El cielo despejado, junto con la suave brisa de una tarde de de Verano, pasaban desapercibidos para un chico de escasos 5 años, que con semblante molesto, caminaba por las calles, llenas de personas ordinarias, entre ellas, niños de su edad, los cuales jugueteaban en los jardines. Algunos de ellos habían conseguido abrir una toma de agua que utilizaban los bomberos, buscando refrescarte ante el inclemente calor de ese día.
Los observo por unos minutos, en parte, sorprendido por la facilidad con la que se divertian; no pudo evitar imaginarse el regresar a casa, con las ropas completamente humedas, tal vez un poco de barro en el rostro y manos; por el otro lado, lo que dirian si alguna persona que le conociera, informara de su actitud en casa.
"Puedo dar por hecho que me aniquilarian.- frustrado, se llevo sus pequeñas manos a los bolsillos, dirigiendo una ultima mirada a esos chicos, que estaba seguro, eran mas felices que él.
No tenia realmente, un lugar al que pudiera llamar hogar. Nunca había permanecido tanto tiempo en un sitio para considerarlo como tal, pues solia mudarse con mucha frecuencia, por cuestiones ajenas a su entendimiento.
Subió con lentitud los escalones de la casa que ahora habitaba, giro el picaporte de la puerta y no se inmuto al cerrarla de golpe. La casa estaría vacia a esas horas. Estaba acostumbrado a estar solo… en ocasiones era mejor que tener la mala fortuna de lidiar con los otros habitantes de la casa; los cuales no perdian oportunidad para hacerle sentir mal.
La habitación que ocupaba esta vez, era enorme para un niño de su edad. Ubicada en el otro extremo de la casa, su rutina se reducia a levantarse, desayunar atendido por sus sirvientes, leer durante buena parte de la mañana; dormir… los paseos por el vecindario, eran opcionales; solia darlos cuando el permanecer encerrado, era imposible de soportar, pero siempre al regresar, se sentía peor. Por esos días, lo único que veia, eran familias disfrutando del buen clima y nuevamente su imaginación, se echaba a volar.
"Si tan solo tuviera una familia…- estaba frente a la sala, en donde colgado sobre la chimenea, colgaba un hermoso lienzo-. Un padre y una madre, como las que tienen esos niños".
Se burlo de si mismo ante esos pensamientos… Draco Malfoy, no había sido educado para sentir lastima de si mismo… mucho menos para sentir envidia por los asquerosos hijos de los muggles.
Sangre de magos, heredada por generaciones, recorrian su cuerpo. En un mundo secreto, cuya pureza de sangre, le hacia superior en innumerables aspectos. Draco, a su corta edad, conocia el poder… la sola mencion de su nombre y apellido, le hacian sobresalir de su circulo de amistades.
Disponia de la vida y voluntad de las criaturas que trabajaban a su servicio, elfos en su mayoría, que habitaban esa casa de aspecto muggle. Caminaba con libertad por los pasillos de su mansión; el lo tenia TODO.
Cierta mañana en que caminaba por los jardines, llamo su atención llas risas provenientes del pequeño lago que su padre había mandado construir en el patio trasero; sonaba como la de aquellos niños muggles que corrian unos detrás de otros. Un gesto de asco se dibujo en su pequeña carita, por lo que salio en busca de quien profanaba la tranquilidad de su propiedad.
Retiro algunos matorrales y descubrio a un grupo de niños, mojando sus pies a orillas del lago. Reconocio a la mayoría de ellos; eran chicos que se burlaban de él cuando salia de paseo, todo a causa de las ropas que su madre se empeñaba en hacerle usar. Ahora era su oportunidad de tomar venganza.
Al escuchar que alguien se acercaba, los intrusos salieron despavoridos, temerosos de que sus padres se enteracen de su intromisión en la casa mas elegante de esa zona.
"Basuras.- murmuro el niño de platinados cabellos, cuidando que el barro no se adhiriera a sus elegantes ropas.
"Hola.- una niña un poco menor que el, llamo su atención. La pequeña le sonreia desde el pequeño muelle que los elfos construyeran para poder pasar hacia el invernadero de su madre, situado en el centro del lago-. ¿A dónde se han marchado todos?"
"Al mismo lugar que deberias ir tu.- le observo con desprecio-. Muggle…"
"¿A casa?.- pestañeoo confundida, sin borrar la sonrisa de su rostro-. Si el dueño de esta casa nos sorprende, me metere en grandes problemas"
"Entonces, por que no te marchas de una buena vez.- se cruzo de brazos, molesto de la lentitud con la que razonaba la pequeña intrusa.
