Y el proverbio de hoy es...

"Nunca interrumpas a Tachi cuando quiera dormir"

Yuuki Tachimukai - Josuke Tsunami

Tachimukai paseaba tranquilo por el pasillo de la cabaña en donde habitaba el equipo de la selección japonesa. Caminaba felizmente con su vaso de leche, dirigiéndose a su habitación.

Había sido un día de lo más pesado. Como todos los días de entrenamiento. Pero hoy habían entrenado mucho más duro.

Endou los levantó a todos a las 5:15 am para que practicaran las técnicas Hissatsu y las mejoraran. Luego de eso, los llevó a dar tres vueltas a la playa. Endou, ésta vez estaba más estricto que el entrenador.

Pero eso ya no importaba.

Lo que le importaba a Yuuki Tachimukai era que, por fin, después de un extenso y agotador día, él podría ir a dormir y esperar qué otros planes para el entrenamiento se le ocurrirían al entusiasta capitán.

Llegó a la entrada de su habitación con una sonrisa de satisfacción, abrió la puerta y sus ojos se abrieron como platos al ver a un moreno recostado en su cama con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Tachi! Te tardaste… ¿Por qué tanta demora, eh?-

-¿Tsunami-san, qué hace aquí?-

-No me has respondido. ¿Y, qué traes ahí?- señalaba el vaso con leche del pequeño.

-Leche.- como si fuera lo más obvio del mundo.- ¿Quiere un poco, Tsunami-san?-

El moreno negó con la cabeza.

- Ya te he dicho que no me digas "san". No andemos con tantas formalidades, Tachi.-

El oji-azul, muerto de sueño sin querer lidiar con nadie, asintió.

-Ok, Tsunami ¿Qué haces aquí?-

-Pues, ¿sabes? Estaba en mi habitación mirando por el balcón hace como veinte minutos y noté que el mar se veía hermoso. Era una mezcla de azul con verde, casi parecía un color esmeralda y…

El portero suplente de Inazuma se sobaba las sienes, tenía tantoo sueño que comenzaba a dolerle la cabeza y el surfista hablaba y hablaba de su amado mar. No sabía qué hacer, pasaron minutos y él ya no escuchaba lo que Tsunami le decía.

El castaño se aproximó al moreno con una sonrisa en su rostro. Había tenido una idea.

-¿Eh? ¿Tachi, me escuchas?-

El castaño se dirigía a su objetivo y el moreno, al recibir un movimiento de cabeza de éste, siguió hablando.

-Entonces se me ocurrió una idea genial. ¿Sabes cuál es?-

Tachi se detuvo; levantando una ceja y llevándose el vaso de leche a su boca…

-¡Te enseñaré a surfear! Y éste el mejor momento para empezar con las lecciones- Josuke irradíaba felicidad.

Tachimukai por su parte…

-¡Ahh!- el amante del mar estaba afuera de la habitación con su cabello lleno de leche gracias al chico de orbes azules.

-Buenas noches, Josuke.- dicho esto, el discípulo de Endou cerró la puerta en cara del moreno que no salía de su asombro.

-"Nunca interrumpas a Tachi cuando quiera dormir"-


Entiendo a Tachimukai completamente.

¡Saludos!