Disclaimer: La siguiente historia es basada en una película, pero no completamente ya que otras partes si son de mi propia imaginación, utilizando a los personajes de la exitosa franquicia de Power Rangers. Aquí he unido a Power Rangers a la velocidad de la luz y a los Power Rangers Super Patrulla Delta.

Espero que les guste.

Capítulo 1

LA HIJA DEL PRESIDENTE

Esto era inconcebible como era posible que la arrastraran hasta el planeta Tierra solo por una estúpida revuelta en el planeta Kiones, solo porque un loco maniático había dicho que iba a terminar con toda la familia presidencial y con quien se les opusiera, la habían sacado de su tranquila y monótona vida; aunque pensándolo bien no era del todo mala idea viajar fuera de vez en cuando aunque esto fuera para su protección, recordaba haber salido del planeta solo 5 veces y eso había sido antes de cumplir los 10 años.

Esto lo pensaba una joven de brillantes ojos azules y una larga cabellera dorada trenzada que le llegaba bajo su cintura ya que si se lo soltara le llegaría mas abajo, vestía un hermoso vestido rojo vino símbolo de la realeza de donde procedía, tenia un parecido a los vestidos que usaban las mujeres griegas muchos siglos atrás, tenía 17 años y no conocía lo que era poder sentirse ser una chica normal, no podía divertirse con sus amigos o poder salir a divertirse, ir a un baile con un chico o tener una cita normal. Desde que su padre había sido elegido como presidente y protector del planeta Kiones su vida había cambiado, tenía 2 años así que a esa edad no le importaba nada pero ahora que casi era mayor de edad, no tener amigos verdaderos, no poder ser independiente y estar rodeada de un séquito de seguridad no era para nada divertido.

Su nombre es Sydney Elizabeth Greyson Mitchell, pero para todos era Sydney Elizabeth Greyson la hija del Presidente del Planeta Kiones.

Hace 20 años se organizó un gran concilio en donde todos los líderes del universo o la gran mayoría participaron para firmar un acuerdo de paz, fueron embajadores, presidentes, reyes y muchos otros, los planetas que eran pequeños y no tenían ejercito eran los que más pedían ayuda para entrar en estos acuerdos de paz, El gran consejo asumió la tarea de velar por estos planetas y protegerlos, se buscaron entre antiguos protectores de la Tierra y se vio el potencial de cientos de personas y finalmente fueron escogidos más de 30 hombres y mujeres, que fueron enviados como protectores y posteriormente presidentes de los planetas que necesitaban ayuda y protección para sus habitantes.

Suspire de nuevo esto de viajar era aburrido. Cuando tenía 7 años le parecía divertido poner a los del servicio secreto y a sus nanas a perseguirla por toda la casa, pero ahora que tenía 17 años era frustrante, solo podía ir donde ellos le decían, comer lo que ellos ordenaban, vestirse como se debía y hablar apropiadamente. Todo era reglas y protocolos, una reverencia aquí un saludo allá, nada de besos ni abrazos; claro que no todo era malo, tuvo una buena niñez, la mejor educación, sabia dibujar y pintar, equitación, esgrima, defensa personal y taekwondo, comía y vestía como una princesa, tenía a los más amorosos padres pero quería por una vez no seguir reglas, no sentirse con cientos de ojos encima no tener que pensar en comportarse como toda una dama, ya que ella era el ejemplo para cientos de adolescentes; poder caerse sin que corrieran todos a ver como estaba, aunque últimamente ya no lo hacían mucho ya que había cogido la costumbre de engañarlos, rió mentalmente esa había sido idea de su tío. Hay que día tan aburrido ya estaba cansada de observar la oscura noche del espacio había querido saber mas de la Tierra pero parecía que desde que vio la palabra desolada y húmeda le había quitado todo el interés de saber mas de ella, el grito de una persona la saco de su ensoñación.