"Por que este lugar es muy bonito.- se sentó, sumergiendo sus pequeños pies en las cristalinas aguas-. ¿No crees?"
"Claro que no.- se dirigió hacia la pequeña, que mantenia su atención en los peces que nadaban entorno a sus pies-. Marchate"
"¿No tienes calor?.- se volvió a verlo-. Esas ropas parecen muy incomodas"
"Eso a ti no te importa.- la obligo a ponerse en pie, conduciendola hacia la salida-. Vete ya"
"Espera.- forcejeaba con el niño-. Mis zapatos".
"Te los aventare luego.- continuo caminando.
"¡¡No!!.- se libero y regreso al lago, en donde bajo la sombra de un árbol, se calzo los zapatoz-. ¿No podemos quedarnos un ratito mas?"
"¡¡Claro que no!!.- sentencio-. Además, que se marchara, eres tu… ¡¡¡Esta es mi casa!!!"
"¿Tu casa?... –penso en voz alta-. Es muy bonita… en la mia no hay un lago, pero los jardines están repletos de Girasoles que sembraba con mi mama.- sonrió aun mas cuando lo recordo-. Tus flores también son bonitas… cuando mi mama no tiene que trabajar, hace limonada y me pone un sombrero para que no me queme mucho el sol".
"Eso a mi no me interesa.- bufo molesto, por la extraña platica de la niña-. Anda, fuera de mi propiedad"
""¿Tu has sembrado esas flores?.- le miro con detenimiento-. ¿Dónde esta tu mama?... pareces enojado, ¿Por qué tienes esa cara?... ¿Siempre están así de limpias tu ropas?"
"¡¡¡Tu me molestas!!!.- exploto-. Parece que solo tienes preguntas en la cabeza, que te impiden escuchar lo que te digo… te exijo que abandones mi jardin"
"¿Te enojaste?.- se puso en pie-. No deberias"
"¿Y por que no?.- encaro a la niña.
"Por que parece adulto.- rio divertida-. Y eso es feo, por que ellos son aburridos… tienen pelo en el rostro… no tienen tiempo para jugar, ni para observar las cosas importantes de la vida"
"Esas son idioteces.- la sonrisa de su "visita" se songelo-. Madura, niña"
"¡¡No lo son!!.- exclamo indignada-. ¡¡Yo lo he visto!!"
"Crece…- se burlo.
"Dime una sola cosa buena de los adultos.- exigio la niña.
"Se duermen tarde…- respondió triunfante, al dejar sin argumentos a la pequeña.
"No es justo.- sus ojitos se tornaron cristalinos, haciendo grandes esfuerzos por no llorar-. ¡¡Eres malo!!"
Draco no podía creer lo que veia, la pequeña intrusa, había estallado en lagrimas, dejandolo si saber que actitud asumir. Lentamente se acerco a ella, e intento consolarla, mas como cualquier niño pequeño, la niña se puso en pie y lo empujo, haciendole caer en el suelo humedo, manchando sus ropas con el lodo.
"¡¡Demonios!!.- grito furioso, pero la niña, lucia mas tranquila-. Eso me saco por tonto".
"Te lo mereces.- le enseño la lengua, antes de apartar unos matorrales que revelaron el lugar por donde habían entrado los niños.
"¡¡Largo!!.- bramo una vez mas, poniendose en pie, observando con detenimiento sus ropas-. Miserable muggle"
"Yo no me llamo muggle.- la pequeña asomo su rostro entre los matorrales-. Mi nombre es Jane"
"Fenómeno…- le sostuvo la mirada-. Eres extraña, niña muggle".
"Pues no me importa.- sonrió burlona.
Era cerca de la media noche, cuando Draco desitio en permanecer despierto. Se había negado a cambiar sus ropas, esperando en la sala el arribo de sus padres. Mas ninguno se inmuto de su presencia, por lo que, como ya era costumbre, Dobby, el elfo mas joven la servidumbre, se encargo de llevarlo a su habitación.
Cuando abrio los ojos, se encontraba en su limpia y comoda cama. Vestido con su fina pijama, percatándose que el traje del día anterior, se encontraba limpio y planchado, colgando en su guardarropa.
Con cierta tristeza, calzo sus pies con las pantuflas que se encontraba en el suelo, cerca de su cama. Tomo la bata que estaba en el sillón y bajo hacia el comedor, en donde ya le esperaba su desayuno.
