Disclaimer: Hetalia no me pertenece.

Advertencia: ¿OoC? Nyotalia (Fem!Italia)


Llevaba un par de semanas repitiendo la misma acción, a eso de las seis de la tarde se apoyaba en el marco de la ventana de su habitación para poder contemplar desde allí el amplio jardín; además de así poder observar a su amada.

Sabía que debía permanecer en cama, que debía recuperar todas las energías perdidas y lograr que sus heridas sanaran para volver nuevamente a la guerra; pero no lograba concebir el no poder verse frente a frente con ella ¡Había pasado más de medio año desde la última vez que estuvieron juntos! ¿Cómo no desear tenerla cerca?

- Felicia… -

Si tan sólo pudiera vivir junto a ella eternamente… No tendría que pensar más en las guerras, no más sangre derramada, no más muertes innecesarias… Sólo nosotros dos…

Entre frunció su ceño una vez le vio jugando entre las flores, le gustaría estar ahí, conversar de cosas triviales, cualquier cosa que le permitiera estar junto a ella aunque fueran un par de minutos… No lograba comprenderlo, por más que lo pensaba no lo entendía ¿Cómo era posible que estando tan cerca no pudieran estar juntos? ¿Acaso no estaba permitido que le viera? ¡¿Y si no sabía de su regreso? Quizás él debería decirle… Quizás debería llamarle, gritar su nombre a los cuatro vientos para que se enterara que estaba ahí, esperándola…

Pero le aterraba pensar que no había recibido su visita, sólo porque ella ya no le quería ¿Y si se había olvidado de él? Con sólo pensarlo su corazón dolía de una forma inimaginable, no podía imaginar que su amada no le extrañara, que no le recordara, que hubiera quedado en el olvido.

Retrocedió un poco sin quitar en ningún momento su mirada de la ventana, no debía pensar así, de seguro no había ido porque Austria no se lo permitía… ¡Pero ya verán! Él no se pensaba rendir, aunque su débil cuerpo sufriera en el proceso, ganará la guerra a como de lugar; se hará fuerte y vencerá, sólo así podrá protegerla y mantenerla siempre a su lado.

La observó unos segundos más, memorizando cada detalle al igual que la primera vez que la vio; ya era momento de volver a la cama y al menos quería tener ese hermoso recuerdo para calmar su intranquilo corazón.

- klein bruder!-

Escuchó la voz de su hermano y como unos pasos apresurados se acercaban hasta su cuarto. De forma rápida intentó volver a su lecho antes de ser atrapado, arreglando todo para que pareciera que siempre estuvo ahí.

La puerta de abrió de golpe, dejando ver a un joven albino ingresar en la habitación. El menor le miró directamente a la cara y percibió desde un comienzo que algo no andaba bien, su hermano se veía algo molesto.

- Ya te lo he dicho, debes descansar o tu cuerpo no se recuperará –

- No sé de que hablas, bruder. He estado en cama todo el día… -

- ¡No te hagas el tonto! El grandioso yo te ha visto, estabas nuevamente mirando por la ventana –

Apartó su mirada, había sido atrapado otra vez… Sí sólo podía mirarla desde lejos ¿Por qué nuevamente le regañaba? Entendía que se preocupara por su salud… ¡Pero nadie le entendía a él!

Soltó un leve suspiro, debía responder, pero no sabía que decir ¿Perdón? No, eso no ayudaría, ya era como la cuarta o quinta vez y un simple 'perdón' no arreglaría las cosas…

- … Hablaré con Roderich para que puedas verla, pero no te vuelvas a levantar –

Tras escucharlo, se quedó sin palabras; el prusiano ya se había marchado cerrando la puerta de golpe. Sólo le quedaba esperar que su hermano lo consiguiera o tendría que desobedecerle las veces que fueran necesarias.


Gracias por leer.