Hola a todos esta vez tarigo una historia completamente nueva, es una pareja extraña lo sé pero espero sea de su agrado.

ADVERTENCIA: Contiene Femslash, alto grado de cursilería y se situa en el séptimo año de el trío dorado, tomen en cuenta que en esta historia no existe Voldemort y el torneo de los tres magos no se llevó a cabo en el cuarto año.


Capitulo 1

Faltan pocos días para que en Hogwarts se lleve a cabo un evento de magnitudes inimaginables, las tres escuelas se han reunido para este acontecimiento, el Instituto Durmstrang, la Academia Beauxbatons y el Colegio Hogwarts, todos los alumnos esperan ansiosamente la explicación del director, se han reunido en el Gran Comedor, el nerviosismo puede sentirse en el aire al igual que la emoción. Las chicas se han interesado rápidamente en Viktor Krum de Durmstrang y los jóvenes no han dejado de mirar a una de las bellas estudiantes de Beauxbatons, Fleur Delacour. Ni siquiera ellos saben de qué va todo esto, nadie lo imagina, ni siquiera los profesores a excepción de Dumbledore, por supuesto. El trío dorado se encuentra conversando tranquilamente, no les interesa demasiado de que se trate pero prestarán atención en cuanto el discurso empiece ya que Hermione no soportaría que fuese diferente. La menor de los Weasley también se encuentra ahí pero eso no le hace más llevadera la conversación a la castaña puesto que todas sus pláticas van dirigidas al Quiddicht, así que ella se dedica a observar a su alrededor, observa como Víctor conversa un poco y no puede negar que el mozo es atractivo, entiende perfectamente porque todo Hogwarts esta tras él, recorre lentamente las mesas de cada casa como buscando una salida a su aburrimiento y en el camino se encuentra con una mirada azul profundo, son hermosos sin embargo la dueña, porque es una chica, le parece una de las personas más arrogantes del mundo no sólo mágico sino también del muggle, es bella indudablemente, lo que se puede esperar cuando eres medio Veela, y ese era su defecto, no la herencia de su belleza sino su arrogancia, una persona no puede creerse infinitamente superior por tener una apariencia envidiable, como si fuera un ser tallado por los Dioses del Olimpo, con detalles de ángel y cabellos de oro puro. Hermione bufó fastidiada rogando al cielo por irse de ahí lo más rápido posible y sus suplicas fueron escuchadas puesto que el director había tomado ya su lugar.

-Todos se preguntarán ¿por qué estamos aquí? La respuesta es un tanto simple pero complicada a la vez. – A su lado había una extraña copa de piedra con una intensa llama azul. – Esto es…el cáliz de fuego. Nos ayudará a elegir a tres alumnos, uno de cada colegio de magia existente, los cuales se enfrentarán en una dura competencia pero no será deportiva ni académica, buscarán el amor. El fin de este torneo será unir a las tres escuelas, todos podrán participar sin importar la edad y aunque no queden entre esos tres elegidos eso no significará que no pueden buscar una pareja para el baile de clausura donde se presentará la pareja final. Nadie sabe a quién tendrán que conquistar, un chico o una chica, ni siquiera los elegidos podrán saberlo hasta que llegue el día del baile, mientras tanto quien sea el corazón en disputa llevara siempre un antifaz, un hechizo para cambiar el color de los ojos e incluso la voz pero esto, queridos estudiantes, será únicamente mientras se realicen las pruebas a los elegidos, el resto del tiempo se mantendrá como un alumno normal que lamentablemente no ha quedado en el torneo. Quienes deseen entrar a este evento nunca antes visto podrá introducir su nombre mañana a partir de las cinco de la tarde. – El Gran Comedor estalló en júbilo, todos parecían ilusionados de encontrar a alguien, inclusive de ser ese corazón en disputa excepto una persona…Hermione Granger, ella parecía fastidiada, así que se levantó de su asiento para dirigirse con paso cansino a su habitación, nadie parecía prestarle atención, o eso era lo que creía puesto que la pelirroja la vio sin dirigirle palabra alguna solamente sonriendo disimuladamente y con un brillo extraño en la mirada, esa niña tramaba algo y no resultaría nada bueno para Hermione.

