Nota: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi, La trama es completamente mía y esta registrada :3

También pueden encontrar esta historia en Wattpad y Facebook con la única diferencia que aquí la estoy modificando un poco y corrigiendo algunas partes. :)


Capitulo 1 "De regreso"

Siendo las siete de la mañana.

En el aeropuerto de Japón, bajaban del avión cuatro jóvenes, dos peli-plata, unos de veinticinco años y otro de veinte, son hermanos, los otros dos jóvenes era uno moreno y otro con tez blanca. Caminaban con elegancia por los pasillos del aeropuerto, con sus maletas por un lado, varias chicas que se encontraban ahí los miraban, de verdad que eran muy guapos los cuatro. Salieron del aeropuerto, afuera los esperaba un señor alto, cabello plateado largo hasta la cintura que lo llevaba recogido.

– ¿Como estuvo su vuelo?

–Cansado. - contesto el moreno.

Él era alto, cabello negro largo que llevaba recogido, ojos azules, alto de veintiún años.

– Todo se te hace cansado.

– replico el peli-plata menor.

– Hay Inuyasha tu y Koga siempre peleando.

– No seas entremetido Miroku.

Miroku tenia veinte años al igual que Inuyasha. Era alto, piel clara, ojos café claro, cabello negro, corto hasta las orejas.

– Bueno, yo creí que ahora que volvimos después de tanto tiempo ya se llevarían mejor. – hablo cruzándose de brazos.

– Ja no me hagas reír, que trabajemos juntos no quiere decir que me caía bien el tonto. – comento Koga.

– ¿A quien le llamaste tonto? - se acerco a el en forma amenazante.

– ¡Ya basta! – hablo él mayor de todos. Sesshomaru era alto, tez pálida, ojos ámbar, no mostraba expresión alguna. Parecía siempre estar enojado, era el mas callado de los cuatro. De veinticinco años.

– Vamos los llevare a su departamento. – hablo Inu-no que solo escuchaba la discusión.

– Señor Taisho, dígame ¿que nuevos antros hay en la cuidad? Ya sabe hay que ir a ver a las chicas.

– Miroku le pregunto en voz baja. – Eh pues no se bien la verdad, he tenido mucho trabajo.

Es él padre de Sesshomaru e Inuyasha, su trabajo era en la policía de la cuidad, nadie sabia a que se dedicaban sus hijos realmente, ya que ellos se la pasaban de viaje, muchos pensaban que solo eran hijos consentidos que no hacían nada. Salieron del aeropuerto y se dirigieron al auto.

– Habrá que investigar entonces, tengo tiempo que no paso un buen rato con una mujer, y haber si podemos conseguirle una novia a Sesshomaru, quien quite y se le quite lo amargado. – dijo con burla mirando al mayor. Sesshomaru decidió ignorarlo.

– No sera que es...- le susurro Miroku a Inuyasha en el oído.

– No creo, el se ha visto con mujeres, a escondidas claro, antes de volver lo vi hablando con una chica y se despidió de beso y toda la cosa. – respondió en susurro también.

– ¿Que tanto dicen? – hablo serio Sesshomaru y ellos tragaron en seco.

– Nada, solo planeábamos a donde nos iremos de fiesta esta noche, hasta pienso invitar a Koga. – Inuyasha se rasco la cabeza nervioso.

– Hump como digas. – volvió su vista al frente. Él iba en el asiento del copiloto, Miroku en la parte de atrás al lado de la ventana derecha, Koga en la izquierda e Inuyasha en medio.

– ¿Y que han sabido de la Araña? – pregunto Inu-no mirando a su hijo mayor.

– Ese maldito, hace meses por poco y lo atrapo en Madrid, pero el muy imbécil se las arreglo y huyo, he pensado que quizás alguien de la policía esta trabajando para él, por que si no no me explico como logra huir.

