Cumplir 13 años no tiene absolutamente nada de especial, solo es un año más ¿Por qué debería preocuparle a alguien?
Claro, eso se aplica solo cuando no eres parte de una organización a nivel universal encargada de proteger tu maldito mundo.
En este último caso, al cumplir 13 se decide tu vida completa, o al menos los próximos 5 años.
Porque tu vida como parte de KND, no siempre acaba a los 13.
Si tu trayectoria lo amerita, podrías ganar una nueva oportunidad para seguir ayudando.
Podrías formar parte de la segunda organización más grande en el universo.
¿Su nombre?
Fácil
Teens Next Door
Capitulo 1.
Fuego.
En el que alguien es frito, casi literalmente.
"I sit around and wonder
About the fire in your eyes
The movement of your fingers
The way you slowly complicate my life"
"Me siento y me pregunto
Sobre el fuego en tus ojos
El movimiento de tus dedos
La forma en que lentamente complicas mi vida"
January. Paolo Nutini
Kuki Kiut se ha levantado por la mañana, nada mejor para empezar la semana que levantarse tarde para la clase a la que ya ha llegado tarde 14 veces.
Y este día era el quinceavo de la escuela.
Bueno, dicen que la 16 es la vencida.
Creo.
Se aceleró para salir de la cama y cambiarse, abrió su armario, equipado con todo lo que una niña como Kuki necesitaría.
Faldas, vestidos, cientos de cosas tiernas y lindas.
Ató su largo cabello en una cola de caballo alta, tomó su mochila y se dirigió rápidamente a la salida de su cuarto. Se detuvo repentinamente justo en el marco de la puerta, se dio la vuelta rápidamente, provocando que su cabello la golpeara en el hombro.
Miró al calendario frente a ella, al lado de su cama, se acercó a él y trazó una X apresurada con un plumón rojo que se encontraba debajo del calendario, justo en la casilla del Lunes, a solo unas casillas más de uno con una etiqueta de un pastel de cumpleaños en el viernes, donde se lee:
"Cumpleaños 16"
–Dulces 16, allá voy –sonrió para sí misma y luego salió a la velocidad de la luz de su casa para ir hacia la escuela.
Se acomodó en su asiento, había hecho un buen trabajo mezclándose con los otros adolescentes, al menos no se había metido en la pelea callejera ni había intimidado a los niños de primer semestre, ni había amenazado a nadie por molestarlo con su simple existencia.
Y eso ya era ganancia.
Escuchó unas risitas provenientes del otro lado del salón, echó una mirada rápida para encontrarse con cuatro pares de miradas traviesas, inmediatamente las cuatro chicas se volvieron al lado opuesto y soltaron risitas aún más enérgicas.
Pero ellas no lo estaban mirando a él, al menos no exactamente.
Una joven de pronunciadas caderas y corta falda se dirigía al asiento de frente a él.
Sin duda parte de ese grupo de admiradoras intentando colarse en el valorado espacio personal de Wally.
La chica agitó su castaño cabello ondulado de la forma más dramática, y exagerada, posible, antes de tomar asiento justo frente a él, eso traería problemas.
Un ligero rubor apareció en el rostro de Wally mientras desviaba la mirada y cruzaba los brazos sobre su pecho en un torpe intento de cubrir un escudo formado por una cabeza de un águila.
Solo había logrado comportarse canalizando toda su energía a través de algo igual de activo y agresivo como él.
Futbol americano.
Como todos los jugadores del equipo, Wally portaba la chaqueta representativa gris con naranja, hasta ahora el deporte lo había hecho muy feliz, sin embargo, también lo había hecho muy, pero muy popular.
Y aunque la mayoría de sus compañeros de equipo disfrutaban tener cierto porte frente a las chicas, él no era cualquiera, y se sentía algo incómodo bajo la mirada coqueta de la mitad del alumnado femenino de la preparatoria, acabando con un torpe rubor en sus mejillas que solo provocaba más a todas esas locas chicas.
Y Wally no solo tenía una exquisita popularidad entre las chicas, también tenía una suerte de perros.
