CAPÍTULO 1: EL REGRESO

Marina estaba mirando por la grande y lujosa ventana de su habitación…estaba inquieta…nerviosa. El día no había sido muy grato… nunca era muy grato desde que regresaron de Céfiro. Realmente habría dado toda su vida en Tokio por solo unos días más en el mundo mágico de Céfiro. Su cabeza estaba revuelta… hacía dos meses que sus ideas se habían aclarado demasiado…y eso no era bueno para la guerrera mágica del agua…por que al aclararse…estaba extrañando…Marina pensaba en la razón por la cual ansiaba asta los poros volver…pensaba en el chico que sin hacer nada muy en especial le había arrebatado su corazón…en el mago más poderoso del mundo místico…en Gurú Clef.

La lluvia caía y Marina sentía deseos de llorar…sin embargo, ella era una chica orgullosa, testaruda y caprichosa. Tal vez Gurú Clef eso era para ella….tan solo un capricho que como una completa niña rica y prestigiada del Japón debería conseguir a toda costa…con este pensamiento Marina sollozó. No, no era como una chica que le gusta un artista y ansía ser su novia…pero ¿por qué?…¿porqué debió enamorarse de un chico como Gurú Clef?….él no era (según ella) el tipo de chicos que le gustaba…según Marina, su novio ideal debería ser muy guapo, popular, ser de la sociedad de ella, y sobre todo…que le cumpliera cada capricho que a Marina se le antojaba. Pero Gurú Clef no cumplía ni con la mitad de los requisitos…sí, para la esgrimista de cabellera azul Clef era el hombre mas atractivo del mundo…no, del universo…porque el vive…desgraciadamente…en otro planeta. Pero él no era un simple estudiante…era un hechicero y Gurú de Zéfiro. Si era popular, era por su dedicado oficio, no por otra cosa. Y ni al caso con su sociedad, él vivía en lo más lujoso de ese mundo…sí. Pero Gurú Clef era el tipo de persona que le fastidiaban las niñerías, los caprichos, y sobre todo…la pérdida del tiempo. ¡Rayos! Eso era todo lo que Marina era. Nunca se fijaría en ella solo por eso. Era un golpe bajo al ego de la guerrera mágica azul. Con esto, Marina frunció el ceño.

¡¡Rayos!! – gritó furiosa mientras aventaba uno de sus muñecos de felpa. Otro coraje más que pasaba al recordarlo. Al estar respirando agitada mente ella entristeció después. – Gurú Clef…- susurró…

Ya habían pasado seis meses desde que volvieron…era lo que más deseaban…regresar a casa…Marina no quería. Amaba a sus padres y deseaba con todo el corazón verlos…pero…ya había visto su futuro en un instante…toda una vida de lujosos viajes…juegos de esgrima, reuniones aburridas que ella odiaba…ah! Sin mencionar las interminables citas de chicos falsos e inmaduros que solo querían divertirse. Claro, ella no era la excepción, más sin embargo…su estancia en Céfiro le había cambiado su manera de ser…seguía siendo vanidosa, caprichosa e irrelevante…pero ahora era más abierta, más amistosa…y digamos que, en pocas palabras…Clef la cambió absolutamente. Recordó ahora su día….no fue muy grato….incluso para ella, cualquier día sin él, era muy aburrido.

Marina salió de su colegio como de costumbre…iba a subir a su limosina cuando, de la nada, salió uno de los tantos pretendientes que Marina tenía desde que la habían presentado en sociedad. A sus 17 años, Marina era ya, una modelo a seguir para las demás chicas….bella, rica, inteligente y muy popular.



¡Marina! – gritó un chico que parecía el típico galán.

¿Um? – ella se giró sin mucho interés. El chico traía una flor en la mano y una sonrisa en el rostro.

Es para la chica más hermosa del mundo – dice mientras se la entrega, Marina no se sorprendió, había escuchado eso tantas veces, que asta le parecía ya fastidioso…lo oía de cualquiera, menos de quién lo quería oír. La recibió por educación…claro, sin mucho afán.

Gracias…es muy bella….- dice sonriendo levemente, al chico pareciera que le habían dicho la gloria.

