[Un quinto]
Hospital Paris Falls, 16 de Octubre, 9:37 am - Cuatro Meses Antes
—¡Código Azul en la sección del ala B!— El intercomunicador despertó a los tres médicos que se encontraban en la sala de descanso.
Alya Césaire, cardióloga.Nino Lahiffe, médico de emergencia.Adrien Agreste, neurólogo.
Cuando hay una víctima con un ataque cardiorrespiratorio, se activa el Código Azul.El médico que está libre o que esté tratando a un paciente que puede puede esperar, deja todo, toma el kit de objetos médicos que ayudarán en la reanimación del paciente, y corre para socorrer lo más rápido posible,porque cada segundo es valioso y esencial para la reanimación del paciente.
Parecía un día muy común para el trío de amigos de la universidad, que salieron de una cirugía complicada en conjunto y aprovecharon la hora vacante para tomar una siesta, sin embargo, parece que las cosas acabaron por complicarse.
—¿Qué creen que sucedió?— preguntó Alya.
La morena cargaba una bolsa con un desfibrilador mientras su bata se deslizaba junto a los cabellos rojizos por la carrera.
—No tengo idea.— Respondió Nino.
Adrien se mantuvo callado, intentando conectar algunos puntos.El código azul era un evento que podría ocurrir en cualquier lugar, incluyendo la sala de espera, la recepción, los pasillos, la enfermería, el baño ...pero nunca había oído hablar de uno que se produjera en la sección B, porque esa sección estaba restringida a los funcionarios del hospital.
En el París Falls existían cuatro pisos y cuatro secciones.La sección A, B, C y D.
La sección A era para los médicos con especializaciones, por ejemplo, neurólogos, cardiólogos, psiquiatras ... entre otros.S-B era las habitaciones de los residentes.S-C de los operadores de máquinas, tales como tomografia, cámara de resonancia magnética, radiografía.S-D era el de los empleados de la limpieza.
Por lo tanto, concluyó que la persona que estaba sufriendo el ataque, posiblemente fue uno de los residentes que estaban bajosu supervisión.
Una aglomeración se encontraba en la puerta del vestuario, su mayoría eran residentes.Pudo reconocer algunos rostros, como el de Lila Rossi y Chloe Bourgeois
—¡A un lado!— gritó Alya, corriendo hacia adentro.
Los tres pronto reconocieron a la dueña de los cortos cabellos azabache que estaba tendida en el suelo, inconsciente.
Audrey Bourgeois, pediatra y obstétrista, tenía la cabeza de Marinette Dupain Cheng en sus manos de forma que el cuello estuviera en posición que estimara la tráquea, permitiendo el aire entrar.
—¿Cuánto tiempo que está así?— preguntó Nino, ya separando todos los objetos de las bolsas y tomando un monitor multiparámetros portátil.
Audrey suspiró y balanceó la cabeza de forma negativa.
—No lo sé— murmuró —cuando la encontré, ella estaba aquí inconsciente.Puede haber pasado horas en ese suelo.
Alya arreglo sus gafas y conectó el monitor en la residente, ligándolo con prisa.
—Cuarenta batimentos por minuto, temperatura en treinta y cuatro grados, presión en diez por seis, electrocardiograma lento, saturación de oxígeno en setenta y ocho por ciento.— dijo Nino.
Con una linterna, Adrien abrió los ojos azulados de Marinette y comenzó a probar sus reacciones ante la luz.Con una espátula, abrió su boca y luego apretó el cartílago de las orejas, la clavícula, y con una punta de pluma le apretó una de las uñas.No obtuvo ninguna respuesta.
—Ella no tiene reacción ocular, reflejo en la garganta y ni reacción motora, es un coma nivel tres— Adrien accionó el bip para que el equipo de enfermeros le llevará una camilla — necesitamos retirarla de aquí y hacerle una tomografía del cráneo para ver si tiene algún daño suficiente en el cerebro, necesito saber si Marinette no tuvo muerte cerebral, pero a lo que todo indica, es lo que parece.
Después de la tomografía a la que Marinette fue sometida, los resultados no eran tan graves como aparentaban.El cerebro todavía tenía suficiente irrigación, y los latidos se estabilizaron, haciendo que la azabache volvería a la normalidad.Ahora era sólo esperar a que ella despertará, lo que podría pasar en un día, una semana, un año.
Su cuerpo necesitaba curarse, y el estado de coma lo garantizaría.
Se le realizaron otros tipos de exámenes, como resonancias, exámenes de sangre incluyendo hemograma completo, panel metabólico, toxinas, colesterol, hipertensión, diabetes, y nada fue encontrado.Marinette era tan sana como un caballo.
Nino había dejado el caso, Alya y Adrien trabajaban día a día para entender lo que causó el paro cardiaco de la Dupain Cheng, pero no encontraronnada.
