-Me duele- dije con lágrimas en mis ojos, ya que en ese momento Sonic me había penetrado sin antes haberme preparado, más bien me estaba castigando.
-Por favor para- Aunque no importaba cuantas veces le pidiera piedad él nunca me la daba. Lo único que podía hacer era sujetar mis cobijas fuertemente y esperar a que se saciara con migo.
Sus envestidas eran brutales, sentía su miembro llegando a mi vientre y golpeándolo sin piedad, sujetaba mis caderas para hundirse más en mí, sus gemidos de placer solo me hacían llorar. Parece que no entendía que esto me hacía daño, que no podía seguir así.
-Ya casi Amy-
Cerré mis ojos sabía lo que llegaría. Sentí mi vientre llenarse de su espeso semen, después de gritar mi nombre se desplomo encima de mí, yo solo seguía con mis ojos cerrados sin poder evitar las lagrimas y sollozos que salían de mi.
Pasado unos minutos se levanto sin salir de mí. Sentí una de sus manos tocando mi mejilla.
-Te amo Amy-
No pude más y me eche a llorar. Sentí como se levanto completamente de mí, su semen empezó a salir de mí, como siempre había terminado dentro de mí sin importarle las consecuencias que eso puede llevar, por suerte yo había encontrado la forma de conseguir pastillas para no quedar embarazada.
Yo seguía en la misma posición en la que había estado al empezar esto, al escuchar como empezaba a vestirse coloque mis rodillas en mi pecho colocándome en posición fetal.
-Tú sabes muy bien porque hice esto ¿verdad?-
No pude más y lo encare.
-El solo me pidió mis apuntes de la clase-
-MIENTES. Tú estabas coqueteando con ese tipo-
-Claro que no. Estás loco. Ni siquiera me dejas tener amigos-
-¿Para que quieres amigos? ¿he?. De seguro para revolcarte con ellos-
Sonic seguía muy enojado con migo, el era muy injusto no me dejaba tener amigos barones, yo solo quiero tener amigos no quiero tener relaciones con ninguno de ellos. El era muy celoso y muy posesivo. Nuevamente empecé a llorar.
-Lo lamento Amy, no quise gritarte- lo dijo mientras se acercaba a mí y me acariciaba las púas.
-Te amo-
No pude más y rompí en llanto.
-Solo vete- dije sin más pues esas palabras que el seguía repitiéndome me destruían. Escuche como se levantaba y se dirigía a la puerta y la serraba, me levante rápidamente con mi desnudes a cerrarla para que no pudiera entrar.
Esto me dolía, me dolía mucho me destruía no podía contárselo a nadie si seguía así esto me destruirá. Maldito seas Sonic the hedgehog, maldita sea el día en que me pusiste un dedo encima, maldita sea en día en el que me robaste mi inocencia. ¿Por qué? ¿porque a mí?, de todas las mujeres que están detrás de ti me escogiste a mí.
Me metí rápidamente a la ducha para borrar cada rastro de sus carisias. Ya estaba harta de llorar, no podía más con sus besos, sus caricias, sus palabras lindas. Sonic siempre me ha cuidado desde que era chiquita, siempre me ha demostrado lo mucho que me quiere, pero no puedo más.
Esto que acabo de pasar no es la primera vez que me lo ha hecho, cada vez que un chico se me acerca pasa lo mismo. Hay beses que los muele a golpes y otras en las que solo me lleva a un lugar donde nadie nos vea y me penetra sin piedad, recordándome que solo le pertenezco a él.
Estoy destrozada, no puedo contárselo a mi madre porque sé que eso la destrozaría, no puedo causarle ese dolor y esa decepción. Tengo que sufrir con esto día a día. Sonic es insaciable, cada día más me exige más y ya estoy cansada físicamente como psicológicamente.
Salí de mi habitación ya cambiada vistiendo ropa 3 veces más mi talla para que Sonic no pudiera ver mi cuerpo el cual conoce completamente a la perfección. Ya no ciento hambre pero sé que debo comer algo para no preocupar a mi madre.
Al bajar las escaleras encuentro a Sonic sentado en el sofá cambiando los canales sin ver uno en específico. Lo paso de largo sé que no me hará nada, y él sabe que no debe hacerlo.
Llego a la cocina y ahí se encuentra mi madre.
-Hola mama- le regalo una sonrisa sincera pero apagada.
-Hola cariño- me regala una de sus bellas sonrisas.
Mi madre se llama Aleena the hedgehog, su cabello es violeta y es una eriza purpura de ojos verde, es muy hermosa y siempre me ah tratado muy bien.
-¿Que cenaremos?- dije a la vez que me serbia un vaso de jugo.
-Hoo lo siento cariño he pedido pizza para ustedes dos yo tengo que salir-
Solo se escucho el ruido del vaso que yo tenía estrellándose contra el suelo.
-Cariño ¿estás bien?- dijo mi madre acercándose a mí.
-SI madre- dije rápidamente para no preocuparla.
-Yo lo recojo madre no te preocupes-
En ese momento Sonic entro a la cocina, no lo mire a los ojos desde hace mucho ya no soy capaz de mirarlo a los ojos.
-¿Qué sucede?- dijo sin mucha importancia.
-Nada grave tesoro. Tú y tu hermana se quedaran esta noche solos yo tengo que salir al hospital, hay muy pocos doctores y me pidieron cubrir el turno nocturno-
Yo solo seguía recogiendo los pedazos rotos del vaso. Pero sabía que la noticia había puesto feliz a Sonic.
Cierto se me olvido decirles soy la hermana menor de Sonic the hedgehog.
CONTINUARA…