Lo sé, pero no es tan linda como tú…Marina…me preguntaba…este…¿con quién irás al baile de otoño? – él chico la miró fijamente….Marina…como siempre respondía cosas como "No, gracias" o "no, ya iré con alguien" como todos los años…pero ahora era muy diferente…no tenía muchos ánimos…

Lo lamento pero…no tengo pensado asistir al baile…- dice ella muy seria él chico puso cara de pocos amigos, y tras rogarle unos cuantos minutos que asistiera con él, Marina regresó a casa…en el camino se encontró a Lucy, la llevó asta su casa, ella se lo agradeció mucho…y ante esto surgió una plática que hacía mucho que no tenían…

Marina…¿te gustaría regresar a Céfiro?…- preguntó Lucy inesperadamente a la esgrimista…Marina solo se sacó de sus casillas…no sabía que responder, Lucy la miraba fijamente, y ella se puso muy nerviosa…fue por eso que recordó a Clef.

¿¡Qué?! Ah…Céfiro?….- abrió los ojos de par en par

Sí…¿te gustaría?….- dice la pelirroja sonriendo.

Pues….yo….no…no…lo sé Lucy….quizás - ¡¡Que estupideces estaba diciendo!! ¡ansiaba asta los ojos regresar, por qué era tan orgullosa y aparentaba que no extrañaba a sus amigos y sobre todo a Gurú Clef?!

Ah…bueno, je, je, yo…pensé que querrías ir…y tal vez podamos.- dice ella sonriendo y muy alegre, Lucy encontró un método? Se preguntaba Marina…mientras Lucy pensaba…"que extraño, parece no importarle"..

¿Podremos?…- a Marina le brillaron los ojos de felicidad, ahora Lucy estaba más tranquila

¡Sí, es probable!

Con estas últimas palabras se habían despedido…prometieron avisarle a Anaís y juntarse en la Torre la próxima semana…ahora sí que estaba en un dilema….¿qué haría?…el solo pensar en Gurú Clef, y en volver a verlo le llenaron el estómago de nervios y mariposas…sin embargo…el mago tal vez no quisiera verle…pero…la apreciaba, pero no la amaba, ¿o sí? Marina no sabía ya nada. Estaba atrofiada. Por eso era que estaba tan furiosa…ella ¿enamorada? "Je, no. Que tontería yo jamás he estado enamorada" ella quisiera a los chicos solo para que le compraran obsequios y divertirse, salir. Pero nunca había sentido esto por nadie.

¿Qué estará haciendo ahora?- dijo Marina en voz baja… - sí tan solo tuviera un recuerdo de él…- suspiró. Sé escuchó entonces un leve toquido en la puerta…ella le dio el paso, y entro una chica que parecía un ama de llaves, era la dama de Marina. Siempre había estado con ella….era su confidente, nadie la conocía mejor que ella…incluso más que sus padres y Anaís y Lucy. Ella tampoco sabía nada…

¿Marina, no vas a cenar? – pregunta la chica de largos cabellos negros y ojos verdes. Marina negó con la cabeza… y siguió mirando por la ventana…no quería que le viera su cara de melancolía, pues verla era explicar que le pasaba, y explicar sería confesar todo lo que no quería que supiera nadie.

Que te sucede…¿te sientes mal?…- preguntó preocupada. ¡Rayos, se había dado cuenta!

No…- sonrió levemente -¿por qué, acaso tengo cara de enferma? – se burló.

Algo así. Pero, no lo sé…quizá es otro mal más que de salud .- sonrió



No me pasa nada. Es que, no iré al baile.- dice ella muy indiferente mientras se sienta en uno de los tantos sofás que Marina tenía.

También hay males del corazón. ¿a que se debe que la chica con más acompañantes no quiera ir al baile?

No sé. No tengo ganas- frunció el ceño.

¿Nadie te ha invitado? .- exclamó la joven algo sorprendida, Marina se carcajeó

Sí…ese es el problema…tengo mucha gente con quién ir pero no con quién yo quisiera….- ¡Ooops! La había regado asta la coronilla….se tapó la boca en señal de error y la muchacha sonrió..

¿Y quién es el afortunado?.- ella se puso delante de Marina

Eh…qué? No…ja, a ja…no…yo no quiero ir, ya te lo dije.- miró hacia otro lado

Mientes.

No lo hago.

