POR CEDRIC
Por Cris Snape
Disclaimer: El Potterverso es de Rowling.
Este fic participa en el minireto de junio para "La Copa de las Casas" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"
Aunque ahí fuera el estadio de quidditch es un clamor, lo único que Summerby escucha son los latidos desaforados de su corazón. Tiene la garganta seca, las manos le sudan profusamente y las piernas le tiemblan tanto que tiene que apoyarse en la escoba para evitar caerse al suelo. Lo peor de todo es que no sabe si será capaz de volar cuando llegue la hora de la verdad.
Da un brinco cuando alguien pone una mano sobre su hombro. Gira la cabeza hacia su derecha y ve a Heidi MacAvoy sonriéndole. La chica tiene el pelo mucho más rojo que cualquier Weasley del montón y la cara llena de pecas. En otro momento la hubiera encontrado preciosa, pero ahora le parece una arpía arrastrándolo hacia un destino nefasto.
—¿Estás bien? No tienes buena cara.
No. Claro que no está bien. ¿Cómo va a estarlo? No se trata de que ese sea su primer partido oficial como buscador del equipo de quidditch de Hufflepuff, sino de que es el sustituto del anterior capitán. De Cedric Diggory, el héroe muerto en extrañas circunstancias el curso anterior. El mejor buscador que han tenido los tejones en mucho tiempo.
—Yo… Estoy un poco nervioso.
—No tienes que preocuparte por nada —Heidi le aprieta el hombro y sigue sonriéndole—. Lo harás genial. ¿Verdad, capitán?
Malcolm Price parece distraído. Summerby se da cuenta de que si hay alguien que entiende lo que está sintiendo, ése es Price. Porque él también es el sustituto de Cedric y debe estar preguntándose si estará a la altura de su antecesor. Tarda una eternidad en reaccionar, pero cuando lo hace asiente secamente.
—Sí. Eres el mejor buscador que hemos podido encontrar.
No está seguro de cómo tomarse esas palabras. Suenan a que no les ha quedado más remedio que cogerlo a él y las tripas se le revuelven. Va a vomitar, está seguro. Y entonces habla Smith, ese maldito gilipollas.
—Dejaos de chorradas. Sin Diggory no tenemos ninguna posibilidad.
Los otros miembros del equipo le miran con la boca abierta. No entienden qué hace ahí Zacharias si tan poca fe tiene en la victoria. De hecho, muchos compañeros de casa no saben qué pinta en Hufflepuff. Es Heidi la que se remueve y se encara con él.
—¿Puedes repetir lo que has dicho?
—Si insistes —Smith se encoge de hombros—. He dicho que no…
—¡Cállate! ¿Tú eres tonto o qué?
—¿Perdona?
—Que eres gilipollas, Smith. Puede ser que no ganemos este partido, pero lo importante es que salgamos ahí a dar la cara y a hacerlo lo mejor posible.
—Típica frase de los perdedores.
—Era lo que siempre decía Diggory. ¿O es que ya no te acuerdas?
Debe ser verdad. Summerby jamás escuchó a Cedric animando a sus compañeros antes de un partido, pero eso tiene que ser cierto o Smith no hubiera puesto esa cara. Está rojo y tiene los dientes apretados. Parece querer decir algo, pero agacha la cabeza y se aferra al palo de su escoba con todas sus fuerzas.
—Heidi tiene razón —Price interviene y en su rostro aparece una nueva determinación—. Vamos a jugar este partido por Cedric.
—¡Por Cedric! —Gritan todos.
Todos menos Summerby. Es evidente que Malcolm acaba de coger las riendas de su equipo, pero él no está seguro de querer ser el buscador sustituto. ¿Estaría mal salir corriendo y esconderse hasta que todo acabe? Seguramente sí.
—¡Vamos! ¡A por la victoria!
No obstante, antes de poder plantearse en serio la huida, las puertas se abren y Heidi lo arrastra hacia el campo. Ya está hecho y no hay vuelta atrás. Lo que pase a partir de ese momento, sólo el tiempo lo dirá.
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