FIC REMODELADO. Sigo con Depresión. TmT No More Goldies… Para referencias a mi estilo y a ciertos aspectos del fic, lean 'Littera Minima' y sus secuelas. En esta ocasión, sumen 3 años a las edades del canon. Por favor, quienes dejan reviews anónimas, atentos que les responderé al final del capítulo. Tengan en consideración que Ekléctica, La Que Vigila Las Estaciones,revisó TODA esta saga para que temporalmente (valga la redundancia) todo calce como corresponde y el tiempo que transcurre entre un fic y otro no genere conflictos. Llevo semanas tratando de que ésta aparezca en mi profile, pero como se resiste, visiten el de Ekléctica, que a ella sí le resultó.

Un especial agradecimiento a Seika Lerki, Tsuyu Ryu y Ekléctica (El Concilio del Fic), madrinas y lectoras de prueba de este fic, que además de incentivarme y animarme a escribir, aplacaron mis instintos asesinos y varios personajes vivieron para contarlo.

Una recomendación especial, si quieren ver este universo expandido, lean "Madness of Love", de Lady Seika Lerki y el omake "Lo que Sueño de ti" y las adorables miniserie "Familia" y "Futuro" de Ekléctica. Finalmente, aunque no menos importante, "Luz Amatista", de Tsuyu Ryu, es una joya. Las conversaciones que las inspiraron a ellas, de paso me inspiraron a mí para retomar este hábito mío de escribir fanfictions. ¡VAYAN A LEER! =D

Saint Seiya, la trama y sus personajes pertenecen al Sr. Kurumada y a quienes han pagado por el derecho respectivo. No estoy ganando dinero con esto, nada más entretengo a mi imaginación y le doy más trabajo a mi Musa.


ADVERTENCIA.

Principio 1 para ver y entender Manga: Tiene que haber al menos un gay o una lesbiana en cada serie… o alguien que parece serlo.

Se requiere criterio al leer. No me hago responsable de castigos, lesiones, o penas capitales derivados de la lectura de este capítulo.


"Eiusdem Farinae."
(De la Misma Harina.)

Prólogo: Kanon Deprimido.

Casa de Géminis. Esa mañana al desayuno.

3 de Enero. 06:45 am.

"¿No me vas a decir?" Preguntó Saga tras beber un sorbo de su café. Kanon hizo como que no le había escuchado.

Desde hacía poco más de tres semanas que su gemelo estaba deprimido, más callado y quieto de lo normal. Con más callado me refiero a que en todo ese tiempo apenas había saludado a los demás, y eso no más lo hacía por buenas costumbres. Por lo general Kanon era bastante más alegre. Saga sospechaba que esta actitud tenía que ver con el hecho que Lucía, la chica de Kanon, ni siquiera había llamado por teléfono. Tan decaído veía a su hermano que hasta comenzaba a preocuparse.

"¿Hasta cuándo me vas a decir? Hace tres semanas que apenas me hablas." Se quejó Saga. Kanon se echó en la silla y se dedicó a mirar el techo. "No vives solo: ya dime que te pasa de una maldita vez."

Kanon bufó de disgusto. Se enderezó en la silla y apoyó los codos en la mesa, cosa que hacía cuando buscaba pelea o quería sumergirse en las profundidades de una depresión severa. Saga lo observó con cautela y no presionó por respuestas: sabía que su gemelo en cualquier momento empezaría a hablar.

"Sé que no es mi estilo, pero me estás preocupando." Le confesó Saga, cambiado el tono de voz por uno más amable. "Soy tu hermano mayor, ¿no confías en mí?"

"Bah. Eres mayor que yo por dos mugres minutos." Gruñó Kanon enfadado por la insistencia de Saga… y lo peor de todo es que el tipo tenía un buen punto. Suspiró profundo. "Terminé con Lucía." Dijo por fin, confirmando las sospechas de Saga, quien puso ojos grandes.

