Oneshot rápido (habré tardado unos quince minutos) para celebrar que Ilias por fin está en la lista de personajes de Saint Seiya. Pensé que mi petición tardaría más pero cuando he visto el mail ha sido como "Cross, no te puedes ir a dormir hasta que no escribas algo". Odiaba no poder marcarle como protagonista de mis otros oneshots.
Disclaimer: The Lost Canvas no me pertenece.
Regulus, hijo mío, no sabes cuán orgulloso me siento de ser tu padre. No te haces una idea de lo mucho que disfruto verte crecer sano y fuerte. No imaginas la alegría que siento cuando dices que quieres llegar a ser alguien como yo. Realmente no lo sabes. No te haces una idea. No te lo puedes imaginar. Eres ajeno a todo esto porque estoy en un lugar desde el que no puedes oírme, desde el que no puedes sentirme.
No importa que el viento no te haga llegar mi mensaje, yo nunca me cansaré de decirlo. Te quiero, pequeño león. Eres lo más precioso que me regaló el destino, el más bello milagro de la naturaleza. Diste sentido a mis últimos años de vida y te has convertido en mi protegido durante mi muerte. Solo me entristece la barrera que hay entre nosotros. Veo cómo estudias todas las mañanas sin poder ayudarte cuando te quedas atascado en tus deberes y sin poder resolverte las dudas que sé que te van surgiendo. Soy un espectador habitual en tus entrenamientos vespertinos, sintiendo un profundo pesar por no poder corregir tus fallos y darte buenos consejos que te ayuden a mejorar. Velo por ti mientras duermes, lamentando no poder taparte por las noches cuando tiras tus sábanas al suelo de una patada.
Creo que he sido un buen padre para ti, pero siento mucho haber tenido que dejarte tan joven y con semejante carga sobre los hombros. Tienes que saber que nunca me fui de tu lado, hijo mío. Sé que llegará el día en que mi voz no sea sorda para tus oídos, en que mis abrazos signifiquen algo para tus sentidos. Pero no tengas prisa, pequeño león. Antes quiero que vivas y que seas feliz. Yo estaré para verlo, aunque tú no seas consciente de mi presencia.
Te quiero, pequeño. Te quiero más que a nada en este mundo.