Sí, acabas de decir que- -

¡¡No he dicho nada, ahora quiero estar sola!!

¿Otro berrinche?

¡¡Dije que quiero estar sola!! – gritó furiosa mientras le señalaba la entrada

Nunca se fijará en ti si sigues haciendo caprichos – salió. Marina se quedó más enojada de lo que ya estaba ¡¿cómo demonios se atrevía a decir eso?! Luego reflexionó un poco… - Linda tiene razón…nunca se fijará en mí..- Ya estaba decidida, sí podía…iría a toda costa a Zéfiro, estaba decidida. Ya no esperaría mas y se lo contaría.

Sé lo diré. No me importa que él no me corresponda…debo hacerlo. Ya no puedo más. ¡¡Te lo diré Clef, le gritaré al mundo entero que te amo!! – gritó. Luego se sonrojó mucho – que rayos digo…- se tapó la boca. – Gurú Clef…te quiero…- susurró. Sé acostó en su cama y miró al techo….no podía dormir, estaba más nerviosa que nunca. Recordó cuando lo conoció…cuando lo vio por primera vez, sintió una atracción enorme…asta se burló de sus conjuros y su manera de vestir…cuando lo convirtieron en piedra, se quería morir y quería salvarlo aún a costa de su propia vida…cuando el palacio comenzó a destruirse y la Princesa se fue….cuando lo veía tan triste y decaído por la situación….se sentía perdida…la primera vez que tocó su mano…se sonrojó tanto que parecía un semáforo… "Nunca lo notó" pensó. Luego cuando se despidieron….

¡Marina! – gritó él.

¡Gurú Clef! Yo…

¿Qué sucede?

No…no es nada….

Muchas gracias – le dijo dulcemente….Marina volvió a la realidad…¿me extrañas...Clef? porque nunca se lo dijo….quizás hubieras cambiado algo las cosas….o tal vez la hubiera rechazado…pero nunca lo supo. Se quedó contemplando la misma pregunta cientos de veces…"¿Qué me hubiera dicho?" entonces se reclinó sobre su almohada…tenía ganas de escribir, lo hacía siempre que pensaba en Gurú Clef…con las esperanzas que Lucy le había dado, Marina se inspiró en escribir algo que parecía….quizás una canción.

Y es que solo con saber

Que al regresar, tú esperarás por mi,

Aumentan los latidos de mi corazón

Volverte a ver, es todo lo que quiero hacer

Volverte a ver, para poderme reponer

Porque sin ti, mi vida yo no soy feliz

Porque sin ti, mi vida no tiene raíz



Ni una razón para vivir

Tú eres todo lo que tengo

No me quiero morir sin poder otra vez

Volverte a ver

Suspiró ahora un poco…que extraña se sentía…quizá era un buen presentimiento o….tal vez uno malo.

Sé quedó dormida pensando mil cosas, antes de que desayunara, Lucy le llamó, Marina atendió la llamada.

Es para ti Marina – Linda le entregó el teléfono.

Sí – ella estaba un poco cortante desde el "incidente" de ayer… como orgullosa que era, no dirigiría la palabra bien hasta que se disculpara.

¿Marina? – Lucy parecía preocupada.

¿Qué sucede Lucy? – contestó ella.

Este…bien…decidimos apresurar la cita…Anaís ya no puede esperar…- por el otro lado del teléfono, Lucy estaba muy emocionada y nerviosa, por supuesto, vería a su amado Latis.

¿¡Qué?! – Marina gritó tan fuerte que todos los sirvientes voltearon ante su reacción…se había sonrojado, le temblaban las piernas, y por si fuera poco, tartamudeaba.

¿Te pasó algo malo? – Lucy se sobresaltó también.

Q- que, no- no…es…solo que…..bu….bueno…y- yo…no…- Marina balbuceaba como una bebé. Lucy comenzó a carcajear ante su reacción.

¡No te burles!

Tranquila, ¿por qué estás tan alterada?…- pregunta Lucy divertida de la situación…Marina no sabía que contestar así que Lucy le dijo que se verían a las 12:30 en la Torre. Luego de un "no se te ocurra faltar" Marina colgó resignada…suspiró nuevamente…esa Lucy, pensó. "porque tiene que tener un don de convencimiento tan enorme" al voltear la joven vio a su ama de llaves que la veía aún más divertida que Lucy.

