Vocaloid, como ya saben, no me pertenece

Luego de ver tragedias en diferentes películas, he decidido escribir un nuevo fic, como la reverenda tonta que soy, que en lugar de actualizar los que ya tengo le hago caso a mi malévola inspiración que no quiere inspirar mis fics ya existentes y molesta con novedades extrañas.

Bien… el titulo de este fic es, simplemente

"Cartas"

Porque soy muy mala con los títulos jeje…

Bueeeno…

Summary: Meiko y Kaito se separan en medio de una guerra, ella se lleva consigo al hijo de ambos pero… ¿Volveran a encontrarse?

Capitulo 1:

Separación.

Un joven corría desesperadamente hacia el puerto, rezando encontrar el barco indicado. En sus brazos cargaba a quien quería proteger a toda cosa.

Ella se retorcía de dolor a causa de su pierna izquierda, que lucía una profunda herida luego de haber sido aplastada por unos escombros que le habían caído encima. Detrás de los enamorados, los bombardeos seguían, destruyéndolo todo.

Eso no era todo. Él tenía los nervios a flor de piel, y no le importaba absolutamente nada excepto salvarla. Ni siquiera le importaba salvarse él mismo. Ella era la prioridad en ese momento.

Porque ella no estaba sola. No, en su interior guardaba algo más preciado para Kaito que cualquier cosa.

-Kaito… no quiero irme sin ti.- musitó Meiko, preocupada ante dicha posibilidad.

-Solo dejan pasar a mujeres y niños. Gakupo logró entrar al barco porque un pariente suyo es el dueño, por eso quiero que te vayas con él.-

-¡No me importa!- protestó ella– ¡No voy a irme sin ti!-

Kaito suspiró abatido. Hacía apenas unos minutos la había sacado con todo el pánico humanamente posible de entre dos escombros de lo que había sido su modesta pero acogedora casa.

Ella casi no podía moverse, atrapada y además obstinada en proteger su estómago. Kaito la encontró doblada y adolorida, y se apresuró en sacarla de ahí.

Nunca creyó ser capaz de aquello. Logró apartar los escombros con trabajo pero rápidamente, y tomó a Meiko entre sus brazos antes de besarle la frente. Luego se había echado a correr al puerto. Por suerte, no estaba muy lejos. Se suponía que aun quedaba un barco que se llevaría a todos lejos de la guerra.

Pero cuando habían dicho que sólo mujeres y niños podrían subir, Kaito supo que, doliera lo que doliera, se tendría que separar de Meiko. De Meiko, y del hijo que esperaba.

Supo que tal vez nunca la volvería a ver. Supo que tal vez jamás tendría la oportunidad de conocer a su hijo… ni saber si era hijo o hija. Eso pensaba mientras corría con Meiko en brazos. Ella seguía protestando por la idea de separarse, y esto solo lo hacía sentir peor.

Finalmente y para su pequeña alegría, vio el barco por fin. Corrió lo más rápido que pudo, y se detuvo frente a este. Delante de él, dos hombres, uno ya conocido por los enamorados y otro desconocido, los miraron con curiosidad.

-¡Kaito…! ¡Oh por dios! ¿Qué le pasó a Meiko?- exclamó el conocido, Kamui Gakupo, al ver a la maltrecha chica, que seguía aferrada a su amado. Meiko abrió los ojos y se aferró aun más a Kaito. –No voy a irme.-

Kaito la miró con un gesto de tristeza. Se la dejó en los brazos a Gakupo, y después se quedó mirándola a los ojos.

-Gakupo, suéltame, no voy a subir ahí dentro.- repuso Meiko, mirando retadoramente al pelimorado.

Él no supo qué hacer. Por suerte, Kaito fue quien le respondió a Meiko. Tomó su cabeza con las manos y la besó tiernamente.

Gakupo se sintió incómodo así que volteó a otro lado. El otro sujeto parecía estar fastidiado.

-Meiko…- comenzó Kaito luego de separarse de ella. Posó su mano en el abultado vientre de su compañera. Hizo una caricia tierna y le sonrió, reteniendo las lágrimas. –Aquí hay una prioridad.-

Meiko lo miró entre la frustración y la tristeza. –No… no quiero estar separada de ti.-

Kaito trago aire para tratar de no llorar como un niño pequeño, pero no sirvió de mucho. –Te prometo que si logro salir de ésta iré a buscarte.-

Meiko sollozo. –Pero…-

-Meiko por favor, lo más importante que te pido es que lo cuides y siempre estés ahí para él y… y… seas feliz.-

Meiko tuvo una sensación de catástrofe al oír semejante frase.