- Sydney Elizabeth Drew Mitchell, por atención por todos los cielos, que niña esta…

- Que sucede Ángela… - me estire en el ancho sillón donde estaba cómodamente sentada desde hace varias horas leyendo mis libros favoritos, después de todo que más podía hacer, llevábamos más de una semana viajando, pero la oscuridad del espacio había cautivado mi mente por un momento, bueno Ángela solo me llamaba así cuando estaba molesta por algo y después de todo que abre echo ahora. A menos que sea para hablarme de las estrictas medidas de seguridad o mejor dicho la exagerada seguridad de mi padre.

- Que que sucede dime, has escuchado algo de lo que te he dicho en los últimos 30 minutos.

- Ehhh bueno si…

- Así haber dime que dije…

- Bueno dijiste que iríamos al planeta Tierra, mi familia ha sido amenazada y mi padre ha decidido que mamá y yo estaríamos mejor allá y…

- Y…- Rayos que más había dicho….

- Hay niña por Dios, ves que no escuchas…

- Hay Ángela escuche lo más importante si…

- No Srta. Toda la información que te estaba dando es importante, ahora escúchame atentamente si, ya que esto es de vital importancia tanto para tu seguridad como para la de tu familia.

- Ok dime… que te escuchare lo prometo.

- Estaremos bajo la protección de un amigo de vuestros padres, el comandante Anubis Cruger, él nos dará protección y resguardo en su base.

- Base, es acaso un militar o vive en una base…

- Es algo así como un militar y si vive con un grupo de jóvenes que se entrenan para ser los mejores oficiales, ese lugar se llama LA BASE SPD. Y sus cadetes son llamados la súper patrulla delta hay están lo mejor de lo mejor.

- Mmmm entrenan para ser los mejores, suena interesante…

- No empieces niña, y deja de pensar en tus alocadas ideas…

- Pero si no he dicho nada…

- Pero sé cómo piensa ese cerebrito tuyo, y no, no vas a ir a ese lugar a entrenar ni a luchar con ninguno de ellos.

- Pero Ángela…

- No Syd, ellos están mucho mejor entrenados que tu…

- Papá me enseñó a defenderme desde que estaba pequeña…

- No es lo mismo…

- Se esgrima, boxeo, defensa personal, taekwondo…

- Si, si, si, puedes saber todo eso pero no quiere decir que seas iguales a ellos, esos jóvenes han entrenado para todo tipo de dificultades mentales, espirituales y físicas, el presidente pudo entrenarte en lo básico y nadie negara que podrás dar una buena pelea pero con estas personas no es lo mismo. Ellos ganaran sin lugar a dudas si los retas.

- Mmmm, conoces mucho de esa base, es que acaso estudiaste allí…

- Por supuesto que no, solo tengo mis contactos, ahora basta de preguntas y presta atención…

Estaba molesta con Ángela como podía decir que yo no estaba a la altura de esos oficiales de la tierra. Ya vería lo primero que haría al llegar a esa dichosa base seria mantener una lucha con el líder de ese lugar.

- Vamos Syd escucha; cuando lleguemos a ese lugar debemos pasar desapercibidos, nadie debe saber que tu o tu madre o algunos de nosotros venimos del planeta Kiones, el único que lo sabrá es el personal de la base aunque no todos así que por consiguiente nada de decir cosas como soy la hija del presidente y deben obedecerme.

- Oye nunca he dicho eso…

- Bueno solo es por si acaso

- Te burlas de mí…

- Jamás haría eso pequeña dama…

- Deja de llamarme así…

- Como quieres que te diga ángel de la nación, princesa, liberty…

- Basta Ángela, si puedes continuar por favor…

Esos nombres con que me llamaban para referirse a mí, me habían dejado de gustar desde que tenía 15 años, a los únicos que le soportaba que me dijeran así era a mis padres y a veces a mi tío, aunque habían tomado la costumbre de llamarme Liberty como código secreto para referirse a mí. Nadie tenía derecho a llamarme así, más que ellos ya que sentía que los demás solo lo decían para burlarse.

- Ok bueno ya no te enojes, te puedo decir que de lo que si descansaras será del protocolo…

- Bien, todo eso está muy bien pero que me dices de los de seguridad que están conmigo a cada hora del día.