¿Qué me estás mirando? – frunció el ceño.

Nada, es solo que es tan divertido ver como una niña que siempre jugó con los chicos ahora esté taaaan enamorada de cualquiera. – sonrió con burla. Marina enfureció.

¡Para tu información, Clef no es cualquiera y además él es--! – se detuvo, nuevamente la había regado.

Ahhh así que se llama Clef…- sonrió pícaramente

¡Basta!

¿Por qué siempre tratas de evadirme cuando sabes que has perdido?

¡No sé de que me hablas!

Hablo de lo que estás sufriendo. Sabes que lo amas pero no quieres aceptarlo porque sería un deshonor creer que te están dando una cucharada de tu propio chocolate. – Marina se puso roja de vergüenza, era verdad…cada palabra era cierta. Ahora que se supone que haría? ¿aceptarlo? ¿volver a hacer otro berrinche?….

Sólo…sólo quiero volver a verlo…- dijo Marina algo triste….ante esta reacción Linda comprendió que la joven ya estaba aprendiendo la lección.

No estés triste, Marina. – la abrazó. – enamorarse es lo más lindo del universo, estoy segura que has escogido a un chico maravilloso, y lograras que te ame siendo tú misma, no lo olvides….- Marina se quedó atónita ante las palabras de su dama…estaba realmente sorprendida, ella también la abrazó.

Gracias…..Linda…..- sonrió.

Estoy ansiosa por conocerlo – dijo muy alegre, Marina no sabía que rayos decir ahora, ¿cómo le explicaría que estaba enamorada de un hombre que era un mago y vivía en otra dimensión?

Esto….bien, creo que algún día lo conocerás – Marina estaba nerviosa



¡Pero cuéntame como es! – la chica estaba tan eufórica que abrazó a Marina con toda su fuerza, después de un reclamo de la chica de cabello azul, decidió contarle algo…

Bien….él…es….- Marina no sabía como comenzar y tomó un poco de té.

¿Es guapo?

¡Sí, mucho! – exclamó Marina sonrojada.

Ah, y que más, dime como es su carácter, debe parecerse a ti, ya que te fijaste en él.

Si, bueno….Caldina me dijo una vez que…él y yo nos parecíamos tanto…- miró al techo…

¿Caldina? ¿quién es Caldina?

Eh….je, je, una….amiga muy preciada….- sonrió tiernamente

Ya.

¡Oh por Dios! pero si es tardísimo, debo irme a la Torre con Lucy y Anaís…

¿Ahora mismo?

Sí….ya había quedado con ellas…..este…gracias por todo Linda…- la abrazó

¿De que hablas? yo sólo…

¡¡No importa, gracias!! Y….quiero que le des esta carta a mis padres, por favor.

Marina, hablas como si tal vez no regresaras….- la miró muy preocupada.

¡Ya sabes como soy, tengo que irme, nos vemos! – Marina salió lo más rápido que pudo…antes de salir, se llevó la libreta en donde siempre escribía algo de Gurú Clef….luego, tomó su bolso, y se marchó.

En la Torre ya llevaban esperando Lucy y Anaís…estaban algo enfadadas, pero llegaron a tiempo.

¡Lamento la tardanza! – se disculpó la guerrera azul.

¡No tengas cuidado Marina! – respondió Anaís tan amable como siempre

¡Sí ya sabemos que para ti es una costumbre!

¡¡Lucy!!

Lucy se rió.

¡Bueno ya esta bien! ¿cuál era el método que según tú puede hacernos volver?. Marina sintió un nudo en la garganta.

Pues, si deseamos con todo nuestro corazón volver, seguro que lo haremos- Marina se fue de espaldas entonces

¡¿Qué, eso es todo?!

Pues sí…¿qué esperaban…?- a Lucy le salieron orejas y cola de gatito

Anaís rió.

¡ANAÍS!

Bien….Lucy tiene razón, Marina… quizá a sí volvamos a ver a nuestros amigos…

¡Quiero ver a Latis!

¡Deseo con todo el corazón ver a Paris!

Esté….yo….¡quiero ver a todos! Ja, ja! – exclamó Marina. Lógico, ella no iba a decir nada, no hasta que fuera el momento ideal.

