Siento mi mundo caer al ver como él pronunciaba el sí con mucha seguridad.
Mi mirada cae sobre mis manos, unidas sobre mis muslos y solo puedo pensar en lo ilusa que me sentí en creer que no pasaría.
Y fue que me recordé que yo había sido la tonta insegura desde un principio.
— ¿Estás bien? — giró mi rostro, mi mejor amiga me miraba preocupada y yo no hago o digo nada, sabía igual no me creería.
El padre exclama que ya podía besar a la novia, y todos se levantan aplaudir.
Luego que termino, mis piernas aun no me respondían y al pasar ambos por el medio ni los había volteado a ver. Mi amiga me toma de la mano cuando ambos salen de la iglesia y me permito limpiar mis lagrimas que al final no había podido evitar retener.
Veo al mi alrededor, al menos no era la única. Así que nadie mal pensaría. Solo sería una de las chicas del montón que los demás conjeturaría que me había dejado llevar al pensar en la emoción e ilusión de una boda propia.
— Si no quieres ir a la fiesta, está bien, yo le inventaré alguna excusa.
Íbamos en el carro cuando ella soltó su sugerencia.
— No Kurotsuchi, debo estar en la fiesta, no puedo hacerle eso a Shikamaru.
— Hinata, se que ya hablamos de esto, pero no puedo evitar, al verte sufrir, volver a repetirte que tu misma lograste que esto ocurriera. Así que no lo arruines, por Shikamaru. Tuviste tu oportunidad, y entiendo, tuviste miedo de arruinar una amistad de años. Pero ya no hay vuelta atrás Hina, y ahora Shikamaru es feliz.
Kuro era muy sincera y siempre agradecía que lo fuera. Y en está ocasión no era diferente. Todo eso que dijo, es muy, muy cierto. Y me merecía que me lo recordará cada vez que me veía desanimada.
Yo misma le entregue mi primer amor a otra mujer. Shikamaru, él, se me confesó primero, pero y yo lo rechace por miedo a arruinar años de amistad.
Milagrosamente la amistad continuo ¿Tuvo un rasguño? Por supuesto, pero al menos nos hablábamos. Fue luego de un tiempo cuando me convencí de que si lo quería a mi lado para ello debía arriesgarme. Pero ya era tarde, él había encontrado a alguien mas con quien compartir su día a día.
Temari Sabaku, ella era una chica muy linda e inteligente, no podía odiarla por mas que quisiera. Y más importante aun, no había sido tan estúpida como yo; en rechazar al hombre que quería para su vida.
Llegamos al gran salón, la organizadora de bodas sin duda habían hecho un gran trabajo.
La música clásica nos acompañaba mientras nos acomodábamos en nuestros puestos. Me siento junto a Kuro en nuestra mesa asignada, y noto estaba muy cerca de la mesa de los recién casados.
Ellos aun no habían llegado.
— Buenas noches.
Viró mis ojos al escuchar aquella gruesa voz; y me encuentro con un apuesto y simpático hombre; de corto cabello rubio y divinos ojos azules. Su cuerpo deliciosamente atlético encajaba perfectamente en ese traje negro que contrarrestaba con esa corbata roja.
Y me doy cuenta que lo observe más de la cuenta en cuanto tomo asiento. Carraspeó.
Y al volver a verlo, fue que sentí que me resultaba familiar su rostro.
— Oh, eres Naruto ¿no?
Me sorprenda el comentario de Kurotsuchi.
— Si, mucho gusto — estrecha su mano con la de ella.
— Finalmente conozco al amigo modelo del vago — ríe coqueta.
Fue entonces que lo recordé.
Shikamaru una vez lo mencionó como un gran amigo cercano y profesional en su trabajo.
Cabe mencionar que los tres trabajamos en una agencia de publicidad, fue ahí que Shikamaru lo sugirió para la imagen de una nueva linea de bóxer de los Hunter, pero nunca se llegó a nada porque a los dueños no les convenció para representarlos.
De eso ya hace dos años.
Sin duda había mejorado aun más su porte de modelo desde aquellas fotos.
— Y finalmente yo conozco a su amigas japonesas.
— Mejores amigas japonesas — corrige divertida Kuro.
Naruto ríe, y fue algo demasiado encantador a mi parecer.
Para mi sorpresa su mirada cae en mí por primera vez desde que llegó, y para evitar incomodidad lo esquivó, por alguna extraña razón me hizo sentir débil.
La música clásica se detiene y suenan los aplausos.
Mi completa atención se dirige a Shikamaru quien llegaba junto a su esposa. Yo forzó una sonrisa cuando pasan frente a nosotros, y mi mirada queda en sus manos unidas cuando se detienen en el medio de la pista.
Luego de unas palabras del novio y un pequeño vals , el Dj finalmente le da ritmo al ambiente y muchos no esperan y se unen a la pista de baile. Y yo solo no había podido dejar de mirar hacia donde ellos.
Observe sus sonrisas cómplices y besos discretos mientras bailaban.
Nunca había visto a Shikamaru tan feliz y eso me emocionó inesperadamente ¿Estaba feliz después de todo por él? Fue en un momento que miro hacia nuestra mesa y nos saludo discretamente.
Sonrío resignada.
Ya, lo había perdido.
— ¿Quieres bailar?
Levantó mi mirada sorprendida, Naruto tenía su mano extendida hacia mí.
— ¿Yo? — y quiero darme contra la mesa al exclamar algo tan estúpido como eso, más cuando él parpadea confundido —. No, es que no soy buena bailando — y no era mentira, en parte, pero seguro sonó muy cliché para rechazarlo.
Miró a Kurotsuchi en busca de ayuda, pero ella solo intercalaba la mirada entre ambos; con una sonrisa juguetona. Él solo termina con una sonrisa forzada con mi rechazó y baja su mano discreto, volviendo su vista de nuevo hacia la pista.
Me siento mal un momento por rechazar su invitación, pero enseguida niego el pensamiento.
¿Por qué debería? Ni le conozco.
Algo que sin duda cambió mas adelante, y ocasiono mucho en mi vida.
Claro que no había manera de saberlo en ese preciso momento.