"¿Eso te tiene tan deprimido? Bah. Ustedes dos siempre terminan y vuelven al cabo de un tiempo. No sé por qué…"

"¡No seas metiche, Saga!" Exclamó Kanon enojado, echándose de lleno en la mesa, haciendo a un lado su café y fijando la vista en su tazón.

Saga se quedó en prudente silencio: las cosas parecían ser más serias de lo que creyó en un principio. Conocía bien a Kanon, y sabía que esta actitud suya podía ser desastrosa. Cuando Kanon se enamoraba, iba siempre demasiado en serio, y sabía que estaba enamorado de Lucía hasta la médula… y aunque de tanto en tanto terminaban y volvían… por el tono que había usado esta vez, parecía que era definitivo. Mejor dejaba de presionarlo por respuestas por algún rato. Saga le dio una mordida a su tostada mientras observaba a Kanon jugar con algunas migas de pan. Como sería que ni le reprochó esto.

No obstante, como buen geminiano, Saga no se pudo contener mucho rato.

"… Y… ¿Por qué terminaron?" Insistió curioso, pero con el debido tacto. Kanon se puso de pie y se dirigió al lavaplatos, dando por terminado su desayuno (que apenas había tocado).

"Se me olvidó." Dijo tras abrir la llave, tapando con el ruido del agua cualquier pregunta que pudieran haberle hecho. Esto no amilanó al buen Saga, quien movido por un genuino deseo de animar a su hermano y de averiguar qué diantres había pasado, insistió en el asunto.

"¿No me vas a decir lo que pasó entre Lucía y tú?"

"¡Cómo Molestas!" Gruñó Kanon quien comenzaba a fregar los platos que Saga comenzó a pasarle.

"Lucía es una buena chica." Insistió Saga. "Y eran una linda pareja." Kanon no le respondió y siguió concentrado en su tarea.

"Curioso que digas eso: te caía mal." Le reprochó Kanon entrecerrando los ojos. "Le decías 'arpía' si mal no recuerdo." Saga comenzó a secar los trastes algo avergonzado.

"Teníamos nuestras diferencias. No puedo decir que me tratase bien: era linda con todos, menos conmigo." Se defendió tras disimular una tos. "Además… era importante para ti y con eso me bastaba para intentar tratarla mejor. Y por lo visto sigue significando mucho para ti."

"Cierto… eso tengo que reconocerlo."

"Es extraño que hayan terminado así de pronto." Saga se concentró en Kanon y tragó saliva. No le gustaba ver a su hermano así.

"…"

"Lucía me caía bien… la mayoría de las veces al menos." Y como ven… Saga estaba decidido a averiguar por qué su hermano había terminado tan de pronto con su chica. Kanon le dirigió una resignada y helada mirada.

"No me dejarás tranquilo hasta que te diga, ¿verdad?" Gruñó de mala gana. Saga negó con la cabeza. Kanon bufó derrotado. "Feh… tuvimos una pelea, ¿contento?"

"Eso es evidente. ¿Por qué se pelearon? Se han peleado antes, y terminado, pero…"

"…"

"Si no me dices, en serio no te voy a dejar tranquilo." Le advirtió Saga divertido. "Sabes que puedo ser muy insistente cuando me lo propongo."

"¡Qué metiche! Pareces niña ¿Lo sabías?"

"¿Tengo que recordarte como insististe la vez que YO conocí a esa chica en Atenas y no quería decir nada?" Kanon suspiró resignado. Saga tenía razón.

"Le propuse matrimonio." Murmuró Kanon no de buen humor. Saga abrió los ojos y se quedó boquiabierto. "Le propuse matrimonio y me dijo que no. ¿Contento?"

"¿Qué Lucía QUÉ?" Saga estaba indignado a más no poder. "Pero… ¿POR QUÉ?" No me dijiste nada hubiera querido agregar, pero se hubiera escuchado de muy mal gusto.

"No sé. Me dijo que no se sentía preparada… le dije que lo pensara unos días, pero concluyó que mejor seguíamos como estábamos." Kanon suspiró triste. "Y la verdad no estoy dispuesto a eso… así que lo dejamos hasta allí."