– Buena teoría, pero no pienses en eso ahora, después de cinco años vuelvo a verlos. Han vuelto de vacaciones ¿no?

– ¡Si!después de tanto tiempo una vacaciones nos hacían falta. – Inuyasha se mostraba entusiasmo.

– En eso si coincido contigo tonto, ya nos hacían falta unas vacaciones. – hablo Koga que hasta al momento estaba en silencio.

– ¿Y saben que es lo mejor? – pregunto Miroku y ellos negaron –. Que podremos durar el tiempo que queramos!

– No te emociones tanto, recuerda quien es el jefe. – dijo Inuyasha alfo desanimado y miro a Sesshomaru que solo veía por la ventanilla en silencio, no les prestaba atención a lo que hablaban.

Después de un rato llegaron a su departamento en la ultima planta de un edificio cerca del centro de la cuidad. El departamento era para cuatro personas, al entrar se veía la sala en color vino, las paredes de color crema, una enorme ventana con una gran vista hacia la cuidad. Las habitaciones tenían camas matrimoniales con un pequeño mueble a cada lado, a los pies de la cama un pequeño sofá en color vino, un closet, televisor y baño.

Inuyasha era el mas emocionado, los demás lo veían como algo normal, y a Sesshomaru le daba igual, prefirieron entre los cuatro pagar un departamento, ya que no planeaban durar tanto. Al menos no Sesshomaru.

– Debo irme, tengo trabajo por hacer, los dejo para que se instalen. — anuncio Inu-no mientras se dirigía a la salida.

– Gracias padre. - hablo Inuyasha acompañándolo a la puerta.

Todos entraron a sus habitaciones y acomodaron sus cosas, todos menos Inuyasha ese solo puso la maleta en la cama y saco ropa para darse un baño,planeaba salir.

Sesshomaru acomodo sus cosas y tomo su portátil, aun que estuviese de vacaciones tenia que averiguar mas sobre la Araña, aun que ya sabia mucho de el, pero quería atraparlo y llevarlo ante la justicia para que pagara todos sus crimines.

En otro lado de la cuidad, cuatro chicas se alistaban para ir a la universidad, un nuevo año escolar comenzaba, tres chicas.

Una alta de cabello rojo hasta los hombros, ojos verdes, delgada, tez blanca, que vestía in vestido corto, sin tirantes, color coral, ajustado hasta la cintura, y un poco esponjado de abajo, zapatos a juego, su bolso. Otra chica de estatura mediana, morena, ojos café, cabello negro hasta media espalda, vestía un vestido similar al de su amiga pero en color blanco. La otra chica era, alta, cabello castaño un poco mas abajo de los hombros, ojos color miel, tez blanca, vestía unos jeans azul y blusa blanca de manga corta.

Las tres subieron a un auto -mercedes benz color negro.

– ¿Y Rin? - pregunto la morena de nombre Aome.

– Aun no sale. - respondió la otra peli-negra llamada Sango.

– Ya saben que esperarla no servirá de nada, ella se va en su motocicleta. - respondió la peli-roja llamada Ayame.

– Tienes razón. - hablo Aome en tono algo triste.

De la casa salio una joven de la misma edad que ellas -20 años- cabello azabache hasta la cintura, ojos chocolate, alta, delgada, buen cuerpo, tez pálida, no mostraba expresión, iba vestida de unos leggins negros, blusa negra manga corta, botas estilo militar en negro. Paso de largo el auto donde se encontraban sus compañeras de casa. Llego a su motocicleta se colocó su casco y se fue de ahí.

– Bueno ya vámonos, ella ya de fue. - dijo Sango y Ayame encendió el auto y arranco.

Tardaron aproximadamente media hora en llegar a la universidad, Rin llego enseguida de ellas, las miro y dedico una media sonrisa y entro al edificio. Las chicas en el auto también bajaron y entraron, fueron a sus casilleros para tomar sus cosas.

