Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto y no es mi intención obtener lucro ni beneficio alguno con este fanfic.

Nota: Nacido en un momento de pseudo inspiración.


Te odio.

Grítalo. Exclama con toda tu fuerza que lo odias. Asegura que lo detestas. Afirma que lo desprecias.

Seguro que así todos te creerán, seguro que de ese modo tus subordinados dejarán de mirarte con esa expresión tan repugnante en sus estúpidos rostros cada vez que abandonan una nueva lucha con Naruto, seguro que así podrás acallar la voz de tu conciencia diciéndote y maldiciéndote por ser tan cobarde, por huir cada vez, por abandonar tus deseos y rendirte a la venganza, por escoger el camino fácil del rencor y no tomar el pedregoso recorrido de la ambición.

Así no Sasuke, tus fútiles intentos por parecer malo provocan risa; intenta parecer un poco más motivado, más furioso, más del odio que tanto presumes.

No, no. Debes levantar más la voz, debes parecer seguro de ti mismo para no vacilar ante el recuerdo de sus ojos azules llenos de tristeza y decepción y gritarle que lo odias.

No, no. Debes procurar no mostrar esas patéticas manos temblorosas al momento de golpearlo, recuerda que lo aborreces.

Y recuerda también que cada palabra dicha es un puñal clavado en el ego del otro no de ti.

Y, por lo que más quieras, deja ya de morder la maldita almohada que reprimiendo tus sollozos de un modo tan lamentable no logras engañar a nadie.