Juntos en la oscuridad.

¿Cómo las cosas habían terminado tan mal en tan solos unos minutos?

No tenía ni idea, pero ahora estaba sola en aquél lugar.

La oscuridad dominaba la habitación, la única iluminación era un pequeño rayo de luz que entraba por algún lugar del techo. Por ese pequeño rayo de luz pudo apreciar los cadáveres de todos su familiares y amigos dispersos por todo el lugar, la sangre manchaba todo el lugar con un aspecto macabro. Su vestido, especialmente preparado para la ocasión, estaba cubierto de sangre al igual que sus manos; las pequeñas gotas carmesís llegaban hasta su mejilla.

Estaban celebrando el triunfo de una gran batalla. Su padre acababa de obtener el dominio de una gran tierra e hicieron una fiesta en conmemoración. Muchas personas de familias importantes fueron invitados; reyes y reinas con sus hijos y demás familia. Pero no contaron con que todo seria la ocasión perfecta para algo terrible.

Una victoria, una gran fiesta y una traición.

Todo se había convertido en la distracción perfecta.

Se quedo sentada mirando el oscuro vació frente a ella, sin perturbarse siquiera por los cadáveres y la sangre que la rodeaba. Lo había perdido todo. ¿Qué iba a hacer? Desde ese momento solo era la princesa de un reino aniquilado, no tenía más familia... ni conocidos a los que pudiera acudir. Estaba sola en ese lugar sin ningún lugar a donde ir.

- Ven conmigo, princesa. Acompáñame en la oscuridad. – Dijo una voz en su oído. Al girarse solo pudo ver la oscuridad y una sombra oculta entre ella.

Unos intensos ojos rojos le devolvieron la mirada, junto a una gran sonrisa que brillaba incluso en la oscuridad.

Era la oscuridad que había venido a reclamarla.

Él siempre aparecía cuando alguien estaba a punto de caer, cuando alguien estaba tan débil que no podía luchar más, solo dejarse llevar por él. Un camino sin retorno.

Pero ella ya no tenía nada importante por lo que luchar. Todo por lo que vivía desapareció y ya nada la ataba a ese lugar.

Con lentitud estiro su mano hasta posarla sobre una más grande y fría. Su agarre el firme pero gentil cuando la incito a levantarse con lentitud. De pie frente a él pudo apreciar más de cerca aquellos ojos rojos que brillaban aun más cuando sus miradas se encontraron.

- Bienvenida a la oscuridad, Princesa. Ahora estaremos juntos por siempre.

Estaremos juntos en la oscuridad.

Siempre.


Comenzamos diciembre con esta pequeña historia :3

Fue algo que se me ocurrió pero no quería publicarlo porque no me convenció mucho. Pero decidí que antes de terminar el año iba a publicar todos los escritos que tengo guardados, un reto que yo misma me propuse xd