"¡Será Arpía! Dos años no se pueden tirar a la basura así nada más, ¿Qué se cree…?"

"Ya déjalo, Saga." Kanon, sin terminar de lavar los platos, salió de la cocina y se dirigió a su cuarto.

Poco después se escuchó la puerta, que se cerraba en forma casi imperceptible. Saga tragó saliva. Mejor dejaba de molestar a su hermano por algunas horas. Algo resignado, el santo de géminis miró los platos del desayuno a medio lavar y tras soplarse el flequillo, se dispuso a terminar de fregarlos. Tenía que idear una manera de animar a su hermano…

… y quizás pedir ayuda de la caballería pesada. Léase… de los demás santos dorados.


Atenas. Villa Olímpica.

06:45 am.

"¡Escúchame bien! Es de IMPERIOSA necesidad que mantengas a esa niña a salvo todo el tiempo que puedas." Se oyó la voz de una mujer al teléfono, quien agregó en un tono casi angustiado. "No puedo enviarte refuerzos… sospecho que la policía ateniense tiene una fuga… estás sola, al menos hasta que llegues aquí… ¡Tengo que Colgar! Cuídate y espero tener noticias tuyas pronto."

"Entiendo. Haré lo que pueda." La joven mujer colgó el teléfono público y miró alrededor suyo con cautela. Atenas comenzaba a despertar.

"Tengo frío." Se quejó una vocecita a su lado. La mujer miró hacia abajo y se agachó junto a la asustada pequeña.

"Yo sé. Pronto iremos a un lugar más cálido." Le dijo con una voz muy amable, mientras le arreglaba el abrigo. "Tan solo tenemos…"

Un auto. Un Ford Taurus con los cristales polarizados, de color verde claro. Un auto completamente normal pasó cerca de ellas. Tan normal era que hubiera pasado total y completamente desapercibido de no ser por un pequeño detalle: era la quinta vez que la mujer veía el mismo auto. Frunció el ceño. Esto no le gustaba. Se incorporó y tomó a la niña de la mano. Ambas comenzaron a caminar sin dirección fija, pero pronto comenzaron a caminar más y más rápido al ver que el auto las seguía. La mujer tomó una rápida y sutil decisión: tomó a la niña en sus brazos y se metió sorpresivamente a la estación del metro Syntagma.

"¿A dónde vamos?" Preguntó la ansiosa niña, mientras se aferraba del abrigo de la mujer.

"A cualquier lado que no sea este." Le respondió la mujer a medida que bajaba las escaleras a toda velocidad.

Arriba, en la calle… el auto se detuvo de golpe, sin importarle las quejas de los demás conductores. Dos hombres bajaron y rápidamente se metieron a la estación del Metro tras la mujer y la pequeña, bajando a pisotones por las escaleras. Un débil destello se dejó traslucir por escasos segundos por entre la ropa de uno de ellos: estaba armado…

Y decidido a interceptar a la mujer.

Fin del Prólogo.

Por

Misao-CG


Próximo Capítulo: "Un día normal… ¿o no?

"Escúchame con mucha atención: cuando te lo diga, corres como alma que lleva el diablo hacia ellos, te sujetas a las piernas de uno y no le sueltas aunque se parta el mundo, ¿Has entendido?"


PS: Ya sé que resultó ser algo extraño y rebuscado… pero no hay problema: las cosas se van a complicar todavía más. Mírenlo del lado positivo y vayan a leer el próximo capítulo: ya saben que siempre pongo el prólogo y el primer capítulo cuando inauguro un nuevo fic. Como no soy psíquica y no sé qué es lo que piensan sobre mi humilde desvarío. ¡GRACIAS POR LEER!

Nota: Eiusdem Farinae... significa 'De la Misma Harina.' Esta frase se refiere generalmente a personas poco recomendables. El por qué elegí este título tan especial… bueno, lo van a descubrir cuando lean el epílogo del fic.