- Tranquila por eso no te preocupes, ellos se quedaron en Kiones tu padre los necesita más allí.

No podía creerlo eso quería decir que no tendría a los de seguridad, wao entonces algo de provecho había salido de venir a la tierra. Pero al parecer algo de esa emoción se notó en mi rostro.

- Pero no creas que podrás hacer lo que quieras…

Definitivamente tenía que mejorar mis expresiones

- Pero si no he dicho nada

- Se lo que piensas señorita y la respuesta es no…

Definitivamente tenía que haber estudiado actuación en mis clases extracurriculares.

- El comandante nos proporcionara seguridad, tal vez no sean muchos para no llamar la atención.

- Qué, pero si dijiste que nadie sabe de nuestro paradero…

- Yo no he dicho eso, dije que nadie debe saber quiénes son tú y tu madre.

- Es lo mismo no… no necesitamos tener escoltas…

- Syd por favor no empieces otra vez con eso, sabes perfectamente que aunque estemos en el lugar más protegido de la galaxia tú padre jamás las dejaría sin protección…

- Hay que horror, no puedo creerlo es que acaso no confía en mi yo se protegerme sola no necesito que estén las 24 horas conmigo.

- Esto no es de confianza Syd es de seguridad tu vida corre peligro siempre, igual que la de tu madre, tío y hasta tu propio padre desde que a vuestro padre lo eligieron como Embajador y luego le dieron el Honor de ser Presidente de Kiones su vida dio un giro radical y aunque al principio se pensó que seria sencillo poco a poco se fue haciendo una tarea peligrosa, tus padres están muy honrados por haber sido elegidos pero eso no quería decir que estarían siempre a salvo.…

- Lo que para mi padre es un honor para mí es un castigo.

- Hay Syd, ya veraz algún día te darás cuenta que la libertad no es siempre hacer lo que se quiere.

Otra vez estaba furiosa con mi padre, no me permitía estar sola en ningún momento quería que confiara en mí que se diera cuenta que podía cuidarme sola. Pero no, siempre le salía su lado sobre protector; mire a Ángela la única que podía considerar mi verdadera amiga.

Ángela Fairweather había estado conmigo desde que nací, tenía 20 años más que yo, nunca se alejó de mí y no estaba junto a mí solo por ser la hija del presidente no para nada, ya que ella conocía a mis padres desde mucho antes de que el fuera elegido para presidente. Lo poco que me habían contado era que trabajaban juntos en el mismo equipo, era por eso que se conocían muy bien. Estaba otra vez descargando mi frustración con ella, cuando entro mi madre.

Bueno mi madre era, como podría describirla, ella era una joven mujer de largos cabellos rizados rubios como los míos, pero en estos momentos lo lleva recogido en una trenza en forma de corona alrededor de la cabeza, tenía 40 años pero parecía mucho más joven, vestía un hermoso vestido estilo griego en color verde oliva que le llegaba más arriba de los tobillos, este color también simbolizaba a la realeza en Kiones, sus brillantes ojos de un color aguamarina me miraban desde la puerta, su semblante relajado era una forma de controlar sus pensamientos. Esa era mi madre que desde que se había casado con mi padre y se había convertido en la primera dama y la mujer más importante de Kiones había tenido que controlar su temperamento que sin lugar a dudas y sin temor a equivocarme había heredado yo, ella era Dana Mitchell Greyson o mejor dicho Drew, por otra tonta idea de mi padre para protegernos; mi padre se había cambiado el apellido cuando fue elegido presidente de Kiones ahora en vez de ser Carter Greyson era Carter Drew. Algo que sé que a mi madre no le gusto pero no dijo nada y acepto, después de todo era por nuestra seguridad.

- Sydney, Ángela con que aquí estaban he pasado los últimos 5 minutos buscándolas.

