Este proyecto participa en el festival Top!Draco 2016, celebrado por la páginas "We love Drarry" y "I love Bottom Harry"

Espero les guste c:

Punto de vista desde Draco

Heartache

1940, Munich-Alemania.

Desde siempre he conservado una postura fría y calculadora. Bajo las sombras de mi padre, yo siempre he tomado el control de gente inferior a mí para hacerlos pasar por su peor pesadilla. Soy alto y muy guapo, las mujeres fácilmente caen ante mis pies y si quiero algo, lo consigo sin ningún problema. ¿Saben por qué? Soy Draco Malfoy, futuro general de la SS de los nazis.

Cuando nuestro Führer tomó el mando en 1933, mi padre no ha parado de entrenarme para que un día llegue a ser como él, uno de los más cercanos al líder supremo. Obviamente aún estoy muy joven como para preocuparme solamente por eso, así que, ¿Por qué no seguir disfrutando de los pecados de la vida? A mi madre no le molesta eso y mi padre ahora está más metido en sus asuntos que nunca. Sin embargo, no por eso tengo que dejar de trabajar, tengo 20 años y si me asignan varias tareas de acuerdo a lo que necesiten. Esta vez tengo que interrogar asquerosos judíos con cierto grado de importancia por su información y torturar a los que no estén dispuestos.

—Malfoy, es tu turno

— ¡Si, señor!

Juro que cuando yo suba de rango, no le diré a nadie más de esa forma. Creyéndose superiores de esa forma tan repulsiva, los días de entrenamiento no son para nada agradables de recordar en realidad.

Abro la puerta y encuentro a una chica sentada, con los pies y manos amarradas. Al notar mi presencia frunce el ceño y sus ojos se llenan de ira, más no me dice nada. La muchacha es una completa lindura, pero es una judía de pies a cabeza y no soy un traidor a la sangre que se acostaría con una sangre sucia solo por instinto.

—Así que tú eres del alto escuadrón rebelde, ¿no? Hermione Granger, uno de los cerebros que los ayuda a sacar judíos del campo y que, en un acto de amistad, te dejaste capturar para que tus amigos puedan huir de nosotros…

—…

—No seas tímida, rata judía, si eres comprensible y nos dices donde está la base, quizás tu vida pueda ser salvada y todos ganamos, ¿Qué te parece?

—Jure que no diría una sola palabra y así seguiré hasta mi muerte.

A mí no me gusta cuando gente "superior" abusa de su alto rango conmigo y si gente inferior a mí también lo hace, entonces eso me enfurece aún más, ¿Quién se cree ella? Si las palabras suaves no sirven, entonces habrá algo que le gustará aún más. Con elegancia me dirijo a la puerta y la cierro con seguro, no me gusta que me interrumpan. Escucho como la sangre sucia traga saliva y hace movimientos para poder desatarse, pero es imposible, nosotros siempre somos más precavidos.

—No morirás, pero creo que después de esto aflojarás más tu boca, sangre sucia inmunda.

~heartache~

A pasado un día, mis superiores están sorprendidos que no haya conseguido que diga una sola palabra y están pensado en matarla si no tiene ningún valor para nosotros, estoy de acuerdo, pero no lo haré yo. No tengo sentimientos hacia sangre-sucias, pero después de lo de anoche prefiero no ser yo quien acabe con su vida, si no alguien que no haya escuchado lo que yo sí.

Entro nuevamente a la habitación, ella aún permanece sentada donde la dejé. Con los ojos vacíos y la mirada perdida, de la determinación que tenía ayer no queda nada. Hice muchas cosas para forzarla a hablar pero le es tan fiel a su escuadrón como nosotros lo somos al nuestro.

—Si no hablas ahora, te ejecutarán en la noche.

Vagamente sus ojos se dirigen hacia mí y sonríe, sé que aun cuando sus esperanzas se hayan perdido, no pierde la valentía de no decir ninguna información.

—Pues bien, que así sea.

No hay nada más que hacer, lidiar con molestos judíos que aún conservan su fe me da iras. Me retiro de la habitación a dar el informe de ejecución por negación continua. No importa cuando se niegue en darnos la verdad, encontraremos a los malditos rebeldes que dañan los campos y le haremos retorcerse en su propio terreno.

¿Yo soy el que quiere eso?

Vuelvo a mirarla y vagos recuerdos de anoche vuelven a surgir en mi mente, no debería importarme nada de esto, fui correctamente entrenado por los alemanes.

"Seremos libres, la luz triunfará en esta oscuridad y yo sé que tú también quieres eso, veo ira en tus ojos más no odio, dime, ¿Qué te han hecho a ti para que hagas todo esto?"

Es hora de olvidar.