Si para Granger ya era suficiente tener que soportar los cotilleos sobre todo el asunto del torneo, era una pesadilla verse literalmente arrastrada por sus amigos para observar quien sería la primera persona en introducir su nombre, decidió tomar asiento decidida a leer un poco ignorando completamente el alboroto, buscó con la mirada un lugar disponible en toda la sala y el único hueco que pudo encontrar estaba en medio de las academias Beauxbatons y Durmstrang, en medio de Víctor Krum y Fleur Delacour, todos los admiraban pero era claro que todos se sentían intimidados, ella no, era una Gryffindor y no quería entablar conversación con ninguno de los dos. Su misión de leer se veía constantemente interrumpida por las estruendosas risas de las francesas, o los constantes empujones de los de Noruega. No podía concentrarse ni en sus propios pensamientos, cerró el libro en el momento justo de recibir otro empujón lo cual hizo que el libro cayera de sus manos, se levanto molesta de no poder tener un poco de paz.

-Aquí tienes. – Una cabellera rubia estaba frente a ella con su libro en una mano. La castaña creyó perderse por un instante en esos hermosos ojos pero recuperó la compostura rápidamente.

-Gracias. – Tomó su libro con manos temblorosas.

-No tienes pog qué dagmelas. – Ginny apareció en ese momento acercándose tranquilamente al cáliz de fuego introduciendo el papel con su nombre en las fulgurantes llamas, todos aplaudieron puesto que esperaban alguien diera el primer paso para depositar su nombre, luego de eso una fila enorme se formó en apenas un par de segundos, uno a uno los alumnos fueron pasando haciendo el mismo procedimiento que la menor de los Weasley, inclusive Draco Malfoy estaba esperando su turno. Hermione simplemente rodó los ojos y con paso firme caminó hacia la salida.

-¿No vas a participar? – La voz de Harry la detuvo apenas por unos segundos.

-¿En esto? No, gracias. El amor no es algo que nazca de un concurso Harry, nace con el tiempo. – Regreso su vista a la salida. – Nos vemos en la sala común. – Cerca de la salida se encontraban las francesas esperando pacientemente su turno y no le sorprendía, era algo obvio puesto que el "objetivo" era unir a las tres escuelas por lo que seguramente elegirían a un candidato de cada una de las escuelas, sólo había un problema, si era un él los chicos de Durmstrang no podrían participar y si era una ella, las elegantes chicas de uniformes azul pálido tampoco podrían hacerlo.

Una molesta luz invadió el cuarto donde descansaban las alumnas de séptimo grado en la torre Gryffindor dando esta en el rostro de cierta castaña, quien lentamente abrió los ojos cegándose por un momento con la inmensa cantidad de luz que sus ojos recibieron de golpe. Al acostumbrarse salió de la cama dispuesta a comenzar un nuevo día pero se sorprendió al hallarse sola en la habitación, observó rápidamente el reloj de su mesilla pensando que tal vez era demasiado tarde pero pronto se dio cuenta que había algo extraño en todo esto, normalmente era la primera en despertar, era temprano aún como para que sus compañeras ya se hubieran ido, frunció el entrecejo un poco confundida pero decidió no darle mucha importancia y se alistó como normalmente lo haría para bajar a desayunar. Al llegar al comedor nadie se dio cuenta de su presencia a pesar de que ahí estaban ya las tres escuelas. Apenas tomó asiento el director se levantó para dar lo que parecía otro discurso.