- Lo siento primera dama…

- Ángela recuerda solo Dana, el protocolo debe terminar, además siempre te he dicho que me llames así…

- Si lo siento es la costumbre…

Mi madre siempre había sido modesta y muy sencilla, sabía que al igual que yo a ella tampoco le agradaba mucho el protocolo, le costó adaptarse al principio pero con el tiempo lo empezó a manejar muy bien, pero claro nunca dejando su humildad y sencillez para los demás, eso lo había aprendido de los dos. Solo que mi rebeldía hacia que a veces me tornara un poco presumida y altanera. Pero no me hacia una mala y frívola persona.

- Que sucede Sydney te noto alterada, recuerda que debes aprender a manejar tus emociones, no debes dejar que nadie aparte de ti o tu familia vean lo que sientes.

- Madre lo sé, pero en este momento no quiero ocultar mi malhumor.

- Pero que es lo que tienes hija, dime…

- Dana es que está molesta, por lo que le acabo de decir…

- Y que le dijiste Ángela…

- De la seguridad que aunque este en la Tierra no la va a perder, aunque nadie sepa quiénes somos por órdenes del presidente su esposa y su hija seguirán siendo protegidas.

- Mmmm ya veo…

- Qué decisión tan ridícula – y me tire en el ancho sofá

- Así que es por eso…

- Si Dana, usted sabe cómo es Syd referente a esto...

- Si lo sé, gracias Ángela si no es mucha molestia quisiera hablar con mi hija a solas antes de llegar a la Tierra.

- Por supuesto con permiso.

Vi como salía de la habitación dejándome sola con mi madre, ya venía a ver el sermón de siempre.

- Sydney ven siéntate…

- Madre por favor ahórrate lo que vas a decirme ya lo sé, y aunque siempre terminamos en desacuerdo ya no quiero escuchar más. Estoy cansada de esto, cansada de este encierro, cansada de no tener amigos verdaderos ya que solo están junto a mí por ser la hija del presidente, cansada de no poder ir a los sitios que me gustan y ahora para rematar confinada a un planeta desolado.

- Quien te ha dicho que la Tierra es desolado, diría yo que es todo lo contrario.

- Mamá porque papá hace esto es que quiere matarme de inanimación…

- Oh vamos Syd no seas melodramática, tu padre solo quiere el bienestar para las dos, aunque lo veamos exagerado no lo es, al ser lo más cercano que tiene el presidente querrán atacarlo por allí para hacerle daño.

- No hemos tenido guerra desde hace 10 años…

- Pero aún hay rebeldes que no aceptan a tu padre como presidente en Kiones y otros que solo buscan adueñarse del planeta para tenerlos como esclavos y bajo su dominio.

- Hay ya no puedo mas no soy una muñequita de porcelana que se puede romper ya tengo 17 años quiero poder salir aunque sea a comer un helado, o ir a un centro comercial a comprar no se ropa, zapatos o solo a ver, sin tener un sequito de guardaespaldas alrededor mío y que cuando pase la gente se me quede viendo como bicho raro. Recuerdas lo que izo en mi graduación de tercer año o lo que izo en la de sexta o en mi primera cita o cuando fui al baile...

- Si lo se, se que tu padre puede llegar a ser algo exagerado...

- Algo exagerado madre, arruino todas mis salidas mamá, no te das cuenta que su excesiva sobre protección nos esta arruinando nuestras vidas.

- Sé cómo te sientes, yo también extraño hacer esas cosas.

- En serio…

- Si, ven aquí Syd te voy a preguntar algo, pero contéstame la verdad y no te molestes...

- Haber dime que cosa quieres saber...

- Qué opinas de la Tierra…

- Mamá no otra vez…

- Solo respóndeme si, anda dime que piensas de la Tierra…

- No sé, lo poco que pude ver es que es húmeda en algunas partes y desolada en otras.

- Entonces no la viste bien…

- Hay para que haces esto mamá, no me va a gustar de todas formas no sé porque papá decidió mandarnos allá.

- Quieres saber porque...

Me había levantado de su lado, no me gustaba cuando me miraba con sus bellos ojos que a veces ya no les veía ese fuego que tenia cuando tenia 15 años, ahora se veían opacos y tristes como si supieran algo que yo no.

