru: Así que te gustan mucho las matemáticas, eeh?-preguntó desinteresadamente el demonio.

Rin: La…verdad…sí…me…gustan-dijo ella.

Sesshomaru: Me tienes miedo?-preguntó con una sonrisa burlona.

Rin: Nono..yo..

Sesshomaru: Ah..con que tímida.

Rin: Sí

Sesshomaru se la quedó mirando. Hace poco había corregido su cuestionario y se sorprendió por los grandes conocimientos de ella.

Por qué me interesa saber acerca de esa humana…será simple curiosidad?

Rin se sonrojó notoriamente al ser observada por esos hermosos ojos ambarinos. Por suerte la en la próxima parada bajaría.

Cuando bajó, pero se sorprendió que Sesshomaru bajó con ella.

Rin: Vives..aquí?-preguntó Rin. Mientras entraba en su casa.

Sesshomaru también se sorprendió al bajar con la humana en la misma parada.

Sesshomaru: Más bien somos vecinos.