– Nos vemos en el descanso. - se despidió Aome mientras se dirigía a sus clases.

Ella estudia ciencias de la comunicación, Ayame literatura y Sango doctora especialista en pediatría.

Rin aun estaba en su casillero sacando unas cosas.

– Hola preciosa, ¿cuanto tiempo? - ella puso los ojos en blanco al reconocer la voz del chico.

– Bankotsu, solo fueron dos meses. - lo miro serio.

– Te extrañe. - ella suspiro pesadamente, no lo soportaba –. Te invito a salir.

– No gracias.

– Piénsalo, mira. -le extendió una invitación de color dorado con detalles en plateado, y un antifaz dibujado-. En un mes mi padre dará una pequeña exhibición de joyas acompañada de un baile de máscaras ¿Que dices?

– No me interesa. - contesto seria.

– Sabes me estoy cansando de tanto rogarte.

– Ya no lo hagas. - hablo con fastidio.

– Por eso me gustas, esa manera de ser tuya es la que me tiene loco.

– En cambio a mi me molesta tu forma de ser.

"Arrogante, petulante. Niño consentido" - pensó.

– Sabes que puedo darte popularidad, la gente ha comenzado a hablar, muchos piensan que eres les...- ella cerró el casillero con fuerza.

– Lo que los demás piensen me vale un comino, por que no te vas por ahí y dejas de molestarme. - el sonrió arrogante le encantaba sacar a Rin de sus casillas.

– Esta bien, te veré en clase.- le guiñó el ojo, ella bufó molesta y se fue a su clase.

Ella estudiaba criminología, no compartía ninguna clase con sus compañeras de piso, solo con Bankotsu que estudiaba lo mismo que ella. Entro a su aula y procuraba sentarse retirada de los demás.

A las afueras de la ciudad, entre el bosque se encuentra una cabaña, que de lejos parece estar abandona -por dentro era todo lo contrario- adentro se encontraba aquel que Sesshomaru deseaba atrapar, ese hombre de unos 30 años se encontraba en el despacho revisando unas cosas en su portátil, tocaron a su puerta, él contesto con un "adelante" la puerta se abrió dejando ver a una mujer de 25 años, alta, delgada, ojos rojos, vestía una mini falda que apenas si tapaba sus glúteos, en la parte de arriba llevaba un top con escote en V que dejaba ver parte de sus pechos que eran algo grandes, su cabello era negro corto hasta las orejas, camino hacia Naraku en forma seductora.

– ¿Pasa algo Yura?

– Solo quería informarte que el negocio nuevo va de maravilla. - se sentó en las faldas de él.

– Si que has hecho un buen trabajo. - se dieron un beso apasionado, bueno lujurioso podría decirse. El acaricio su pierna subiendo hasta sus muslos, cuando de nuevo tocaron la puerta –. ¿Quien?

– Soy Byakuya, señor me dan dado información que quizás le interesa.

– Pasa. - Yura se levanto y acomodo su ropa, se colocó detrás de Naraku.

– Tenga. - le extendió una carpeta.

– ¿Que es?

– Al parecer Taisho y su equipo están en la cuidad. - Naraku abrió la carpeta y vio fotos del peli-plata mencionado bajando del avión subiendo al auto, entrando al departamento.

– ¿Y a que se debe la visita de Taisho?

– Al parecer solo vinieron de vacaciones.

– Bien, quiero que los mantengan vigilados, cualquier comportamiento raro avisame de inmediato, ¿quedo claro? - su voz era se superioridad, Byakuya solo asintió y comenzó a retirarse –. Espera, y de lo otro, ¿qué se ha sabido?

– Nada señor, seguimos investigando.

– Ya me estoy hartando, quiero en una semana resultados, un indicio o algo que podamos hacer para buscar a esa maldita.

– Así será señor, me retiro. - se fue de ahí, Yura le comenzó a dar un masaje en los hombros.

