No sabía hace cuanto miraba su reflejo desde el espejo retrovisor, hasta que el profesor Agasa interrumpió sus pensamientos con una pregunta.

-¿Qué sucede Shinichi? Te noto algo distraído-dijo susurrando para no despertar a los otros pasajeros.

-No sucede nada, solo pensaba en algo sin importancia-dijo sin dejar de mirar el reflejo de Haibara, de seguro había pasado toda la noche despierta en el laboratorio buscando aquel antídoto que le pidió, sus ojeras eran prueba de ello, ya que se iban a acampar el fin de semana de seguro aprovechaba el trayecto para descansar un poco más, en cambio los niños de seguro dormían ya que habían salido muy temprano y deseaban dormir más.

Suspiro cuando vio como la muchacha exhalaba y dejaba vapor en la ventana del auto, se veía hermosa durmiendo.

-Entonces… ¿Por qué escogiste este lugar precisamente?-Dijo él para que no notara su distracción.

-La verdad, lo escogió Ai-respondió- parecía algo animada cuando lo menciono.

-¿Haibara?-dijo sin apartar la vista de la pequeña científica, no era muy típico de ella estuviera emocionada por algo.

-Sí, me dijo que era un lugar bastante tranquilo, al parecer fue cuando era chica.

-Ya veo…-dijo sonriendo.

No dejo de mirarla disimuladamente hasta que llegaron a aquel lugar, una vez allí, se bajaron y despertaron a los niños y Haibara para poder desempacar.

Ya era entrada la noche cuando Haibara empezó a cocinar, en eso llego Conan silenciosamente.

-¿quieres que te ayude con eso?- pregunto mientras la chica pelaba papas.

Haibara se sorprendió bastante, no lo había escuchado acercarse, por lo general el chico jugaba con los niños a la pelota, le sorprendía que esta vez rechazara jugar para ayudarle a cocinar.

-Está bien, pela las papas mientras yo me encargo del resto- dijo en su habitual tono tranquilo con su rostro inexpresivo.

Conan hizo lo que Haibara le pidió en silencio, era imposible iniciar una conversación con ella si ella había decidido no hablar.

Todo siguió con normalidad, hasta entrada la noche cuando todos se fueron a dormir.

Eran cerca de las dos de la mañana cuando Conan salió de la habitación que compartía con Mitzuhiko y Genta para ir al baño, tenía muchas ganas y salió sin prestar mucha atención a su alrededor, hasta el baño, pero cuando volvió vio una silueta en junto al lago, acercándose y escondido entre los arbusto pudo notar que se trataba de Haibara, apenas pudo reconocerla, solo la iluminaba la tenue luz de la luna,…vaya que se veía hermosa así, Conan mordió su labio, esa chica lo volvía loco, la chica jugaba con sus dedos entre la tierra, luego paso su mano a la fría agua del lago para dejar escapar el agua entre sus finos dedos, hasta ese momento la pequeña científica hasta ese momento mantenía la mirada gacha, pero en ese momento levanto su rostro dejándolo bañar con la blanca luz que reflejaba la luna, Conan pudo ver como sus lagrimas brillaban en aquella oscuridad …¿Por qué estaba llorando?...¿había estado allí cuando salió de la cabaña? Conan quiso salir de su escondite y preguntarle que le pasaba, pero decidió no hacerlo, ella era bastante reservada y no hablaba de sus sentimientos, probablemente cuando llegara a su lado la chica cesaría su llanto y sus labios, y no le diría nada sobre lo que le pasaba, tal vez lloraba por primera vez en mucho tiempo y no quería interrumpirla, decidió esperar a que entrara para él también entrar y que ella no notara que estaba allí.

Habían pasado al menos una hora o un poco más cuando Ai se paro secando sus lagrimas con la manga y entro a la cabaña, Conan espero unos quince minutos y entro, camino silenciosamente hasta la puerta de la habitación cuando escucho una suave voz.

-Kudo-Se dio vuelta y vio a Ai, apenas distinguible ya que a cabaña no llegaba suficiente luz, pero pudo ver que llevaba un vaso de agua.

-Fui al baño-respondió tranquilamente,

-Son pasada de las tres de la mañana.

-Yo podría decir lo mismo ¿no?

Ai se preguntaba si la había visto llorar, pero decidió no preguntar, solo asistió y entro a su habitación dejando solo a Conan, quien también entro a su habitación.

A la mañana siguiente, cuando Conan se levanto, noto que solo Genta dormía, ¿Dónde estaría Mitzuhiko? Salió de la habitación y vio a Haibara preparando el desayuno junto a profesor y a Mitzuhiko con Ayumi sentados en la mesa, era muy temprano aun, le sorprendió verlos despierto.

-Está listo el desayuno-dijo la tranquila voz de la Ai- Edogawa, ¿podrías despertar a Kojima?

Conan asistió, y volvió a la habitación.

-Genta- dijo moviéndolo- está listo el desayuno.

Después de un par de intento el chico despertó.

-Ya voy...tengo mucha hambre.

Eso no es novedad pensó Conan.

-Vamos, antes de que se enfrié-dijo saliendo de la habitación.

Se sentó a la mesa, seguido de Genta, el desayuno estuvo bastante animado, aunque Conan no paso por alto el hecho del profundo silencio de Ai, parecía más callada de lo normal, además del hecho de que estuviera llorando,…algo no le calzaba.