Porque entre todas las personas que podrían encontrarlo en situaciones comprometedoras, ellatenía que ser la elegida por la-fuerza-misteriosa-que-controlaba-su-vida-y-seguramente-lo-odia.
La castaña del asiento del frente se giró hacia él, de forma dramática de nuevo.
–Mi nombre es Violet, y si no tienes nada que hacer este viernes por la noche, estás completamente invitado– Violet "la dramática" saco la mano de Wally de su pecho y colocó una carta de papel, en letras grandes y muy estilizadas se leía:
Violet Bongiorno, 16 años.
Exclusivos.
A Wally le dio un poco de náuseas la situación, Violet "La dramática" sostuvo su mano de forma coqueta mientras que la sonreía de forma igual de coqueta con esa cara maquillada en exceso.
Afortunadamente ella, no estaba aquí para ver esta horrible escena.
Entonces la puerta del salón se abrió de golpe y todo quedó en silencio por un segundo para revelar a Kuki Sanban.
¿Recuerdan que hace dos segundos creía que tenía suerte?
Pues lo pensó demasiado pronto.
Wally estaba frito.
No, no estaba bromeando.
Bajo el fuego en los ojos de la recién llegada cualquiera acabaría frito en segundos.
Wally miró directamente a los ojos de Kuki, con terror en todo su ser, luego miró su mano, siendo sostenida por la castaña e inmediatamente sacó su extremidad de el agarre de Violet y la ocultó detrás de su espalda como si eso solucionara algo.
La chica caminó en cámara lenta, bueno, en realidad no, pero así le pareció a Wally, hasta colocarse frente a la castaña.
–Disculpa, ese es mi asiento. - La pelinegra habló dulce pero secamente.
La castaña la analizó unos segundos, luego se volvió hacia Wally y le giñó un ojo – Ya lo sabes, te esperaré.– Y se levantó de la banca, dejando un asustado Wally en el asiento detrás de ella.
–Kuki – Empezó con voz temblorosa. – Yo, yo, no es lo que piensas, en serio ¿sabes? Solo me estaba invitando a una apestosa fiesta de cumpleaños y yo, yo, claro que no iré- Wally se detuvo inmediatamente cuando Kuki se volvió y lo miró directamente a los ojos con una mirada exasperada.
Wally miró su rostro, más allá de su furia, más allá de ese fuego que lo quemaba vivo, vio sus ojos negros y se quedó sin respiración.
Y entonces la magia se acabó cuando ella simplemente soltó un triste suspiro y se volvió.
Pensó en preguntarle si estaba bien, levantó su mano hacía el hombro de ella, entonces el profesor entró por la puerta y la oportunidad de cualquier cosa de esfumó.
–Eres un idiota.– Guillermo, mejor conocido como número 2, dijo mientras acababa de masticar un sándwich muy grande.
–Dime algo que no sepa –Wally tomó una servilleta y la lanzó hacía su amigo, quien la recibió y limpió los restos de comida alrededor de su boca.
Ambos chicos se encontraban mirándose de frente sentados en una mesa de la cafetería escolar, un lugar bastante amplio y repleto de gente caminando con sus bandejas en busca de un asiento.
–Pero en serio amigo, estas perdido con esa chica, y créeme que, a pesar de ser un nerd, sé de chicas, la mitad de aquí está loca por tu equipo– Señaló a Wally con la mano libre del sándwich y luego con un gesto de su cabeza le señaló un grupo de chicas que miraban a Wally embelesadas.
Wallly solo rodó los ojos.
– Y la otra mitad por los del club de robótica. – Se señaló a si mismo con el pulgar con un gesto de admiración y ,probando su punto, le guiño un ojo a una chica pelirroja que pasaba cerca, la cual se ruborizó inmediatamente y le dio una sonrisa coqueta antes de pasar de largo hacia otra mesa.
Wally miró exasperado a la escena.