– ¿Por que te interesa buscar a esa chica? Se nota que es una novicia en todo este mundo.

– Esa novicia como tu le dices... Me ha echo poder millones de pesos en estos últimos dos años, por eso debo encontrarla y saber que es lo que pretende jugando a esto.

Con Sesshomaru, sus compañeros de trabajo habían ido a comer y a buscar un auto para rentar, no querían andar a pie, también aprovecharían para comprar un poco de despensa, años viviendo solos ya sabían que era lo que necesitaban.

El peliplata mayor se quedo solo aun seguía encerrado en su habitación después de terminar de revisar unos pendientes desde su portátil se dispuso a leer un poco, puso música de violín y comenzó a leer. Su portátil sonó un correo electrónico había llegado, el decidió abrirlo ya que era de si jefe.

De: Totosai.

Para: Sesshomaru Taisho.

Asunto: Urgente.

Joven Taisho se que usted y si equipo se encuentran de vacaciones, pero ah ocurrido algo, en treinta minutos le haré una vídeo llamada, debemos hablar los cinco.

Sesshomaru cerro la portátil tomo su celular y le marco a Inuyasha.

–¿Que pasa? - respondió Inuyasha.

– Los quiero en menos de veinte minutos de regreso. - hablo serio.

– ¡¿Que?!

– Lo que oíste, vengan para acá. - colgó.

– ¿Sucede algo? - le pregunto Miroku.

– Sesshomaru quiere que volvamos de inmediato al departamento.

– ¿Te dijo el por qué? - hablo Koga.

– No, supongo que nos explicara cuando lleguemos.

Los tres subieron al auto que habían rentado, Inuyasha fue el que conducio.

Entraron al departamento y Sesshomaru ya estaba en la sala esperando la portátil en la mesa de centro.

– ¿Que pasa? - pregunto Koga cruzándose de brazos.

– El jefe hablo. - respondió Sesshomaru.

– ¿Dijo que quería?

– No, solo que necesita hablar con nosotros. - la vídeo llamada entro, ellos se sentaron en el sofá.

– Lamento interrumpir sus vacaciones, pero tenemos problemas. - hablo del otro lado de la pantalla Totosai.

– ¿Que sucedió? - pregunto Miroku.

– El equipo de Hoshiyomi ha desaparecido.

– ¿Que? - Inuyasha parpadeo varias veces.

– ¿Ellos fe tras de quien estaban? - pregunto Sesshomaru.

– A ellos se les asignó el caso de la mariposa.

– ¿Que es o quien? - se mostró curioso Koga.

– Al parecer de una chica que comenzó a robar hace dos años, pero no es como las demás ladronas, ella comenzó a robar a narcotraficantes más buscados en especial a la araña.

– ¿Que fue lo que le paso al equipo de Hoshiyomi? - quiso saber Sesshomaru.

– Ellos al parecer encontraron la ubicación de esta chica pero su vuelo desapareció no sabemos nada de ellos desde hace dos días. Se que están de vacaciones y que suficiente con el caso de Naraku, pero tengo la teoría de que esta chica esta trabajando para la araña. Ustedes estarán a cargo de estas dos investigaciones.

– Pero no sabemos nada de esta chica. ¿Como saben qué se trata de una mujer? - Sesshomaru no parecía muy contento con el nuevo trabajo que les ponía Totosai.

– Toda la investigación echa hasta hoy ya va en camino, la agente Kagura llegara esta noche y les entregara todo los documentos y otros te pasare por correo. Que dices Sesshomaru ¿aceptas este reto? - el peliplata pensó unos minutos, quizás y esa chica era la clave para encontrar a la araña. Sabia que su equipo lo haría a bien.

– Acepto.

– Así me gusta, estamos en contacto. - colgó. Inuyasha miro serio a Sesshomaru, Koga y Miroku supieron que quizás pelearía así que se fueron a sus habitaciones.