La recuerda
Disclaimer: Todo pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia es un regalo para Soly, una persona increíble (e insistente) con unas ideas geniales. Feliz cumpleaños y espero que te guste esta pequeña historia.
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La recuerda pequeña, asustada, un pajarito que no podía volar. La recuerda cortés, como si una sonrisa bonita y unas palabras aprendidas de memoria pudieran salvarla de los males del mundo aunque en el fondo de su corazón supiera que nada podría salvarla. La recuerda frágil por fuera, inmensamente fuerte por dentro, valiente a pesar del miedo.
Recuerda su sonrisa rota que finjía estar entera, sus ojos grises de invierno que se preguntaban todo lo que su boca no podía, esa mirada llena de tristeza pero a la vez de determinación, de ganas de seguir viviendo aunque no pareciera haber un porqué. Recuerda esa cabecita llena de historias y cuentos, de caballeros y damas, de amor y sueños, llena de música que poco a poco dejó de sonar, de versos que poco a poco dejaron de tener sentido, de canciones mentirosas y de la amargura de haber descubierto la mentira.
La recuerda cantando a oscuras en aquella habitación, intentando construir una fortaleza con los pedazos de sus esperanzas perdidas para mantenerlas vivas, para mantenerse viva a sí misma. La recuerda temblando, tan niña, tan inocente y a la vez tan mujer, tan experimentada en todo lo malo que la corte podía ofrecerle a alguien como ella.
Recuerda mirarla, mirarla durante horas cuando ella no se daba cuenta o cuando sí lo hacía; mirarla y preguntarse qué estaría pensando, qué estaría soñando, seguramente con sus hermanos, con su madre, con los días felices que fueron o con los que podrían ser. Quizá con la muerte de Joffrey o de la reina. . . o con la de él.