El Agreste se sentía responsable de ella, la chica de la sonrisa hermosa y del pelo azulado.Era una de las residentes del hospital que había tenido las mejores las notas en la universidad, y su período de práctica y residencia eran ejecutados con maestría, como si hubiera nacido para eso.Debió haber prestado más atención, ese tipo de cosas no sucede de una hora para otra.
Si hubiese sido más cercano con los residentes de los que era responsable, tal vez hubiera tratado a Marinette antes de que ella sufriera esta complicación.
No pudo prevenir, ahora sólo le restaba remediar las consecuencias.
Hospital París Falls, 22 de febrero, 18:06 pm - Actualmente
Hace cuatro meses que Adrien era el responsable del caso de Marinette Dupain Cheng.En ese tiempo, adelgazó seis kilos, pues no paraba de investigar sobre lo que ella tenía y el por qué no despertaba.
El hermano de Marinette, el doctor Arthur, ortopedista, visitaba a su hermana menor todos los días, y ambos hombres disputaban todo el tiempo para ver quién se quedaba más con ella.Se volvieron amigos muy cercanos, y juntos, investigaban sin parar, pedían opiniones de varios médicos diferentes y vigilaban a la fémina todos los días.
—¿Sabías que su tono de pelo es natural?— preguntó Arthur.
Adrien levantó los ojos de los libros.
—¿En serio?
—Sí— el castaño confirmó —hubo una mezcla muy grande con los cabellos cafés de papá y los azulados de mamá.Yo salí castaño claro, Bridgette salió negro y Marinette nació con un tono azulado.
El Agreste sonrió mínimamente, observando a la mujer inconsciente y serena, como si estuviera sólo durmiendo.
—Ella tenía una debilidad por los rubios— continuó Arthur, arqueando una ceja —sabes, ustedes quedarían muy bien juntos.
Adrien ahora se reía, balanceando la cabeza.
—Estas jugando conmigo, y burlándote de tu hermana— Adrien apuntó a Marinette —cobarde, ella ni siquiera puede defenderse.
Ah ja, pensó Arthur.
—Necesito ver a algunos pacientes, una niña que estaba andando en bicicleta y se rompió la pierna, fractura expuesta, etc ...
—Usted habla demasiado, Arthur.— Murmuró Adrien.
El castaño estrechó la mirada, fingiendo una expresión ofendida.
—¿Y tu?— preguntó —¿No tienes algún cerebro para abrir, una columna para poner en su lugar ...?
Adrien sacudió la cabeza de manera negativa, y Arthur entendió el recado.
Estaba estudiando de nuevo de alguna manera para que Marinette se recuperará.
—Ciertamente, en fin vuelvo cuando termine mi turno, espero no verte por aquí cuando yo llegue.
Adrien sólo hizo una señal con la mano para que el Dupain se fuera, y volvió a estudiar sus libros.
Se levantó y comenzó a caminar en círculos, empezando a recorrer todos los casos de código azul que había socorrido, pero en la medicina todos saben que ningún caso es igual al otro, entonces él estaba cada vez con menos opciones.
Ni siquiera vio el tiempo pasar, apenas despertó del trance cuando Rose Lavillant, la enfermera que bañaba a Marinette y que también se había unido mucho a ella, asomó la cabeza dentro de la habitación.
—Mi turno.— dijo la rubia.
—Cierto.— confirmó el Agreste, tomando sus cosas y saliendo de allí.
—Hola— Sabine, la madre de la azabache, le hacía cariños en los cabellos que ya se encontraban en medio de la espalda, antes cortos en los hombros —¿sabías que tu padre finalmente consiguió ganar el juego de póker contra tu tía Annette?
Las lágrimas de Sabine caían sobre las sábanas, y una de sus manos apretaba la mano de su hija.
—Te estás perdiendo tantas cosas, querida ... vuelve pronto con nosotros.
Bridgette y Arthur tenían los ojos húmedos también, pero no derramaban lágrimas.Tom esperaba en el balcón de la habitación, no podía ver a su princesa en aquella litera, tan frágil.La familia estaba unida.Unida en calor, en amor, en oración.
Marinette respiraba tranquilamente, sus ojos cerrados de manera delicada, como si estuviera soñando y no quisiera despertar.
Y Adrien y Alya observaban a la familia por el cristal que separaba el cuarto del pasillo.Alya con una expresión triste y Adrien con una expresión indeseable, como de praxis.
—Tenemos que hacer algo, Adrien— Alya chasqueó los dedos al decir ello.
—Yo lo sé, pero ya la revisamos por todos los medios, todos los exámenes que se hicieron y no pudimos encontrar ninguna causa.No puedo diagnosticarla y no se como despertarla.
Alya bajó sus ojos verdosos para el porcelanato del suelo, pensativa.Hasta que una luz brilló en el fondo de la oscuridad en la que estaba, y tuvo una idea.
Agarró el puño de Adrien y lo empezó a arrastrar por los pasillos.
—¡Sueltame, loca!— Exclamó el rubio.
—Sólo camina y quédate callado.