-Sus padres se habían marchado ya -
"Al amo le apetecera desayunar.- Dobby se le acerco temeroso.
"¿Quién fue el que me llevo a mi cuarto?.- una leve ilusion, aun latia en su pecho-. ¿Acaso mi padre o madre?"
"Fue Dobby, señor.- bajo el rostro-. Dobby lo subió y acomodo en su cama. Después se encargo de limpiar sus ropas. Dobby es el responsable de atenderlo…"
Sin mas, Draco regreso a su cuarto, esa tarde iria a su casa, la unica persona que parecía tener interés en su existencia.
"El Profesor Snape, le espera.- Dobby con el temor a flor de piel, interrumpió los pensamientos de su amo, que llevaba largo rato observando desde su balcon.
"Ahora bajo.- no sentía animo alguno para humillar al elfo; detalle que la criatura no paso por alto, pues estaba acostumbrado a los malos tratos que recibia por parte del pequeño mago.
Al pie de la magnifica escalera principal, Severus Snape aguardaba por el dueño de esa mansión; por alguna extraña razón había aceptado darle clases particulares al unigénito Malfoy; sus fríos y oscuros ojos, estaban atentos en la pequeña figura que descendia con elegancia cada uno de los escalones; no pudo negar el parecido increíble que Draco tenia con Lucius Malfoy, ni mucho menos que esa esa mañana, su alumno parecía inmerso en su propio mundo.
"Fijate bien lo que haces.- exclamo Snape, cuando Draco derramo el tintero-. Tu padre me cuestionar diariamente por tus progresos… seria ridiculo decirle tu falta de atención al derramar la tinta sobre tus notas"
"Si…- su mirada se quedo fija en la ventana que daba a la calle, obligando a Snape el tener que correr las cortinas para tener su atención.
"Eres flojo, Draco.- guardo sus cosas-. Algo que detesto en un estudiante de mi clase, en Hogwarts"
"No veo por que se preocupa.- un gesto de autosuficiencia se dibujo en su rostro-. Mi madre dice que Durmstrang estara encantado de recibirme… con suerte y no soporte mi presencia en esa escuela"
"Tu padre no comparte la misma opinión.- continuo Snape, cuyo gesto se endurecio, al mismo tiempo que arrojaba un hechizo sobre las notas del chico para retirar la tinta-. Te exigira asistir a Hogwarts, así como buenas notas… por eso me hace perder mi tiempo contigo".
"Mezclarme con hijos de muggles?- espeto indignado, pues le resultaba indignante la rola idea de imaginarselo-. ¿Yo?... en cuyas venas circula la sangre mas puras entre las familias magicas…"
""Esa actitud tuya, no te traera nada bueno.- era en vano el platicar con Draco-. Hogwarts no es de los que otorguen calificaciones por "pureza de Sangre-"… no es elitista como Durmstrang, y descubriras al igual que muchos otros, la realidad de que son los… impuros… quienes suelen sobresalir".
"No será mi caso.- sonrió confiado-. Seré el mejor y me temeran… yo soy un Malfoy… soy especial".
Había transcurrido mucho tiempo, desde esa conversación entre Draco y Snape. El joven heredero, caminaba entorno a las plantas del invernadero de su madre, cuando una mano lo apreso del hombro, interrumpiendo sus pensamientos.
"¡¡Te atrape!!.- sonrió al ver cumplido su objetivo-. Hace tiempo que no te veia"
"¿acaso no sabes que esta prohibido el entrar en propiedad privada?.- frunció el cejo, cansado de la camaradería con las que esa niña le trataba-. ¡¡Fuera de aquí, muggle!!!"
"Te estuve esperando.- como de costumbre, ignoraba los regaños de Draco-. Me escondi bien cuando vino un señor… también vi a tu mascota…- el rubio supuso que se referia a Dobby-. Es el perro mas feo que he visto".
"¿Y por que me esperabas?.- desde la visita de Snape, Draco se había aletargado en su cuarto, abandonandolo raras excepciones.
"Para esto – llevaba una bolsita de donde saco un sobre perfectamente sellado-. Mi cumpleaños es en una semana… que no se te olvide llevarme un regalo bonito"
"¿Qué te hace pensar que hare?.- sonrió burlon-. No suelo salir de casa… y mucho menos a fiestas de niñas muggles"
"Pero me dara mucho gusto que vengas.- volvió a ofrecerle el sobre-. Si no me llevas nada, no importa… anda, te guardare un trozo grande de mi pastel"
"He dicho que no.- se dio media vuelta, provocando tristeza en el rostro de Jane-. Y marchate antes de que llame a mis sirvientes para que te saquen de mi jardin".
