Disclaimer: Todo lo que reconozcas es propiedad de Disney (supongo).

Este fic participa del reto "Drabbles, drabbles y más drabbles" del foro Multifandom is the new Black".


Honor

Mulán sabía que tenía que dar honor a su familia, que no podía fallar al día siguiente. Debía comportarse como una perfecta futura esposa para que la casamentera le diera el visto bueno y le asignara un buen marido, pero es que todo aquello le resultaba tan aburrido: servir el té –¡y encima para complacer a sus suegros, como si no tuviera bastante con intentar caerle bien a su futuro esposo!–, recitar un montón de cosas sin sentido en las que ella no creía –y que tendría que apuntarse en el brazo o algo así para no olvidarlas cuando la mujer le pidiera que las recitara– y, lo peor de todo en su opinión, llevar ese absurdo vestido tan apretado con el que apenas podía moverse, ese recogido tan tirante e incómodo y toda la cara embadurnada en ese espejo maquillaje que la ocultaba por completo.

Suspiró sin poder evitarlo. Ojalá pudiera evitarlo, pero era su obligación y lo que toda su familia esperaba de ella. No podía decepcionar a su padre.

Cerró los ojos y se obligó a intentar dormir un poco. Tenía que estar presentable al día siguiente y no podía bostezar, ni parecer cansada durante su charla con la casamentera.

Debía darle honor a su familia y aquella, por desgracia para ella, era la única forma en la que una mujer podía hacerlo.