N/A:Esto es solo una de mis ideas locas, es que después de leer la emperatriz de los etereos me quede con ganas y vi que casi no había fics de esto y decidí intentar uno... no sean muy duras que es mi primer fic. Díganme si continuo, que no se... REVIEWS PORFA!

1 CAPITULO

Bipa miró a Maga pensativa, es increíble, aun siendo ella una viejita que necesitaba que la cuidaran seguía atendiendo las dudas y preocupaciones de las personas del poblado. Y yo en algún momento seré como ella… imposible se dijo. En esos momentos Maga la miró y le señaló un bote de ungüento. Cuando bipa se lo alcanzó ella le dijo en voz baja:

-venga, venga. Ya puedes irte, me acaban de decir que Aer te está esperando afuera.

Aer, su relación había cambiado bastante desde su regreso a las cuevas, después de que el la besara se habían vuelto a distanciar, eran amigos claro, pero nada más. Aunque resultaba obvio para todo el mundo que hacían una bonita pareja, para ellos no estaba tan claro.

-vale- le respondió a Maga- volveré mañana temprano.

Después se encamino hacia la salida de la cueva de Maga y ahí estaba él, Aer, Bipa intento por todos los medios ignorar la adrenalina que le producía el verlo ahí tranquilamente recostado contra una pared, su pelo seguía siendo blanco y la verdad es que nunca consiguió recuperar todo su peso… pero sus ojos si habían vuelto a su color natural para Bipa eso era suficiente, de todas formas el pelo de Bipa también era blanco como la nieve virgen y ella también era un poco más flaca que el resto de la gente de las cuevas.

- ¿Qué? ¿Encontraste una nueva estrella a la que quieres ir aunque te cueste la vida? ¿y vienes a decirme que quieres que te acompañe? Sabes, creo que paso.

-¿eh?- parecía sorprendido, como si la voz de Bipa lo hubiese sacado de un sueño muy, muy agradable- a no, no. No es eso.

- entonces ¿Qué quieres?- dijo notando que el no le estaba haciendo el más mínimo caso.

-jo- parecía realmente cansado ahora que lo pensaba, tenía unas profundas ojeras y andaba más desgarbado de lo normal- no tienes que ser siempre tan borde, solo quería hablar un rato.

-vale, vale ¿de que?

-pues veras es que…- esta forma de hablar desesperaba a Bipa, dudando sobre que decir y tardando una eternidad, estaba a punto de detenerlo- quería contarte que…

-hey! Aaaaaaaaer- era Taba, aunque para el resto de las cuevas resultaba obvio que Aer y Bipa iban a estar juntos, para Taba Aer solo podía ser suyo.

-ops, tengo que irme- dijo este mientras huía doblando una esquina-luego hablamos Bipa.

-si hasta luego.

-Aaaer, cielo ven aquí- es que nunca se va a dar por vencida, pensó Bipa mientras la veía doblar la esquina.

Bipa sacudió la cabeza levemente y se encamino hacia su cueva. Mientras caminaba se iba preguntando que querría decirle Aer y cuando se lo iba a decir. La verdad era por mucho que intentara ocultarlo que le quería, pensó en el año pasado, cuando ella pensaba que nunca podría llevarse bien con él, en como había ido hasta la emperatriz para buscarlo y en el difícil viaje de vuelta…

No tienes que pensar en eso, eran malos tiempos. En ese momento se dio cuenta de que todavía no había comprado nada y no había nada con lo que hacer la comida.

-mierda-susurro.

-¿se puede saber que pasa?

Bipa miro hacia arriba sorprendida y se encontró con Caien, era un chico muy guapo de ojos color chocolate, profundos que desconcertaban a Bipa cada vez que lo miraba, tenía un pelo negro azabache que brillaba a la luz de las antorchas con un color precioso. Había vivido en unas cuevas cercanas y se había mudado allí mientras Bipa estaba buscando a Aer.

-A nada, nada-murmuro Bipa, todavía molesta por su olvido.

-venga mujer- insistió- puedes contármelo, tu sabes que se guardar un secreto.

-de verdad que no es nada- dijo Bipa cambiando su expresión por una sonrisa encantadora para quitárselo de encima.

-Bueno si tu lo dices…-seguía dudando por lo que Bipa dulcifico su sonrisa- hasta luego Bipa.

Se fue y Bipa por fin pudo estar tranquila y borrar esa estúpida sonrisita de su cara. Siguió caminando y cuando entro en su cueva rezando por encontrar algo como un poco de pan y unas verduras que hubieran sobrado ayer para apañárselas… se puso a dar brinquitos de alegría encontrase unos pescados en la esquina (la pesca de ese día). Se puso manos a la obra, la verdad era que era una estupenda cocinara y acabó enseguida. Después de comer, Topo no llegó a tiempo y comió sola, se acostó pensando en Aer tendría que esperar a mañana para saber que quería.

En ese momento la interrumpieron unos ruiditos en la puerta que daba al exterior, supo sin necesidad de abrir que era Aer, Topo no necesitaba llamar y nadie que no fuera él llamaría a esas horas y sobre todo a fuera. Se encamino hacia la puerta y al abrir se lo encontró muerto de frío.

-pasa idiota-no se lo podía creer, no llevaba ninguna piel encima y aunque el ambiente se había ido calentando desde la derrota de la emperatriz por las noches seguía haciendo un frió horrible.

-¿se puede saber que haces ahí fuera a estas horas?- preguntó una vez el estuvo cerca del fuego y calentito.

-estaba mirando el cielo, ahora hay miles de estrellas, pero todas son enanas, me preguntaba si alguna era como la emperatriz.

-¿y no podías coger una piel para abrigarte?

-bueno no se me ocurrió… de todas formas Bipa vine a decirte que…- parecía dudar y en ese momento a Bipa la inundo una sensación extraña como si en realidad no quisiera saber lo que estaba a punto de decirle Aer- mi madre y yo nos vamos a ir de las cuevas.