~heartache~

Es de noche y todo está callado por el camino de las celdas, hoy hubo más recolección de judíos y rebeldes que nunca, nuestro líder está contento y desea exterminarlos lo más pronto posible. Siendo ya de noche, va a ser la ejecución de la sangre sucia y me han encargado expresamente a mi ir por ella para llevarla a la horca, su cabeza será reclamada. Abro la puerta y enciendo la luz para verla mejor, pero no creí ver lo que estaba frente a mis ojos nunca en mi vida.

Un chico estaba ayudando a escapar a la judía por medio de un ducto de basura que estaba en el piso, ¿Cómo?

— ¡Alto ahí, rebeldes!

—Hermione, salta tu primero y yo te sigo.-escucho que el rebelde dice y la empuja.

La judía asintió con debilidad, el chico rebelde no me daba paso y maldije la hora en la que decidí no cargar un arma. Ella se lanzó por el conducto y cuando yo iba tomar su pie para detenerla, el muchacho me empujó lejos de ellos y aprovechó para posicionarse a saltar.

—No tan rápido…

De alguna forma mis manos llegan a sostener su tobillo y con todas mis fuerzas lo jalo hasta el piso, quedamos frente a frente, yo encima de él. Parece algo aturdido mientras mira hacia el ducto, aún queda la chica.

—Ella tampoco escapará

Trato de levantarme para tirarme por la basura, pero aquel chico me detiene y por segunda vez en el día, fui sorprendido. Sus labios estaban besando los míos de forma hambrienta, sus brazos rodeaban mi cuello y sus piernas mis caderas, se siente como si encajaran muy bien nuestros cuerpos, cierro los ojos y no sé por qué me deje llevar por sus toques tan hipnotizadores.

Hasta que recordé que se trataba de un rebelde, al cual debía de aniquilar.

Me deshago de su agarre y miro por el ducto, todo estaba vacío. No había rastro de la judía ni de un rebelde. Sería una pérdida de tiempo crear un alarme ahora, no habría forma de atraparlos si se fugaron del campo. Pero aún tengo al chico que se sacrificó, tal vez él se mea de ayuda.

—Oye, tú, rebelde —llamo con desprecio, el solo recordar que disfruté de esos pocos segundos me hacen sentir asqueado.

Me mira con firmeza a pesar de haberlo llamado de esa forma y permanece acostado, ¿Acoso no sabe en qué líos se metió?

—Tuve mis razones para hacer eso, no creas que me gusta y no me importa morir ahora, Hermione es más importante para nosotros.

Pensándolo bien, este rebelde me será de mucha ayuda y no está para nada mal. Al contrario de esa asquerosa judía, él tiene algo que me llama mucho la atención. Ojos verdes, blanco, cabellos azabaches y en muy buena forma. Les conté que quería disfrutar de los pecados de la vida, no? Creo que este es uno de ellos.

Aprovecho que está acostado en el piso y me pongo frente a él. Con un pie piso su muñeca derecha y me siento en sus caderas, tomado sus quijada con mi mano. Parece indiferente más eso me hace sonreír aún más. El chico no mentía, hizo eso para que su amiguita tenga la oportunidad de escapar sin problemas, pero se arrepentirá de haber comenzado el juego.

—Pero… si tú no morirás…tú rogarás por morir —digo y me acerco lentamente hasta llegar a su oído. —En mis brazos —susurro, su piel se eriza.

~Heartache~

Han pasado dos días desde aquel "pequeño" incidente. Gracias a mi labia, pude convencer a los capitanes de que la judía había muerto antes de la ejecución y que para que no presencien aquello, un cadáver putrefacto y desagradable, me deshice de él con ayuda de la servidumbre. Respecto al muchacho, bueno, él es otra historia. Ni mis superiores ni mis padres saben que lo tengo encerrado en mi mansión y tampoco lo sabrán, no tienen por qué. No tuve la necesidad de interrogar al rebelde para saber quién era y que hacía, todo está en los archivos de los enemigos y judíos. En su caso, él es un enemigo.

Harry Potter, nacido en Londres-Inglaterra, de 20 años. Su familia era rica, pero de eso se enteró mucho después de que sus padres hayan muerto y sus tíos se hayan hecho cargo de él. Dejó la universidad y se unió a al ejército rebelde de ingleses de origen desconocido.

Ahora después de una larga jornada, he vuelto a mi casa y me encuentro frente a la puerta de mi cuarto. Al abrirla, todo está tal y como lo dejé, Potter con las manos amarradas en la cabecera de mi cama y con una mordaza en la boca, que buena vista. Al acercarme pude notar que tenía lágrimas secas en su rostro y las muñecas de sus manos estaban rojas, estaba dormido. Le quito la mordaza de la boca y su respiración parece regularse.