Un pensamiento pasaba por la mente de la chica, lo que no le permitía estar atenta a la charla que tenían los chicos con el profesor, una duda…más que nada una decisión

Pasando los días, y debían volver, la curiosidad mato al gato, y eso Shinichi Kudo lo tenía más que claro, le jugó una muy mala pasada en el pasado, y prueba de ello era que ahora caminaba por el mundo como Conan Edogawa, aun así, paso las últimas dos noches observando a Haibara en la orilla del lago.

Quería preguntarle le sucedía, pero no se atrevía, sus conversaciones eran como las de siempre, sin tocar el tema, todo parecía ir normal, hasta el momento de empacar.

-Encontré el antídoto-Dijo Ai subiendo el ultimo bulto al auto.

En ese momento, llegaron los niños y no pudo decir nada al respecto, ella solo se precipito a subir a la parte delantera del auto, mientras caminaba se ponía los audífonos y cerró la puerta.

El camino estuvo marcado por la animada conversación de los chicos, las intervenciones de Agasa, y las casuales palabras de Conan, que estaba inserto en sus pensamientos, desde su puesto en la ventana podía ver como Ai apoyaba su mejilla en su mano…algo le llamaba la atención, ¿por qué estaba llorando? ¿Tenía relación con haber encontrado el antídoto? ¿Tenía que ver con que hubiera ido allí antes?

Entre tratar de descifrar lo que le pasaba a la científica se pasó el viaje, fueron a dejar a todos a su casa hasta que llegaron a casa de Agasa, al bajarse del auto Ai se acerco y le dijo:

-Entremos, tenemos que hablar de algo-tomo algunos bultos y entro a la casa seguida de Conan y el profesor.

-¿Sabes que le sucede a Ai, Shinichi? La noto algo diferente estos últimos días.

-No, pero me he dado cuenta.

-Kudo bajemos al laboratorio-dijo caminando a la puerta, Conan la siguió.

Una vez abajo hubo un minuto de silencio, el chico miraba la espalda de la pequeña científica, solo podía admirar su belleza bajo esa oscuridad.

-Haibara… ¿me darás el antídoto?

Haibara apretó sus labios y se dio vuelta.

-Tan impaciente estas por volver con Ran que no puedes esperar más-sonrió.

Conan lo pensó… más que estar con Ran, quería volver a su vida, ser Shinichi Kudo, el detective juvenil, ir a secundaria, su último año…hacia mucho que no pensaba en Ran de esa forma… imaginaba que cuando volviera a su cuerpo, iba a salir…con…Shiho…sonrió ante la idea como si Shiho fuera a darle una oportunidad alguna vez, como si ella se fuera a fijar en él la idea podría resultar hasta graciosa.

-Bien-saco del bolsillo de su bata un pequeño frasco de vidrio con un liquido verde adentro, tapado con un pequeño corcho de madera- veras…-dijo mientras lo sostenía entre los dedos- este es el antídoto definitivo, con el serás nuevamente Shinichi Kudo…pero a diferencia del APTX4869 este es inyectado a la sangre, deberé yo suministrártelo-y lo volvió a guardar- tomate los días que necesites para despedirte de los niños y de Ran como Conan, invéntate una buena historia.

-Eh? Es en serio ¿Entonces si encontraste a cura?

-Eso te estoy diciendo.

-Eres increíble Haibara- se acerco a ella-¿pero aquello alcanzara para los dos?- pregunto ya que el contenido parecía muy poco.

-No, esto-toco su bolsillo- es solo para una persona, para ti.

Conan se sorprendió ¿acaso ella no pensaba tomar el antídoto?

-¿Y tú no piensas…?

-Eso no te incube.

Conan la miro a los ojos, si ya como Conan y Ai no podría pasar nada, menos si eran Shinichi y Ai…no había manera, su amor simplemente era imposible, en todas las maneras posible, si el destino no era el que decidía separarlos, era ella quien lo decidía.

-Entonces no.

Ella sonrió mientras le daba la espalda- vaya que deduces bien.

-Me dirías el por qué…si te quedas así estarás siempre en una edad que no es la tuya, rodeada de personas menores que tu.

-No lo entenderías.

-Claro que si Haibara, conocerás más personas…

-Ya tome mi decisión, ahora por favor retírate.

Conan se rindió, era imposible entrar en una conversación profunda con Haibara, más aun si ella había decidido no tenerla, solo susurro- Adiós- y salió.

Cuando se aseguro de estar sola sótano abrió una de las cajetas busco en el fondo y saco otro frasco, con un liquido trasparente, este es para mí dijo sonriendo Kudo tiene razón, esta vida no me pertenece, no soy Ai Haibara…por más que me gustaría serlo…soy Shiho Miyano-apretó el frasco- y Shiho Miyano no tiene nada ni nadie, nadie me está esperando, Kudo, el profesor, los chicos de la liga…ellos son parte de Ai…en ese momento empezó a llorar es hora que vuelva las cosas a la normalidad, no puedo quedarme como Ai, no corresponde,...esa no es la vida que me pertenece-apretó el frasco- lo siento Kudo, pero elegí el camino de los cobardes-Dijo y volvió a guardar el frasco.