–Yo no estoy perdido por na-die – Wally remarcó cada sílaba. – ¡Solo que esa chica está loca y me aterroriza! – Colocó sus manos sobre sus mejillas y jaló hacia abajo sus párpados.
– ¿Qué te aterroriza? ¿Acaso es la posibilidad de que Kuki por fin note que eres un idiota y te abandone?– Preguntó Abigail con tono de superioridad mientras tomaba asiento al lado de Memo, colocando su bandeja frente a ella.
– ¡Pero claro que no! ¡Ella y yo solo somos amigos! - Wally volteo los ojos. - ¿Cuántas veces tendremos esta conversación? -
– Las suficientes hasta que acepte que te gusta– Abigail le dio una sonrisa burlona que hizo hervir la sangre en sus venas.
– Sí, puedes hablar de él y de su incapacidad para aceptar, pero no veo que estés mejor que él- Memo dijo a Abby y señaló con su cabeza a alguien que estaba aproximándose a la mesa. El rostro de Abby cambio de confusión a sorpresa y se sonrojó de inmediato.
– ¿Por qué el ambiente tan tenso aquí chicos?– Miguel One se sentó y dejó su bandeja al lado de Wally, observando a todos.
Wally y Memo miraban a Abby con una sonrisa malvada solo para después de mirar y compartir una mirada llena de complicidad, dejando a un Miguel One completamente confundido.
Miguel notó el extraño comportamiento de sus amigos he intento de nuevo.
– Entonces ¿Qué dicen que está sucediendo?
- ¿¡Escucharon las nuevas noticias !? - Kuki Kiut apareció al lado de Abigail y dejó su bandeja frente a ella. – ¡Están mandando nuevos reclutas! ¡Directo desde Europa!– levantó sus manos sobre su cabeza mostrando su felicidad.
– ¡Shhh! – exclamaron al unísono sus acompañantes en la mesa.
–Ya sabes que no puedes hablar de eso en voz alta, tres - Miguel susurró frustrado tallándose la cara con una mano.
–Oh vamos, no lo dije tan alto, ¿o sí? –Kuki cuestiono a sus amigos mientras la miraban incrédulos.
–Bueno, en fin, ¿Es eso verdad Miguel?– Abby levantó una ceja hacia su compañero.
Miguel echó una mirada rápida a su alrededor y después se inclinó un poco sobre la mesa con las manos extendidas sobre ella – Si, lo es –empezó hablando suavemente – Pero sabes que eso solo significa que debemos ser precavidos, siempre que TND hace algún movimiento tenemos a los villanos pisándonos los talones.
– ¡Ay por favor!, la última vez que dijiste eso no sucedió nada interesante– Wally reclamó.
–Que va, solo acabaste atrapado en el cuarto del conserje todo un fin de semana, pero nada interesante, ¿verdad? - Abigail dijo con una sonrisa socarrona, provocando la risa de todos los presentes.
–Hmp, como sea– Wally se desvió la mirada, cruzó sus brazos sobre su pecho y se echó para atrás sobre su silla.
–De cualquier forma, estoy ansioso por conocer a los nuevos, y claro, tendremos precauciones, ¿No es así? – Memo dijo con una sonrisa mirando a todos.
–Claro– respondió Abby y Kuki, ganando una sonrisa de aprobación por parte de Miguel.
Wally se limitó a mirar a otro lado solo para dar con la mirada de un grupo de chicas entre las que se encontraba Violet "la dramática" observándolo desde el lado opuesto a la cafetería.
Se volvió inmediatamente hacia sus compañeros con la cara roja
– Si, como sea, solo apúrense a comerse eso ¿De acuerdo? De repente la cafetería dejó de ser muy cómoda.
Sus amigos solo se encogieron de hombros y continuaron su comida.
¿Qué tal? Estoy en el procedimiento de re-escribir la historia completa.
Escribí esto en mis dulces 12 (más o menos) y la verdad no aborrecía completamente la historia pero si mi escritura, claro, no ha mejorado demasiado, pero creo que tiene más coherencia.
Espero que siga siendo su agrado, un saludo y feliz año nuevo.