-Les agradezco a todos su atención y también quiero decirles que estoy sumamente sorprendido por el interés que generó el torneo pero creo que será mejor ir directo a lo que quieren oír, el nombre de los tres afortunados o afortunadas que lucharán por un corazón. – La profesora de transformaciones acercó el cáliz de fuego el profesor Dumbledore. – Bien…en este momento todos los nombres se encuentran dentro, no buscamos a un deportista ni a un genio, sino al que en el amor sea el más atento, no exigimos un género sino a aquel que pueda ser feliz en abril y enero, quiero de esta copa recibir tres nombres no importa si mujeres u hombres. – Al escuchar el pequeño discurso Hermione entendió porque todo el mundo se había despertado temprano y por primera vez en el día soltó un bufido de hastío. Con un ruido abrupto del fuego azul salió el primer papel que el profesor tomó en el aire, pacientemente apagó los restos de fuego para luego leer el nombre. – Del Instituto Durmstrang…Víctor Krum. – Todos aplauden emocionados pero la castaña ya sabe que "el corazón en disputa" será el de una chica. Otra gran llamarada lanza el segundo nombre. – De Hogwarts…Gryffindor. ¡Harry Potter! – El mencionado se quedó paralizado al escuchar su nombre pero lentamente se dirigió al frente junto con Víctor. – La última llamarada escupió el último de los tres seleccionados. El profesor nuevamente lo tomó ágilmente pero antes de informar el nombre lo consultó con los demás profesores. La expectativa de no saber qué sucedía crecía rápidamente, el ambiente se volvió bastante tenso cuando el director regreso la vista al frente con rostro serio. – El cáliz ha arrojado un cuarto nombre pegado al tercero, algo que significa que el cáliz ha escogido ya al corazón en disputa y ha seleccionado también a una cuarta persona que puede luchar por él…sin embargo este último nombre no será revelado, esto no es con la intención de omitirlo, dejemos que este último candidato sea anónimo de la misma forma que la persona por la cual luchará. Afrontará las mismas pruebas y de la misma manera tal vez…el misterio funcione. – Todo el castillo reunido en el comedor se preguntaba quién podría ser ese joven que permaneciera en el anonimato. – Sin embargo aún tenemos una vacante aquí, el tercer estudiante es también de Hogwarts, al igual que el señor Potter de Gryffindor, ¡Ronald Weasley! – Hermione parecía sorprendida, sus dos mejores amigos entrando a un estúpido torneo como ese aunque ya se lo esperaba sinceramente, salió de ahí nuevamente sin probar bocado, fue a su habitación a recoger su mochila, iría a la biblioteca, por lo menos ahí encontraría un poco de paz para poder leer un buen libro de las estanterías, jamás imaginó encontrarse el mismísimo director sentado en su cama con una sonrisa tranquila, esperando por ella.

-Director… ¿qué sucede? – Tenía un mal presentimiento.

-El cáliz de fuego ha expulsado su nombre señorita Granger. – La Gryffindor palideció completamente.

-¿Quiere decir que yo soy esa cuarta selección? ¡Pero yo ni siquiera introduje mi nombre! – El profesor alzó una mano pidiendo el silencio de la ojimel quien aún confundida guardó silencio.

-Sabemos que no fue usted quien introdujo su nombre porque no es su letra, y usted no es exactamente la cuarta selección más bien…- Pero Hermione ya no le escuchaba, recordó el paso firme de Ginny al ir hacia la copa y es que no metió su nombre sino el de ella, - usted es el corazón en disputa.

- ¡Ginebra¡ Fue ella ¿cierto? Ella metió mi nombre en el… - No fue hasta ese momento en el cual su cerebro proceso las últimas seis palabras dichas por Dumbledore. - ¡Qué! No puede ser…yo odio este torneo desde el principio…yo no puedo ser…yo… - La castaña parecía estar al borde de un ataque o de echarse a llorar.

-Aunque entendemos que no era su deseo entrar en este torneo y mucho menos de esa manera tiene que asumir la responsabilidad puesto que el cáliz eligió a los cuatro magos que lucharan basándose en aquellos que tienen las cualidades para llegar a usted, así que le ruego lo intente; si resulta ser completamente insoportable intentaremos hacer algo para terminar pero debe intentarlo señorita Granger.

-No. Por nada del mundo lo haré. – El profesor dejo un poco de comida sobre la mesilla de noche de Hermione.

-Inténtelo, Confíe en mí puesto que nadie más aparte de mí sabe que usted será el centro de atención de cuatro estudiantes, piense en eso también nadie sabrá que usted es a quién buscan hasta el día del baile y es posible que para ese momento ya no le importe que sepan que es usted. – El director camino lentamente hacia la puerta del dormitorio.

-Por lo menos dígame quien es esa cuarta persona, tengo derecho a saberlo.

-Lo descubrirá muy pronto señorita Granger.


Gracias por Leer y si les ha gustado por favor dejenmelo saber en un RR.

"Cabellos de oro, ojos de mar azul, dime ángel porqué has venido tú."