Disclaimer: Citrus no me pertenece, esto es una obra de fans para fans y sin fines de lucro, muy cortita.

Palabras: 235

Escrito para el Reto Fanfiction 2018, no alcancé a escribir algo para una amiga (Dado que para este mes también escribí un FF para una actividad de San Valentín para un grupo de facebook), así qué utilicé mi primer comodín y escribi el fic más corto que he escrito... cosa dificil tomando en cuenta que no podía pasar de las 241 palabras.


Cítrico


Yuzu siempre había soñado con un primer amor dulce, azucarado y lleno de color.

Siempre había querido sentirse ligera, con el poder de volar por encima de nubes rosas y esponjosas. Sentir el trote de un caballo salvaje junto a la suave sensación de unos labios sobre los suyos. Contemplar la suave unión de una mano sobre la suya. Yuzu había soñado muchas veces con romances de verano tan perfecto que, justo ahora, le parecían un poco absurdos.

Si Yuzu hubiera sabido lo doloroso que era enamorarse, no lo hubiera deseado con tanta ímpetu.

Su primer beso no fue de ensueño. Nada había sido dulce, fue tan salvaje y húmedo que al finalizar su boca había tomado un sabor amargo. Yuzu no paraba de preguntarse cómo es que cayó enamorada de alguien a quién debía ver como una hermana menor. Yuzu era inexperta en el amor, Mei ni siquiera lo comprendía, y juntas eran un embrollo de emociones agridulces, enredos dolorosos y futuros inciertos.

A pesar de eso... Yuzu ama a Mei, y está dispuesta a seguir sufriendo en la incertidumbre de un primer amor cómo ese. Alimentando sus ilusiones con las acciones que la presidenta se esfuerza en realizar para cumplir cada uno de sus caprichos de cariño.

Porque Yuzu se había dado cuenta de que el amor estaba lejos de ser perfecto, pero el amor real se basaba en, precisamente, amar esas imperfecciones.