Ésta pequeña creación (no la considero drabble al sobrepasar las 500 palabras) está dedicado a la señorita embajadora del Topic Taiora: GENEE :3 ¡Muchísimas felicidades, espero que cumplas muchos años más y pues, nos sigas brindando de tu espontaneidad y carisma! :D
Disclaimer: Digimon no me pertenece.
Summary: Taichi tenía la mala costumbre de provocar a Sora; más que mala costumbre, era un placer culpable verla sonrojada, casi igualando el tono de sus cabellos. Si pudiera trabajar de algo, sería como el "provocador personal de Sora Takenouchi".
Cantidad de palabras: 560.
Roja
Taichi tenía la mala costumbre de provocar a Sora; más que mala costumbre, era un placer culpable verla sonrojada, casi igualando el tono de sus cabellos. Si pudiera trabajar de algo, sería como el "provocador personal de Sora Takenouchi".
Desde pequeño, Taichi se había fijado en la niña cuyos pases en el fútbol eran los mejores y desde pequeño le gustaba decirle cosas que la ponían roja.
Eso no cambió mucho cuando crecieron y ambos maduraron; bueno, cambiaron en el sentido físico y emocional, como en gustos.
Sora cambió los zapatos deportivos por sandalias y los jeans por faldas o vestidos; dejó el fútbol para tomar el tenis y reconsideró el ikebana.
Todos la veían diferente y aunque él pensaba igual, sabía que seguía siendo la misma Sora de siempre y era por eso que se atrevió a decir:
―Te iba mejor en el fútbol ―Sora, que estaba picando la pelota pequeña y verde de tenis, detuvo sus movimientos para mirarlo con el ceño fruncido. Taichi sonrió para sí mismo.
―¿Disculpa? Sólo he fallado algunos tiros.
―¿Algunos? ―Preguntó Taichi con una mueca divertida en sus labios, viéndola colorearse de a poco.
―¿Qué sabes tú sobre tenis, a todo esto? ―Preguntó y Taichi la vio estrujando la pequeña pelota en su diestra.
―Bueno, no mucho, pero sé que los tiros deben de ser precisos.
Sora arrugó su frente y Taichi supo que la tenía donde quería.
―¿Por qué no te muestro un poco, entonces? ―Ofreció ella con fingida amabilidad, haciéndolo reír.
―No gracias; no me van los deportes donde todos gimen al lanzar la pelota ―Sora se sonrojó de la furia y él se enderezó del suelo en donde estaba para tomar sus cosas, con clara intención de marcharse―. Nos vem―
―¿Temes que te dé una lección, Yagami? ―Taichi detuvo sus pasos al escucharla. Sora era una chica muy amable y no le gustaban los enfretamientos, pero cuando se metían con ella ―como Taichi hacía siempre―, conocían esa parte de Sora que nadie podría creer.
Él se regresó a ella, tiró sus cosas a un costado y la vio sonreír triunfal.
Sora le fue mostrando los movimientos básicos con la raqueta y las normas de tiro, el tiempo, los puntos. Taichi la escuchaba con atención, aunque tentaba mirar su piernas luciendo bajo la falda deportiva.
Cuando dieron inicio a un pequeño partido, Sora no tuvo compasión de Taichi, lanzando la pelota con fuerza y haciéndolo trastabillar, corriendo de un punto a otro sin descanso y sin la suerte de poder darle de regreso a la bola.
―Mucho ruido pocas nueces ―Sentenció Sora cuando finalizaron, con un marcador lastimero hacia Taichi.
El moreno se limpió el sudor de la frente, respirando con dificultad para ir acercándose a ella; la miró y le dedicó una sonrisa.
―Gimes demasiado ―Se burló y la hizo sonrojar. Él levantó las manos a modo de rendición antes de que ella se abalanzara contra él―. Lo admito, soy un asco con el tenis.
La Takenouchi pareció aceptar sus palabras. Suspiró y sonrió.
―¿Tanto te costaba admitirlo? ―Preguntó ella y él sólo se encogió de hombros, cruzando junto a ella para ir a por sus cosas, pero en un descuido de la pelirroja, Taichi levantó su falda con la punta de la raqueta.
―Valió la pena ―Dijo divertido, viendo a su rostro igualar el candor de sus cabellos.
…