- Por supuesto que quiero saber porque el loco de tu esposo nos manda a cien millones de años luz de nuestro hogar, acaso tú lo sabes…mamá…

- Si, si se el motivo de porque nos manda hasta allá.

- Dime, dime por favor porque nos manda a ese lugar, lleno de todo tipo de alienígenas y seres extraños y desagradables.

- Porque la Tierra es nuestro hogar…

- Queee

- La Tierra es nuestro verdadero hogar Syd, cuando eligieron a tu padre para ser presidente en Kiones nosotros vivíamos en la tierra, tu no la recuerdas mucho ya que solo tenías 2 años pero allí nacimos todos, luego surgieron las alianzas que lograron que pudiéramos ir a donde quisiéramos.

Estaba sorprendida no podía ser, la Tierra era nuestro verdadero hogar y no Kiones, era por eso que habían algunos habitantes de allí que no me querían cerca y los pocos que se me acercaban lo hacían con dobles intenciones, solo los del consejo me hablaban y algunos que otros, muy pocos eran los que me querían cerca, ahora comprendía todo y lo que presentía si era en verdad lo que ellos sentían. Era miedo, miedo de estar cerca de mi por si le llegaba a pasar algo.

- Que dices…

- Que quieres que diga estoy sorprendida, pero mamá cómo pudiste vivir en un lugar así. Hay contaminación y… y…

- Jaajajaj bueno hija eso fue hace mucho tiempo, tal vez ahora ya no allá mucho. Mira te enseñare algo.

La vi dirigirse hacia el mueble y sacar una tableta de 10"

- Esto es un álbum de mi tiempo

Corrijo no era una tableta, era un libro lleno de fotos.

- Te voy a enseñar algunos de los lugares bonitos de la tierra. Mira aquí fue donde tu padre me llevo la primera vez que salimos, y aquí estamos en un centro comercial, ah y aquí fue el lugar donde me pidió matrimonio este lugar es Francia, fue muy romántico y hermoso nunca lo olvidare, nos casamos en Italia en la basílica de San Paulo y la luna de miel fue en Inglaterra. Fue todo muy bello.

- Porque no me lo dijeron antes, yo pensaba que Kiones había sido nuestro hogar siempre.

- En verdad queríamos que fuera así por un tiempo más, tu padre y yo queríamos decírtelo cuando cumplieras 18, tu regalo sería ir a conocer el lugar de donde habías nacido y así tal vez tener esa libertad que tanto deseabas y añorabas. Pero luego se desataron rebeliones primero en pequeñas revueltas, luego poco a poco fueron incrementándose hasta...

- Si...

- Hasta amenazar a tu padre

- Pero siempre hemos estado a salvo, nunca nadie a llegado hasta el palacio...

- Si es cierto, pero es mejor prevenir que lamentar no es así... hija mía

Se levanto de mi lado y miro por la ventana de la nave la oscuridad del espacio, sentí un dolor en el pecho y supe lo que le pasaba.

- Así que hija mía no te molestes con tu padre por la protección excesiva que tiene sobre ti, es lo que debe hacer para protegernos, ahora descansa llegaremos pronto.

Me quede mirando las fotos eran bellísimas y en todas se notaba lo hermosa que era la Tierra, podía ver a Ángela en casi todas, me di cuenta que mi madre había disfrutado de esa libertad que yo añoraba era por eso que siempre me decía que me entendía. Pero en cierta forma no me entendía del todo ya que ella si la había disfrutado pero yo no. Como me vio más calmada me dejo con el álbum me dio un beso en la frente y salió de la habitación. Me quede observándolo por largo rato hasta que me quede dormida y soñé con Francia, Italia e Inglaterra, tenía que ir eran lugares hermosos.

Continuara…

Si alguien quiere estar en suspenso y no saber mucho de la trama no he puesto el título de la Película, pero si alguien quiere saberlo están en todo su derecho de preguntar y se lo mandare por un private messaging. Por si los otros lectores que no lo pidan puedan así seguir en suspenso.

Se aceptan todo tipo de comentario pero sin ser ofensivos :D

Sin más me despido,