-¡No digas eso! ¡Suena como si fueras a morir!-

-¡Meiko por favor no me hagas esto!- ya, estaba llorando. –Por favor…- La volvió a tomar en brazos, la estrechó con delicadeza y se la volvió a dejar a Gakupo.

Ella miró a Kaito con los ojos húmedos, al igual que los de él.

Pero comprendió. Comprendió que Kaito, por una vez, tenía razón y se estaba portando de forma responsable. Aunque eso doliera tanto.

Kaito tragó aire, y dijo, con la voz a punto de quebrarse:

-Adiós… Me… Meiko…-

-Por favor… regresa.- imploró en un susurro ella.

-Lo haré, lo haré…- asintió Kaito, no muy convencido. Una explosión no tan lejana los hizo volver a la dolorosa realidad. Gakupo observó preocupado el fuego que se extendía cada vez acercándose más.

Su acompañante gruñó enojado, con notable prisa por irse ya.

Ambos se dieron la vuelta y comenzaron a ir hacia el barco. Kaito se quedó estático, mirando a su amada alejarse en brazos de su mejor amigo. Entonces, tuvo como un flash y corrió hacia ellos.

Gakupo se detuvo y se dio la vuelta, dudoso. El peliazul sólo se inclinó para dejarle un beso en el vientre, acariciarlo una vez más y besar su frente. Luego, miró a Gakupo a los ojos, le puso las manos en los hombros y dijo, con voz que trataba de sonar autoritaria:

-JÚRAME que los vas a cuidar.-

Gakupo tragó saliva. Era la primera vez que lo veía tan serio. –O… obviamente, por algo soy tu mejor amigo…-

-Cuídate TÚ.- repuso Meiko, dirigiéndose a Kaito, con un tono aun más autoritario. Kaito asintió con la cabeza.

Mientras los veía alejarse hacia el barco que les salvaría la vida a sus dos personas más importantes, se sintió perdido. A sus espaldas, las explosiones se escuchaban con más fuerza. Los soldados enemigos no tardarían en llegar.

El barco ya había partido, pero aun lo podía ver con claridad. Desde él, Gakupo y Meiko le decían adiós. Ésta última con lágrimas en los ojos.

Seria la última vez que ambos se verían en un largo tiempo.

Meiko sentía como si dejara la mitad de ella en esa isla.

Kaito:

La separación me duele mucho. Estoy dentro de este tonto barco, y se que tú estás aun atrapado en medio de una guerra entre dos facciones que ni siquiera conocemos.

Nuestro bebé parece estar más inquieto de lo normal, y eso me tiene preocupada. Seguramente él también te extraña mucho. Quisiera saber por qué tuvimos tan mal tino para nuestra relación.

¿Recuerdas que nos habríamos podido ir una semana antes? Pero tú no quisiste por mi estado. En ese momento, recuerdo que quería ahorcarte por haberme considerado tan delicada. Aun estoy un poco enojada por eso.

De no ser por ese viaje que nunca realizamos, ahora estaríamos juntos, en algún lugar lejano. Tú estarías tomando un helado, como siempre, y yo estaría observando las nubes. No se por que me gustan tanto desde que comenzó el embarazo.

Te extraño. Podría hacer cualquier cosa con tal de que estuvieras ahora a mi lado, y podríamos pensar en un buen nombre para el bebé. Espero que nos volvamos a ver pronto.

Por favor cumple tu promesa y cuídate. Y regresa pronto, también.

Gakupo es muy bueno conmigo, como ya sabes, se ha tomado la promesa muy en serio. Creo que quiere proponerle matrimonio a Haku. Sí, la doctora que se ocupa de mí. No sé si se atreva a hacerlo, ya sabes cómo es.

Meiko

Fin Del Capitulo

Pd:

Si les gustó o tienen algún comentario/sugerencia, dejen un review…

Atte: Lallen

Segunda Pd: Entre más review recibo, mas me inspiro. O eso creo…

Tercera Pd: ¡LARGA VIDA AL KAIMEI!