Los dos salieron del ala C que quedaba en el segundo piso, junto a las habitaciones.Alya lo arrastró hasta el ala B, donde encontraron a Chloe y Lila, las dos colegas residentes de Marinette Dupain, y por lo que Alya recordaba, amigas de ella.
—Hola— saludó, recibiendo sonrisas en retribución —¿Son amigas de Marinette, correcto?
Lila confirmó con un movimiento de cabeza y Chloe dijo sí.
—¿Pueden decirnos la rutina de Marinette de todas las mañanas en su habitación?— preguntó la morena, y Adrien entendió lo que la Césaire intentaba hacer.
Pero, por supuesto, pensó el Agreste.¿Cómo nunca había pensado en eso antes?
—Bien— pudieron ver los ojos verdosos de Lila divagando antes de empezar a hablar— Marinette siempre estaba de buen humor.Ella llegaba esparciendo sonrisas, animando a los residentes que estaban cansados, distribuía aperitivos para todos nosotros, y siempre comía una filete de pollo de cinco centímetros todos los días antes de trabajar, era como un TOC de ella.
Chloe cogió para apartar la voz embargada y empezó a hablar.
—Ella siempre tomaba un baño antes de vestirse con el uniforme de los residentes, allí ella secaba su pelo con el secador, pues decía que sus coletas que siempre lucia se veían mejor que si las dejaba secar naturalmente, y bien, todas las bromas de ella diciendo que quería verse bien por el médico ... Adr— Lila dio un empujón en Chloe,y la rubia se dio cuenta de que había hablado demasiado—es ... quiero decir ... bueno, entonces se vistió, hizo una pequeña oración, sabe usted como es su familia de religiosa, ¿no es así?Y entonces empezaba con su trabajo.
—Cierto— murmuró Adrien, ignorando el deslizamiento de su residente —¿No hay nada más extraño?¿Algo inusual?
–No— dijo Lila —ella lo hacía siempre, era la rutina que ella nunca rompía, y el día en que sufrió el ataque no fue diferente.
—Asi es— Chloe confirmó —el día en que fue encontrada, ella había llegado un poco atrasada.Todos ya nos estábamos vistiendo y ella todavía estaba en el baño.Entonces la dejamos secando su cabello y fuimos a trabajar, y ella dijo que ya iba.Yo estaba en compañía de mi madre en obstetria aquella mañana, y cuando fui a llamar a Marinette, la encontré inconsciente en el baño.Me quedé inerte, entonces mi madre vino a ver el porqué de la demora y ella empezó a socorrerla, yo me encargué de alertar el Código Azul.
Alya abrió los ojos, y tuvo su respuesta para lo que buscaban hace meses.
Adrien pensaba en lo mismo, en todas las conversaciones, un detalle parpadeaba con letras color neón.
—¡El secador!— El neurólogo y la cardióloga hablaron al unísono y corrieron hacia el vestuario, seguidos por Lila y Chloe.
—Que está sucediendo ...
—Lila— Alya la interrumpió —¿podrías decirme en qué tomacorriente Marinette enchufaba el secador de pelo?
Lila apuntó a un tomacorriente que se encontraba en el suelo, al un lado de la puerta de las duchas.
—Eso es— Adrien suspiró, finalmente había encontrando la respuesta que tanto estuvo buscando —ella fue electrocutada.
—¡¿Cómo?!— Exclamó Chloe.
—Sí— Alya apuntó hacia las duchas —ella debe haber salido apresurada de la ducha, y fue a conectar el secador para secar su pelo— el cardiólogo se encaminó exactamente en la dirección que Marinette habría ido, recorriendo un camino —entonces, ella enchufó el secador en la toma de corriente y el cable en mal estado tocó el suelo húmedo, a su vez se encontraba con los pies descalzos.
—¿Eso explica el paro cardiorrespiratorio?— murmuró Lila —¿qué harán ahora?
Alya y Adrien se encararon pero antes de que pudiera hablar algo, sus bips pitaron al mismo tiempo."Habitación 512"
La habitación de Marinette.
Rápidamente se encaminaron al cuarto de Marinette Dupain, y lo que encontraron allí los hizo contener el aliento en sorpresa.
—Adrien, mi amor— Marinette, ya despierta, con sus mejillas sonrojadas y una sonrisa enorme en la cara, se arrojó en los brazos del médico neurólogo —pensé que no ibas a venir a explicar que estoy haciendo aquí.
Adrien abrió la boca con incredulidad, sosteniendo a la muchacha por la cintura.
Todos en la sala estaban desconcertados, de hecho.
—Dime dónde está, estoy muriendo de nostalgia.—Marinette decía con voz añorada, mirando a todos lados.
—¿Quién, Marinette?— preguntó el Agreste.
—¿Y quién más podría ser?— la parisina bufó en incredulidad —Emilie, nuestra hija.
o-o-o-o
Buen día Miraculer's
Este es un nuevo ShortFic
Espero les guste