Me alejo de él y me quito mi uniforme, quedado solamente en una camisa blanca y mi bóxer negro, me siento más cómodo así. Tomo una copa y lleno esta de vino tinto, no sé por qué después de haberlo vuelto a mirar mi garganta se secó y me dieron una tremendas ganas de acostarme junto a él, no es lógico, quizás esté embrujado.

— ¿Ya me vas matar?

¿Acaso es idiota?

—Creo que algo mucho más agradable antes de matarte, Potter.-contesto lascivo, su rostro palidece y yo sonrío de oreja a oreja, hace mucho que no me divertía.

A paso lento voy hacia él hasta llegar a la cama y sentarme en sus caderas. Su cuerpo tiembla e intenta zafarse del agarre, eso me excita aún más. Rompo su camisa negra y le saco los pantalones, ahora está semi-desnudo frente a mí.

—N-no…oye… no, hay mujeres lindas allá afuera, ¿por qué no te vas y te consigues una?

Planea quitarme la calentura, lo sé, pero es en vano. Con una mano pellizco uno de sus pezones y con la otra masajeo su trasero, el cual para mi completo agrado, es redondo y duro. Mis caricias siguen por todo su cuerpo, muslos, caderas, espalda. Su cuerpo es perfecto para mí, alguien que merece lo mejor.

—Para qué hacer eso si tengo semejante banquete aquí.

—Agh ah…no, para e-esto…

Siento como se derrite cuando ataco su cuello y lo lleno de besos, creo que descubrí uno de sus puntos débiles. Muerdo el lóbulo de su oreja, siento algo duro que choca contra mi miembro, no me sorprende que ya se haya puesto duro, si no lo tarde que fue para hacerlo. Es virgen su rostro lo dice todo y qué decir de su cuerpo.

A pesar del pataleo, logro alzar sus piernas en mis hombros y tener una mejor vista. Estaba a punto de meter un dedo en su cavidad hasta que…

Ring, Ring, Ring…

— ¡Maldita sea! — exclamo con furia, levantándome de golpe de la cama y atendiendo el teléfono.

— ¿Si?

¿Qué son esos modales, Draco? ¿Qué hubiera sido si nuestro líder hubiese sido el que te estuviera llamando? ¿Interrumpo algo? — escucho que una gruesa y frívola voz habla por el teléfono, mi padre.

—Disculpe padre, ¿Que se le ofrece?

Cómo Has de saber, tu madre y yo estamos en la capital, quiero que en estos momentos vayas a recoger unos documentos a la oficina del general y los tengas archivados en mi escritorio, ahora, deja lo que estabas haciendo y parte a la base. —Me informa y cuelga.

Yo miro el teléfono con desgano mientras refunfuño bajo. En el lapso de las llamas todas las ganas de hacerlo se me habían ido. Giro a ver a mi presa, estaba tal y como la dejé, con las mejillas rojas y los ojos cerrados, tenía las piernas cerradas, pero eso no sería por mucho tiempo mientras esté retenido en mi mansión.

—Qué mala suerte para ti Potty, tengo que irme a recoger unas cosas a un lugar muy lejano, quizás vuelva en dos días más, le ordenaré a la sirvienta que te saque de aquí y te instruya como mi sirviente y para cuando vuelva, te quiero listo para mi

—En tus sueños, querido

Ha vuelto a ser el mismo de siempre, alguien a quien no le importa lo que le suceda aun sabiendo que yo puedo eliminarlo en un abrir y cerrar de ojos, ¿quizás esté abusando de su suerte? Cuando llegue, le haré saber quién manda aquí. Imaginármelo con el traje de sirviente me hace querer dejar a un lado los encomendados y tirármelo en este mismo instante. Pero no, un Malfoy no pierde la compostura y menos por el enemigo.

Doy unos cuantos pasos y vuelto a estar frente a él, con elegancia me acerco a su cuello y rozo mi nariz cerca de este, el chico huele igual de bien. Entonces procedo a abrir mi boca y clavarle mis dientes, halando de su piel como si de un trozo de carne servida se tratase. A los pocos segundos lo veo retorcerse de dolor en la cama, sabía que no lo veía venir. Un fuerte tono violáceo aparece en su tez lechosa, gané esta vez.

— ¿Sabes? Me encanta marcar lo que me pertenece y ahora tú, "querido", eres mío.

Después de decir eso, salí ya vestido de la habitación y le encomendé el trabajo a la sirvienta. Si en dos días Potter aún se resiste o no cede a mis deseos, probablemente la benevolencia se esfume de mis sentidos y los arrastre a un juego un poco singular en estas épocas.

¿Qué tal estuvo? este Au vino de la nada a mi cabeza ´q` Por cada review un Draco puede ser feliz junto a su Harry uvu

Nos vemos,

Lin