¡Por favor! – dieron al unísono

Las tres jovencitas mantuvieron los ojos cerrados, nadie quería atreverse a abrirlos, ya se habían dado una decepción, pero mantuvieron las esperanzas, pensaron que aquel día no lograron regresar porque no le habían puesto demasiada fe, ahora... permanecían estáticas…..sin más ni más…Marina y Anaís fueron interrumpidas por un enorme grito de Lucy….

En cuanto las dos guerreras restantes abrieron los ojos….se llevaron un susto que casi las mata….¡Estaban flotando en el aire! En cuanto se percataron cayeron al vacío.

¿AHHHH Y AHORA QUÉ? – Marina estaba eufórica, en ese momento fueron rescatadas por una enorme criatura….que tenía la forma de un águila…tenía unos hermosos ojos azules…y las llevó asta tierra firme, las tres chicas se lo agradecieron infinitamente.



Muchas gracias….¿tú eres uno de los animales de Ascot? – tarde…para cuando Lucy preguntó esto, el ave gigantesca ya volaba muy lejos….las chicas se quedaron con cara de duda

¡Ay, pero que animal mas torpe!

Calma, Marina…seguramente alguien debió mandarle, y al cumplir las órdenes impuestas, se marchó como debía.- dice Anaís muy filosóficamente…Lucy la miró asombrada y Marina con algo de recelo….

¡ALTO AHÍ! – gritó una voz masculina….las tres chicas se sorprendieron bastante…era un guardia, y amenazaba con su espada….las tres se asustaron mucho…

¿Quién…es usted?? – preguntó Lucy armándose de valor.

Soy el protector de la entrada del castillo. ¿qué quieren? – el hombre de aspecto rudo les miró con desconfianza.

Bueno….este…je, je, mi nombre es Lucy, y soy la Guerrera Mágica del fuego….venimos del mundo místico.- dice ella muy sonriente, pero al guardián no pareció importarle…al contrario, soltó una risa que a Marina enfureció. (con el buen carácter que tiene)

¡De que rayos se ríe! – Anaís intentó calmarla

No sean ridículas….¿ustedes? las legendarias Guerreras Mágicas…claro, ¿también trajeron a sus genios? –

¡¿Qué?! ¡como se atreve a decirnos eso! – Marina realmente estaba que estallaba de ira.

Vamos, las Guerreras Mágicas son mucho mayores que ustedes, poderosas y sobre todo ¡nada berrinchudas! – con esta última mirada se dirigió a la joven de cabello azul…Marina también le lanzó una mirada desagradable, antes de que pudiera contestar, Anaís la calmó.

Bien, ¿Por qué se dio cuenta de que no somos de Céfiro? .- pregunta Lucy

Por sus atuendos tan extraños…vamos, será mejor que se vayan de aquí…no armen alboroto y no le diré a mi señor que quisieron entrar al castillo.

¿El señor? .- Lucy estaba confundida

Sí. Váyanse y no le diré nada a Gurú Clef que trataron de entrar.

¿Gurú….Clef?……a Marina le dio un vuelco el corazón….era la primera vez en mucho tiempo que escuchaba su nombre de otra persona que no fuera ella…..estaba tan nerviosa….¡Gurú Clef estaba a escasos metros de ella! Y Marina se quedó pasmada, atónita, no podía mover un dedo…..Anaís la intentó hacerla reaccionar pero esta ni siquiera se movía….

Oiga, nosotros conocemos a Gurú Clef, de verdad….solo dígale que Lucy, Marina y Anaís están aquí, y no se rehusará a vernos…se lo aseguro.- dijo Lucy muy segura

Mmm……no lo sé…..

¡Folken! - se acercó una niña como de 8 años….era Lira...al verlas, Lira saltó de la felicidad

¡Lucy!

¡Lira! – ambas se abrazaron, Folken se quedó con cara de duda…pero Lira le explicó todo….Lira se las llevó adentro del palacio….Marina era, obviamente la más nerviosa y aterrada de las tres…revisó su bolso, y por suerte, ahí estaba la libreta, que ya se había convertido más bien en un diario….

Que bueno que sigue conmigo...- sonrió ella

¿Sucede algo malo Marina?

No, Anaís…