Con paso triste, Jane paso al lado de Draco, quien evito la mirada de la niña, respirando aliviada cuando esta se marcho. Si sus padres se enteraban que una niña muggle habia estado en ese jardin, su madre, se desmayaria de la impresión, y su padre, le reprenderia en forma severa.
En eso estaba, cuando se percato que el sobre ofrecido por la niña, se encontraba flotando a orillas del lago. Con cuidado lo levanto, procurando no manchar sus ropas. A causa del agua, algunas palabras eran ilegibles, mas no paso lo mismo con la invitacion, que solo tenia maltrecha una de sus esquinas.
- Mi enojon vecino, te invito a mi cumpleaños con una unica petición:
Procura utilizar un peinado diferente
Vestir de forma normal
Y que cuando me felicites, sea
Con una GRAN SONRISA!! -
"Rara.- sonrió ante lo que decía esa invitacion-. Me pregunto si todos los muggles son igual de extraños que esa niña"
Guardo la invitacion en su bolsillo, al mismo tiempo que caminaba en direccion a su cuarto y a la vez, pensando que tipo de regalo, podría gustarle aun niña de alegres ojos castaños, que brillaban de una forma tan especial... poseedora de una sonrisa, que comenzaba a no serle tan indiferente.
Notas de Oracle.
¡¡¡Hi Everyone!!!... pues como hace tiempo que les estoy debiendo algo y no me gusta ese sentimiento de deuda, asi que, mejor los aburrire por el momento, con una historia de Draco - por aquello de que hay amantes del rubio, que aun no me perdonan por lo que le hice en el fic de "Cuando cierro los ojos"
(Es bueno que hagas algo, para variar de tu haraganería…)
Vaya… ¿Ya conocen a June?... bueno, para los que no, es una especie de mascota – alterego, que estaba guardada en el cajon de los recuerdos de mi Pc (me usaste y me arrojaste cual vil muñeca fea)... Jo… bueno, pero ese no es el tema… lo que en si, debe interesarnos, es que al fin ha salido a la luz este fic que comencé a idear en Julio (Muchas gracias por la tarjeta que le enviaste, Rei -sama)… como ya no sabia que escribir, pues hice un sinfin de bocetos para ayudarme… que Harry se moria… Hermione se arrepentia… Draco les hacia la vida de cuadritos… en fin, hasta pude haber escrito un dialogo de telenovela chafa (lo escribiste)… pero agradezcamos una vez mas que me obligaron a leer todo lo que he escrito (Gracias Kazuki!)… y que me hicieron ver un pequeño detallote… ¿Que hay de los niños?... entonces cai en que la gran mayoria, escribe historias de HP, cuando ya son personas adultas... bien valia el contar una historia de cómo es que Draco pudo ser en su infancia (¿te basaste en tu miserable vida?)… pero resulto un problema, por que para todos no es noticia que Malfoy detesta todo lo que no este dentro de sus estandares de mundo magico perfecto… entonces se me ocurrio alejarlos de ese mundo… y pues una tarde me sente en las escaleras de mi casa, esperando a una amiga para ir al cine, quien me dio una idea mas… me conto que cuando era niña, tenia un vecino al cual no dejaba que nadie mas se le acercara… mucho menos niñas… después materialice un poco mas la historia, y me descubri jugando con mis primos pequeños (cosa que ella no hace), entonces descubri que "Uchala" para ellos es todo… que el mundo esta rodeado de aguilas… y que una simple iguana, es un enorme dragón … me gusto mucho recordar esos detalles que había olvidado, por que es lindo darse cuenta que, basta usar la imaginación, para que todo sea posible.
Así que, no le dare mas vuelta a todo esto… y disfrúten este primer capitulo, mientras que yo continuo de exploración, por la selva de mi jardín, en busca de ese dragon que no nos dejo dormir anoche… ¡¡¡Adelante!!!
La Teniente, Oracle.
Vicepresidente de la Liga Anti Cho – Anti Ginny
P.d. No me olvido de ti… Rei, gracias por jalarme las orejas… por que a decir verdad, iba a dejar de escribir sin decirte nada… pero hice caso a tus palabras y aquí me tienes, best friend… ¡¡Seguire esforzandome!!
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